1991-02-08.EL INDEPENDIENTE.TRES TESIS CONVENCIONALES SOBRE LA GUERRA AGT
Publicado: 1991-02-08 · Medio: EL INDEPENDIENTE
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TRES TESIS CONVENCIONALES SOBRE LA GUERRA EL INDEPENDIENTE, 8 FEBRERO 1991 TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO Personas que son rigurosas cuando disertan sobre temas culturales, discurren con vulgaridad y convencionalismo cuando escriben o hablan de la guerra. Y sin embargo se trata de un asunto más concreto y menos complejo que el de «la» política, donde se puede encontrar alguna reflexión penetrante fuera de los políticos y comentaristas profesionales. Prescindiendo de los belicistas o pacifistas por principio, y de los que se limitan a defender la neutralidad de España o de Europa, los esfuerzos intelectuales para hacer comprender lo que está sucediendo pretenden justificar, en realidad, la perspectiva sentimental desde la que se mira el conflicto bélico. No tratan de identificar las causas eficientes y los agentes históricos del mismo. El punto de vista jurídico goza, por ello, de preferencia general. Unos, pura legitimar el recurso al máximo desorden que supone la guerra, hablan de la alteración del orden internacional que ha provocado la necesidad de repararlo por la comunidad mundial. Es la tesis oficial de la guerra legal decretada por la ONU. Otros, para condenar la hipocresía de las formas bajo la que se esconde la decisión unilateral de guerrear de Estados Unidos, hablan del carácter necesariamente comparativo de toda idea de justicia. Es la tesis oficiosa de la doble moral y de la guerra injusta. Pero unos y otros ponen el carro delante de los bueyes. El derecho y la justicia internacional son productos, y no causas, de las guerras. Del mismo modo que, en la esfera nacional, la ley emana del poder político y no lo crea. Los demás ensayos intelectuales, situándose en el terreno de la ciencia ficción, adoptan el punto de vista, a todas luces arbitrario, de la relación de fuerza «potencial». El dilema no era guerra o paz, dicen, sino guerra actual, de carácter convencional y controlada, o guerra futura, de carácter nuclear y generalizada. El objetivo, en consecuencia, no puede limitarse a lo acordado por la ONU, la restitución de Kuwait a su emir, sino que debe perseguir la destrucción de la potencia industrial y militar de Irak. Es la tesis clásica de la guerra preventiva que defienden el Presidente Bush y el «premier» británico, en el seno de la Coalición, y el profesor Elorza («El País», 2 de febrero), en el de la comunidad académica española.