2014-04-01.ABC.ROCK OLA IGNACIO RUIZ QUINTANO
Publicado: 2014-04-01 · Medio: ABC
Ver texto extraído
ABC (Madrid) - 01/04/2014, Página 88 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. La Torre Eiffel cumple 125 años rodeada de rascacie-los y torres que la acosan, asaltada por decenas de millares de turistas que la convierten en un magnífi-co negocio. Y cortejada por avispados empresarios que sueñan con los más delirantes proyectos. Gustave Eiffel, ingeniero y empre-sario especializado en construcciones metálicas, hizo suya la idea original de dos de sus colaboradores, Maurice Koechlin y Emile Nouguier, pagando de su bolsillo (gracia a un empréstito) buena parte de los 7 millones de fran-cos/oro de finales del XIX que costó construir la torre que debía convertir-se en icono patriótico y municipal, tras su triunfo internacional con motivo de la gran Exposición Universal de 1889. Gustave Eiffel tuvo que vencer mu-chas resistencias políticas, munici-pales, incluso artísticas. Buena par-te de la élite intelectual parisina de su tiempo consideraba que la Torre erra un horror absoluto, estético y ur-bano. Construida bastante lejos del centro de la capital durante dos lar-gos años de grandes trabajos, la To-rre se convirtió pronto en un excelen-te negocio. Eiffel fue el primer concesionario. Ingeniero y avispado hombre de ne-gocios, el constructor también supo convertir su Torre en una atracción tu-rística, cuya visita, de pago, se trans-formó en una fuente de sustanciales ingresos. La alcaldía de París terminó recu-perando «su» torre que, con el tiem-po, también se transformó en antena de radio y televisión, construcción uti-lizada con fines políticos, militares o publicitarios. El antiguo horror estético se trans-formó desde la I Guerra Mundial en un icono artístico que comenzó seducien-do a pintores y poetas vanguardistas. Los primeros visitantes de finales del XIX y principios del XX admiraban una de las construcciones más al-tas de Europa y del mun-do. La proeza técnica dejó paso, muy pronto, a enig-mas de otra naturaleza. Desde hace décadas, los Torre Eiffel es uno de los raros monumentos nacionales que no nece-sitan subvenciones del Estado. Bien al contra-rio, el Estado y la alcal-día de París reciben anualmente sustancia-les rentas, mal conoci-das pero bien reales, de uno de los cuatro edificios más visitados de Francia. Va-rios especialistas han calculado el va-lor de la marca Torre Eiffel: unos 434.000 millones de euros. Capital ima-ginario pero muy rentable. Sus pro-ductos derivados son un negocio fa-buloso aunque mal explorado. En el momento álgido de su histo-ria simbólica, política y comercial, la Torre Eiffel sufre, desde hace años, del acoso inquietante de nubes de urba-nizaciones bastante próximas. El tu-rista que contemple el monumento desde la orilla derecha del Sena la des-cubrirá «empequeñecida» por un ro-sario de urbanizaciones, torres de vi-viendas y negocios que continúan cre-ciendo de manera inexorable, en sus inmediaciones. La alcaldía y el Estado vigilan e in-tentan controlar esa marea negra ur-banística, estudiando futuros proyec-tos de «modernización» del monumen-to. Hay quien ha imaginado una Torre cubierta de flores, para convertirla en icono ecologista. Veremos. EL PULSO DEL PLANETALa Torre acorraladaLa Torre Eiffel, emblema de la capital francesa, cumplió ayer 125 años, acosada por nubes de urbanizaciones y edificios próximosJUAN PEDRO QUIÑONERO CORRESPONSAL EN PARÍS«MacBird», la obra en que Lyndon Johnson asesina a John F. Kennedy, se representó con Johnson en la Casa Blanca Vista marcha atrás, «Viernes 13» es la historia de un jugador de hockey mágico que cura a unos adolescentes para que puedan mar-char a casa desde el campamento. Y vista marcha atrás, la Santa Tran-sición (ST) sería la historia de un Ken-nedy abulense al que, dimitido y sin partido, el Rey da un golpe de Estado para llevar a la izquierda al Poder va-liéndose de Tejero, demócrata extra-vagante que se presta a tomar el Con-greso por una paella. ¿Y qué va a decir uno, si estaba en el Rock-Ola con Alaska y los Pegamoi-des? Son cosas de Pilar Urbano, Linda Hunt («El año que vivimos peligrosa-mente») de nuestro periodismo, que lo mismo amanece con Garzón que anochece con «Jefe Atta», su libro prohibido en los Estados Unidos, «el país al que estaba destinado», porque Bush no quiso que allí se supiese la verdad del 11-S. –¿Y las operaciones bursátiles del día antes, con venta de determinadas acciones a beneficiarios especiales? Detalles. Pilar Urbano y Pedro Rodríguez fueron las grandes firmas del detalle en la ST, como ése de «Larky», el mis-tolobo real ñascando la entrepierna del Kennedy de Cebreros. Al hilo del kennedysmo, Tom Wol-fe, detallista americano, nos recuer-da que el único país que permitió re-presentaciones públicas de «Mac-Bird», la obra de Barbara Garson en que Lyndon Johnson asesina a John F. Kennedy para erigirse en Presiden-te, fue la América… de Lyndon John-son. Garson, Urbano… y, en la rumba republicana alrededor del jamón, Aguilar, director por un día de «El He-raldo»: «Los que sufrimos el cierre del “Madrid” por motivos políticos en-tendemos lo que sufrieron los de “El Heraldo” en 1939». La versión de García Trevijano del cierre del «Madrid» es más prosaica: –Me llama Calvo Serer a su despa-cho porque el periódico está en quie-bra. Le doy la solución: «Hay que pro-vocar que el régimen cierre el perió-dico, para que el desprestigio vaya al régimen y para que dé derecho a una indemnización». Y nosotros, al «Rock-Ola».IGNACIO RUIZ-QUINTANOROCK-OLAVISTO Y NO VISTO(cid:110)(cid:123)(cid:211)(cid:123)(cid:123)(cid:153)(cid:153)(cid:228)(cid:228)(cid:228)(cid:228)(cid:163)(cid:206)(cid:163)(cid:123)(cid:163)(cid:123)(cid:211)ABC Obreros durante la construcción de la Torre MARTES 1.4.2014Editado por Diario ABC, S. L., Juan Ignacio Luca de Tena, 7, 28027 Madrid. Diario ABC, S.L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 35.887 D.L.I: M-13-58 Apartado de Correos 43, Madrid. Publicidad 902 334 556 / Suscripciones 901 334 554 / Atención al cliente 902 334 555.