1997-10-04.EL MUNDO.UN PAÍS DE NOVELA MARTIN PRIETO
Publicado: 1997-10-04 · Medio: EL MUNDO
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UN PAÍS DE NOVELA EL MUNDO. 04/10/1997 Página, 5 MARTIN PRIETO Parte de los conjurados trepábamos anteanoche la escalinata del Ateneo madrileño para honrar a los premios de la fundación León Felipe de este año cuando caímos en tardía cuenta de que acudíamos tal cual éramos y a rostro descubierto habiendo olvidado en nuestras covachas de urdidores el disfraz de ninja o hasta el socorrido casco de motorista tal como algunos de los imputados en el caso Arny de Sevilla. Desde José Luis Gutiérrez al coronel Prudencio García andábamos todos buscando el abrazo de Josefina y Marcelino Camacho, que gracias a Dios y a Marx los años no pasan por ellos ni su amistosa jovialidad, porque éstos no te comprometen en la foto, pero si te pillan del bracete de Antonio García-Trevijano le dan al manubrio de la máquina de la maquinación republicana y no te salva ni la cofradía de La Paz y la Caridad. Ya tengo contado que al final de una tenida en la que habíamos ultimado el borrador de la Constitución de la III República (sin partidos políticos, por supuesto, pero que no será soviética como supone Campmany sino nazi-fascista) Trevijano se ofreció gentilmente a trasladarme a mi domicilio y ante mi espanto lo hizo en un Rolls descapotable de colección, y, claro, se nos quedaban mirando cuando parábamos en los semáforos. Y es que haciendo así las cosas y con tanta boda no hay manera de devolver a su exilio a los borbones. -Trevijano, ¿ha venido don Manuel Azaña? -Aún no ha entrado al salón de actos pero acabo de verle en la cacharrería. Junto a la fiscal María Dolores Márquez de Prado a la que al menos le sienta bien el apaleamiento porque cada día está más bella, y el juez Joaquín Navarro, no me llegaba la camisa al cuerpo cuando vi al cámara de Canal Plus que pasó olímpicamente del humanismo de Rodríguez Adrados, Médicos Mundi, que acaban de enterrar a sus cooperantes, los Hermanos Maristas que lloran el asesinato de los suyos, la fundación gallega contra la droga, Mario Benedetti que no fue por un cólico nefrítico y Umbral quien tampoco acudió por tener otra conjura a la misma hora. El cámara de Canal Plus sólo filmó íntegro al juez Gómez de Liaño, digo yo que para pasárselo íntegro a Polanco. Cebrián, elector de jueces, censuraba la información televisiva del penúltimo franquismo para luego hacerles un Nodo a los ministros de Arias Navarro sobre la revolución portuguesa. Después copia de los vídeos pasaba a manos de los servicios de Carrero para que el a la sazón y luego golpista teniente coronel San Martín identificara a los rojos que cruzaban la raya portuguesa. Ahora estos convertidos a la pasta y la impunidad hasta descalifican la memoria de León Felipe porque su albacea inventó el futbolín, que es como ningunear a Benjamín Franklin porque ideó cosa tan obvia como el pararrayos. A la salida del Ateneo, el chusmerío. «Oye que hay un vídeo con Rafael Vera en la cama de su testaferra y por ahí le va a coger Garzón». «No, te equivocas: el vídeo es de Pedro J. haciendo el 69 con la dulce Neus». A la mañana siguiente el Estado compra el himno nacional que generaba derechos privados de autor. Lo dicho: un país de novela en el que te puedes desesperar pero jamás aburrirte.