1994-10-23.ABC.PRESENTACION DISCURSO

Publicado: 1994-10-23 · Medio: ABC

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DOMINGO  23-10-94

CULTURA

ABC  Pág. 85

La semana

Es un secreto  a  voces.  Nuestra  mayor  pinaco-
teca permanece sin embargo en la vía muerta del
mercado  internacional  de exposiciones. En este
dique  seco,  el  buque  insignia  de  la  cultura  es-
pañola  observa  cómo  los  mejores  museos  del

Para muestra,  un botón.  La in- 
ternacionalmente  reconocida  pi- 
nacoteca  española  celebra  su
175  aniversario  cancelando  la
mayor  parte  de  las  exposiciones
que  había  programado.  La dedi-
cada a  Federico  Madrazo  es, sin
embargo,  considerada  muy me-
nor por el mundo del arte para tan
fausta efeméride.

Cuenta  que  en  noviembre  de
1991, por  ejemplo,  el  Museo  de
Budapest  ofrece  sus  tesoros
artísticos  al  Prado  para  exponer-
los  por  el  módico  precio  de
60.000 dólares. La oferta, incom-
prensiblemente,  es  rechazada.
Ese mismo  año,  se organiza una
exposición  de  dibujo  español  de
los siglos XVI y XVII en el Louvre.
Pese a que la mitad de las piezas
pertenecen  al  Prado,  la exposi-
ción, de enorme interés y calidad,
no vino a nuestro país.

Según  algunas  de  las  fuentes
consultadas,  «es necesario poner
fin  a estos  despropósitos,  y con-
cienciarse  de  que  el  Prado  está
por encima de intereses persona-
les».  «Su prestigio  debe ser inta-
chable -añaden otros- y a ello no
ayuda  que  anunciemos  exposi-
ciones en las revistas  más presti-
giosas  del  mundo  del  arte  en el
mes  de  julio,  y  que  en  agosto
desaparezcan  de  programa», y
citan  «Jorunal  des  arts», que  en
su número de agosto retiró las de
Sebastiano  el Pimbo y Van Dyck.
«Así nos hemos salido del merca-
do»,  añaden.

El Prado abastece a las mejores  exposiciones
del mundo sin recibir nada a cambio
Luzón trata  de recuperar  el prestigio internacional  de la pinacoteca
Madrid. Jesús García Calero
mundo coorganizan e intercambian sus grandes
exposiciones, que  nunca  viajan  a  nuestro  país.
Abarloado,  choca  con  reticencias  a  los présta-
mos cuando se solicitan, aunque para muchos el
problema  más grave es que casi ni se solicitan.
tamo  de  las  Majas  de  Goya  es
considerada  una  oportunidad
más que se ha perdido.  L'Hermi-
tage no tiene dinero para pagar el
seguro de las obras, pero muchos
considerarían  un  acto  de  inteli-
gente  generosidad  que  el  Prado
corriera con estos gastos  para, a
cambio, negociar la exposición de
los  tesoros  que  el  museo  ruso
guarda  y  que  «nos convertiría en
la envidia  del mercado».  Los que
se  quejan  de  la  demasía  de  ios
préstamos  del  Prado  califican  de
increíble que, en este caso, no se
trabaje  para  encontran  un  inter-
cambio beneficioso.

•  El  surrealismo  y  Dalí joven.
Doña  Sofía  inauguró  dos  mues-
tras  sobre  el  movimiento  surrea-
lista  español  y  Dalí joven,  en  el
CARS. Las dos muestras se plan-
tean como una revisión de la van-
guardia artística española.
•  Polémica  Foster-Calatrava.
El  arquitecto  español  Santiago
Calatrava  ha acusado al británico
Norman Foster de haber plagiado
su  proyecto  para  renovar  el
Reichstag alemán y de haber sido
elegido  sin  consultar  al  Jurado
para realizar el proyecto.
•  Saramago y el Nobel. El escri-
tor  portugués  José  Saramago,
que  presentó  en Madrid  su  libro
«Casi un objeto», declaró que «no
tenemos por qué pedir la limosna
del premio Nobel».
•  Premio  BMW  de  Pintura.
Doña  Sofía  entregó  el  IX Premio
BMW  de  Pintura  al  artista valen-
ciano  José  Esteve  Adam  y  las
diez medallas de honor.
•  Delibes,  estreno  teatral  en
París.  Miguel  Delibes  estrenó en
París la adaptación teatral de «La
guerra de nuestros  antepasados»
e hizo un balance muy «agridulce»
de la «desaparición» del teatro es-
pañol.
•  Caso  Mahfuz.  La  detención
por la Policía egipcia de  los cinco
integrantes  del  comando  inte-
grista que atentó contra el escritor
y premio Nobel Naguib Mahfuz ha
destapado  un  vasto  plan  para
asesinar a escritores laicos.
•  Premio  Puente de Alcántara.
El Aprovechamiento  Hidroeléc-
trico de Alto Undoso y Touvedo»,
de  la  empresa  Sistema  Eléctrico
Portugués,  recibió  el  premio
Puente de Alcántara de Ingeniería.
•  Ley de Mecenazgo. Las dona-
ciones  para  la  restauración  de
una serie de monumentos, inclui-
dos por el Ministerio de Cultura en
una lista  que se añadirá  a la Ley
de  Mecenazgo,  desgravarán  un
25 por ciento.
•  Ubro  de  García  Trevijano.
Antonio García Trevijano presentó
su libro en un acto al que asistie-
ron más de un millar de estudian-
tes universitarios y personalidades
de la vida política e intelectual es-
pañola.
•  Homenaje  a  Pancho  Cossío.
La  Fundación  Mapfre  inauguró
una exposición antológica del pin-
tor  español Pancho Cossío, coin-
cidiendo  con  el centenario  de su
nacimiento.
•  Jack  Kerouac.  El viernes  se
cumplieron  veinticinco  años de la
muerte  del  escritor  norteameri-
cano  Jack  Kerouac,  represen-
tante de la «Generación Beat».
•  Exposición  en  Londres.  La
inauguración  de  la muestra  «Mi-
guel  Ángel  joven»,  en  la  Galería
Nacional de Londres,  levantó una
fuerte  polémica en torno  a la au-
ABC (Madrid) - 23/10/1994, Página 85
tenticidad de uno de los cuadros.
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Lo  cierto  es  que  el  Prado  no
ocupa su lugar, el que por su dig-
nidad  e  historia  le  corresponde,
en  el  mercado  museístico.  Otro
ejemplo  revela  esta  afirmación.
Para  recibir  los  préstamos  que
necesitaba  la exposición  de  «La
pintura de gabinete» se desplega-
ron  esfuerzos  titánicos,  que  una
institución  como  el Prado  no de-
bería  necesitar,  acudiendo  en
ocasiones, como con las pinturas
que  vinieron  desde  Austria,  a la
petición  de  favores  personales.
Serian  dignos  de  elogio  si,  seis
meses  más  tarde,  los  mismos
cuadros no se hubieran expuesto,
esta  vez  sin  necesidad  de  es-
fuerzo suplementario alguno, en el
Museo Tobu de Japón.

Y  esto  nos  lleva  a  uno  de  los
problemas  de  mayor  hondura: el
Prado  es un  Museo  que, en opi-
nión de  muchos  expertos,  presta
demasiado,  sobre  todo  teniendo
en  cuenta  lo  poco  que  recibe  a
cambio.  Una vez  más,  los  ejem- *
píos cantan. En 1989 se organiza
la  magna  exposición  de  Veláz-
quez,  que  se vería  en  España al
año  siguiente, después  de  pasar
por  el  Metropolitan  de  Nueva
York.  La  que  ha  sido  celebrada
como uno de los eventos cultura-
les  más  importantes  de  estos
años  no  ha recibido  una contra-
partida similar  del museo neoyor-
quino,  uno  de  los  cinco  mejores
del mundo.

El Museo  del  Prado ha presta-
do  más  de  un  centenar  de cua-
dros  de  sus  fondos  desde  el
pasado  mes  de junio.  Entre  las
ciento  siete  obras  prestadas,
algunas  se  han  podido  contem-
plar en las exposiciones en curso
en  museos  como  el  Memling  de
Brujas (una), el de Bellas Artes de
Gante  (dos),  Centro  Cultural  de
Cremona  (siete),  Museo  Nacional
de  Estocolmo  (once,  para  la
exposición  de  Goya), y  el Grand
Palais  de  París  (cuatro,  para  la
muestra de Poussin).

La  llegada  de  Luzón  al  Prado
estuvo  marcada  por  la  polémica
de  la imposibilidad  de  cumplir  el
programa de exposiciones que su
antecesor, Francisco Calvo Serra-
ller,  había  preparado  para cele-
brar el 175 aniversario. Una a una,
han ido cayéndose del calendario
y se han salvado muy pocas. En-
tre  las  dificultades  que  se  en-
contró,  según  confesaba  a ABC
en su  día,  estaba  la negativa  de
algunos  museos  de  prestar  los
cuadros  solicitados  y  la falta  de
previsión.

Ahora o nunca
El  actual  director  del  Prado,
José  Maria  Luzón,  tiene  en  sus
manos una oportunidad  única de
romper  esta  inercia,  con  el  ciclo
de conferencias que se celebra en
Madrid y en el que  participan  los
directores de los mejores museos
del  mundo.  Una ocasión  inmejo-
rable  para  sentar  las  bases  de
una futura relación entre estas en-
tidades  que  otorgue  al  Prado  la
posibilidad  de ocupar,  por  fin, el
puesto que le corresponde.

Oportunidades perdidas
Pero  el  problema  viene  de
lejos.  Son  muchos  los  años  de
aislamiento, y para los conocedo-
res  de  este  mundo  artístico,
muchos años en un error peligro-
so.  Algunos  ejemplos  pueden
mostrar  gráficamente  esta inercia
que ha dañado la credibilidad del
Prado en el mundo.

La cifra contrasta con las cien-
to  treinta  y  nueve  obras  que  se
prestaron  entre junio  de  1993 y
junio  de  1994, según figura en el
último  boletín de  la pinacoteca, y
que pusieron en relación al Prado
con  museos  de  Amberes  (tres
obras), Berlín (una), Bolonia (una),
Boston  (tres),  Budapest  (dos
goyas, a cambio  de su participa-

Con  estos  datos  en  la  mano,
no cabe duda de que el Prado se
relaciona  constantemente  con
museos  de todo  el mundo. Entre
las-  obras  prestadas 
figuran
goyas, tizianos,  murillos,  etc.  Lo
extraño,  según  las  fuentes  con-
sultadas,  es  que  «el  Prado  no
saque psovecho de ello».

En  opinión  de  muchos  exper-
tos,  es un serio aviso del «indigno
y temerario aislamiento» en el que
el Prado ha vivido durante los últi-
mos años. «Si queremos recupe-
rar  la credibilidad, tenemos  tanto
que hacer valer nuestra importan-
cia  como  no  despreciar  ni  una
sola oportunidad más», añaden.

ción  en  «El capricho  y  la inven-
ción»), Fort  Worth  (una),  México
(una), Nueva York  (tres obras, en
dos  exposiciones  diferentes),
París  (cinco),  San  Diego  (una),
Sceaux  (siete),  Trento  (una),
Utrech (cinco) y Venecia (siete).

Muchos préstamos a nulo interés

Caso  más  grave, si  cabe,  que
también se comenta en los menti-
deros  museísticos,  es el del Mu-
seo  de  L'Hermitage  de  San Pe-
tersburgo.  La  petición  de  prés-