1996-01-19.ES.TALK.POLITICA.EN ESPAÑA NO HAY DEMOCRACIA JESUS HERVAS

Publicado: 1996-01-19 · Medio: ES

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EN ESPAÑA NO HAY DEMOCRACIA
GRUPOS DE NOTICIAS: ES.TALK. POLITICA,  19 DE ENERO 1996
JESÚS HERVAS (a900066@zipi.fi.upm.es)
1.- Introducción. 
Lo que se pretende es demostrar que el sistema político de España, no es una Democracia, sino una oligarquía de partidos o Estado de Partidos, que nuestra Constitución ni es democrática, ni es de todos los españoles.
A simple vista podemos detectar ciertos problemas en el Estado español que se han producido prácticamente en todas las oligarquías fueran del tipo que fueran: corrupción generalizada dentro del sistema, terrorismo de estado, reducción de la vida política a luchas de poder y de imagen entre los distintos oligarcas, evitar la intervención efectiva del Estado en la economía (Estado Liberal), ...
Para discutir si el sistema político español es o no democrático, tenemos primero que definir que es una democracia. 
2.- El Concepto de Democracia 
La Democracia tiene múltiples vertientes. Existe una democracia económica, política, judicial, ... En general podemos distinguir entre Democracia vertical o política (aquella que se refiere a la estructura del estado), y democracia horizontal (aquella cuyo objetivo es combatir la pobreza, la desigualdad judicial, ...). En la Democracia horizontal es posible profundizar pues siempre se puede  mejorar la situación de los ciudadanos. Pero la Democracia vertical o política son un conjunto de reglas o normas, que determinan un estado democrático. Si un estado tiene esas reglas entonces es democrático. Si no cumple cualquiera de esas reglas entonces no es democrático. No hay pues profundización posible. Estas reglas son las siguientes:       
El Poder del Estado se divide en tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
Estos tres poderes han de ser independientes en cuanto a su formación y funcionamiento, y tienen el mismo valor o importancia.
Los tres poderes han de contar con mecanismos de control sobre los restantes que permitan que no se viole la Constitución.
Los tres poderes han de ser elegidos Directamente, por Sufragio Universal, y de forma que sean Representativos.
La libertad del pueblo, en todos los ámbitos, es un Derecho, y sobre ella se ha de construir el Poder de Estado. Es decir, el poder se ha de formar de abajo a arriba, nunca de arriba a abajo como sucede en las dictaduras.
La Soberanía reside en el pueblo, y es ejercida por el Estado que este elige.
En cuanto al proceso de constitución de un Estado democrático:
Es el pueblo, quien ha de elegir o decidir los aspectos fundamentales (uno a uno) del nuevo estado que se está constituyendo.
Para ello, y tras un periodo de igual acceso de todas las facciones a la opinión publica, los ciudadanos deben elegir unas Cortes Constituyentes donde se debatirá públicamente la Ley de Constitución del Estado.
Los puntos importantes o conflictivos deben someterse a referéndum.
Una vez elaborada la Constitución, se disuelven las Cortes Constituyentes y se convocan elecciones generales.
3.- Argumentación: 
Para demostrar el carácter no democrático del actual estado, aunque no es necesario, me remitiré al periodo en que este se constituyo. La Transición:
En ella, el poder franquista (Suárez, Gutiérrez-Mellado, y Fraga), y parte del incipiente poder democrático (Felipe González, Santiago Carrillo, y posteriormente Tarradellas), pactaron en secreto, al margen de la sociedad, una Constitución. Los partidos políticos se apoderaron pues del poder, y una  vez instaurados en el poder concedieron libertades. El poder se constituyo, por lo tanto, de arriba a abajo (como en los totalitarismos) y no de abajo a arriba (como en las democracias). Después sometieron la Constitución al completo a un referéndum, en el que se coacciono e incluso se chantajeo al pueblo español con el miedo (perdida de libertades, riesgo de involución, e incluso el riesgo de un levantamiento del Ejercito), sin que este pudiera decidir absolutamente nada. No hubo por lo tanto periodo constituyente, y como los españoles no eligieron nada, la actual Constitución no es nuestra, sino de los partidos o poderes que la pactaron.
Se estableció entonces, no una democracia, sino un Estado de Partidos, una Oligarquía de Partidos. Para continuar en el poder, estos tomaron una serie de medidas: una ley electoral discriminatoria y no representativa, la subvención por parte del Estado de sus estructuras, etc. Esta situación de superioridad frente al resto de partidos en un sistema no democrático, convierte a todas las elecciones (llamadas democráticas) habidas desde entonces, en simples plebiscitos, donde los ciudadanos no echan, ni eligen el poder político, sino que eligen unas cuotas de poder entre esos 4 partidos: PSOE, AP (PP), UCD (CDS), PCE (IU).
De esta forma maniataron la libertad política del pueblo, y una vez que la tenían bien atada, concedieron el resto de libertades; libertades que no son nuestro derecho, sino que fueron "concedidas",  y que dependen, no de nosotros, sino del poder de estado. Así pueden comprenderse las continuas violaciones de los derechos individuales y del Estado de Derecho que se han producido (Rumasa, El Independiente, Antena 3, Los GAL, ...).
El segundo principio fundamental de una democracia (la división del Estado en tres poderes independientes, ...) tampoco se respeto. Así, hoy seguimos eligiendo, con un mismo voto, dos poderes: el ejecutivo y el legislativo. Este hecho rompe, por si solo, la independencia de un poder respecto al otro. Pero si añadimos: 
que la estructura de los propios partidos políticos no es, en general, ni democrática ni representativa, 
que la jefatura de dichos partidos esta en manos de una persona o como mucho de dos o tres grupos de poder,
que el presidente del partido es el candidato al ejecutivo y que determina, junto a esos grupos, quienes serán los candidatos al legislativo,
las listas cerradas,
una ley electoral discriminatoria y no representativa. Reparto de cuotas en los medios de comunicación, sistema proporcional que no es representativo (el único sistema representativo es el uninominal y por distritos), ... 
la disciplina de voto, 
etc., 
es casi imposible encontrar un atisbo de independencia entre estos dos poderes. Por esa misma razón no existe, ni puede existir, un control efectivo de uno sobre el otro. 
Queda por analizar el Poder Judicial. La Constitución proporciono a este poder, en principio, una mayor independencia (probablemente porque los partidos no se fiaban unos de otros). Y así, aunque los ciudadanos no iban a poder elegir a los máximos representantes de este poder (Consejo General del Poder Judicial), o a los representantes locales (Fiscal del Distrito como en EEUU); al menos se puso, el nombramiento de este CGPJ, en manos de la propia judicatura, quien propondría unos candidatos entre los cuales debían elegir los parlamentarios. 
Sin embargo, esta independencia quedo también frustrada cuando para evitar una mas que probable condena por parte del Tribunal Constitucional en relación al caso Rumasa, el Gobierno, a partir de su mayoría absoluta, consiguió que el nombramiento de los jueces del Tribunal Constitucional y del CGPJ quedase en manos del Parlamento. Y así, en los años siguientes vimos como el poder político cerraba El Independiente, se hacia con el control de Antena 3, cometía terrorismo de estado (GAL), etc.
Hoy en día, toda la independencia del Poder Judicial, reside en la libertad, honestidad, coraje, etc., de los jueces como personas individuales. 
Y así tienen que hacer frente a continuos ataques contra su persona y su trabajo, y acudir en busca de protección al órgano competente en demasiadas ocasiones. Protección que no siempre consiguen (Marino Barbero).
4. Conclusión:
En resumen, no hay Democracia porque:
1.	No existen en realidad tres poderes independientes (el ejecutivo es el único poder real, frente a un débil poder judicial y un inexistente poder legislativo)
2.	No hay medios de control de unos poderes sobre otros.
3.	Los ciudadanos solo eligen un poder, cuando deberían elegir los tres (elecciones presidenciales, legislativas y judiciales).
4.	Los partidos políticos mediante su financiación a cuenta de las arcas del Estado, control de los medios de comunicación, ... tienen secuestrado el derecho del pueblo a elegir libremente los poderes políticos.
5.	El actual sistema se formo de arriba a abajo. Los ciudadanos no pudieron decidir absolutamente nada sobre la organización del Estado. No hubo un debate publico y no pudieron elegir ni siquiera unas Cortes Constituyentes.
 5. ¿Qué se puede hacer? 
Bueno, creo que es claro que quienes formaron parte de aquel pacto, quienes están hoy en el poder, no van a abandonarlo y reformar la Constitución para que esta sea democrática y mucho menos permitir que el pueblo decida sobre el modelo de Estado que se desea.
Por lo tanto han de ser los propios ciudadanos los que exijan una democracia para España Yo rechazo la violencia como medio para ello.
Muchos pensaran que es muy difícil o imposible conseguir una reforma de la Constitución.
Difícil, si. Imposible, no. Basta echar un vistazo a la propia Transición. Basto que una parte de la sociedad (que era minoría) exigiera una democracia tras la muerte de Franco, junto con otros factores, para que fuera imprescindible acabar con la dictadura y crear un nuevo estado. 
Desgraciadamente, finalmente acabaron engañándonos y creando y Estado no democrático.
Los medios que tienen los ciudadanos para luchar por una democracia en España son fundamentalmente, la Abstención Política, la organización de Movimientos Sociales, y fundamentalmente desenmascarar el engaño.
El voto en Blanco no es útil para este fin, porque cuando una persona vota en blanco, significa que acepta o está de acuerdo con el sistema político existente, pero no puede decidirse por ningún partido o no le gusta ninguno. 
No me voy a poner a discutir ahora ciertos tópicos que circulan por hay sobre la abstención tales como: que es una irresponsabilidad,  que si no se vota es como si dieras el voto al contrario, etc. Caen por su propio peso.
Aparte de todo esto, la abstención es un medio útil de lucha contra el actual sistema, porque, aunque este sistema no es democrático si se basa en la legitimidad de los votos (tiene legitimidad, pero no legitimidad democrática), y el hecho de que exista una abstención grande acabaría con dicha legitimidad y puede obligar a los políticos, si un estudio demuestra que es por estar enconara del sistema, a reformar este. Recordar, que pocos  discuten hoy en día que la Soberanía recae en el pueblo. Por esto los políticos, los medios de comunicación y hasta la propia Iglesia hacen campañas para promover el voto.
Recordar también, que el voto es un derecho y no una obligación. Solo es obligatorio en las dictaduras (como en algunos de los plebiscitos convocados por Franco). En cuanto a que es una deber moral, esto es una cuestión personal, por lo que cuando los partidos políticos, los medios de comunicación, la Iglesia, ... se refieren continuamente a este deber se produce una coacción.
Personalmente, la abstención es para mí casi una cuestión moral o de conciencia. Yo no pienso votar en un sistema que no es democrático, y mucho menos permitir que me coaccionen a ello en base a un deber moral cuando votar es un Derecho.
6.- Epilogo: 
 Simplemente recomendar dos libros:
"La Alternativa Democrática"    (1977)
"El Discurso de la República"   (1994 o 1995)
Ambos libros son de Antonio García-Trevijano. El segundo trata tanto los nacionalismos como la no existencia de democracia en España y es fácil encontrarlo en una buena librería o en una biblioteca. El primero creo que trata más sobre la democracia y no he podido encontrarlo.
En la contraportada de "El Discurso de la República" aparece esta  pequeña biografía sobre el autor:
Antonio García-Trevijano, profesor de Derecho Mercantil en la Universidad de Granada, notario excedente y abogado en ejercicio, elaboro la Constitución democrática de Guinea Ecuatorial, que nunca llego a entrar en vigor, y defendió al periódico Madrid en el proceso que concluyo con la sentencia del Tribunal Supremo en la que se condeno al Estado a pagar una indemnización por su clausura. 
Como político, fundó la Junta Democrática de Espada y fue coordinador de la "Platajunta", que reunió a toda la oposición contra el régimen de Franco. Con motivo de la constitución de este último organismo fue detenido y encarcelado en Carabanchel durante cuatro meses, siendo ministro de Gobernación Manuel Fraga. Además, a causa de su defensa de las ideas democráticas, sufrió un atentado y fue procesado en diversas ocasiones por el Tribunal de Orden Publico. En octubre de 1976 se retiro de la actividad política por no estar de acuerdo con el pacto de la  transición entre el Gobierno de la dictadura y los partidos de la oposición.
Es autor de textos jurídicos y del libro La Alternativa Democrática (1977) y ha publicado numerosos artículos de análisis político y económico en los diarios El País, El Independiente y El Mundo, donde escribe en la actualidad. Asimismo, es colaborador habitual en la cadena COPE.
Añadir que también elaboro un proyecto de Constitución para España, que Don Juan de Borbón, se comprometió a aceptar y cumplir, tras su debate público.