1970-11-29.LAVOZDGALICIA.RESEÑA EL PODER Y LA OPOSICION.MANUEL PIZAN

Publicado: 1970-11-29 · Medio: LAVOZDGALICIA

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29 DE NOVIEMBRE DE 1970c£os Jl ominaos de .> <<^4 <¿p-i ¡¿7-, WS’J Kíí-> 1*5"» '«í?1 VS¡-,V.^'í vr*. iíS»! tsS»! '<í=", !¿y, t;.', liS-l '<^i tc^) <^-4 <¿S"1 fe?> <¿5>S fc5»> !¿51 *íS"í W5Jtos LIBROSPASTORELAS GALLEGASLUICIONES GUADARRAMA ha publicado una sugestiva obra de Daniel Waley sobre las ciudades-república italianas. El crecimien­to de estas repúblicas se produjo desde fines del siglo XI hasta prin­cipios del XIV. Más desarrolladas que las ciudades-estado griegas, menos sistematizadas que las formaciones nacionales de los tiempos modernos, la «comuni» italianos fueron un extraordinario experimento social y político. La obra de Waley describe |a vida y organización de esas ciudades basándose en los archivos y otras fuentes de pri­mera mano. También Ediciones Guadarrama ha publicado reciente­mente «El monacato cristiano», de David Knowles, «La sátira» de Matthew Hodgart y «La célula vegetal», de R. Buvat. Todas estas obras ofrecen vertientes de gran interés para diversos tipos de lec­tores.«EL PAPEL DE LA FILOSOFIA EN EL CONJUNTO DEL SABER»Por Gustavo BuenoEditorial «Ciencia Nueva»_ MadridEste libro de Gustavo Bueno, ca­tedrático de Filosofía de la Universidad de Oviedo, es una obra polémica escrita como respuesta al ensayo «Sobre el lugar de la Filo­sofía en los estudios superiores», de Manuel Sacristán, aparecido en la Editorial «Nova Terra».Gustavo Bueno desarrolla con gran brillantez lo que cree es la caracte­rización general del «oficio filosófi­co». Parte del supuesto de que es ilusorio atribuir al conocimiento filo­sófico la misión de aprehender «las primeras causas» o los «primeros principios del ser en cuanto ser». Para él el «oficio filosófico» se ca­racteriza, ante todo, por sus Ins­trumentos sociales: «el Instrumento de la Filosofía académica es el len­guaje». Pero si la Filosofía es, como especialidad, una actividad eminen­temente verbal y el filósofo acadé­mico es, por su Instrumento, algo asi como un escriba o un orador, la Filosofía no tiene, como tema carac­terístico, el análisis del lenguaje. La Filosofía no es Filología, y los sig­nificantes que utiliza los emplea en proceso «abierto», no sólo por re­ferencia a los significados de Saussu- re, sino también a los objetos mate- ríales. «En este punto, el filósofo se parece más al químico, para quien los símbolos de su lenguaje se re­fieren —en el sentido de Frege— a objetos de la realidad exterior».El oficio filosófico no tiene tam­poco por objeto, para Bueno, tras­tornar las «verdades» ofrecidas por cada ciencia particular, por cada téc­nica, por una praxis especializada. La Filosofía como oficio es, en su­ma, «la Instltucionalizadón de ese trabajo con Ideas que llamamos «re­flexión» —es decir, distanciamiento, reconsideración en «segundo grado». Objetivo que no excluye la posibilidad de una consideración filosófica de las «realidades concretas».Este sugestivo libro de Gustavo Bueno une al rigor del especialista, la claridad expositiva y expresiva que permiten la comprensión de los palpitantes temas tratados, a todos los lectores Interesados en los pro­blemas de muestro tiempo. — R.«MANIERISMO Y BARROCO»Por Emilio OrozcoEdiciones Anaya, S. A.SalamancaEl profesor Emilio Orozco Díaz ha publicado ya con anterioridad estudios de singular valor con respecto al barroco. En ésta obra analiza,las características de dos estilos que frecuentemente apa* recen confundidos o que se alzan con pretensiones de exclusividad.Orozco aclara conceptos. En su pesquisa, a fines de ulterior cía- riración, va de lo aparente a lo profundo: Y del lado de lo pro­fundo cae el barroquismo, en cu­yo espíritu ahonda. Del lado de la morfología preferentemente cae el manierismo. Ambos con sentido anticlásico.La distinción es más compleja, como es lógico, de lo que permi­te incluir la anterior esquemati- zación. El profesor Orozco des­arrolla sus tesis con sagacidad y las afirma con el análisis de textos.La obra tiene interés general, pero muy acusadamente desde el punto de vista pedagógico.§§§§§§§§§§5§§§§S§§§§§§§§§§§s§§§§§§§§§§§s§5§Ei„L profesor coruñés don Emilio González López realiza, tanto en la parte histórica como literaria, labor encomiable respecto a la cultura gallega. Gran parte de los proble­mas que padece Galicia se basan en el des­conocimiento de sus valores. Cuando adquie­ra prestigio cultural y se reconozcan sus apor­taciones, Galicia se valorará en mayor grado aun en medios que algunos consideran extra­ños a los culturales. O diferentes. Pero que, inevitablemente, están ligados a ellos.Y no solamente es labor personal la de don Emilio González López, sino que a su al­rededor surgen en los Estados Unidos estu­diosos de nuestra cultura gallega. Con esfuer­zo tendente a colocarla en el lugar que me­rece. Lo que, desgraciadamente, tanto traba­jo cuesta conseguir en España.La neoyorkina Arlene T. Lesser en su obra «La pastorela medieval hispánica» dice en sus «Conclusiones»: «La pastorela composte- lana, que es la primera forma conocida de la pastorela hispánica, es una de las grandes aportaciones de la literatura peninsular a la general europea».En textos de Bachillerato Superior aun se silencia entre las influencias del Marqués de Santlllana a la gallega. Y se refieren única­mente a la provenzal en sus «Serranillas» y «Cantares y Decires». Todo lo más, algunos de los más serlos autores, hablan del influjo provenzal venido a través de las cantigas ga- 1 alco-portuguesas. Lo que personalmente com­bato una y otra vez. Es, no obstante, conso­lador que nuestra Insistencia en la necesidad del conocimiento del Cancionero Gallego y su consideración como una de las cumbres de la lírica universal, se vea apoyada, como tantas veces ocurre, por tratadistas de países extranjeros. Que a muchos vendrán a descu­brir lo que hace tiempo debieran saber.Por MIGUEL GONZALEZ GARCESmería, etc. Muchas veces forman parte, o pue­den estar clasificadas como «Cantigas de Ami­go». Pero en otros casos, como en las pas­torelas, es necesario considerarlas como gru­po aparte por su definida personalidad.Don Rafael Lapesa había reconocido la influencia de la pastorela de Ayras Nuñes en el Marqués de Santillana. Y dice que en esta pastorela se cantan fragmentos de «Can­tigas de Amigo» tradicionales y anteriores al poema de Ayras Nuñes. Por lo que, aparte del descubrimiento de las «j archas» que hi­zo insostenible la precedencia provenzal, tam­bién se demostraría con ello, aunque no lo aclare el doctor Lapesa, la existencia de una lírica gallega anterior a la recogida en los Cancioneros. Cuestión que no puede discu­tirse. Y que no puede considerarse como per­teneciente al campo teórico. Como pretende don Dámaso Alonso.§i§§§§§§u*Yno es que comparta todas las opiniones y resultados de la investigación de Arle­ne T. Lesser. Faltan aún matices y quedan restos de prejuicios anteriores. Como demos­traré. Pero la afirmación que reproduzco an­teriormente de modo textual bastaría para nuestro reconocimiento. Aunque lo que se di­ga no sea más que estricta e indiscutible ver­dad.La autora estudia las pastorelas gallegas y portuguesas. Yo me limitaré al comentario de las gallegas. Son más genuinas y nos ata­ñen más de cerca.Señala Arlene T, Lesser, en lo que yo he Insistido tantas veces en publicaciones y cla­ses, la necesidad de ampliar la clasificación tradicional del Cancionero Gallego, limitado hasta ahora a «Cantigas de Amor», «Cantigas de Amigo» y «Cantigas de escarnio y malde­cir» o «Cancionero de Burlas», a las pastore­las, bailadas, albas, mariñas, canciones de ro-#ÑA y otra vez, incluso por autores galle­gos, se ha insistido en la precedencia de las pastorelas provenzales sobre las gallegas. A pesar de la opinión contraria de Teófilo Braga. Considero, lo que no se ha hecho has­ta ahora ni por Arlene T. Lesser, que de­bemos partir de la definición de «Pastorela» por tratadistas franceses. Y así veremos si en­tra o no en su definición la pastorela galle­ga. En el «Dictionnaire de poétique et de rhe- torique» de Henri Morier, publicado en el año 1961, se define a la pastorela, según tra­ducción mía, como «Pequeño poema medie­val que tiene por tema el amor de una pas­tora. Está concebido en forma de diálogo en­tre la Joven y vivaz pastorcilla, que se de­fiende, y un galante caballero que hace res­plandecer ante sus ojos todas las joyas del mundo».De lo anterior, y de tratadistas como Wi- llian P. Jones, se desprende que los elemen­tos primordiales de la pastorela son el en­cuentro de un caballero con una pastora, el diálogo en que el caballero hace un ofreci­miento dadivoso y el desenlace con la nega­tiva o aceptación de la pastora.Ayras Núñes escribe una pastorela cuyo nombre podemos respetar únicamente por ser una pastora su protagonista. El ambiente es mucho más lírico. No existe el encuentro del caballero con la pastora. Ni el diálogo, que va a ser antecedente de lo lírico-dramá­tico. El caballero, o el poeta, es sólo especta­dor. La pastora pasa cantando sus cuitas amo­rosas. El poeta respeta, en silencio, su sole­dad y no interviene en su dolor.§•§§§§ARLENE T. LESSER.— LA PASTORELA ME­DIEVAL HISPANICA. PASTORELAS Y SE­RRANAS GALAICO - PORTUGUESAS.— Editorial Galaxia, 1970.LAUNIFICACIONDEEUROPA({|| OPESA» ha publicado es­ta obra del especialista inglés en la materia, Edward Wall que analiza las estructuras podíticas países de la Co­munidad Económica Europea comparándolas con el Reino Unido, demás países de la LITA y otras nociones no insertas en ninguno de los dbs Hoques de la Europa Occidental En fin, contra lo que pudiera creerse este no es un libio para espe­cialistas, sino para todo tipo dé público.«EL PODER Y LA OPOSICION»Por Manuel Plzán Editorial «Dopesa» BarcelonaLEl método estructuralistaPor BENITO SEOANE SANJUANL.A meta de toda actividad estructuralista —según Roland Bar- " thes— sea reflexiva o poética está en reconstituir un objeto de modo que se manifiesten en esta reconstitución las reglas de funcionamiento, es decir, las funciones que desempeña dicho objeto.Asi, toda analítica estructural consta de do: momentos funda­mentales 1) el fraccionamiento, o lo que es igual, la definición de las estructuras elementales que componen el sistema que se investiga. Según el axioma estructuralista esas unidades o segmentos de la es­tructura total no deben ser definidas por su «substancia», es decir, por el «soporte» de todas las características del objeto a investigar, sino por sus relaciones diferenciales con otras unidades, en última instancia, como sistema de relaciones de diversos segmentos de la estructura global.El segundo momento del análisis, denominado ordenación, con­siste en definir las diversas reglas de asociación y composición de los segmentos según las cuales se construyen las estructuras más com­plejas a partir de aquellas estructuras elementales «apresadas» en el primer momento de la reflexión analítica.Fages, en su libro «Comprensión del estructurallsmo» resume las reglas más importantes de la actividad estructuralista de la si­guiente forma: 1) Regla de inmanencia, es decir, no es necesario estudiar las cuestiones del origen o génesis de la estructura. Concre­tamente, Fages constata que la lingüística estructuralista se ha limi­tado al estudio del sistema Interno de un lenguaje. 2) Regla de com­patibilidad-incompatibilidad de un sistema significativo con otro. Por ejemplo, según el ensayo de Juan Cruz, en el ámbito de los me­dios de comunicación de masas se ha demostrado que una producción «penetra» en la masa cuando se somete a la regla de compatibilidad y afirmación, es decir, cuando corresponde al esquema representativo del público y lo satisface y lo afirma; por el contrario, es una ca­racterística del arte vanguardista el seguir la regla de incompatibili­dad, de la negación, al contraponer a las estructuras del sistema cul­tural establecido otras nuevas. Por eso, Walter Benjamín ha calificado a la vanguardia como el momento de la «descristalización» estructural, de la ruptura con el mundo establecido.3) Regla de integración, o lo que es igual, el estructuralista no se satisface con describir la estructura elemental de un sistema, sino que intenta Integrar éste en la respectiva y más compleja es­tructura de otro sistema.La actividad estructuralista supone, pues, una serle de oposicio­nes, que según Fages, pueden ser reducidas a tres binomios funda­mentales, que limitados a la lingüistica —pero que pueden extenderse a cualquier otra ciencia, o bien a toda actividad— son: lengua-habla; slncronla-diacronla; significante-significado.SI seguimos los análisis de Ferdinand de Sassure la lengua es una institución social de signo codificables, es decir, de palabras que tienen que ser desveladas por el receptor u oyente. El habla es el len­guaje en cuanto es concretamente hablado por un Individuo con sus giros característicos y propios. La lingüistica debe estudiar los estados del sistema, la lengua, constituyéndose asi en lingüistica sincrónica y también los acontecimientos que tienen lugar en dicho sistema (nue­vos elementos que surgen en el lenguaje) constituyéndose entonces en lingüistica dlacrónica. El estructuralista no cierra, pues, los ojos al cambio. Al cambiar un miembro cualquiera de la estructura, ésta mo­difica su sistema.Significante es la parte del signo que es «materializado», es decir, perceptible, lo que se ve a primera vista y significado es la parte escondida en el signo, es Inmaterial, es el sentido de una obra literaria, cinematográfica, pictórica, etc.Hay también un lenguaje denotativo, al que Barthes califica de básico, o primer lenguaje, que es lo más objetivo posible y un len­guaje connotatlvo, que para Barthes es parasitario por oposición al primero, o mítico, por ejemplo, «el cobarde aúlla como un lobo». Por este motivo muchos estructuralistas ven la literatura como una forma de retórica, según ha afirmado Barthes en un seminarlo sobre litera­tura y sociedad celebrado hace unos años en Bruselas. Esto es, es­quemáticamente, el método estructuralista, sus momentos-clave.EL TEATRO POPULAR ALEMAN DE HOYG<ION la actuación del Tea­tro de Pantomima de Wroclaw finalizó el I Festi­val Internacional de Teatro de Madrid. Los aplausos y bravos que los espectadores tributaron a este grupo pola­co nos hicieron recordar a los del «Orlando» en el Pala­cio de los Deportes. El se­gundo programa —el de los dos últimos días— presentado por el Teatro Pantomimy de Wroclaw, demostró la técni­ca y la alta capacidad de creación de este grupo tam­bién radicado en la ciudad donde Grotowski tiene su Teatro Laboratorio.«Laberinto», pensada sobre una composición de Giacomet- ti, es una mezcla de mimo y ballet, no lejos de las últi­mas creaciones coreográficasdel gran Maurice Bejart. To­dos los actores desaparecen entre una plástica de conjun­to para dar paso a unos esta­dos de soledad y angustia del hombre en el laberinto de «ste mundo.E,CibmmllmwAToda fiase de libros para toda Clase de lectoresHACEMOS ENVIOS * CUENTAS PE CREPITO Cantón Grande. 21 Telefono 222442N «Sueño», es donde el • director Henryk Tomas- zewski logra unos resultados más brillantes. El subcons­ciente del alma humana es rastreado por esos cuatro per­sonajes —pájaro y tres hom­bres en diferentes estados de vida— buscando toda la sim- bologia que puede existir en los sueños.«Las maletas» —relato en­tre surrealista y absurdo— es el más fácil de descifrar. Un camarero de un hotel tra­ta de huir de la monotonía de la vida y piensa en el suicidio. De improviso, llega el amor y vuelve de nuevo a la vida, y con la vida, las mismas rutinas y encadena­mientos. El protagonista ter­mina colgándose de la lám­para del gran hotel. Relato escalofriante, bello y amargo, acompasado siempre por co­ros que entonan el «Stabat Mater», según la partitura de Pergolesi.P,ABALELAS a las repre­sentaciones se desarrolla­ron en este I Festival Inter-Por SANTIAGO DE LAS HERASnacional de Teatro unas «Con­versaciones sobre las nuevas tendencias teatrales», y un ciclo sobre, «El teatro en el cine». El espectáculo más in­teresante de este ciclo, des­arrollado en el cine Peñalver, fue «El balcón», de Jean Ge- net, filmado por el propio di­rector Víctor García. La con­templación de la obra geue- tiana, montada en un teatro especial para este espectácu­lo edificado en Brasil, ha jus­tificado por sí sólo este ciclo.En las «Conversaciones» só­lo diremos que más que una confrontación de pareceres se convirtieron en una fría lec­tura de algunas ponencias con escasísimo interés. Sobre las comunicaciones presentadas destacó la del alemán Kara- sek. De ella extraemos estas frases: «Con la obra docu­mental, el teatro contemporá­neo alemán intenta entroncar con las intenciones políticas de Brecht. El último ejem­plo de este teatro documental es «Verhor In Habana» («In­terrogatorio en La Habana») de Hans Magnus Enzensber- ger, que utiliza como mate­rial dramático las actas y documentos levantados en Cu­ba tras la invasión america­na en la Bahía de Cochinos. Por obras de ambiente pro­letario, obras del mundo del trabajo, enlaza el teatro ale­mán de hoy con la aspiración (Pasa a la PENULTIMA página)«LA OVEJA NEGRA Y DEMAS FABULAS»Por Augusto MonterrosoJoaquin Mortlz . MéxicoAugusto Monterroso, guate­malteco, residente en Méjico, es una figura sobresaliente de. la literatura hispanoamericana. Y. por añadidura, autor de una obra original. Bien lo prueban los hrevisimos relatos recogidos en «La oveja negra y demás fábu­las», que son reivindicación de un género tan antiguo como la literatura misma, aplicado al mundo y a las circunstancias de nuestro tiempo. Los animales que hablan y piensan personifi­can vivencias y actitudes huma­nas. Positivas o negativas. Otras veces dan motivo a la fábula mitos o leyendas que Monterro­so recrea con ingenio y aguda percepción, como cuando convier­te a Ulises en victima de Pené- lope, que tej-a para mantenerlo a distancia. — P.A entrevista política es un género que suscita ex- xaordinario interés en la actua­lidad española. Recuérdese, por ejemplo, el éxito de «Con­versaciones en Madrid», de Sal­vador Pániker. Y la entrevista, independientemente de la per­sonalidad de quien habla, exi­ge sagacidad por parte de quien interroga y orienta la conversa­ción hacia cuestiones clave.Manuel Pizdn, además de su cualidad de profesor de Histo­ria de Filosofía en la Univer­sidad de Madrid, es periodista que ha viajado por muchos paí­ses. En «El Poder y la Oposi­ción» reúne once entrevistas con Emilio Romero, Antonio Garda Trevijano, Joaquin Ruiz Jimé­nez, Juan Manuel Fanjul Sede­ño, Rafael Calvo Serer, Enrique Tierno Galván, José Luis Aran- guren, Rodrigo Royo, José Ma­ría González Ruis, José Miguel Orti Bordás y Manuel Jiménez de Parpo. El libro también in­cluye tres reportajes, que titula «Tres conflictos: Los mineros.Los curas. Las mujeres». — R.«--------------------~ “--------------------------------— “¡ROMANCEí iOUH CAMIÑO AMADQ MEU,iMEUl, XA MAIS MEU QUE DO DONQI ÑAS TARDIÑAS DE BON TEMPO PASEO ARBRES DE VINDOIROS:A CABEC1ÑA DE AMARO CAN ESTRELADA DE SOÑOS.I DOCES TARDES DE BON TEMPO;NOS LABRADIOS CANTO OUROI D1XOLLE O AMARO O SEU DEUS REBELDE DOS MIOLOS:—¿CAL E A MISION NO MUNDO DOS HOMES UN POUCO TOLOS?—ISTA: COAS MAUS, COA CABEZA,E AS FRORES DO CORAZON CANTANDO ESPRANZOSAMENTE,IR ESCACHANDO CROIOS.DIXOLLE O AMARO O SEU DEUS REBELDE DE NOVO:—¿CAL E A MISION NO MUNDO DOS RESINADOS SEN SOÑOS?—TRABADLOS DE SERVIDUME:SUAN PEA ORDEAR OS CROIOS SANGUENTAMENTE ANACADOS NOS ANOITECERES DOURO POLAS MAUS, POLAS CABEZAS E GORXAS DO CORAZON DOS HOMES ESCACHAPEDRAS,DOS HOMES UN POUCO TOLOS:POETAS UN POUCO BEBEDOS POR HOXEAR OS VINDOIROS.AMARO ORZANIUH ESTUDIO Di LA HISTORIAPor ARNOLD TOYNBEELIANZA Editorial ha publicado un compen­dio de la investigación em­prendida por Toynbee para descubrir, a través del aná­lisis comparado de las gran­des dvilazaciones, las cla­ves explicativas del pasado de la Humanidad —que ayu- dan también a comprender el presente y a pronosticar el futuro— que suelen que­dar fuera del alcance del lector no especializado por la dilatada extensióny com­plejidad de la investigación toynbeeana. Tal vez la obra de Toynbee costituya una de las más importantes in­vestigaciones históricas, mí­tica en muchos aspectos, de lo que va de siglo. Este compendio hace posible que el gran público acceda a un conocimiento, a, un saber que hasta ahora le estaba completamente vedado. La edición, pues, en libro de «bolsillo» constituye un in­dudable acierto.