2010-12-27.CORREO BILBAO.ZUBIA
Publicado: 2010-12-27 · Medio: CORREO BILBAO
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«EL COMPORTAMIENTO DE LOS TRABAJADORES VASCOS EN ESTA CRISIS HA SIDO EJEMPLAR» Abandonará su cargo ejecutivo en la organización el próximo mes de enero MANU ALVAREZ M.ALVAREZ@DIARIO-ELCORREO.COMBILBAO. EL CORREO DE BILBAO 27 diciembre 2010 José Guillermo Zubia, en su 'segunda' casa, la sede de la patronal Confebask. BORJA AGUDO Está a punto de jubilarse de forma oficial, aunque su espíritu le impide sentirse un miembro 'in pectore' de las clases pasivas. Todos los que le conocen saben que en José Guillermo Zubia, que abandonará la secretaría general de la patronal vasca Confebask en enero, el ocio no puede llenar por completo su jornada vital, aunque esté a punto de cumplir los 65 años. Necesita sentirse activo y, aunque no desvela exactamente en qué, no duda en asegurar que «algún tipo de actividad profesional» va a mantener. Desde el punto de vista geográfico tiene el corazón partido entre el norte y el sur. Nació en Sevilla -él suele recordar que «un día de carnaval y con restricciones de luz»-, pero por razones circunstanciales. Era la ciudad en la que vivían sus padres, un matrimonio de Oñati, que se había desplazado a la ciudad andaluza por razones laborales. Quizá ese nacimiento en pleno carnaval ha configurado una personalidad poliédrica. Con fama de ser un poco 'cascarrabias' -pura estrategia para moverse en una jungla complicada como la que ha tenido que atravesar-, Zubia puede adoptar el papel riguroso del licenciado en Derecho que discute con fervor la interpretación del último artículo de una ley, pero también el de hombre corriente, capaz de coger un bombo de proporciones descomunales en las fiestas de La Blanca de Vitoria y atronar con su ruido a media población. Es una parte de la historia viva de la organización empresarial vasca en la que, en diferentes puestos, ha consumido los últimos 33 años de su vida laboral. Es también el único de quienes ayudaron a crear Confebask -empresarios o técnicos- que aún seguía en activo. Pepe, como se le ha conocido coloquialmente, es difícilmente encasillable en una opción política. Es ecléctico de nacimiento. Incluso, en el currículum de este dirigente empresarial hay un detalle curioso: el de haber formado parte del equipo jurídico que, dirigido por Antonio García Trevijano, defendió al fallecido líder de Comisiones Obreras Marcelino Camacho en el Proceso 1001. - En los ambientes empresariales siempre se le ha identificado a usted como a un hombre con mucho poder. ¿Era cierto? - Eso hay que preguntárselo a quienes me lo han adjudicado. Todo el mundo tiende a pensar que el de al lado tiene más poder. - Cuando aceptó la secretaría general de Confebask, ¿qué le pidieron los empresarios? - Básicamente, dos cosas. Hacer de Confebask un agente social activo y convertirlo en un instrumento útil para la competitividad de las empresas. Esto es, una vertiente de relaciones institucionales y otra más de ámbito interno. Tensiones cíclicas - En el momento de acceder al cargo existían algunas tensiones entre las tres organizaciones territoriales que componen esta patronal. ¿Han desaparecido o aún siguen vigentes? - Desaparecer del todo, no. Cada cierto tiempo resurgen. Es algo normal. Nunca han sido discrepancias muy significativas. Carecen de relevancia. - Sus peores momentos en estos 33 años... - Sin duda, cuando la violencia de ETA ha golpeado a seres queridos y a personas que me eran próximas. Desde el asesinato de Aingeru Berazadi a Korta, Fernando Buesa... los he sentido como propios. - En esos momentos, ¿pensó en dejarlo y dedicarse a otra cosa? - Son momentos muy duros; pero, al contrario, me hicieron reafirmarme en un compromiso con la sociedad vasca. - Pero seguro que su familia le ha intentado persuadir alguna vez para que cambie de vida. - La familia y los amigos me lo han dicho más de una vez, por supuesto. Pero digamos que uno es obstinado, pertinaz y con sentido del compromiso. Cuando uno asume un cargo de este tipo, ya sabe a lo que se expone. - ¿Es más duro trabajar para un empresario en una empresa o en una organización como la patronal? - Tengo ambas experiencias y son situaciones distintas. Al margen de la dureza que imponen las circunstancias que rodean a una organización como esta, yo me siento privilegiado de haber podido trabajar con los presidentes que he tenido. - A lo largo de estas tres décadas, ¿cree que ha evolucionado la percepción que tiene la sociedad vasca sobre el papel del empresario? - Sin duda, y más aún si uno lo compara con lo que sucede en otras partes de España o de Europa. El País Vasco ha entendido muy bien que hay un colectivo como este que está comprometido y que ha sido capaz de defender las empresas pese a dificultades de todo tipo, frente al terrorismo o a crisis como la que atravesamos ahora. Política y empresa - La elección de la ex consejera del PNV Nuria López de Gereñu para sustituirle ha causado cierta sorpresa. ¿Cree que existe riesgo de politización de la patronal vasca? - No más que en cualquier otra organización que se mueva en esta sociedad, pero nada tiene que ver con el nombramiento de Nuria. Es un proceso en el que no he participado directamente, pero que conozco con detalle, y puedo garantizarle que la elección se ha hecho con criterios empresariales y no políticos. - Hay dudas al respecto. Unos aseguran que la elección fue unánime y hay quien sostiene que hubo discrepancias. - La elección fue unánime. No solo eso. Todo el proceso de selección se desarrolló sin que hubiese discrepancias. Nadie, dentro de Confebask, ha expresado discrepancias en este tema ni hay conflicto alguno. - ¿Significa eso que algunos dirigentes patronales dicen en la calle lo que no se atreven a criticar dentro? - Lo desconozco. Quien diga que hay problemas relacionados con la elección de la nueva secretaria general es el que está obligado a aclararlo. Dentro de la organización lo desconocemos. - En su paso por la patronal, ¿ha notado las presiones políticas? - Sinceramente le tengo que decir que poco, aunque también es verdad que en parte puede deberse a que nos hemos esforzado por marcar el territorio. En estos años han ocupado la presidencia de Confebask personas de filiaciones diferentes y el barco siempre ha permanecido en su ruta. - ¿Sus relaciones con el Gobierno de Patxi López han sido mejores o peores que con el de Ibaretxe o con el de Ardanza? - He tenido una buena relación con todos, leal y sincera. En todo caso, creo que ahora debo ser yo el que pida disculpas si alguna vez fui excesivamente duro o directo en mis planteamientos. Hemos discrepado, pero también hemos llegado a acuerdos. Lo normal para una organización de este tipo. - Las relaciones con los sindicatos, sin embargo, no han sido del todo buenas. - Con algunos sí. En el caso de Comisiones Obreras y UGT, que han demostrado estar en clave constructiva, hemos mantenido una relación correcta. El distanciamiento que ha protagonizado ELA, sin embargo, es indiscutible y creo que no conduce a ninguna parte. Pero no tengo nada que reprocharme, porque si hubiera dependido de mí el resultado sería bien distinto. Al margen de organizaciones sindicales, hay que reconocer que el comportamiento de los trabajadores en el País Vasco, y en especial en esta crisis, ha sido ejemplar. Las pensiones - Ahora que está a punto de jubilarse es un buen momento para preguntarle si está de acuerdo con la idea de prolongar la edad laboral hasta los 67 años. - La reforma del sistema de Seguridad Social es una necesidad indiscutible y es un análisis en el que coincide todo el mundo. El cambio demográfico que se ha producido nos obliga a ello, porque según nuestros cálculos sería necesario aportar al sistema 13 puntos adicionales del PIB para sostenerlo con el esquema actual. Eso dejaría a España fuera de cualquier mercado competitivo. Pero, a partir de ahí, se pueden establecer mecanismos muy diversos para conseguir algo que resulta imperioso: acercar la edad de jubilación real a la edad legal. - ¿Coincide con la idea de que se ha abusado de las prejubilaciones, por ejemplo en el sector financiero? - Se han utilizado de forma excesiva. Y no solo en el sector financiero. También en otros se han acometido prejubilaciones por debajo de los 50 años; y eso, además de los problemas económicos, genera también una descapitalización humana, profesional, de pérdida de conocimiento por parte de las empresas. - Han transcurrido ya algunos meses desde la aprobación de la reforma laboral. ¿Los empresarios tienen ya una conclusión sobre su eficacia? - No hay datos suficientes. No ha sido una reforma radical, sino la modificación parcial de algunos aspectos de la legislación. Por eso, los efectos se van a ver más lentamente. Aún es necesario que transcurra algún tiempo para que exista jurisprudencia sobre cómo se va a aplicar la nueva normativa. Es pronto para eso. - Zapatero acaba de pronosticar que tardaremos cinco años en quitarnos de encima las consecuencias de la crisis. ¿Tanto? - Afortunadamente, los desequilibrios de la economía vasca son menores que los del conjunto de España. Tenemos la ventaja de que nuestro patrón de crecimiento, con un mayor peso en la industria, es más sano. Quizá porque no hay un sector más liberalizado que la industria, el País Vasco ha hecho los deberes y, con mucho esfuerzo, nos hemos colocado en una posición mejor. En 2011 ya vamos a comenzar a notar los efectos positivos y saldremos antes de la crisis. Pongámosle dos años para volver a los niveles de PIB que teníamos antes de la crisis.