1990-12-24.EL INDEPENDIENTE.LA HIPÓTESIS REPRESIVA AGT

Publicado: 1990-12-24 · Medio: EL INDEPENDIENTE

Ver texto extraído
LA HIPÓTESIS REPRESIVA
EL INDEPENDIENTE, 24 DICIEMBRE 1990 
TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
El discurso público de los años sesenta encontró unidad de sentido en la hipótesis represiva. El punto débil del sistema, la alienación personal en la producción y el consumo se sostenía, a través de la educación, en la reproducción generacional de los resortes represores de la autoridad familiar. La impotencia de la juventud pensó que la represión sexual era la causa última de la enajenación espiritual. La rebelión del 68, sin objetivos de poder, fue una implosión liberadora de los jóvenes de ambos sexos contra la visión del mundo y el falso pudor de sus padres y pedagogos.
El apoliticismo de aquella sublevación juvenil de la izquierda societaria, desvinculada de partidos y organizaciones obreras, ha determinado el conservadurismo actual de la izquierda estatal. Los dirigentes socialistas guardan fidelidad, de aquella fuente libertaria, a la insolencia ante cualquier magisterio moral. Son de izquierdas porque son anticlericales y libreamantes. Pero están en la derecha política y económica, son oportunistas porque la realidad del poder estaba fuera de la imaginación y de la razón del 68. Esta simbiosis de insolencia moral y formas tradicionales de gobierno constituye el raro producto social que describe, sin comprender, la conferencia episcopal.
Su reciente pastoral ha construido un discurso de la moralidad pública contra una hipótesis libertina. Como si el fracaso del 68 no hubiera tenido lugar. Como si la represión de las libertades y de las vocaciones individuales se hubiera disuelto con la disolución del lenguaje. Como si el relajamiento de las costumbres sexuales estuviera provocado por la llegada de una procaz administración de las mismas alienaciones, de las mismas tradiciones de orden público, principio de autoridad, razón de Estado, clientelismo y patrimonialización personal del poder público, que la Iglesia tanto contribuyó a «consagrar». Como si todavía se creyera, como en la década de los sesenta, que la liberación sexual conduce a la liberación social.