1976-06-26.MUNDO.ENTREVISTA AGT
Publicado: 1976-06-26 · Medio: MUNDO
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ENTREVISTA AGT MUNDO 26 JUNIO 1976 M CAMACHO SAMPER ANTONIO GARCIA-TREVIJANO Sabor a cárcel En la calle Castellana 106 se encuentra el despacho donde Antonio García Trevijano ejerce como abogado. Allí fue también donde Coordinación Democrática intentó presentarse a la opinión pública a través de la prensa. Intento que quedó frustrado por la prohibición de la policía y la detención del mismo Trevijano, de Camacho, Aguado y Dorronsoro. Es quizás la primera vez en estos 30 años que un hombre de su posición social va a la cárcel por motivos políticos. Determinados rumores señalaban que había algún enfrentamiento personal que lo retuvo en prisión, sin embargo nosotros pudimos comprobar con sus palabras que no era exactamente así. — ¿Ha sido dura tu estancia en la Dirección General de Seguridad y en la prisión de Carabanchel? — Desde el punto de vista moral se puede decir que no he tenido ningún sufrimiento por las circunstancias que he padecido en la cárcel. Lo que más me preocupaba eran las noticias que me llegaban de las actividades políticas fuera de ella. Ver la confusión que se creaba en la prensa en torno a Coordinación Democrática, en tomo a conceptos como ruptura pactada o ruptura negociada, por la toma de posición de diferentes partidos. Esas posiciones contradictorias me han hecho sufrir mucho. Desde el punto de vista físico lo más duro fueron los tres días tanto por la suciedad como por las malas condiciones de la comida que allí se servía opté voluntariamente por no tomar nada ni siquiera beber. Fueron tres días de ayuno total. Es duro, no sólo por las condiciones tan malas, las dimensiones tan estrechas de la celda y la obligación de estar permanentemente acostado sobre un pollete de piedra con un jergón de plástico encima sin siquiera tener espacio para dar dos pasos, totalmente incomunicado, sin poder hablar con nadie, sino también por haber sido tratados como gente peligrosa por los guardias, dándonos órdenes severas coma si fueramos niños o dementes, o asesinos. Todo eso es muy duro, desde el punto de vista físico. Moralmente no, porque yo estaba dispuesto a aceptarlo todo. Hasta tal punto es desagradable la Dirección General de Segundad, que la llegada a la cárcel supone una liberación. El entrar en Carabanchel, la convivencia con los demás compañeros, con los líderes y militantes políticos, el poder circular, el poder salir, al menos a mí, es la falta de higiene, también las malas condiciones en las que se tiene que tomar la comida. Porque al estar prohibido tener hornillos se toma la comida fría y cuando es caliente son restos seleccionados del rancho, verdaderamente abominables. Hay una verdadera inundación de ratas en el patio, en un momento he visto matar siete u ocho con palos Por los cristales rotos las ratas entran en el economato donde está la comida. Todo es una fuente permanente de enfermedades y epidemias, que no se notan en un primer momento, pero si a largo plazo. Y por tanto, son los presos políticos que llevan más tiempo en la cárcel los que están más expuestos a estas enfermedades y a estos deterioros de la salud. En cambio igual que tengo que decir que las condiciones materiales son muy malas, desde el punto de vista de las instalaciones pese a que las galerías en las que estábamos eran de reciente construcción y limpias. Generosamente concebidas. Tengo que decir también que el trato con los funcionarios en el 99% de los casos es muy concreto. Los funcionarios de prisiones son muy respetuosos con los presos políticos, al menos en lo que yo he podido comprobar, y el trato con ellos es bastante cordial puesto que no invaden nuestras esferas y tienen cierto margen de tolerancia en tomo a la expresión de ideas, de reuniones, dentro de la cárcel. Sin embargo, considero que la aplicación del reglamento penitenciario resulta anacrónico porque está concebido hace un siglo y ahora ya no tiene sentido, ni vigencia. Pero los funcionarios saben bien estoy en la medida que pueden evitan complicaciones. Las reivindicaciones son por la falla de comodidad, por las prohibiciones tan rigurosas de utilizar utensilios que son indispensables hoy porque estamos en la vida moderna acostumbrados a utilizar aparatos técnicos, y de repente uno aparece allí privado de ayuda para afeitarse, lavarte, etc. Quizás desde el punto de vista sicológico lo más duro para los presos es que hay una obsesión por parte de la dirección de la cárcel, creo que también en el resto de España, por evitar las evasiones de presos hasta tal punto que aquí en Madrid los presos políticos tenemos siete recuentos al día. Es decir, dos más que los comunes. Siete recuentos es siete veces pasar lista. Estés donde estés, tocan la corneta y hay que alinearse delante de la celda y conforme te van contando te van encerrando en la celda, echándote la llave por fuera, y hasta que no sale un estadillo de todas las galerías y sale correcto, no te vuelven a abrir la celda. Con lo cual son siete veces al día que permaneces aislado y encerrado en la celda durante un periodo de tiempo que puede oscilar entre diez o veinte minutos. — ¿Qué experiencia ha supuesto la cárcel para ti? — La única experiencia que ha supuesto para mí la cárcel es haber convertido la idea abstracta de amnistía en una reclamación concreta por una vivencia que he tenido con los hombres que llevan tanto tiempo en la cárcel. Para mí la amnistía ahora no es una de las condiciones primarias de la democracia, como hasta ahora lo ha sido, sino es en concreto la libertad de Simón Sánchez Montero, de Romero Martin, de Lucio Lobato, de Santiago Álvarez y de José Unanue y de todos los presos políticos sin discriminación de ninguna clase. Son la mayoría jóvenes, que están entregando su juventud, una gran mayoría de jóvenes vascos, perdidos en la cárcel cuando son idealistas que aunque han escogido un camino equivocado porque la falta de mínimas libertades de expresión les ha llevado a ello. La Amnistía es esa reclamación y yo no haré a partir de ahora ningún acto político ni privado ni público donde mi primera exigencia no sea la libertad para estos grandes líderes políticos y para todos los detenidos y presos políticos. - Se ha dicho que entre cierto ministro y tú había roces personales, y que ello había provocado tu encarcelamiento, por una parte, y el retraso de tu libertad con respecto a tus compañeros. ¿Qué hay de cierto en todo esto? Soy consciente de que en algunas revistas y sobre todo en algunas conversaciones políticas se ha interpretado mi detención y sobre todo mi retención en la cárcel tras la liberación de Marcelino Camacho. Nazario Aguado y Dorronsoro, como un problema de una venganza o de una enemistad personal con el ministro de la Gobernación. La verdad es que estos análisis son muy superficiales y no responden a la verdad, el señor Fraga y yo no tenemos motivo ninguno para tener ni amistad ni enemistad personal. No le he tratado nunca. Solamente una vez comí con él invitado por Luis Valls Tabemer y Rafael Calvo Serer y si tiene enemistad conmigo es puramente política por haber yo asumido la defensa del periódico «Madrid» como abogado de Rafael Calvo Serer. Pero la prueba de que el Ministro de la Gobernación no ha actuado por impulsos personales contra mí es que estando detenidos los cuatro de Coordinación Democrática en Carabanchel me envió a mí un mensaje ofreciéndome un pacto, ofreciéndome la libertad a mí y también para los tres miembros de Coordinación antes citados si yo me comprometía, se fiaba de mi palabra porque me hizo advertir que no me lo exigía por escrito. Si hubiese sido por motivos personales, jamás me hubiera mandado a mí personalmente este pacto El propio ministro de la Gobernación ha dicho que la reforma se hará por las buenas o por las malas. Bueno, pues él quiere decir que estando yo en la cárcel ha creído más fácil imponer por las malas la aceptación de la reforma a los partidos políticos de Coordinación Democrática, me ha retenido mientras él ha tenido esperanzas de hacer ese pacto con los partidos políticos. — ¿Qué sois los independientes dentro de la «Platajunta»? ¿Os transformaréis en partido político? — De momento los independientes no somos más que una mínima coordinación democrática de las personas democráticas e independientes, representativas de todas las fuerzas sociales no configuradas como partidos políticos y de los individuos que no son militantes de partidos políticos. Es solamente una coordinación. No es un partido. No aspira a ser un partido, pero hay próximamente una reunión, de unas cien personalidades de toda España en la que vamos a plantearnos el tema de si hacer un Congreso de los demócratas independientes de todo el Estado: catalanes, gallegos, vascos, en cuyo caso había que someterlo a un procedimiento previo de asambleas locales, sectoriales, regionales para designar compromisarios con objeto de conocer la opinión y ofrecer una línea de acción a todos los demócratas independientes que sin estar militando en un partido son resueltamente demócratas, son antioportunistas y quieren ante todo anteponer a la cuestión de los partidos políticos la cuestión del Estado, el construir un estado democrático, porque están convencidos como yo lo estoy, de que aún no es el momento de la lucha entre partidos pues los partidos tienden por razones electorales a tomar posiciones ante el futuro. Creo que los independientes son necesarios para poner en el orden del día la cuestión del Estado, la cuestión de la monarquía o la república, la cuestión de estado federal o autonomista, la cuestión de un régimen presidencialista o un régimen parlamentario. Y hacerlo ya. Porque los partidos están preocupados fundamentalmente de elevar su nivel de militancia y de su electorado y no cubren todos los problemas que España tiene hoy y que en Coordinación Democrática es para llevar allí esos temas y esos cuestionarios. En ese Congreso es posible que salga una nueva concepción de un gran movimiento de los demócratas o una nueva concepción de los partidos o fortalecer coyunturalmente algunos partidos según en qué circunstancia, yo no puedo prejuzgar nada En todo caso saldrá lo que la base democrática española diga teniendo información. Porque lo fundamental de la democracia es estar informados. La clase política está informada, la base suele tener poca información y se trata que tenga la misma información que la clase política pero que la decisión la tome la base y no la clase política. — ¿Cómo ves la marcha de Coordinación Democrática? — No puedo contestar a esa pregunta porque desde la cárcel no se tiene una visión completa de la realidad política, se tiene visiones estrechas, se tiende a la exageración a favor o en contra y yo espero, todavía no he podido asistir a la próxima reunión ya inmediata. Yo prometo a MUNDO si está interesado, en concederle una entrevista después que haya tenido una o dos reuniones en Coordinación democrática y entonces responderé a la pregunta. Hoy no puedo responder responsablemente.