1990-09-23.EL INDEPENDIENTE.UNA GUERRA PRIMITIVA AGT

Publicado: 1990-09-23 · Medio: EL INDEPENDIENTE

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UNA GUERRA PRIMITIVA
EL INDEPENDIENTE, 23 SEPTIEMBRE 1990 
TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
Los panegiristas de la guerra dicen que vamos a ella, en nuestro propio interés, porque afecta al petróleo que necesitamos. Por primera vez, desde que existe como Estado, España ha decidido entrar en combate por una razón puramente económica. Incluso la conquista de «El Dorado» fue emprendida «por» espíritu misionero. Todas las guerras pueden ser explicadas «a posteriori» por causas económicas. Pero muy pocas, salvo las guerras primitivas, tienen conciencia de la naturaleza económica del conflicto, el modo como la tuvo, por ejemplo, la guerra del opio contra China.
Los motivos bélicos de los pueblos primitivos eran de primera mano. Capturar alimentos, cautivar hembras y esclavos, captar nuevas guaridas. Se guerreaba también por una ofensa, pero realmente se ofendía para guerrerar. La psicología era tributaria de la economía. La historia debuta, con la invención del Estado, para espiritualizar los motivos de guerra. No importa que el materialismo histórico haya reducido el fenómeno a mera apariencia ideológica. Lo decisivo, a efectos morales, es la idea por la que los hombres creen que se matan. La guerra «por» el petróleo nos retrotrae a la guerra predadora de las hormigas.
Desde este punto de vista, al menos primitivo de los pueblos implicados es el que ha cometido la agresión «por» fanatismo sagrado. Ha retrocedido, si es que había salido, a la Edad Media. El que está legitimado por el poder civilizador de imponer «su» orden mundial, ha regresado a los «cien mil hijos de San Luis», enviados por el Congreso de Verona contra el pueblo español. La coherente Inglaterra se retrotrae simplemente a su momento colonial. Los primitivos inteligentes gesticulan militarmente para ahorrarse un franco en el precio de la gasolina. Los tontos primitivos disimulan el motivo económico, y el apoyo a Estados Unidos, fingiéndose* auxiliares de policía de una justicia internacional sin jueces y sin derecho coactivo.