1995-03-28.ABC.ZIGZAG.AZNAR AGT

Publicado: 1995-03-28 · Medio: ABC

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18/ABC

OPINIÓN

MARTES  28-3-95

El Jardín de las Delicias

LOS cadáveres  que la coalición

gobernante  no consigue  ente-
rrar, y las ideas  muertas  que  con-
tinúan alimentando la palabra de los
ideólogos  gubernamentales,  infec-
tan diariamente los miembros y teji-
dos vivos de nuestra sociedad que
aspiran a escapar de la asfixia mo-
netaria y verbal.

No es un secreto que los cadáve-
res  del GAL vampirizan,  diaria-
mente, el tipo de cambio de la pe-
seta, el mercado de Deuda a largo
plazo,  y el funcionamiento  de la
Bolsa, sus alzas, bajas y valores. Di-
cho de otro modo: el fantasma de la
muerte vampiriza el sistema mone-
tario-circulatorio de nuestro sistema
de  producción  de riqueza.  Esos
cadáveres  hacen  más caro  el ac-
ceso  a la vivienda  de las familias
más  modestas, hacen más frágil el
incierto futuro de la moneda nacio-
nal,  devalúan el precio real de todos
los mecanismos monetarios de pro-
ducción y distribución de riqueza.

El trágico  lastre de esos cadáve-
res también  devalúa la palabra de
España  en Europa.  En París, «Le
Monde»  (24-3-95)  afirma  que la
economía  española  y  alemana

LA  PESETA  Y

«están demasiado alejadas para po-
der  participar  en una misma mo-
neda, antes de mucho tiempo», te-
miendo  que la crisis  española sea
una «amenaza» para la UE y para el
SME.  En Londres, «TheTimes» (7-3-
95)  estima  que la fragilidad  de la
moneda  nacional  española  es  una
«amenaza» para todo el proceso de
la construcción  política de Europa.
En  Dusseldorf,  «Handelsblatt» (23-
3-95) afirma que «no hay la más mí-
nima  posibilidad»  de que la peseta
pueda participar en la Unión Mone-
taria  en un futuro  previsible, pi-
diendo que los países con moneda
fuerte lleven adelante sus proyectos,
aconsejando  que España,  Portugal
e  Italia hagan su propia «unión mo-
netaria», muy alejada de la disciplina
de los países fuertes e influyentes.

Ante esas evidencias, que es po-
sible leer, diariamente, en la Prensa
europea  más influyente,  ministros,
trepadores, secretarios de Estado y
probos  funcionarios, al servicio del
poder  que paga  en pesetas sus
modestos  e interesados  servicios,

ZIGZAG

Aznar

Antonio García  Trevijano publicaba  ayer un artículo en nuestro colega  «0
Mundo»,  del 

reprodudmos  un  párrafo para aviso de navegantes populares

que 

«Lo que hay que decir ahora, an-

tes de que otra frustración  moral
abata a la sociedad en una apatía
política irreversible, es que la necesi-
dad histórica del Gobierno Aznar no
viene determinada por la necesidad
social de que un demiurgo, alma del
universo, ponga a España a trabajar
(suponiendo con benevolencia que
se refiera a los parados), ni por la ilu-
sión política de que un taumaturgo
ponga en aplicación la excelencia
de un programa (suponiendo que lo
tenga, a pesar de la insolente vacui-
dad  de sus declaraciones  a "El
Mundo"). La necesidad de un  Go-
bierno Aznar, que es cosa distinta a
la de un gobierno de Aznar, perfec-
tamente innecesario, está predeter-

minada por la necesidad de la clase
dirigente de ocultar la verdad de  la
transición, poniendo entre leyes del
oMdo de la represión al Gobierno de
la corrupción, que abrió la dimisión
inexplicada  de Suárez y cerrará,
también  inexplicadamente, el  Go-
bierno Aznar,  para liberar de toda
culpa al de González. "Que duerma
tranquilo. No tengo deseos de incul-
parlo penalmente por el GAL" ("Dia-
rio 16").  Sin la imperiosa necesidad
de expulsar del Estado, cuanto an-
tes y "como sea", al peligroso fac-
tor, y sin el ansia de vivir enseguida
como si los crímenes y la corrupción
no  hubieran  existido,  Aznar no
tendría la menor  oportunidad de
convertirse en un error político.»

•Comentarios  liberales-
UN PROGRAMA PARA LAS PRIMARIAS
EL  programa  de Gobierno

que  Aznar  ha  contado
tiene  una virtud  dolorosa,
que es la de confirmar  las  li-
mitaciones  del
Periodismo  es-
pañol,  que hasta
el  domingo  acep-
tó  la  sandez  de
que el PP no tenía
programa,  por-
que  lo  decía  el
PSOE, y ahora se
pone  a  discutir
muy  seriamente
estas  propuestas
añadiendo  como
pórtico  que, de
todas  formas, ya
no se puede decir
que el PP no tiene programa.
Pues  bien,  el programa  éste
apenas  difiere  del programa
del PP en el 93, que natural-
mente nadie  leyó; y si lo leyó
no  se enteró;  y si se enteró,
lo  olvidó.  Ya dijo  Tierno que
los  programas  están  para no
cumplirlos, y como Aznar pa-
rece  hombre  cumplidor, hay
que  suponer  que nunca ha
tenido  programa.  La superfi-
cialidad  de  nuestro  Perio-
dismo  político  ha  quedado
una vez más de manifiesto.
Pero,  en fin, si  este pro-
grama,  que es el de  hace
dos  años, lo toman  ahora en
serio,  indudablemente  Aznar
ha  ganado  su primera  bata-
lla,  que es la de acabar con
las intoxicaciones felipistas.

El  segundo  aspecto  posi-
tivo  de esta  toma  de inicia-
tiva  propagandística  por
parte  del  PP es  que  con-
vierte  las próximas  eleccio-
nes  municipales  y autonómi-
cas  en una especie  de pri-
marias de las generales, o en
un  plebiscito  contra  el  feli-
pismo.  Ya que el  PSOE ha
planteado,  otra  vez, el dis-
curso  guerracivilista,  para
ocultar  la  corrupción  y los
crímenes  del GAL bajo  la
capa  roja de Julio  Anguita, y
ya que Anguita  y Rosa Agui-
lar  compiten  con el PSOE en
asustar  a los parados  con el
grito, tan creador,  tan ilusio-
nante,  de «¡que  viene  la de-
recha!»,  lo mejor  que podía
hacer  Aznar es precisamente
lo  que ha hecho:  aceptar  el
reto  de que éstas  son unas
elecciones  generales  que se
celebran con valor plebiscita-
rio en todos  los Ayuntamien-
tos  y  casi  todas  las  auto-
nomías.  Allá  Izquierda  Unida
si  quiere  ligar  su suerte  al
GAL, 
¡os fondos  reservados,
Filesa  y los hermanos Gue-
pero  aquí  no hay más
rra, 

que  dos posibilidades:  o vo-
tar  con el felipismo  o  contra
él.  Si el PCE, que a eso se
reduce  finalmente  IU,  pre-
fiere  aspirar  a la
hegemonía  de un
Frente  Popular en
vez  de a un gran
pacto  a la griega
para  regenerar la
vida pública, puede
encontrarse  con
que  ni  gana  el
Frente  Popular  ni
tampoco  es he-
gemónico  en él,
de  forma  que  pa-
ra  las  generales
próximas  apenas
será  otra  cosa
que  el salvavidas  del PSOE,
o  sea, lo que es hoy en  Ma-
drid y en otras  partes  de  Es-
paña.  Dicen,  y es verdad,
que  tenemos  una derecha
excesivamente  conserva-
dora,  ¡pero,  anda,  que la iz-
quierda revolucionaria!

En  realidad,  casi  resulta
milagroso  que, con este pai-
sanaje,  todavía  el PP quiera
cambiar  un poco  el paisaje,
porque  corre  un riesgo tre-
mendo. Entre los millones de
funcionarios  y  ios  millones
de  pensionistas,  parados
subvencionados  y  jóvenes
estabulados  en la enseñanza
intransitiva,  soportamos  un
censo  extensísimo  de  «ma-
nos  muertas»,  que consti-
tuye  un lastre  electoral  casi
imposible  de  mover.  Sólo
con  extremada  cautela  y,
desde  luego, engañando a la
gente  sobre  el alcance  y el
ritmo de las reformas, de las
que este programa es un pri-
mer  paso  necesario  pero no
suficiente,  podrá  Aznar con-
seguir  que una mayoría de
españoles se anime a votarlo
para cambiar  la situación. La
alternativa  en las urnas pa-
rece  forzada  a ser  depri-
mente o a no ser.

Ésa es la cruz de este pro-
grama que, de todas formas,
comentaremos  en  próximos
días  más  pormenorizada-
mente:  que lo que se puede
decir,  si se aspira  al voto, o
realmente no se puede hacer
o  es demasiado  poco;  y lo
que  se debe  hacer  es tanto
que  no se  puede  decir, si-
quiera  para  llegar  a inten-
tarlo.  Esto es lo que da de sí
el país. Por eso manda quien
manda  desde  hace  trece
años  y la oposición  hace lo
que  puede,  que no es mu-
cho.

Federico JIMÉNEZ LOSANTOS

ABC (Madrid) - 28/03/1995, Página 18
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