1990-12-20.EL INDEPENDIENTE.PRÓTESIS AÑADIDA AL YO AGT

«PRÓTESIS AÑADIDA AL YO»
EL INDEPENDIENTE, 20 DICIEMBRE 1990 
TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
Parece un título de Moravia. Pero son los obispos quienes emplean este simbolismo fálico para denunciar el uso del cuerpo «como instrumento de goce exclusivo, cual si se tratase de una prótesis añadida al Yo». Será difícil encontrar en la doctrina católica una imagen de la separación de cuerpo y alma tan alejada de las concepciones científicas de la época. Impresiona, aún más que este gratuito analfabetismo, la transformación de la clásica sospecha en acusación abierta del cuerpo. Algo esencial debe fallar al «Yo» del espíritu católico para que pueda concebir, como degeneración, una reparación artificial de la personalidad con tan gigantesca prótesis erótica.
El cultivo del cuerpo para la salud, la belleza, el deporte y el placer fue objeto de reflexión moral por la dietética griega. Los padres de la Iglesia infiltraron esta visión optimista en el catolicismo, contra la tradición hebraica, hasta que San Agustín levantó la sospecha. Cuando recuerda en sus «Confesiones» la intensidad de los juegos y las risas de las amistades juveniles se pregunta si todo esto, bajo una aparente inocencia, no sería más que astucia de la carne para atrapamos, como pájaros en la liga, en el pecado sexual.
Merece la pena recordar, por contraste, cómo Aristóteles excluía de la intemperancia los placeres sentidos con la vista, el oído y el olfato. En los producidos por el tacto, la tentación de la gula y la lujuria quedaba limitado a zonas parciales, que no eran óbice para el noble placer del contacto total de los cuerpos en el gimnasio y los masajes. Cuando la fantasía sustituye a la experiencia, una sospecha inicial puede conducir, en espíritus obsesos, a la aberrante certidumbre de que todo el cuerpo es una superficie erógena susceptible de ser declarada, como dicen los obispos, «zona de libre cambio sexual».