1996-10-08.ABC.REFORMA ZIGZAG
Publicado: 1996-10-08 · Medio: ABC
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1 8 / A BC OPINIÓN AAARTES 8-10-96 . Comentarios liberales. LIBERALIZAR LA BANCA r ME produce repelús el dis curso que se lee y se oye en estos días acerca de los Ban cos y los tipos de interés. Hay argumentos pro pios del corporati- vismo franquista; otros, del fascismo o del comunismo; otros, en fin, de corte medieval aunque siempre populares: la fa mosa condena de la usura, que fue una de las formas del antisemitismo durante siglos en Europa y que to davía en los años treinta encandilaba a Ezra Pound, acaso el mejor poeta en inglés del siglo XX. En sus «Cantos» hay abundantes prue bas de cómo la sensibilidad lite raria puede coexistir con la más absoluta estupidez en materia política y económica, pero Poimd pagó con largos años de cárcel en durísimas condicio nes su apoyo al fascismo. Otros dicen las mismas tonterías de Pound y además nunca han es crito poemas como los de «Per- sonae». Se limitan a reproducir los lugares comunes del dis curso contra el dinero en la cul tura occidental, que son abun dantísimos. El dinero no es, en sí, ni bueno ni malo. Es, simple mente; útil para vivir mejor. No obstante, aún quedan so ciedades dedicadas a la cul tura del trueque o que viven sobre el terreno. Asómese a ellas el adanista y verá lo que es vivir sin las asechanzas del vil metal. Siempre se ha dicho que el dinero todo lo puede, que es la fuerza maléfica que mueve al mundo y que nunca ha seducido tanto la voluntad de los hombres. Pero esa queja tiene cientos, miles de años. No puede ser que el di nero corrompa definitiva mente a la Humanidad en cada generación. Tampoco en la nuestra, aunque el con sumo nos lo permita creer así. Pero el dinero puede funcio nar mejor o peor, según los tiempos, las sociedades "y los regímenes políticos. La nues tra es una de las mejores épo cas en ese aspecto, pero no es igual en todos los países ni tampoco todas las sociedades tienen con el dinero la misma relación, algo más importante que el dinero mismo. España vive ahora un período de tran sición desde una visión arcaica del dinero hacia un manejo de él acorde con los nuevos tiem L ^^^ pos. Pero casi siempre las ideas van detrás de los aconte cimientos y eso pasa con el precio del dinero y los intere ses bancarios. Lo más absurdo de todo lo que se dice contra la raca- nería de los bancos para bajar los tipos es que ganan mu cho dinero. Hom bre, lo propio de un negocio es ganar todo lo posible, y un Banco es un ne gocio que tiene el dinero como mer cancía. Ahora bien, como en toda mer cancía, el manejo del dinero está sometido al mercado. Si este año hay muchas patatas porque ha llovido a tiempo, los vendedores del tubérculo lo pondrán barato para compen sar lo que a ellos les cuesta cada patata, que es menos que el año pasado y tal vez ganen lo mismo o incluso un poco más. El dinero tiene un precio fijado por el Banco de España en fun ción de una serie de criterios económicos. Si a los Bancos les sale más barato, lo normal es que abaraten los créditos para quitarles clientes a los demás Bancos, como hacen ya las Ca jas de Ahorros. Si no actúan así es porque la bajada del pre cio no es completa o no tiene garantías. O bien porque no hay realmente competencia bancaria sino oligopolio y prácticas de colusión. El problema de la Banca es pañola es que está poco acos tumbrada a competir, no sólo por la permanente vigilancia del Poder político -que bajo el PSOE impulsó un demencial proceso de concentración- sino por la falta de educación los propios en el capitaüsmo de españoles. Luis Pineda, presi dente de AusbanCj asociación de usuarios, animaba el otro día en la radio a todo el mundo a revisar el precio de sus crédi tos, a visitar cuatro o cinco ofi cinas y luego elegir la que con venga. Si en vez de las declara ciones oscurantistas abundara esta iniciativa ciudadana, los Bancos se adelantarían a los clientes. Pero, como siempre, nuestro problema es el de la es casa hberalización y la compe tencia maniatada o trucada. Que haya más libertad banca ria, que funcione el mercado y la usura acabará siendo una referencia a los «Cantos» de Ezra Pound. Federico JIMÉNEZ LOSANTOS El Jardín de las Delicias LLEGA el otoño, luminoso y frío... Vuelvo, siempre, a los mismos jardines del Luxem- burgo, donde yo descubrí París, mis hijos aprendieron a andar, y don Pío Baroja soñó la histo ria del fin de todas las esperan zas de sus últimos románticos; la generación de españoles que buscaba en esta ciudad unas ilusiones con las que recons truir España, Ilusiones perdidas. La histo ria de don Pío comienza a una altura de la calle de Vaugirard donde Brigitte Hauck intentó iniciarme en los rudirnentos de la lengua de Paul Celan, que se suicidó en el puente de Mirabeau, inmortalizado en una canción de Yves Montand que ya no está de moda. A unos pasos, todavía perdura el recuerdo pasajero de Josep Roth, que continúa siendo el autor de la mejor novela que se ha escrito nunca sobre la melancolía y fáustica caída del Imperio Austro-Húngaro, y vi vió no lejos del domicilio donde los padres de Balthus y Pierre Klossovifski recibían a Rilke, que inició los apuntes del joven Malte Laurids Brigge muy cerca del Panteón, donde SONATi Clodoveo erigió la iglesia que, con el tiempo, dio a la Mon taña de Sainte-Geneviéve su condición de sacra donde ha florecido y se re cuerda con fasto toda la histo ria religiosa, política y cultu ral de la ciudad. t i e r ra Don Pío instaló al primero de sus personajes en los arrabales de esa montaña, allí donde se cruza, todavía, la memoria de los insurrectos que soñaban la revolución libertaria de la Co muna, y una de las residencias terrenales de Verlaine; en el mismo edificio donde Hemijig- vi^ay soñaba que siempre le que daría París, en la esquina de la plaza donde yo descubrí la glo ria de las frondosas noches del trece al catorce de junio de cada año, y mis hijos comenza ron a caminar, en busca de sus primeros amigos. Cuando don Pío hace cami nar a sus héroes en busca de la gloria, los conduce por las ca llejas que descienden hacia el bulevar donde una meretriz de talento instaló hace años los re ales de una casa de citas, frente \ ZIGZAG Reforma . Antonio García-Trevijano es cribía ayer: «En estos obscuros momentos para la libertad de ex presión, los demócratas presen tes en los medios, mientras los toleren en ellos, deben acentuar la calidad y la intensidad del de bate sobre esa -cuestión primor dial, oligarquía de partidos o de mocracia de ciudadanos, de la que depende la continuidad de la convivencia en la mentira o el paso a una forma superior de vida colectiva. Tras las amargas experiencias del siglo XX, a na die le interesa discutir sobre tópi cos sentimentales de palabras que en abstracto no significan nada contemporáneo. La cues tión decisiva, y decisoria sobre la forma concreta de Estado y de Gobierno, está en saber si esta particular Monarquía juanear- lista puede y quiere hacer las re formas que transformen la inde seable oligarquía de partidos en la deseada democracia: sistema electoral uninóminal y mayorita- rio; elección directa y separada del presidente del Poder Ejecu tivo a un solo mandato irrenova ble; independencia de jueces y fiscales ante el Poder Ejecutivo y Legislativo.» PUNTOS DE VENTA DE A i B C EN ARGENTINA BUENOS AIRES: Aeropuerto Internacional de Ezeiza; Corrien tes y Maipú (edificio Entel); Florida y Cangallo; Florida y Co rrientes (dos quioscos); Florida y Lavalle (dos quioscos); Flo rida y Tücumán; Florida y Viamonte (dos quioscos); Florida y Córdoba; Florida y Paraguay (dos quioscos); Florida y Charcas (dos quioscos); Automóvil Club - Belgrano; Aeropuerto Nacional J. Newbery; Corrientes y Maipú (Modart); San Martín y Sar miento; Avda. de Mayo y Perú; Avda. de Mayo y Chacabuco; Avda. de Mayo y Tacuarí; Avda. de Mayo y Avda. 9 de Julio; Hotel Castelar; Rivadavia y Callao; Congreso Nacional; Plaza de los Misereres; Plaza de Constitución. ABC (Madrid) - 08/10/1996, Página 18 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.