1976-07-04.LINEA.QUE PAIS
Publicado: 1976-07-04 · Medio: LINEA
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Ayuntamiento de Murcia — Línea, 4/7/1976, página 40 CAMBIO Enalbólo la bandera de la reforma política dentro del siste ma, entornado de cautelas y suspicacias, en momentos muy difíciles, y tuvo el valor liecesano para arrostrar, casi en solitario, la incomprensión, la renuncia y el rechazo. No ha habido político más a la intemperie que Arias, más acecha» do, alanceado y combatido en los últíinos cuarenta años, y sin embargo capitalizó a nivel popular simpatía y esperan-zas. Ha dado imagen de honestidad, melancolía y sinceridad. No fue capaz de rebasar su propia hechura, pero puso a prue ba su buena voluntad al servicio de un país que necesita nue vos líderes, toda una nueva clase política. El Presidente Arias garantizó la transición en un clima emocional muy delicado y. cumplió con su deber como su conciencia y saber le dic taban. El cambio de! Presidente sanciona el éxito de su pro pósito inicial. FERNANDO LANZACO ARISTOCRA Las aristocracias están en auge; Nuestra época, que se dice prole taria y mitificadora del trabajo, adora á las minorías ociosas y re finadas. Las sociedades modernas, que adoptan envases y formas ne tamente democráticas, se dejan go bernar por marqueses y duques. En lais empresas, en las finanzas, en la alta Administración, predominan . las oligarquías - nobiliarias. Este brillo de nuestra aristocra cia podrá ser retrógrado para los Üempos que corren, podrá incomo dar a algunos y podrá no ser el ideal; pero lo cierto es que no disgusta a las mayorías. Las clases humildes., inveteradamente domina das, jamás han hecho una revolu ción social; todo lo más, han so portado revoluciones políticas, a las que se han adherido.sin entu-riasmo, porque éstas siguen entre gándolo íntegro a los señoritos amables que dan propinas y colo caciones. No vamos a. decir que nuestra aristocracia sea buena o mala; lo que sí afirmamos es que es casti-ta, mucho más que cualquier ideo logía que intente redimir, a con trapelo, a un pueblo que' no quie re redenciones y prefiere la palma-dita del señor a los derechos exi-gibles ante la Magistratura. Bolívar, el héroe de la indepen dencia americana, nunca pretendió darle a la emancipación los colo-. res democráticos de Washington, ni concibió la igualdad como el ideal con que hoy nos abruman tos políticos americanos. Quiso constituir un Senado hereditario, con los grandes soldados de la Guerra de la Independencia, como base de la futura aristocracia del continente. Por no haber prospe rado tales ideas, América carece de una clase directora; y las clases bajas de Sudamérica son las más bajas de todo el mundo. La aristocracia, como sector po lítico y social privilegiado, no es defendible. Pero, quiérase o no, las sociedades se jerarquizan pira-midalmente, y las aristocracias se suscitan de fornia mecánica. El Gobierno de los mejore s —que es lo que significa etimoló gicamente aristocracia— puede ser de financieros, de militares, de no bles hereditarios, de técnicos o de políticos profesionales, según a quien en cada circunstancia quiera darse la primacía social. Pero esta primacía alguien la tendrá. Y en tre nosotros parece que, fieles a una tradición secular, la aristocra cia de la sangre sigue ocupando una posición de preeminencia. RAMÓN M.» ALLER EL DESTAPE, OIRÁ FIORACION Jja floración se inició por las siglas, y de ellas y su nú mero tiempo ha que el país perdió la cuenta y la pista. La floración del momento se refiere ya a la serie de libros que tratan cié explicar el contenido cíe esas siglas: cuando me nos, de las que parecen tener tal contenido ideológico. Pio nera en estas lides fue la "bocacciana" Rosa Ragas, con su colección "Para poder hablar de política conociendo el te ma", o algo así.. . Le han seguido, con mayor profundidad y amplitud, co lecciones similares, como son las de "Avance" y las de "Akai", explicando uno por uno, taüé es él PSÓE, qué es el PSP, las ce. OO... Y en las esquinas acaba de comenzar una tercera floración política: la de carteles de Congres'ós y la de símbolos de partidos. Es toda una revolución de color. _ -, PERDONE, PER© f^^A MAM.F£5TAaó;í:M£ LA HAM SUSPfWOiOo TAMTAS VECES QUE va NO M£ HACE FAiíA ^TH MASS MEDIA ¡QUE PAÍS! Eli una puolicación semanal se escribía, dias atí'ás, sobre lá promoción que Marcelino Camacho, •dirigente de las Comisiones Obre ras, ha venido haciendo del más joven de los periód.icos madrileños, al aparecer blandiéndo-lo con ocasión de a.cudir a Carabanchel a es perar a Rafael Calvó Serer. Esa fotografía, efectivamente, se publicó, en este veriódico. Pero hay más: el propio Camacho esgrime el i misino periódico, pocos días antes, según pué;. de apreciarse en otra, revista ihtstrada de una semana anterior, en el momento de acudir á las misTuas puertas de Carabanchel a dar el abrazo de bienvenida. al sol a Antonio García Trevijano. Y no me consta oue sea don Mar celino, uno de los Q2iinientos accionistas del referido matutino, • ' Oferta para estudiosos: va llegando el momento de. averiguar bajo mié ideología de laS recientemente legalizadas Jstán cayendo las publicaciones periódicas, y más concretamente lá» publicaciones semanales, también llamadas revistas ilustradas. \ Junto con este método de hacer de revistas ya existentes órganos mus o menos visible» de' uri grupo político, existe otra fórmula más directa, que es la de'crear órgano;^ xLé infor^ mación propios del grupo, asociación o partido en ciernes. Creemos recordar que en este.orf den de cosas, el PDP dé Ignacio Camuñas fue el primero en adelantarse a los tiempos. Mái recientemente, con mayor'contenido que el órgano comunista, aparecía RS, Reforma Social^ vos de Cantarero y sus seguidores. El Partido del Trabajo de España y otros griipos •perte' nécieñtes h ideologías qué temen entrar' en las no legalizadas; rii^ siguiera tole-radas por Ja no visima legalización nacional ni por la Adminis tración, tiempo- ha que prefieren el ciclbstil u. los sobres sin remitente para su envío. Noticia fresca sobre el particular, la da, en,estos dias^ el Partido Socialdemócrata de Antonio García López, que ha venido buscando director,-perio dista para su órgano, a punto de nacer.: i . •> LA CRISIS Rumores de crisis, de seria crisis, en el se no de ANEPA. Al habla, el máximo dirigente de este grupo político —próximo a su conver sión en partido-^, para la provincia de Ma drid, don Juan Pérez, Alhama. —¿Grave crisis, dice usted? En la dirección de ANEPA-Madrid puedo decirle que no, que estamos todos sumamente unidos, como en pina... Es cierto, sin embargo, que desde que se designó la Junta directiva madrileña se han. registrado algunos roces con determinados ' elementos de la Junta directiva nacional, en razón de la línea de mayor apertura, de ma yor realismo político y de mayor visión de futuro que nosotros acordamos. Pero puntua lizo que estas diferencias dé criterio no han . sido con el pleno de la Junta directiva nacio nal, sino con alguno de sus miembros, a titu lo personal, o con algún sector concreto dis-" conforme con nuestro enfoque aperturlsta y de futuro. La situación, es la siguiente: hay un sector integrado por una generación ma dura, y otro integrado por una generación más joven, distinta. Lo que está sucediendo es, precisamente, una falta de acoplamiento en tre esas dos generaciones de más y de menos . dé cuarenta y cinco años. La Junta de Madrid está en el segundo caso. —Pero, se asegura, esta crisis podría lie- . yar al fallecimiento definitivo a ANEPA,..- ¿Es exagerada esta predicción? —Todo lo contrario. Se trata de un reju-venecihiiento evidente,, y de .una proyección in- . dudable/hacia el futuro, ó mgjor .dichpi hacia. él presente ya. El momento .histórico ha cam biado vertiginosamente, en un cerrar tié ojos. y sería suicida cerrarse a la realidacl. La aperr J tura es sobrevivir....' ^ ' ' —En la raíz de esta crisis ha.y unas decla raciones suyas, señor Pérez Alíiama, en las que habló de la necesidad de empezar- a des-mitificar... —Hablé, en efecto, de ]a necesidad de des-' mitificar el 18 de Julio. Y creo que no ful bien comprendido. Desmitiíicar no significa destruir. El 18 de Julio es un legado que es' preciso aprovechar en lo posible, adecuar al dinamismo de la Historia. Hacer- el inejor uso de los posibles de ese legado, • de esa heren cia. La interpretación de mis palabras se des enfocó. Espero que no ocurra esta vez. -rOtra cuestión pendiente para ANEPA, üé cara a su conversión en partido, es la modl* ficación de su denominación. ¿Cuál será su futuro nombre? , —Se barajan varios. Se decidirá, probable* mente, en la Asamblea prevista para el día 13 . de julio. ¿Que le "diga algunos de tales nom bres? Partido Social Popular es uno de ello*' Yo propugnaba Partido Demócrata Liberal. ¿Sí; el partido ANEPA tiene algo de social y algí de liberal? Por supuesto. El contenido Eoci; _ es muy apretado. Yo diría, que de los más avanzados. Y en cuanto a liberalidad, ño en* tendida en el sentido que se le daba en eij siglo XIX, sino, respondiendo a la etimología de la palabra: tutelar la libertad de la perso na, sin que sea a costa de la libertad de los demás. • . ' . Cuarenta y cinco mil fichas, asegura tener, ' en la actualidad, ANEPA- -' Si prevalece la denominación Partido So cial Popular, habrá guerra con Tierno y su Partido Socialista Popular. La guerra de las siglas, capituló segundo. ' j tiviéa 4 julíií 1978 DIARIO DE MURCIA a,-.->^—* ¡^.-^ -jf,JfcA.Att--'•*•*r —"' 1.1' --"'i .,M,.!iMii..ñiiii..<m;i;li!;i*n*. Jjbi ¡imu.^nhii. -I r :