2019-01-19.ABC.TAMARA RUIZ QUINTANO
Publicado: 2019-01-19 · Medio: ABC
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ABC (Madrid) - 19/01/2019, Página 88 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. Con maravillosas vistas del Mediterráneo, el Ayunta-miento de Sambuca de Sici-lia vende decenas de casas por 1 euro, el precio de lo que cuesta un café expreso en cualquier bar de Italia. Es la oferta que hace este mu-nicipio de 5.800 habitantes en la pro-vincia de Agrigento, a 78 kilómetros de la capital siciliana, Palermo. Su objeti-vo es incentivar el turismo, recuperar su rico patrimonio artístico y contra-rrestar la creciente despoblación. Sam-buca no es un municipio cualquiera o un lugar perdido en el mapa. Muy al con-trario. Fue elegido en el año 2016 como «el pueblo más bello de Italia», en una iniciativa promovida por la RAI. Sambuca, a pocos kilómetros del mar y del parque arqueológico de Selinun-te, es rico en historia y patrimonio ar-tístico. Lo fundó en el año 830 el emir sarraceno Zabut, que le dio su nombre: «Sambuca Zabut». Felipe II, Rey tam-bién de Nápoles y Sicilia, le dio el privi-legio de marquesado en el año 1570. El dictador Mussolini canceló el nombre de Zabut en 1923, y desde entonces se denomina «Sambuca de Sicilia». Con sus calles estrechas, casas de piedra enriquecidas con pequeños pa-tios y cuevas, Sambuca es una joya ur-bana que da la visión perfecta de los centros históricos de las ciudades ára-bes. El municipio es famoso también por su veintena de iglesias –algunas con museo–; palacios históricos, como el de Panitteri, sede del museo arqueo-lógico; un teatro del siglo XIX y un antiguo acue-ducto romano. A poca distancia se encuentra un área arqueológica digna de visitar: el Monte Adra-none, con imponentes ruinas de un centro que existió entre los siglos VIII y III a.C. Y a un paso está la reserva na-tural de Monte Genuardo, lugar lleno de belleza e historia. Otros pueblos sicilianos (Salemi, Gan-gi, Montalbano Elicona…) pusieron en práctica la misma iniciativa de vender casas a 1 euro. Pero el caso de Sambuca es diferente, como explica el teniente de alcalde y consejero de turismo, Giuseppe Cacioppo: «Este ayuntamiento es pro-pietario de todas las casas que se han puesto a la venta por 1 euro. No somos intermediarios entre nuevos y viejos pro-pietarios». Obviamente, se imponen con-diciones a los aspirantes a ser vecinos de Sambuca: deben pagar un depósito de 5.000 euros y comprometerse a res-taurar las casas, que tienen entre 40 y 150 metros cuadrados. El costo de la re-forma ha de partir de los 15.000 euros. Una vez que los trabajos se completan, el ayuntamiento devuelve el depósito. El gobierno favorece esta iniciativa para evitar la despoblación. En la ley de presupuestos para el 2019 se establece una re-ducción de impuestos para los 400.000 italianos que se marcharon al ex-tranjero (miles de ellos vi-ven en Canarias) huyendo de la fiscali-dad italiana. Los que regresen al sur de Italia solo tendrán un 7% de tasas. Cacioppo asegura que los italianos y extranjeros que compren casa en Sam-buca de Sicilia, no se arrepentirán: «Nuestro territorio es un paraíso terre-nal, rodeado de espléndidas playas, bos-ques y montañas. Un lugar silencioso y tranquilo, un refugio idílico».EL PULSO DEL PLANETAVivir en el «paraíso terrenal» italiano cuesta 1 euroEl Ayuntamiento de Sambuca de Sicilia –«el pueblo más bello de Italia» en 2016–, vende decenas de viviendas a este precio para evitar la despoblaciónABC Panorámica de las casas del municipio de Sambuca de SiciliaA. GÓMEZ FUENTES CORRESPONSAL EN ROMALos compradores deberán comprometerse a restaurar las viviendasRivera está contra la Nación, y en cuestión de fe, frente a la religiosidad de Tamara, él se declara… agnóstico, ¡como Huxley! Primero fue que Rivera, de Ciu-dadanos, dejaba a su novia, y ahora es que Tamara, hija de Isabel Preysler, parece enamorada de ese jefe liberal. Con Cs, nuestro liberalismo deja de ser empírico y británico para ha-cerse alemán y trascendental: el de-sarrollo de un espíritu único a tra-vés de una serie de etapas necesa-rias, cada cual más elevada que la anterior. Llegamos al tatami liberal de Puerta de Hierro. –¿Qué decir sobre el liberalismo en el amor? –pregunta Santayana–. Si hay una criatura ingenua entre los dioses inmortales, ésa es Eros: cuan-to más libre e inocente sea el amor, más revoloteará y más alto subirá. Las dos alegrías postreras de Trevijano, creador en el 74 de la Junta Democrática, fueron el toro que le brindó Morante en Las Ven-tas y la cena liberal que Preysler le ofreció en Puerta de Hierro, con velas a lo Kubrick (uno de los pre-sentes le iluminaba el plato con el móvil), mientras pasaban páginas de la Revolución francesa hasta que Tamara, perdida, detuvo la escena para decir al invitado que se salta-ba las fechas. –Señorita, salto sobre las fechas porque este señor (y señalaba al No-bel Vargas) salta sobre los hechos. Y entonces Preysler salvó elegan-temente la cena (¡y el liberalismo!) con un beso de supremo afecto en la mejilla del viejo demoleón cuya úni-ca afición final fue la fisiognomía de lo nuevo: Iglesias, «que aplaude como un bebé en la cuna al ver a su ma-dre»; Tania, «que se pone la bufan-da como un pobre (los pobres no te-nían abrigo)»; Rivera, «que es naíf»… Rivera, en efecto, está contra la Nación (lo suyo es el Estado, como en Gentile), y en cuestión de fe, frente a la religiosidad de Tamara, que aportaría al centrismo la cla-se que le falta, él se dice… agnósti-co, ¡como Huxley!, que inventó el término para no decirse ateo («¿Que qué es un agnóstico? Lo contrario de un gnóstico»). Si Cabarrús, una dama de Cara-banchel, acabó con el robespierris-mo, ¿por qué Tamara, dama de Puer-ta de Hierro, no podría acabar con el sanchismo?IGNACIO RUIZ-QUINTANOTAMARAVISTO Y NO VISTOVerbolarioDesnudo, adj. Desplumado. POR RODRIGO CORTÉS+!4C4EJ9-bahage!:t;k;l;L;T SÁBADO 19.1.2019Editado por Diario ABC, S. L., Juan Ignacio Luca de Tena, 7, 28027 Madrid. Diario ABC, S.L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 37.641 D.L.I: M-13-58 Apartado de Correos 43, Madrid. Teléfono de atención 901 334 554. Centralita ABC 91 339 90 00.