1977-01-24.POR FAVOR 134.ENTREVISTA AGT
Publicado: 1977-01-24 · Medio: POR FAVOR 134
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19770124. ENTREVISTA AGT_POR FAVOR 134 GARCIA TREVIJANO EL INDEPENDÍENTE CON LEYENDAS JOSEP RAMONEDA, JOSÉ MARTI GOMEZ - Dicen que va a contraatacar, que García Trevijano saca a la calle algo sobre Guinea... - El día primero de febrero saldrá a la venta un libro con el título de mi intervención en Guinea y con el slogan de la editorial «lo que la prensa no publica». Ese libro no es más que el dossier, el informe, que entregué a un centenar de periodistas a los que convoqué tiempo atrás en el hotel «Eurobuilding» para una rueda de prensa. En ese dosier se demostraba con pruebas fehacientes que eran falsos los argumentos que, para difamarme, empleó contra mí el PSOE. Pero ciertos sectores de la prensa han actuado mezquinamente y aunque mi despacho siempre estuvo abierto a todos en las negras horas del franquismo, fueron pocos los que vinieron a cerciorarse de si las difamaciones del PSOE eran verdad. Cuando investigué porque esos documentos que facilité a la prensa no habían sido publicados, muchos directores me respondieron que habían sufrido fuertes presiones por parte del Gobierno, del PSOE y de Alianza Popular para que se publicase en sus periódicos todo lo que podía perjudicarme pero nada de lo que pudiera favorecerme. - Es una extraña alianza esa de Gobierno, PSOE. Alianza Popular... - No tan extraña desde el punto de vista de los intereses objetivos que están en juego en la democracia española. Dadas mis posiciones políticas la considero muy normal: por distintos puntos había una coincidencia en el interés común para eliminarme del momento político. El libro no añade ni una coma a lo que en su día entregué y el hecho de que yo tenga que publicarlo es una vergüenza para la prensa. - Por qué? - Porque demuestra que no es libre y no ha aprendido todavía lo que es la ética profesional. - Y de esa triple alianza de que hablas, ¿cuántos nombres están implicados en lo de Guinea? - El asunto no viene por ahí. Yo creo que la operación que se ha montado para ponerme en una situación difícil ante la opinión pública no está motivada por la corrupción que haya habido en Guinea durante el colonialismo, sino que creo que ha sido debida a una coincidencia de intereses porque, sin querer presumir de mi historia, conmigo se ha intentado todo por el simple hecho de querer cumplir con mi deber de demócrata: desde pegarme una paliza, a la cárcel, pasando por la intentona de comprar mi conciencia - cosa que hizo Fraga- prometiéndome libertad política sí rompía con mis aliados y concretamente con el partido comunista. Ahora se ha intentado esto ya que sólo quedaba como solución o la muerte física o la muerte moral, que es la difamación. Yo agradezco mucho al PSOE y a Felipe González en concreto que haya decidido usar el arma de la difamación y no el matarme. No olvidaré nunca que han sido generosos conmigo. - Corre por ahí que cuando hay alguien con poco porvenir se le dice «tienes menos porvenir que el Trevi...«... - Claro. El problema es que hoy, en España, no tiene poder ninguno ni el Gobierno, ni la Oposición, ni el Ejército, porque aunque tenga el poder de hecho efectivo, no está dispuesto a utilizarlo. ¿Quién tiene pues el poder? No es nada nuevo decir que está ocurriendo lo que ocurre siempre en épocas crisis: el poder lo tiene la opinión pública porque todavía no ha cuajado, hay una época de transición, va a cristalizar en algo y ese algo es lo que todos quieren capitalizar conquistando el favor de la opinión pública, pero como llevamos cuarenta años sin libertad y sin pensamiento crítico la opinión pública no existe como entidad de estructura autónoma, ni en la clase obrera ni en la burguesía, y cuando no existe una libertad crítica ni una tradición de libertades y la opinión pública es determinante, el poder lo tiene la prensa. Absolutamente. No hay en el mundo un país en donde la prensa y la televisión tengan más poder que el que tienen en España. Pero tampoco es un poder autónomo, sino un poder que viene del franquismo, que quiere olvidar que ha vivido adulando al dictador y que es necesaria una nueva imagen ante la opinión pública a punto de cristalizar. Es la prensa y los intereses a lo que sirve la primera interesada en que no hubiese ruptura ha impuesto la reforma al gobierno; es la prensa la que a posteriori ha creado la imagen de Suárez, y es la prensa la que ha impedido que la oposición continuase con su alternativa de ruptura. En esas condiciones la prensa hace lo que quiere y una de las operaciones ha sido deshacerse de Trevijano. ¿Que corre la frase de que tienes menos porvenir político que el Trevi? ¡La prensa! ¿Que Trevijano ha arruinado su carrera política? ¡La prensa! ¿Que a Trevijano hay que hacerle una estatua en el Valle de los Caídos? ¡La prensa! No hay ni una sola frase sobre Trevijano que no haya sido fabricada por un periodista! Y quede claro que hablo en general; salvo a la prensa de Catalunya y de Madrid al «Ya». ¡Pero los demás, empezando por el «Blanco y Negro«, que tiene al periodista que escribió la información sobre el Trevi afiliado al PSOE...! Pero ya llegará el día que la opinión pública sabrá que esto que se ha inventado el PSOE y «Cambio 16» ni es socialista, ni es demócrata, ni es la libertad. Será entonces el momento de ver si soy un cadáver. - La oposición... - La oposición no tiene que correr para visitar al presidente del gobierno y luego decir que es simpatiquísimo, inteligentísimo y preparadísimo. La oposición lo que tiene que hacer es trasladar el equilibrio social y político a un centro de poder que sea durable - y por tanto al Estado- desde el punto de vista de lo que se defiende. Yo me reafirmo en que el gobierno actual es un gobierno franquista que está defendiendo los intereses franquistas porque sus intereses económicos son franquistas y todo su objetivo es la continuación del régimen bajo unas fórmulas distintas. Porque pienso esto y defenderé siempre esto es por lo que el PSOE me ataca y algunos partidos - no todos- han permanecido pasivos. - Le dio buena comida a Santiago Carrillo cuando le invitó el otro día a su casa? - Mi mujer, que es francesa, le hizo un guiso popular francés, algo así como boeuf a la mode, con pierna de cordero y zanahoria. Tarda cinco o seis horas en hacerse. Por eso es muy típico allí: porque la mujer lo pone en el fuego y se va a su trabajo. - Carrillo es una de esas personas que hace elogios del presidente Suárez... - El Partido Comunista es un problema específico. Por otra parte, yo también puedo hacer elogios de Suárez si lo comparo con Carrero Blanco, con Arias o con Fraga. En esta vida todo es relativo. Suárez es incomparablemente mejor y el día en que lo nombraron el único que hizo un elogio fui yo - en «El País»- mientras todos los partidos políticos decían que era un paso atrás. ¿Por qué dije eso? Porque Suárez representaba exactamente lo que representó Carrero: el equilibrio entre la oligarquía financiera y la tecnoburocracia del Opus y la Falange. Y eso lo escribí. Son los otros los que tienen que rectificar. - Suárez... - Suárez ha introducido una moda y en consecuencia ha cambiado los modos al introducir la moda del diálogo que en realidad es un monólogo puesto que aunque deja hablar es él quien toma las decisiones. ¿En qué ley ha tenido la oposición una intervención? - De antes de fundar la Junta Democrática, hay leyendas en torno a usted: que si cenaba asiduamente con el director general de Seguridad, señor Blanco; que si había tenido negocios con el procurador sindical Dionisio Martín Sanz, que si... - Primero: no he cenado ni comido ni una sola vez con Blanco. Segundo: no he tenido jamás un solo negocio con Dionisio Martín Sanz. ¿Empezamos a poner las cosas en claro? - Empezamos... - Lo de Martín Sanz: cuando vine a trabajar como abogado a Madrid busqué un trabajo a través de anuncios económicos en los periódicos. Allí apareció la empresa «Migros», que no conocía de nada, y allí estaba Dionisio Martín Sanz, al que no conocía de nada y que me pagaba 25.000 pesetas mensuales... - Poco... - Sólo por las mañanas. «Migros» es una cooperativa de gran prestigio en Europa que Dionisio trajo a España, no le fue bien y quebró, y a eso me dediqué yo: a solucionar los problemas que originaba la quiebra. Luego fue la propia casa suiza la que me nombró su abogado con el fin de que salvara el prestigio de la marca. Me dieron unos ocho millones de pesetas con el fin de que pagara a los pequeños detallistas de tiendas de ultramarinos que por haber confiado en el prestigio «Migros» habían perdido dinero. Esos millones se pusieron en la cuenta de Martin Sanz, se fue pagando a los perjudicados y cuando quedaban un par de millones, él dijo que no entregaba ni un céntimo más porque también había tenido pérdidas. Yo le dije que eso era una estafa, fui a Suiza, hablé del asunto, le puse una querella criminal y cuando ya estaba en marcha la propia casa suiza me dijo que la retirara; yo me negué y dejé «Migros». Esa es la historia de «mi negocio» con Martín Sanz. - Y las comidas o cenas con Blanco? - Estaría en un manicomio si con la coherencia política que yo he demostrado fuese capaz de la contradicción de haber ido a comer a cenar regularmente con Blanco, siendo éste director general de Seguridad. A Eduardo Blanco le conocí, por medio de Luis Valls Taberner, el año 1967. Yo había estado aquel verano con don Juan, que me había pedido me informara sobre si era cierto que Franco se había desmayado en una cacería, en Cazorla. Blanco quedó sorprendido de que yo estuviera al corriente de un secreto militar, porque un resfriado de Franco era un secreto militar. Después de esa ocasión habré hablado con Eduardo Blanco - siempre en la dirección general de Seguridad- una decena de ocasiones, y siempre por razones políticas. La segunda vez que le vi fue para sacar de la cárcel al administrador de un local de mi propiedad que yo había cedido para una reunión de Comisiones Obreras sin que el hombre supiese nada. En otra ocasión también le visité para decirle que me hacía cargo del asunto de Guinea y que, dado que estaba vigilado, no se extrañase si veía entrar a mi despacho a grupos de veinte o treinta negros. Además le informé de que ya se lo había comunicado a Castiella, entonces ministro de Asuntos Exteriores. - A Franco le ha visto alguna vez? - Nunca. Ni a Carrero, pese a que también se ha dicho que yo era agente de Carrero Blanco. ¿Que otra leyenda hay? - Que le gustaría ser ministro de la Gobernación... - ¿Con quién? - Con un gobierno democrático... - Entonces, dentro de cincuenta años quizá. - Tan pesimista es? - No puede haber gobierno democrático sin fuerzas democráticas, y éstas no existen. - Es un poco fuerte eso... - Hay fuerzas que quieren el diez, el veinte por ciento. Fuerza democrática que quiera el poder, el estado, yo no veo ninguna. - ¿Hay miedo a coger en mano la herencia del franquismo? - No. Lo que hay es impotencia. Las fuerzas democráticas desconocen que el franquismo ha trasformado por completo la naturaleza y la función del estado, que es moderno como pueda ser el francés o el americano. La estructura de un estado moderno es algo más que la imagen de un dictador. - ¿Cómo se puede ir a la ruptura? - No puede venir mientras las masas no entren en la escena política. - Y las masas, desde mediados del 76, más bien ha perdido poder en la calle... - Desde julio, desde las manifestaciones por la amnistía. Desde esas fechas las masas han sido conscientemente apartadas de la escena política. Y la gran responsabilidad de esa operación ha sido fundamentalmente del PSOE y de los partidos de izquierda que no han querido enfrentarse a él por creer en su papel hegemónico, que no es tal. Si lo fuera, si el papel del PSOE fuese decisivo para la democracia en España. aquí no habría democracia nunca. - ¿Cuál es entonces la fuerza de izquierda importante en España? - La fuerza potencial de las masas oprimidas a lo largo de cuarenta años sin libertades. Esa acumulación de energías deben ser un día liberadas, pero esa irrupción no creo que llegue de modo violento porque la experiencia de la guerra civil y de la opresión creo que ha dado a las masas españolas conciencia de estado y saben que no se puede ir a conquistar en una semana lo que en cuarenta años no han tenido. La cuestión estriba en saber interpretar a esas masas. La cuestión estriba, en fin. en que la preocupación del partido-organización, la preocupación del partido-institución, va a largo plazo en contra de la propia naturaleza del partido. - Dicen que ahora le cae muy bien el PTE.. - Me cae muy bien todo partido y toda persona que sea coherente con lo que dice y con lo que hace. Por eso me ha caído muy bien el Partido Comunista, me ha caído muy bien el Partido del Trabajo, muy bien el MC y muy bien el ORT, y no puedo hacer distinciones entre ninguno, porque yo solamente puedo juzgar a los demás por la coherencia interna entre su filosofía y su praxis. Luego, el hecho de que coincidamos, como coincidimos dentro de coordinación democrática, que tenía como objetivo el conseguir la democracia, hará natura/ que nos encontrásemos en las mismas posiciones porque ellos y yo éramos coherentes entre lo que decíamos y lo que hacíamos. Pero no eran posiciones ideológicas derivadas de una determinada idea logia marxista de izquierdas, sino de algo más simple: conseguir la democracia y conseguir la ruptura, y ahí estamos, porque a Roma se puede ir por autobús, por tren o por barco, y nosotros hemos dicho «vamos a Roma, vamos en tren» y cómo vamos por las mismas fechas, vamos a ir también en el mismo vagón. Con los demás, decidías ir a Roma, marchar en tren y ocupar el vagón número trece el día ocho pero a la hora de la verdad, en la estación no estaban todos porque muchos se habían ido a otro sitio e incluso los que seguían vendo a Roma, en lugar del ocho iban al cuatro, se subían a otro vagón y, en muchos casos, incluso cambiaban el tren por el avión o por la barca de remo... - En la época de la junta democrática aparecía como un hombre de centro izquierda. Ahora aparece más bien como un hombre de extrema izquierda... - No, no. no. De ninguna manera. En primer lugar, todos los conceptos que se usan en España sobre derecha o izquierda lo son con referencia a la terminología usada en el año 1939, cuando la sociedad y el Estado estaban separados y las posiciones de derecha e izquierda se determinaban en el seno de la sociedad. Según esas referencias, a la izquierda estaba el anarquismo y más a la derecha del anarquismo el comunismo, porque aspiraba a la destrucción del estado no de inmediato, sino un poco más tarde, y más a la derecha del comunismo estaba el socialismo, y así.. Todo eso a mí me parece arcaico, periclitado y propio de una civilización terminada; no me afecta. Para mí el problema de la derecha y de la izquierda está situado en un terreno: la lucha por la conquista de un estado democrático, y en esa lucha sólo ha y dos líneas: la oligarquía por un lado y todas las demás clases asalariadas y de la burguesía del empresariado independiente por el otro. Eso quiso ser la junta democrática: la alianza de todas las clases no monopolísticas de la sociedad española, la de todos aquellos que no están adscritos ni dependen de una manera orgánica al capital financiero. Si en esa junta yo me sitúo en el centro no lo es ideológicamente, ya que para mí la política es como el arte militar, es una batalla permanente, sino porque me sentía responsable de que en aquel abanico de fuerzas tan heterogéneas el equilibrio no pudiera romperse. Y eso es lo mismo que he venido haciendo en coordinación democrática y lo mismo que hago ahora, porque si el objetivo es el estado democrático, acepto que se me diga ahora que soy de extrema izquierda. Sí, soy de extrema izquierda. Pero si con decir que soy de extrema izquierda se quiere decir que tengo una ideología de las que segregó la sociedad agraria de hace cuarenta años, entonces me río, porque no siendo marxista ¡cómo puedo ser de extrema izquierda? - ¿Pero está por el socialismo, o no está Por el socialismo? - Sí, sí, sí. Esa es otra cuestión. Las únicas ideologías que segregó la sociedad de hace cuarenta años fueron el anarquismo, el comunismo y el socialismo. Ocurre que yo no soy de ninguno de esos socialismos. Soy demócrata. Y yo sé que ser demócrata - y la gente cree que ser demócrata es no ser nada- es la ideología más precisa y más concreta que se puede tener frente a un mundo y a un estado que solamente trabajando y profundizando en la democracia puede llegar a la identificación entre la sociedad civil y la sociedad política; se puede llegar a que toda la maquinaria, todo el inmenso poder de los monopolios públicos y del estado, estén dirigidos en favor de las inmensas capas populares de la población, y no de la oligarquía. ¿Que a eso se le llama socialismo porque no hay otra palabra? Bueno. Pues soy socialista, sin que tenga nada que ver con el socialismo que han descrito desde el punto de vista científico ni populista. - Y entre este maremagnum de siglas y de ideas, ¿qué pinta el grupo de los independientes? - A los independientes les definiría como un grupo bastante homogéneo. Desde un punto de vista negativo están todos aquellos que han querido luchar por la democracia a un mismo nivel de compromiso y de riesgo personal que los partidos más comprometidos pero que ideológicamente no estaban de acuerdo a la hora de definirse con la ideología de esos partidos por estimar que corresponden a otras épocas o bien porque, estando de acuerdo, estimaban que esos partidos no ponían de acuerdo su ideología con su práctica. Entre los independientes hay gentes con ideologías de izquierda pero los hay también procedentes del liberalismo progresista. - O sea que entre estos demócratas independientes los hay que están por el socialismo y otros que no... - Sí, sí, sí. Aunque la mayoría son de ideología socialista. Pero también hay mucho demócrata radical, que son lo que hoy sería Azaña. Este grupo abunda entre los catedráticos de universidad. Yo no. Yo soy dialéctico Y Por lo tanto del radicalismo sólo me atrae el amor, la pasión por las libertades. Nada más. Yo no creo que el radicalismo tenga nada que hacer en el mundo moderno. Es algo del pasado, que sirvió para dar conciencias a las masas campesinas y llevarlas desde la izquierda a una alianza con las clases obreras de la ciudad con las que fundamentar, consolidar el estado laico, la enseñanza libre... unas batallas que no son las de un estado moderno. Muchos me han pedido que resucite la ideología radical quizá porque han confundido la radicalidad de mis posturas con una ideología y no es eso. - ¿Vais a ir a las elecciones como independientes o no vais a ir? - Hoy por hoy y aun considerando que es un error ir a las elecciones, si se dan todas la libertades, si pueden ir todos los partidos políticos sin excepción, pensamos que hay que aceptar el riesgo y correr la misma suerte que la oposición porque nuestra causa es la de la oposición aun pensando que estén todos equivocados. Por eso participaremos, para correr su misma suerte, en lugar de quedarnos en casa para luego denunciar los errores de los demás como si fuésemos unos señoritos. - ¿Y está el grupo independiente en condiciones de movilizar todo el aparato que presuponen unas elecciones? - Sí. Mejor que la mayoría de los partidos. - ¿Porque tiene mucho dinero? - No. Simplemente porque con excepción del partido comunista, los únicos que estamos implantados en todo el territorio nacional somos nosotros. Por otra parte éstas van a ser unas elecciones a las personas, no a las ideologías, porque en este país no se distingue que es cada cosa entre el maremagnum de siglas que hay. ¡Si ya no me aclaro ni yo, que llevo muchos años metidos en política! En estas elecciones, que yo llamaría las elecciones de la ignorancia, se va a votar a los nombres de las personas ¡y quién mejor situados que los independientes? Por un lado los franquistas y por los otros nosotros vamos a ser los grandes recipientarios de los votos de la ignorancia y del miedo. No vamos a hacer tampoco una campaña a la americana, cosa para la que está más preparado cualquier partido que reciba dinero de Alemania, Nuestra campaña estará basada en el coraje, en la decisión, en la confianza en nosotros mismos. - Dice la leyenda que en una ocasión casi raptó a don Juan de Barbón para montarle una entrevista con Diez-Alegría... - Salvo lo del rapto, lo demás es cierto. Fue cuando don Juan de Borbón vino por primera vez a Madrid, al bautizo de su nieto. Cuando venía de visitar a Menéndez Pidal pasó por delante de mi casa, mandó al chófer que parase el automóvil, bajó y subió a verme... Ya está. - Pero hubo el natural desconcierto... - Hombre, sí, claro. Iba con veinte policías, motoristas de escolta... Cuando desapareció del automóvil cortaron los teléfonos de toda la zona, bloquearon las calles, pusieron ametralladoras en las azoteas. Creían que se había dado un golpe de estado o algo así. Fue cuando se extendió en los medios oficiales la noticia cuando algunas personas vinieron a mi casa a ver qué pasaba y uno de los que vino fue Diez-Alegría, con el que tomamos una copa don Juan y yo. - Sigamos con la leyenda: se dice que toda tu autoridad con sectores de la oposición arranca simplemente del hecho de que a una oposición sin medios tú le enseñaste que se podían alquilar aviones para ir a Estrasburgo y que se podía viajar por el mundo con unas cosas que se llaman tarjetas de crédito... - Eso es también una idiotez de los onetos. Yo me he ganado la vida con mi trabajo de abogado y he ganado bastante porque he estudiado mucho en mi vida y puedo llevar buenos casos. Ocurre que ese dinero, en lugar de llevármelo al extranjero, de comprarme fincas, de emplearlo en valores o en acciones o en negocios a nombres de terceros, lo he empleado en que mi familia viviera lo mejor que pudiera y en la política. Y como gastarse dinero en la política en este país no lo ha hecho nadie a muchos imbéciles les sabe mal que invite a la oposición a comer en un restaurante de lujo en lugar de llevármela, para hacer demagogia hipócrita, a una tasca barata. Ha sido para mí un honor inmenso llevar a mis amigos a los mejores sitios que he podido. Pero de eso a la cretinez de que a Tierno Galván o a Santiago Carrillo les he enseñado y deslumbrado con una tarjeta de crédito o el flete de un avión va un abismo. ¿O es menos digna una oposición que cena en buenos restaurantes? ¡No me hagan reír! Yo afirmo que en Guinea no he ganado dinero pero afirmo también que lamento profundamente no haberlo ganado y digo públicamente que me hubiese gustado ganar mil o dos mil millones de pesetas porque entonces el triunfo de la oposición era seguro. Todas estas tonterías que se dicen no son sino complejos de frustración e inferioridad de cuarenta años de franquismo. - Por el asunto de Guinea resulta curioso que el sector de prensa que más le ha atacado sea el procedente del diario «Madrid»... - Es lógico. Es un grupito no del «Madrid», que eran trescientos trabajadores, sino de periodistas que se pueden contar con los dedos de una mano, que llegaron incluso a querer seguir saliendo tras quedarse con la cabecera del periódico. Yo les dije aquel día, delante de los demás, que para hacer eso tenían que tumbar primero a la dictadura franquista, ganar después una revolución socialista en la calle y, para terminar, iniciar y ganar una revolución autogestionaria dentro de la empresa del «Madrid». «Sólo cuando hayáis ganado todas esas cosas podéis venirme a ver para que os dé la cabecera del periódico», les dije. Por eso me atacan ahora. - ¿Un grupito de cinco...? - Sí, sí, ya sabéis quiénes son: los onetos de «Cambio 16». Y lo que digo yo lo puede decir cualquiera de los trescientos trabajadores del «Madrid», que tengo buena memoria para saber lo que digo. Por algo fui notario. - ¿Por qué dejó lo de notario? - Por razones de independencia. Empecé en un pueblo de Teruel - Montalván- en donde vive a fondo el problema de la minería del carbón. Luego pedí el traslado a una zona radicalmente agrícola, porque yo llegue a la notaría con un gran bagaje intelectual pero con poca experiencia humana. Y quería tenerla. Fui a Jarandilla, en donde se implantaban los nuevos regadíos, con el problema de unos cinco mil aparceros que dependían exclusivamente de su trabajo en el tabaco y el algodón. Les organicé la primera huelga en el sector porque sus condiciones de vida eran infrahumanas. Licinio de la Fuente, que era gobernador de Cáceres, me llamó y me dijo que me iban a sacar de la carrera si seguía así. El resultado es que la aparecería no existe en la zona, que donde se cultivaba tabaco y algodón los propietarios han tenido que plantar árboles frutales, que se doblaron y triplicaron los salarios, que los riquillos me hicieron el boicot en todas las escrituras y que a los tres años de aguantar y habiendo aprendido de la vida lo que quería aprender, pedí la excedencia, me fui a Madrid y empecé a trabajar como abogado. - Parece que le gusta el ejercicio del trapecista... - ¿Por qué? - Más difícil todavía, nada por aquí, nada por allá, hale hop y encima sin red... - Si la red equivale a la retaguardia, es cierto: nunca me he buscado una retaguardia. Pero eso le habrá pasado a miles de personas, sobre todo de la clase obrera. - Los trapecistas se terminan pegando el gran porrazo... - Yo me lo acabo de pegar ahora. ¿Y qué? - Volverá a trabajar sin miedo, vamos... - Eso seguro. - Antes quizá estalle la hipótesis de que tiene a Oriol Urquijo encerrado en uno cualquiera de estos despachos... - Pues sí. Como su yerno vive en la escalera...