1997-10-26.LA VANGUARDIA.SOGECABLE

Publicado: 1997-10-26 · Medio: LA VANGUARDIA

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REVISTA  6

LA VANGUARDIA,

 DOMINGO, 26OCTUBRE 1997

LASCLAVES

JORDI GOULA

De  Hong Kong a Tokio

jungla  de pequeñas  pero continuas  depre
ciaciones  competitivas  para  tratar  de ara
ñar  al vecino parte del mercado. Abocados
a  esta  situación,  la capacidad  adquisitiva
de  estos países —gobiernos y población— ha
mermado  sustancialmente,  el servicio  de
la  deuda  de  sus gobiernos  ha  aumentado
—lo que  va  en  detrimento  de otros  gastos
públicos— y  muchas  empresas,  endeuda
das  en dólares  americanos,  tienen  hoy se
rios  problemas para hacer frente a la devo
lución  de sus créditos, ya que para ello han
de  multiplicar  sus ganancias  en  moneda
local.  En una  palabra, son mucho  más po
bres.  Este panorama  —muy diferente al op

a  caída  de  la  Bolsa de  Hong
Kong  del  pasado  jueves  su
pone  un  episodio  más  de  la
crisis  que  viven los mercados
inancieros  asiáticos desde el
pasado  mes de julio.  En este
caso  concreto, sin embargo,  dado el poten
cial  económico  de la ex colonia británica,
se trata  de un hecho algo diferente. En rea
lidad,  el  recorte  de  cotizaciones  tuvo  su
raíz  en la especulación que se ha entablado
contra  el dólar HK, la única moneda de la
zona  que  todavía  mantiene  una  paridad
fija  con el dólar americano.  Las autorida
des  monetarias  de  Hong  Kong ya  se han
declarado  dispues
tas  a  luchar  por  to
dos  los medios  a  su
alcance  contra  los
especuladores.
 Tie
nen  un motivo espe
cial  para  hacerlo:  la
estabilidad  moneta
ria  es una  de las cla
ves  para  mantener
la  confianza  inter
nacional  en  su futu
ro  bajo  bandera chi
na.  Pero,  al  mismo
tiempo,  el hecho  de
ser  la última  mone
da  con  paridad  fija
contra  el dólar ame
ricano  la  convierte
en  objeto  de  deseo
para
 la  especula
ción.  El pulso, pues,
ha  empezado.

La  bolsa ha vivido momentos de pánico esta  semana

De  momento,
 y
para  tratar  de  desa
nimar  a  los especu
ladores,
 la  autori
dad  monetaria  de Hong Kong puso por las
nubes  los tipos  de interés del día a día (lle
gó  al  300 %).  Esta  subida  de  tipos  fue la
causa  directa  de  la  caída  de la bolsa, que
arrastró  primero  a los mercados  asiáticos
(Tokio  incluido), después a los europeos y
finalmente  a los americanos,  lo que  supo
ne  el  más  claro  ejemplo  de  la  intercone
xión  y  globalización  existente hoy  en  el
mundo  financiero.

 mun
 —y el  primer
 de  bonos

 ___________________
Traselsustodel

Pero  más  allá  del  riesgo  real y  directo
que  supone esta inestabilidad  para las bol
sas  de todo el mundo  —por el efecto mimé
tico  y de arbitraje  de cotizaciones—, quizá
lo  más peligroso estriba en la amenaza  in
directa  que  supo
ne  su  posible  re
percusión  en  Ja
pón;  no en vano  se
trata  de la segunda
economía
dial
tenedor
norteamericanos,
no  se olvide— cuya
eventual
 desesta
bilización
fácil,
mente,  dado  el tamaño  de su economía— sí
podría  desembocar  en  una  catástrofe  de
consecuencias
 incalculables.  De  hecho,
desde  hace  mucho  tiempo  algunos exper
tos  han  venido  expresando el temor  a una
crisis  financiera  interior  y a la subsiguien
te  necesidad  de  repatriación  de  capitales
hoy  colocados en el extranjero.

inestabilidad

terminado

 afortunada

 —nada

De  momento,  para  Japón lo único cons
tatable  es que el Sudeste Asiático ha cam
biado.  Los  países  de la  región, tras  verse
obligados  a abandonar  su paridad  fija con
el dólar —por su fortaleza creciente, que les
hacía  menos  competitivos— han  sufrido
depreciaciones  en  sus monedas  con  res
pecto  al mismo  de hasta un 50 % en los úl
timos  meses. Hoy  incluso se habla de  una

timismo  que  reinaba  hasta  hace  poco
tiempo— junto  a  la  aparición  de  sonados
casos  de  corrupción  no  resulta  alentador
para  las empresas  japonesas,  que  dirigen
hacia  los países asiáticos el 40 % de sus ex
portaciones.

 jueves,todo

En  Japón, se da el caso adicional de que
han  sido precisamente  las exportaciones el
bálsamo  que en los últimos tiempos ha lo
grado  mantener  en  números  negros el cre
cimiento  de  su  economía,  ante  la atonía
del  mercado  interno, todavía  afectado por
la  resaca  de la burbuja  financiera  e inmo
biliaria  de finales de los ochenta. Los ban
cos  —muy ligados a los conglomerados  in
dustriales—  están,
por  su parte,  muy
comprometidos
 a
través  de  créditos
e  inversiones  en
toda  la  región,  lo
que  acrecienta  el
riesgo  de las ya im
portantes  cifras de
créditos
 dudosos
que  presentan  sus
 En  este
balances.
 no  debe
sentido,
extrañar  que  el primer  ministro  japonés,
Ryutaro  Hashimoto,  haya declarado  ayer
sentirse  “inquieto”  ante la debilidad de los
mercados.

 que  no  ha

 todavía

Todo  apunta  a que estamos ante una  si
tuación  que  no  ha  terminado  todavía.  El
pulso  entre las autoridades  de Hong Kong
y  los especuladores  —sin duda  el centro  de
atención  en  los próximos  días— no  debe
aliviar  el nerviosismo  de los inversores, ya
que  supone un motivo  de inestabilidad  la
tente  y  con  ramificaciones  múltiples.  El
inseguro  comportamiento  de  las  bolsas
mundiales  del viernes  —el día de la “recu
peración”  tras la debacle del jueves— es un
buen  ejemplo del nivel de tensión existen
te  en las mismas.

apunta  a  que  estamos  ante
una  situación  de

Jueces no condenan a jueces

FERNANDO GARCÍA

U n

 juez  dice que  otro juez
le  ha dicho  que  un terce
ro  se confabuló  con  tres
fiscales  y  un  abogado
para  perjudicar  a un em
 Gran  escánda
presario.
lo  en el país. El magistrado  agraviado acu
de  a la más alta instancia  de la judicatura,
el  Consejo  General  del  Poder  Judicial
(CGPJ),  para  que  dirima  el contencioso.
Pero  el CGPJ  para la bola y la desvía al fis
cal  general  del Estado, que a su vez decide
lanzarla  hacia  el  Tribunal  Supremo.  El
juez  a  quien  ha  correspondido  buscar  al
culpable  escucha  a todas  las partes.  Cada
cual  dice que  el otro  miente, como  era  de
esperar.  Todo indica  que el caso seguirá su
curso,  pese  a  petición  en  contra  de  los
principales  acusados,  hasta que  testigos o
pruebas  de una  u otra parte desempaten  el
conflicto.  Pero ese
último  juez y árbi
tro  de  tan  confusa
pelea
 decide  de
pronto  suspender
el  combate.  Nadie
 salvo  la
pierde...,
imagen  de  la justi
cia  y tal vez la con
fianza  de los admi
nistrados  en ella.
Esta  es, en sínte
sis,  la  historia  del
llamado  caso  Garzón-Liaño.  El juez  ins
tructor  del Supremo  Joaquín  Delgado de
cidió  el pasado miércoles archivar las dili
gencias  al no haber  encontrado  “ni siquie
ra  indicios” de la “insólita confabulación”
que  Baltasar Garzón  refirió a través de tes
tigos  cuando,  el 3 de septiembre,  se abstu
vo  de seguir instruyendo  la recusación que
 consejero  delegado  del  grupo  Prisa,
el
Juan  Luis Cebrián,  tenía  planteada  contra
Javier  Gómez  de  Liaño  en tanto  que  ins
tructor  del caso Sogecable. En la confabu
lación  que Delgado  daba así por descarta
ble  habrían  participado  también,  según
apuntó  Garzón  basándose  en un supuesto
relato  del también juez Joaquín  Navarro y
del  ex ministro  .y consejero  de Prisa Jaime

¿Cómoesposiblequeun

juez  involucre  a  otro  en  una

 prevaricación
presunta
y  el asunto  quede  en

agua  de  borrajas?

gistrado  del  Supremo  no  incluyera  en  el
grupo  de supuestos conspiradores al direc
tor  de la revista “Epoca” y denunciante  del
caso  Sogecable, Jaime  Campmany  —sue
gro  de un hermano  de la fiscal Márquez de
Prado,  que  a su vez es la compañera  senti
mental  de Liaño—, pese a su presunta  pre
sencia  en casi todas  las reuniones  donde se
habría  tramado  la conjura.  Pero  el detalle
era  en realidad una  minucia con respecto a
las  dimensiones  alarmantes  de  tan  intrin
cado  culebrón judicial.

El  final  es  lo  más  dificil  de  explicar.
¿Cómo  es posible que un juez involucre  a
otro  en  una  presunta  prevaricación  y  el
asunto  quede en  agua de borrajas? La res
puesta  cierta  es  imposible,  máxime  si se
tiene  en cuenta que tras haber dado Delga
do  carpetazo  al asunto, otro juez irrumpió
en  la escena  para  acabar  de  complicar  la
historia.
 Se  trata
de  Ismael  More
no,  quien  al acep
tar  el pasado  vier
nes  la  recusación
que  el  consejero
__________________ delegado de  Soge
cable,
 Juan  Luis
Cebrián,  tenía for
mulada
 contra
Gómez  de  Liaño,
sostuvó  una  tesis
contraria  a  la  del
juez  del Supremo: en contraste con las ase
veraciones  de Delgado  dando por sentado
que  la  confabulación  nunca  se  produjo,
Moreno  adujo  que  su  existencia  “no  se
puede  afirmar  ni negar”.

 -

La  respuesta  técnica que el auto del juez
Delgado  dio  a la cuestión  de cómo  puede
exonerarse  a  la  vez a  los imputados  por
graves  intrigas  y  a  quien  ha  revelado  las
mismas  puede  resumirse  en  dos  asevera
ciones  contenidas  en el texto: de un  lado,
la  confabulación  no  puede  probarse;  de
otro  lado, Garzón  no acusó directamente,
sino  que  se limitó  a referir  lo que  otros le
contaron.  El juez añadió incluso que lo he
cho  por Garzón  “no constituye  infracción
penal  perseguible  de  oficio”,  afirmación
que  puede dificultar
el éxito de las quere
llas  que  contra  este
juez  han  anunciado
ya  Gordillo,
 Már
quez  y  García-Tre
vijano.  El encaje  de
bolillos  que  Delga
do  hace  en  su reso
lución  judicial  para
llegar  a  la  conclu
sión  de  que  nadie
hizo  nada  malo  es
notable,
 pero  no
acaba  de convencer.
La  sombra  del
corporativismo  pla
nea  sobre  la inocua
solución  adoptada
por  los altos  magis
 tanto  en  el
trados,
caso  del  instructor
del  Supremo  como
en  el  CGPJ.  Desde
su  constitución  tal
cual  es hoy, el órga
no  de la cúpula judi
cial  viene esmerándose en dar una  imagen
de  unidad  y de  paz; es  decir,  no  adoptar
ninguna  postura  que recuerde  los bochor
nosos  espectáculo  protagonizados  por  el
anterior  Consejo.  Lo  cual  no  quita  para
que  hasta algunos miembros  del Supremo
y  del propio CGPJ se hagan cruces con la
inhibición  de las instituciones  a que perte
necen  ante situaciones  como  la planteada
en  el caso Garzón-Liaño.

Garzón  y Liaño, protagonistas del culebrón judicial

García  Añoveros,  los fiscales Ignacio Gor
dillo  y María  Dolores  Márquez de  Prado,
y  el abogado republicano  Antonio  García
Trevijano.
 Todos  ellos y el propio  Nava
rro  figuraban como imputados  en la causa,
lo  mismo  que  Garzón,  aunque  a  éste  el
juez  Delgado  no  llegó  a  concretarle  la
imputación  —acusación o denuncia  falsa—
hasta  levantársela  con  el auto  de  archivo
de  la causa. Llamó  la atención  que  el ma-