1968-03-11.MADRID.SERVAN

Publicado: 1968-03-11 · Medio: MADRID

Ver texto extraído
oda de primavera 
para caballeros 

Elegante,  sencilla... 

/ - /.  S.-S-,  en  la  Universidad 

FINAL  CON  INCIDENTES 

en 

se  celebró 

El  sábado,  al  mediodía, 
lectores, 

como  dimos  cuenta  a 
de 
la  Facultad 
nuestros 
Jean-Jacques 
Derecho  de  Madrid  un  coloquio  con 
Servan-Schreiber, 
inovido.  Un 
que  resultó  bastante 
grupo  de  activistas  acogió  al  director  general  del 
semanario 
con  gritos  y  silbidos,  mien 
tras  que  una  gran  mayoría  aplaudía.  El  coloquio 
por  la 
se  vio  en  numerosas 
pancar 
acción  de  los  alborotadores, 
tas  ahisivas  a  J.-J.  S,-S.  y  a  la  política  de  Espaiia 
y  Europa.  A  la  salida  del  acto,  el  grupo  de  activis 
de  pa 
tas—unos  cincuenta 

ocasiones  perturbado 
que  esgriviian 

o  sesenta—ofeudiercyn 

"La'Express" 

las 

inforinaciones 

Pese  a 
de  algunos  colegas,  el  suceso 
limitada.  Al  respecto, 

labra  y  obra  a  Servan-Schreiber 
ñantes  en  el  momento 
automóvil. 
alarmistas 
importancia  muy 
transmitida' 
la  lectura  de  la  información 
Agencia  Pyresa  y  publicada 
en  el  diario 
de  ayer,  domingo,  modelo  de  objetividad 
sentido.  A  las  cinco  de  la  tarde  del  mismo 
J.-J.  S.-S. 
terminada 

y  a  sus  acompa 
en  que  éste  entraba  en  su 
tin 
tanto 
tuvo  una 
sugerimos 
la 
por 
"Arriba" 
y  buen 
sábado 
.salió  en  avión  hacia  Paria,  dando  por 
su  visita  a  España. 

'El desafío"  de  J.-J. S.-S. (I) 

UN  NUEVO  DIALOGO 

Como  si  se  t r a t a ra  de  un  J e 
fe  de  Estado,  de  un  torero  fa 
moso  o  de  un  c a n t a n te  de  m o 
da,  he  seguido  en  todo  su  peri-
plo  español  a  J e a n - J a c q u es  Ser 
van-Schreiber.  Asistí  al  diálo 
go  mantenido  con  los  universi 
tarios  de  Barcelona,  a  la  c o n í e-
rencia  del  Palacio  de  Exposicio 
nes,  al  coloquio  en  el  Club  de 
economistas,  a 
la  comida  con 
t r a 
la  Prensa,  a  la  sesión'  de 
bajo  en  el  Yelmo  Club,  a 
la 
conferencia  del  hotel  Meliá  y 
al  lamentable 
intento  de  colo 
quio  en  la  Universidad  de  M a 
drid.  He  visto  cómo  las  gentes 
insul 
a-plaudian,  vitoreaban  o 
t a b an 
" L ' E x-
al  director  de 
press''.  Me  sentí  sencillamente 
indignado  cuando  un  grupo  de 
mozalbetes,  al  grito  de  " ¡ E u r o 
pa,  socialista!"  (¿qué  preconiza 
Sei-van-Schreiber  sino  una  E u 
ropa  socialista?),  golpeaban  el 
coche  de  nuestro  huésped.  Este 
suceso  insignificante  va  a  pro-
\'Ocar,  ya  lo  estoy  viendo,  el  iró 
nico  comentario  de  unos  c u a n 
la  prueba 
tos,  como  si  fuera 
palpable  de  que 
los  españoles 
carecemos  en  absoluto  de  capa 
cidad  de  diálogo  y  que  aquí  lo 
que  da  resultado  es  la  porra  y 
la  bofetada. 

t a n ta 

total  de 

Si  hubiera  que  hacer  un  b a 
tanee  de  todo  lo  sucedido  y  pro 
nunciarse  a  favor  o  en  contra, 
tendría  que  decir  que  el  resu 
m en  es  ampliamente  positivo, 
pese  a  los  insultos  o  a  las  vo 
ces  airadas.  Positivo  en  la  m e 
dida  en  que  la  presencia  entre 
r e 
nosotros  de  J . - J.  S,-S.  ha 
movido  nuestra  somnolienta  vi 
da  nacional  en  un  sentido  p r o 
gresista,  europeo  y  democrático. 
I^e  eso  no  cabe  la  menor  duda. 
Las  ocultas  capacidades  de  nues 
t ro  país  en  relación  con  un  fu-
too 
inmediato  h an  quedado  al 
descubierto.  Aquí,  donde  se  ha 
especulado  con 
facilidad 
sobre  el  futuro,  sobre  nuestra 
^ p o s i b i l i d ad 
integrar-
i n c a p a 
•los  a  Europa,  sobre  la 
cidad  de  nuestras  gentes  para 
hablar  sin  echar  m a no  a 
las 
n a v a j a s,  aquí,  repito,  el  diálogo 
^  ha  producido  con  algunas  di 
ficultades 
iniciales,  es  verdad: 
P*ro  sin  violencias  verbales  ex 
cesivas,  si  exceptuamos  el  caso 
' ' ' ^ l i to  de  la  Universidad  m a-
•li^líña.  Estas  dificultades 
ini 
ciales  son  comprensibles  porque, 
s^&ún  apuntalpa  agudamente  un 
f>«J"iodista  español  en  el  curso 
*s  la  conferencia  del  hotel  Me-
g^  *ra  la  primera  vez  en  casi 
" W o ta  años  que  m ás  de 
tres 
'"^  personas  se  reunían  en  un 
f ~ « l u io  abierto  y  no  tenía  que 
la  PÜÜCÍA.  Un  eole-
intervenir 
^ 
ivoii 
g ^« 
ironía  que  la  sesión  de 
^ • * * Jo  del  Yelmo  Club  .se  pa 

de  la  m a ü a nu 

.scñuiíilja 

recía  bastante  a  una  sesión  d€ 
psicoanálisis:  un  grupo  de  ciu 
dadanos 
i n t e n t a ba  contarle  a 
J . - J.  S.-S.  su  vida  y  forma  de 
pensar.  Pero  ¿hay  que  escan 
dalizarse  por  esto?  Las  dificul 
tades  iniciales  fueron—hay  que 
falta 
ser  a-ealista—fruto  de 
de  costumbre. 

la 

Y  a hí  radica,  a  mi  modesto 
juicio,  el  " q u i d"  de  la  cüestióoi, 
la  e n t r a üa  del  " d e s a f i o"  de  Ser-
van-Sdirelbei-  a  E s p a ña  y  a  los 
españoles.  Me  explico:  J . - J.  S.-S. 
se  define  a  si  mismo  como  un 
hombre  de  la  "generación  res 
ponsable"  europea.  Esta  gene 
ración,  que  puede  estar  en  el 
Poder,  en  sus  aledaños  o  clara 
está 
en 
mente 
aportando 
í ó n n u la 
de  diálogo  político.  Diálogo  rea 
lista,  anürret-óríco,  pragmático, 
tolerante.  El  nuevo  diálogo 
tal 
llegar  a  ser  con  el 
vez  pueda 
ideología". 
tiempo  una  " n u e va 
Que  no  se  alegren,  pues, 
los 
manes  que  cantaban  el  respon 
so  de  las  ideologías,  desde  el  in-
tegiismo:  el  m u n do  no  camina 
sin  esquemas  éticos  y  políticos, 
no  se  h a g an  ilusiones. 

la  oposición, 
ima  nueva 

Lo  importante  de  la  presen 
cia  de  J . - J.  S.-S.  como  miem 
res 
bro  de  esta  "generación 
ponsable"  europea 
tal  vez  no 
sea  su  archifamoso  libro,  ni  .sus 
"L'Ex-
artículos  semanales  en 
press",  sino  el  nuevo  diálogo 
que  ha  venido  a  suferir,  un 
nuevo  esquema  m e n t al 
p a ra 
afrontar 
las  nuevas  realidades. 
Lo  que  ha  tíidho  y  repetido  t a n 
tas  veces  en  el  curso  de  estos 
c u a t ro  días  sobre  la  crisis  real 
de  la  izquierda  (y  nosotros  no 
somos  una  excepción)  es  una 
verdad  como  un  templo.  La  iz 
quierda  eurc^jea  sigue  anclada 
en  los  viejos  convencionalismos, 
en  la  retórica  de  un 

r o m a n t i 

cismo  huero,  en  el  suírimiento 
eterno  por  la  inviabilidad  de  un 
Poder  que 
j a m ás  alcanzará,  y 
lo  sabe.  Digamos  que  es  una 
izquierda  que  " ha  perdido 
la 
iniciativa".  Si  esto  sucede  en 
la  Europa  del  Mercado  Común, 
¿qué  no  va  a  suceder  en  Es 
paña? 

Refiriéndome  a  los  balbuceos 

de  destacados  hombres  de 
iz 
quierda  en  los  coloquios,  su  In 
capacidad  para  centrar  la  cues 
tión  sin  divagar,  me  quejaba 
ante  unos  compañeros  de  estas 
dificultades  de  diálogo.  Hubo 
alguien  que  me  preguntó:  "¿A 
qué  izquierda  se  refiere?"  R e s 
pondí:  "A  la  que  existe.  La  iz 
quierda 

ideal  es  imposible." 

En  el  ten-eno  de  la  posibili 
dad,  en  el  terreno  de  lo  viable, 
en  el  terreno  de  los  hechos  es 
donde  debe  desarrollarse  y  pro 
ducirse  el  nuevo  diálogo,  que 
iiecesariamente  deberán  entablar 
dos  generaciones  em'opeas: 
la 
que  representa  J . - J.  S.-S.  y  la 
que  representan  en  nuestro  país 
los  hombres  que  hoy,  en  el  P o 
der  o  fuera  de  él,  piensan  que 
tiene 
el  vmico  progreso  posible 
que  venirnos  de  nuestro  Conti 
nente.  Ya  sé  que  pueden  gritar 
se  y  vocear  bonitos  " s l o g a n s ", 
c o mo 
socialista"  o 
" F r e n te  P o p u l a r ".  Las  gentes 
de  mi  generación,  esa  genera 
ción  de  la  " n u e va  conciencia", 
que  empieza  a  despuntar  en  la 
vida  española,  estamos  curados 
de  espanto.  No  nos  asustan  los 
" s l o g a n s ".  Lo  que  nos  asusta  es 
la  falta  de  perspectiva,  de  r e a 
lismo  y  de  sensatez  que 
tienen 
estas  recetas,  aunque  en  el  t e 
rreno  de  la  m ás  pura  elucubra 
ción 
intelectual  podamos  estar 
de  acuerdo  con  ellas. 

"Europa, 

ALBERTO  MIGUEZ 

EL  DECANO  DE DERECHO  NO TUVO 
INTERVENCIÓN  ALGUNA  EN LA ORGA 
NIZACIÓN  DE LA CONFERENCIA  DE 
SERVAN-SCHREIBER 

MADRID.—El  decano  de 
la 
Facultad  de  Derecho,  don  Leo 
n a r do  P r i e to  Castro,  ha  hecho 
públiea  la  siguiente  n o t a: 
" En  relación  con  alguna 
in 
formación  aparecida  en  un  pe 
riódico  de  a y er  sobre  la  confe 
rencia-coloquio  del  señor  Ser 
van-Schreiber,  celebrada  el  sá-
biido  en  el  Aula  Magna  de  es-
la  Facultad,  interesa  a  su  De-
«•anato  hacer  público  que,  aun 
que  ello  pudiera  deducirse  de 

(por 

la  menor 

información 
llena  de 

e.sa 
lo  de 
inexactitudes), 
más, 
debe  constar  claramente  que  el 
acto  no  había  sido  organizado 
por  dicha  Facultad,  que  no  tu 
vo 
intervención  en 
los  preparativos  necesarios  por 
limi 
su  naturaleza,  habiéndose 
tado  a  ceder,  muy  a  última  ho 
ra,  es  decir,  el  mismo  sáhado 
por 
aula, 
la  mañana,  aquella 
a  petición  de  otra  F a c u l t a d, 
doaiie  ei  ««pifessido  s e ñ or  Ser» 

M|DI)HHNtffiaiE^  K t - S^  M S A « e o 4K  l^aS  > C J M W N I / ^ ft 

En  sus  diversos 
estilos,  marca  de cerca 
la  línea  del cuerpo, 
principalmente  en los 
hombros  y  el  talle. 

Americanas  alargadas 

que  esfilizan  la  silueta. 

Solapas  ligeramente 

más  anchas. 

Pantalones ajustados 

a  las caderas, con pierna 

de  línea  tubo, 

sin vuelta  en  el  bajo. 

"Impacto"  de  los 

tonos  alegres,  algo 

esfumados. 

Galerías  Preciados 

Galerías 

|  G a l e r í as  I  Sederías 
Carretas 

van-Schreíber  no  había  encon 
t r a do  aulas  a  su  Kusto.  y  él 
mismo  parece  ser  que  se  an 
ticipó  a  anunciar  el  cambio  de 
local  en  una  conferencia  del 
viernes,  sin  pr¿vio  conocimien 
to  de  este  Decanato,  creándose 
así  un  hecho  consumado,  al  que 
r a z o n es  obvias,  especial 
por 
m e n te 
la  evitación  de  males 
mayores,  era  muy  difícil  opo 
nerse.  L a m e n ta  que  por  t al  in 
cidencia  Se 
en  un  acto  que  le  es  académi 
camente  ajeno. 

implicado 

le  haya 

Desea 

también  hacer  noto-
ño  qm», guMiiinJtwKto «Mi„<Mw-

tal—cuando 

arrollp  ¡absolutamente  a n o r m al 
del  citado  acto,  en  el  que  no 
t e ma  n i n e u na 
responsabilidad 
de  orKanización  ni  de  o t ro  or 
estuvo 
den,  donde  el  decano 
presente  como 
la 
lo  permi 
presión  h u m a na 
tió—por  e«trieta« 
r a z o n es  de 
cortesía,  p u e s to  que,  en  prin 
cipio,  no 
t e n ía  que  presidirlo 
ni  se  le  pidió  que  lo  presidiese, 
el  no  advirtió  n i n ^ na  mani 
festación  de  hostilidad,  de  des 
a c a to  ni  de  de,sconsideraci<)n 
(en  ningún  caso  por  parte  de 
los  alumnos  de  esta  F a c u l t a d ). 

se 

es  decir,  en 
los  espacios  no 
cedidos  a  o t ra  Facultad,  existió 
el  menor  desorden,  habiéndose 
producido  los  posteriores  actos 
hostiles  a  dicho  señor  en  lu^ar 
exterior  al  recinto  de 
f a 
cultad. 

la 
. 

.,., 

Importe,  por  ultimo.  Jiacer 
constar  que  los  alumnos  de  la 
misma  con  los  que  fue  posible 
al  decano  cambiar 
impresiones 
estaban,  como  nosotros,  profun 
damente  contrariados  ante 
las 
graves  faltas  contra  las  refrías 
de  la  convivencia  civil  que  se 
habían  producido."—  £u  r  o p  a