1994-10-23.EL MUNDO.PUJOL Y ARZALLUZ NO DESCARTAN DEJAR A GONZÁLEZ AURORA PAVON
Publicado: 1994-10-23 · Medio: EL MUNDO
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PUJOL Y ARZALLUZ NO DESCARTAN DEJAR A GONZÁLEZ EL MUNDO. 23/10/1994. Página, 16 AURORA PAVON Amanece plomizo el cielo de Bilbao. Por la ría corta el agua muy temprano el «Golfo de Vizcaya», aquel barco en el que navegó Felipe González para hacer campaña electoral, y las calles están vacías y mojadas. No demasiado sucias por la propaganda, ni demasiado limpias por la lluvia y la polvareda. En el batzoki central del PNV hay maitines, misa y café con churros para desayunar. Bendice la mesa el padre Gorki y comienza muy de mañana la primera plegaria del Euskadi Buru Batzar. Los resultados no importan, el PNV ya sabe que hoy domingo van a quedar igual o algo mejor de como están. Si bajaran sería, para ellos, una sorpresa y un desastre. Pero esa no es la cuestión. El asunto central está en ¿qué hacer con el PSOE? Veo a Xabier Arzalluz algo resfriado y ronco de tanto hablar, a pecho descubierto y descamisado, debotonado, de tanto provocar y hacerle desplantes, el teléfono, al toro negro de Osborne, el toro español de cartón piedra que Pepe Borrell, el taquígrafo de Miquel Roca, quiere apuntillar. Arzalluz carraspea, moja un churro, y empieza a reflexionar en voz ronca: «Hay amores que matan, o que contagian, esto del PSOE empieza a ser el Sida de la política, huele a podrido, a muerto, se les desinfló el «souflé» y se les pasó el arroz, y esto ya no conduce a ninguna parte. Gobernar con estos es compartir su final y sepa Dios las consecuencias que tendría para Euskadi y para el PNV, miren a Pujol, la caída de González y la destrucción del PSOE nos puede afectar. Antes que renovar el Gobierno de coalición conviene, pero mucho, reflexionar». A centenares de kilómetros de allí, Las Ramblas de Barcelona también amanecen mojadas. Es domingo y los hermosos quioskos tardarán un poco más en desperezarse y abrir sus largos brazos de par en par. Los mossos d»Esquadra hablan confiados del Barça en la plaza de San Jaime cuando, de pronto, se cuadran ante el paso inesperado del presidente de la Generalitat. Poco a poco van llegando los coches de algunos consejeros y dirigentes de CiU. Hay desayuno de trabajo, café, zumo y ensaimadas. SE MECE EL «BLUE LEGEND» Mientras, en el pantalán mayor del puerto de Barcelona se mece en la calma chicha el «Blue Legend», el yate de oro macizo de Javier de la Rosa quien está levantado desde las seis. Le tocaron diana en la Modelo al hombre de KIO y tuvo que saltar de la litera para ponerse en fila india con los demás. De la Rosa ya sabe que le han pedido 10.000 millones de fianza y que el yate azul, el helicóptero azul, el avión azul, el chalé azul, la oficina azul y el piso azul los precintarán. Miquel Roca no abre el pico, está «impertérrito», pero el honorable está de mal humor. Mira al suelo mientras habla y comienza así su reflexión: «¿Creen ustedes que si CiU no estuviera gobernado con el PSOE en Madrid, o apoyándolos en el Parlamento, lo que es lo mismo, hoy día Javier de la Rosa estaría en prisión? Lo digo de otra manera, vamos a ver, ¿creen ustedes que si CiU no apoyara al PSOE se habría organizado el escándalo tan grave y gigantesco contra mí, contra el Gobierno de la Generalitat, contra CiU y contra Cataluña en general?» «Presidente», interviene Alavedra, «no, no, déjeme terminar, Maciá», prosigue Pujol: «Si CiU, y mira que lo dije frente a las ideas de Roca, si CiU, repito, no estuviera ligada hoy día y fuera cómplice de la corrupción y del desastre del PSOE, lo de Planasdemunt, lo de Casinos y lo de De la Rosa sólo tendría un alcance local. Y aquí, nosotros, con «tevetrés» y la prensa amiga, lo habíamos controlado. Pero ahora ésto se ha escapado de las manos y no sabemos a donde puede llegar». NAVEGA «EL GOLFO DE VIZCAYA» Los análisis madrugadores de los clanes nacionalistas vasco y catalán no están exentos de realismo y fatalidad. Bastaba oir la versión oficial. Rosa Conde sirve, con mucho cuidado, el café caliente al gabinete de crisis reunido esta misma mañana en La Moncloa a desayunar. Los bonsais están pelados y «folletín», el loro verde y gualda del despacho de Piluca, duerme todavía bajo la manta que le impide ver la claridad. Narcís ya sabe que Pujol está harto y dispuesto a cortar amarras. Sabe que el presidente catalán culpa al Gobierno de lo de De la Rosa y piensa que la Fiscalía General pudo haber parado el golpe. Serra, en su explicación, va mas allá y mata dos pájaros de un tiro: «Fijaros qué disparate, me ha llegado a decir Roca, que todo ésto es una operación consentida por Belloch para dinamitar la coalición, provocar elecciones y ser candidato él. Están asustados, ven fantasmas...» El presidente no se inmuta, tiene recortada la foto de «El golfo de Vizcaya» y sigue leyendo esta crónica de Aurora Pavón mientras muerde un bollo suizo. Javier Solana está mudo y se teme una bronca por lo de la «conspiración republicana» que él mismo propagó. La presentación del libro de Antonio García Trevijano en el Paraninfo fue un éxito inapelable y buenos estarán ahora en Zarzuela con las conjuras inventadas, el artículo de Vilallonga, publicado en La Vanguardia y luego reproducido en El País. Y las meteduras de pata de Lluch, Solana y del presidente. ¿A quién se le ocurrió mentar a la República para intentar acabar con la prensa canallesca, sindicato del crimen, AEPI, los Dalton, los bosnios, los pacos o como se les quiera llamar? Al presidente sólo le falta que le crezcan los bonsais. O que Marino Barbero espabile y le llame, con Benegas y Guerra, a declarar. Por fin, González entra en harina: «La culpa de todo esto la tiene Villapalos. ¿Cómo ofrece este loco el Paraninfo de la Universidad, ¡La Universidad! para este asunto. Lo de la conjura pudo ser un error, pero las facilidades no se las he dado yo. ¿O dijo algo de todo esto la televisión?» Es verdad, Villapalos es otro gran conspirador («¡cobarde, pecador»!, le dice Chiquito de la Calzada) que huyó del Paraninfo, para refugiarse en el corazón del Cister donde dicen que, vestido de monje, está a punto de ingresar. EL ALEJANDRA Y EL TRICORNIO El presidente está pasota, ni frío ni calor. Sabe que todo y todos dependen de él. Que él o el diluvio. Ni Arzalluz, ni Pujol, ni Belloch, ni zarandajas. Todo está atado y bien atado a su destino. Y sabe más o menos cual será el mal resultado electoral del PSOE hoy en Euskadi. Presiente, está seguro, que Alfonso Guerra brindará la derrota con champagne, su cicuta, conoce el intento de fuga de Pujol y no se extrañaría nada que Arzalluz dejara a Ramón Jáuregui fuera del Gobierno vasco. Las cosas, en su conjunto, están muy mal. Serra vuelve con sus asuntos obsesivos: «Lo de Mario Conde no hay quien lo pare, la Fiscalía tiene indicios, el Parlamento está indignado, la declaración de Alfredo Sáenz ante la comisión Banesto fue tremenda. Una estocada mortal». El presidente sigue leyendo, ahora el ABC, pero sabe lo de Conde y se alegra. Otro que va camino de Carabanchel, piensa para sus adentros. Y es verdad, el banquero no se enteró de la que se le venía encima días antes de la intervención, ¡en el santo de los inocentes! Y todavía no se ha dado cuenta de lo que pasó después y ha cometido error tras error. ¡Ay, si Conde le hubiera hecho caso a Matías Cortés! Primero se calló, se hizo la víctima solemne en la rueda de prensa, luego mandó armar la bronca y amenazar a Pérez Escolar, después pactó, salvó a González, fue a por Serra, sacó El Sistema, rompió con Polanco, entregó a Cacho el diario de abordo de Banesto y dejó con el culo al aire a media España, días, horas, comidas, cenas, navegadas, ¡qué horror! Y al final se puso flamenco en el Parlamento, que le prepara una declaración condenatoria y un informe para el fiscal, por la via de lo penal. Un desastre tras otro sin parar. El yate Alejandra se bambolea en las aguas intranquilas de la bahía de Palma al amanecer. Los «marianos» no pierden la esperanza. Mariano Rubio, Mariano Solchaga, Mariano Boyer, Mariano de la Concha, Mariano Soto piensan de Conde a la vez: quien a hierro mata a hierro muere. Por cierto ¿dónde está Luis Roldán? Como tiren de la manta De la Rosa, Conde y Roldán, se va a armar. ¿Cuáles son los secretos de las altas torres de marfil con las que amenaza el empresario catalán? No se sabe, se sabrá, todo se andará. Se ve venir el ciclón y se ve mucho mejor desde la distancia de los países vasco y catalán. Por eso Arzalluz y Pujol se están pensando lo de cortar amarras con el felipismo corruptor antes de que arrastre a todo quisque en su naufragio. Hoy va todo un poco de barcos, el Golfo de Vizcaya, el Blue Legend, Alejandra, y El Tricornio, que es el nombre que le ha puesto Roldán a su velero caribeño para navegar.