2018-12-08.ABC.SUBVERSION RUIZ QUINTANO
Publicado: 2018-12-08 · Medio: ABC
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ABC (Madrid) - 08/12/2018, Página 86 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. Es uno de los lugares más fascinantes de Italia, pero su alcalde no quiere turis-tas. Se trata de Matera, ciu-dad de 60.000 habitantes de la región Basilicata, al sureste del país, célebre por sus anti-guas viviendas excavadas en las rocas. La sorprendente declaración de su al-calde, Raffaello De Ruggieri, abogado de 83 años y elegido en 2015 al frente de una coalición de centro-derecha, se pro-duce en vísperas de que Matera sea Ca-pital Europea de la Cultura para el 2019, un año que estará lleno de festivales, ex-posiciones y todo tipo de actos cultura-les. Logró ese merecido premio supe-rando a otras cinco finalistas: Ravenna, Siena, Peruggia-Asís, Lecce y Cagliari. Cautivado por su magia, «The New York Times» colocó a Matera como meta destacada a visitar, inmediatamente después de Nueva Orleans. «Matera es el secreto mejor guardado de Italia, que debe visitarse antes de que el mundo la descubra», escribía el rotativo. Pero esa posibilidad de un turismo de masas le produce pavor al regidor De Ruggieri: «No queremos ser ocupados por turis-tas. Esta ciudad tiene un alma prehis-tórica y la están apagando. La ciudad ha estado viva durante 8.000 años», ex-plica con orgullo. En efecto, Matera es una de las ciudades más antiguas del mundo, ha-bitada siempre desde el Paleolítico. Los «Sassi» de Mate-ra («piedras») y el con-junto de sus iglesias ru-pestres fueron declara-dos Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993, favoreciendo su de-sarrollo turístico. La ciudad ha logra-do conservar su antigua identidad, con casas excavadas en las rocas hace miles de años. Aquí edificaron bellas capillas subterráneas los eremitas que escaparon de Asia Menor en el siglo VII. Matera se hizo famosa en todo el mundo después de que Pier Paolo Pa-solini filmara «El Evangelio según San Mateo» (1964). Los «Sassi» de Matera fueron dados a conocer también por Mel Gibson en «La Pasión de Cristo» (2004). Muchos otros per-sonajes del cine italiano e internacional han teni-do relación con esta loca-lidad, entre otros Alberto Lattuada, Francesco Ros-si, los hermanos Taviani, Giuseppe Tornatore, Abel Ferrara y Fer-nando Arrabal («El árbol de Guernica»). Las grandes masas turísticas que aterrizan en Italia se limitan casi siem-pre a visitar Roma, Florencia, Venecia y Nápoles-Pompeya. Matera, la joya de la corona de la bella región de Ba-silicata, se ha librado de esa invasión porque, situada en terreno verde ro-coso y montañoso, no es fácil llegar hasta allí: no hay aeropuertos ni tre-nes de alta velocidad. Pero no todos los materanos están de acuerdo con su alcalde. Un conce-jal le responde que el turismo se debe cuidar con buenos servicios, porque da trabajo y es fuente de riqueza. Pero De Ruggieri quiere desvincularse de esa tendencia de la masificación del turismo, uno de los sectores que más ha crecido en los últimos años. Con sus casas en la roca, las iglesias rupes-tres, su cocina típica y cultura parece que deben ser patrimonio casi exclu-sivo de los materanos, según su alcal-de, para que los turistas no alteren su alma prehistórica.EL PULSO DEL PLANETAMatera no quiere turistasCapital Europea de la Cultura en 2019, su alcalde dice que «quiere preservar el alma prehistórica» de la ciudad Los «Sassi» de Matera («piedra») y sus iglesias rupestres son Patrimonio de la HumanidadLo de Valls, el acordonador, con los gitanos no se oía desde la pragmática de Medina del Campo La subversión del cristianismo radica en su sencillez: amar al prójimo como a uno mismo. Todo lo demás es escolástica, más o menos podrida de latines y silo-gismos. También la subversión de la democracia radica en su sencillez: un hombre, un voto. ¡Y a contar! Todo lo demás es politología, más o menos podrida de sofismas e ideologías. Y, sin embargo, la abstracción «un hombre, un voto» está únicamente al alcance (¡cediendo terreno, hay que decirlo!) de la mente anglosa-jona. En la Europa franco-alemana, un hombre es un voto… con el per-miso de otro hombre, normalmen-te chisgarabís (Manuel Valls) o filó-sofo (Henri Lévy), descendientes ambos de la pata chula de Rousseau. Valls llegó pegando «cojetás» ru-sonianas a ministro de Hollande, como Marlaska con Sánchez: otros se esconderían, pero ellos son de mucho presumir, y Valls pasó a la historia ministerial de Francia por su lucha contra los gitanos, a los que asoció «con la mendicidad y la delincuencia», para escándalo de su propio gobierno y de la Comisión Europea. –Estas poblaciones tienen mo-dos de vida que son extremadamen-te diferentes de los nuestros. Son cosas que no se oían desde la pragmática de Medina del Cam-po (viven «pediendo lemosnas, é hurtando é trafagando, engañan-do») que saca en 1898 Rafael Sali-llas en su estudio positivista del gi-tanismo: –El método positivista exige im-plícitamente una condición, que se puede formular con el mismo precep-to rigoroso de nuestra tauromaquia. Arruinado políticamente en Fran-cia, Valls quiere ser alcalde cervan-tino de Daganzo (como Humillos, como Jarrete, como Carmona, como Berrocal) en España, donde pro-mueve por sus santos dídimos un cordón sanitario contra el partido de Ortega Lara… y de Morante de la Puebla, el torero vivo más flamen-quista, poderdante de Rafael de Pau-la y prologuista de Bergamín, que tuvo el coraje, en San Isidro, de brin-dar un toro a Trevijano, promotor de la Junta Democrática, ahora que andamos de aniversarios. Es la socialdemocracia.IGNACIO RUIZ-QUINTANOSUBVERSIÓNVISTO Y NO VISTOVerbolarioInfeliz, adj. Que creía ser lo que no era. POR RODRIGO CORTÉSÁNGEL GÓMEZ FUENTES CORRESPONSAL EN ROMAFOTOS: EFE Vista de la localidad y, abajo, Pier Paolo Pasolini durante el rodaje de «El Evangelio según San Mateo» (1964)SÁBADO 8.12.2018Editado por Diario ABC, S. L., Juan Ignacio Luca de Tena, 7, 28027 Madrid. Diario ABC, S.L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 37.606 D.L.I: M-13-58 Apartado de Correos 43, Madrid. Teléfono de atención 901 334 554. Centralita ABC 91 339 90 00.