1990-10-27.EL INDEPENDIENTE.PATRIOTISMO RACIONAL AGT
Publicado: 1990-10-27 · Medio: EL INDEPENDIENTE
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PATRIOTISMO RACIONAL EL INDEPENDIENTE, 27 OCTUBRE 1990 TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO Quince compatriotas han sido liberados del riesgo involuntario a que estaban expuestos, junto a muchos extranjeros que permanecen aún en peligro. Dos compatriotas, arriesgando voluntariamente sus vidas, han superado a todos los adversarios extranjeros en una prueba deportiva. Victorias españolas en dos competiciones mundiales de destreza: para liberar rehenes, en la guerra por el petróleo; y para liberarse de rivales, en la carrera de la gasolina. El júbilo está justificado. Pero el sentimentalismo de los políticos, impúdicamente exhibido en público, ridiculiza al vigoroso sentimiento de gratitud que soporta al de patriotismo. El amor a la patria es un sentimiento que debe permanecer soterrado, como las raíces de la vida vegetal, para que puedan prosperar, sobre él, los productos solidarios de la humanidad. Si esas raíces instintivas se airean como flores, para adornar con la idea de Patria al espíritu nacional, se atrofian las ramas del árbol de la vida pública, dejando estéril el tronco del Estado. Pero si ese sentimiento natural está enterrado, bajo los escombros de los símbolos que lo representaron en la dictadura patriótica, como sucede en la transición, el patriotismo de partido, que lo sustituye, dominará al pueblo haciéndole creer que los egoísmos y solidaridades, del partido o del gobierno, son los suyos propios. El ingreso en la OTAN, el 14-D y la presencia militar en el Golfo lo atestiguan. Al margen de estas formas patológicas de usura o dilapidación de los intereses populares, la manifestación de alegría por un éxito nacional, siempre relativo, traduce un patriotismo racional cuando el orgullo por la ambición ideal, lograda en la política, las letras o el deporte, brota de un sentimiento de reverente piedad hacia las fuentes universales de la vida. Y, entre ellas, hacia el pasado real de compatriotismo. Un pasado a quien debemos lo que somos. Pero que también malogra, en parte, lo que aspiramos ser.