1975-04-12.EL ECO DE CANARIAS.PARIS

Publicado: 1975-04-12 · Medio: EL ECO DE CANARIAS

Ver texto extraído
LAS  PALMAS  DE  GRAN  CANARIA,  Sábado,  12  de  Abril  de  1.975 

EL  ECO  DE  CANARIAS 

Página  11 

Por PEDRO RODRÍGUEZ 

E L  Gobierno,  aforotunadamente,  goza 

de  una  razonable  vitalidad,  y  los  se~ 
ñores  ministros  comenzaron  su  ma-
-  rathón  de  primavera,  dispuestos  con 
santa  voluntad  a  prueba  de  Wagons/Ijts  a  des 
mentir  aquello  de  que  la  política  se  hace  leyen 
do  periódicos,  no  viajando.  Además,  el  Gobier 
no  goza  de  una  razonable  unidad,  y  los  discre 
tos  sismógrafos  no  encwitraron  más  chirridos 
por  lo  demás,  casi  irtiperceptibles—  que  el  de 
Marruecos,  que  hizo  que  se  encontrase  a  diez 
minutos  de  teletipo  las  notas  Informativas  de 
Marina  y  Asuntos  Exteriores.  Además,  la  esta 
bilidad  política  tiene  un  baremo,  y  esta  vez  ha 
sido 
.—después  de  los  nunca  bien  ponderados 
piropos  del  "Thnes"—  las  inversiones  extran 
jeras,  que  vuelven  a  su  paraíso. 

Lo  malo  (algo  de  lo  malo)  es  que  los  cami 
nos  internacionales  están  llenos  de  precipicios 
y  curvas  peligrosas  y  cambios  de  rasante.  El 
canje  de  prisioneros  con  Marruecos  no  lo  solu 
ciona  todo,  porque 
las  setenta  millas  siguen 
siendo  las  mismas,  y  ya  veo  al  inaperciable  "Ar 
gos"  pregmitándose  que  se  le  ha  perdido  en 
China  a  la  misión  agrícola  española,  cuando 
Europa,  tan  próxima  y  tan  lejaina,  como  los 
amores  políticos,  no  considera  suficientemente 
democráticos  los  tomates  españoles. 

Reconciliaciones  no  hay  más  qUe  dos,  y  la 

llamada  Junta  Democrática  le  tomó  la  delante 
ra  a  líos  señores  QbisjKis.  No  sé  lo  que  dirá  aho 
ra  "Iglesia-mundo",  no  sé  a  dónde  llegarán  sus 
gritos,  pero  un  llamado  comité  ejecutivo  del 
P.CiE.  (cuya  ilegalidad  no  es  preciso  recordar) 
comunica  y  razona  en  dos  folios  lo  siguiente: • 
que  no  sólo  adrmlte  a  los  cristia«ios, sino  quc  los 
recibe  con  banda  de  música,  los  bendice,  los 
pone  en  lo  altares,  los  canoniza  y,  encima  les 
doja  la  puerta  abierta  paira  espirar  a  los  órga 
nos  de  dirección.  Las  estrategias,  con  tal  de  ser 
noticia,  funcionan  admirabUemente.  No  piensa  lo 
mismo  don  Gregorio  Peces-Barba  (Martínez,  que 
tiene  algo  qUe  añadir  después  de  su  conferen 
cia:  en  ningún,  momento  ipensó  en  una  vincula 
ción  socialista  con  la  democracia  cristiana,  si 
no  que  habló  de  los  cristianos  que  al  propio 

tiempo  son  socialistas.  Le  pregunté  si  la  rotura 
de  amarras  con  el  sistema  afectaba  también  a 
la  monarquía  de  las  Leyes  Fundamentales.  Pe-
ces-iBarba  certificó  sin  mudar  el  tono:  "No,  si 
es  ratificada  por  la  soberanía  popular  en  sufra 
gio  universal  libre". 

No  todo  funciona  en  el  aroma  de  la  no-
integración,  y  la  Delegación  Nacional  de  la  Ju 
ventud  da  cobijo  en  sus  canciías  deportivas  a 
1.161.000  jóvenes  que  es  algo  así  como  el  trein-
tü  por  ciento  de  los  españoles  que  asisten  al 
espectáculo  político,  pero  no  sólo  ipor  el  depor 
te  st  pairticipa:  diecisiete  mil  muchachos  de  la 
OJE  estudian  política,  humana  y  socialment; 
un  millar  de  pueblos  del  país,  como  el  mayor 
mucstreo  que  liasta  ahora  se  haya  intentado  pa 
ra  saber  lo  que  piensa  el  español  del  arado  y  la 
lucha  por  el  desarrollo. 

Cansado  después  de  diez  años,  Rafael  Taibo 
Carballo,  responsable  visible  del  club  de  amigos 
de  la  UNESCO,  se  reunió  a  las  cinco  de  la  tarde 
con  sus  abogados.  Una  vez  más  llamará  a  la 
puerta  del  Tribunal  Supremo,  superada  la  gue 
rra  de  notas  con  los  medios  oficiales.  Ilusio 
nados,  los  Jóvenes  de  ios  círculos  "José  Anto 
nio" 
llegaron  a  la  Plaza  de  la  Marina  Española 
sin  focos  de  televisión.  Le  pregunté  a  Luis  Mar 
tínez  de  EguHaz  si  era  la  Falange  de  José  An 
tonio  la  que  intentaban  relanzar,  y  me  dijo  que 
si,  "pero  puesta  al  día  y  lóirando,  sobre  todo, 
el  año  2.000".  Clavaron  »BS OJOS  en  lo  social 
—"ese  es  nuestro  campo"—  reciben  una  oleada 
de  simpatías,  tienen  la  tierra  de  España  sem 
brada  de  círculos  provinciales  y  locales,  y  guar 
dan  como  un  tesoro  los  puntos  esenciales  de  su 
programa  hasta  su  próxima  asamble  de  presi 
dentes. 

Mientras  tanto,  la  política  española  se  Seguía 
moviendo  por  extrañísimos  resortes.  Bastó  un 
toque  de  Serrano  Súñer  sobre  la  reforma  del 
estatuto  para  que  a  su  máquina  se  sumaran  de 
cenas  de  vagones,  desde  Ridruojo  a  los  tácitos. 
Pero,  ¿es  que  no  hay  nada  duradero  en  este 
país? 

INESTABLE 
EQUILIBRIO 

Por MANUEL ALCÁNTARA 

La  noción  de  riesgo  h a ce 
más  atractivas  algunas  activi 
dades  huaíánas  pero  el  atrac 
tivo  del  peligro  consiste  en  sal-
rstflo,  nunca  en  perecer.  Ijas 
personas  qUe  han  superado  si 
tuaciones  difíciles  suelen  tener 
una  psicología  de 
indianos  y 
se  diría  que  Jes  complace  más 
relatar  sxts hazañas  que  las  ha 
zañas  mismas,  pero  en  cual 
quier  caso  tienen  mucho  méri 
to  porque  la  primera  condición 
para  contar  twa  batalla  es  ha-
b)er  sobrevivido.  Cualquier  pro 
fesión  —no  sólo  'las  de  torero, 
piloto,  político  y  periodista— 
está  rodeada  de  riesgos.  Un 
paso  más  puede  significar 
la 
caída,  pero  también  puede  sig 
nificar 
la  caída  un  paso  me 
nos.  De  ahí  la  ceceta  insupera 
ble  de  ser  «unas  veces  muy  au-
daa  y  otras  m i^  cauto».  Lásti 
ma  que  a l g u n os  equiívoquen 
las  ocasiones  y  muesitren  una 
admirable 
intrepidez  c u a n do 
debieran  ser  cautelosos  y  una 
l os 
extremada  prudencia  en 
niomentos  que  requieren  deci 
siones  fUlminattites. 

Un  personaje  de  «La  Sala 
mandra»  confiesa  que  prefiere 
cualquier,  equilibrio,  por  pre 
cario  que  sea,  a  los  conocidos 
extremos  que  postulan  los  que 
están  convencidos  qiíe  la  ver 
dad  camina  a  su  lado.  Desdi 
chadamente,  a  ese  equilüjrio, 
inestable  como  cualquier 
tan 
otro.  Se  le  suele  llamar  tlbiesa 
y  tstá  mal  visto.  Lo  noitnal  en 
tre  nosotros  y  no  sólo  entre 
nosotros  es  tía  adhesión  incon 
dicional  y  la  incondicional  re 
pulsa.  Hasta  el  lenguaje  colo 
quial  está  lleno  de  expresiones 
despectivas  para  dos  qtie  creen 
en  la  gama  de  grises  y  se  ha 
bla  de  «medias  tintas».  Quie 
ten  que  todo  sea  blanco  o  ne 
gro,  bueno  6  malo,  chicha  o 
ítmoná.  Y  desean  a  todo  tran-
'oe  llamar  al  pan,  pan  y  al  vi 
no,  /vino,  sin  meiterse  en  hari 
na  ni  distinguir  de  cosechas. 
Pero  en  muchas  zonas  áei  vi 
vir  no  pueden  estar  las  cosas 
rilaras,  entre  otras  cosas  por 
que  su  nattiTaleza  es  oscura. 

Para  conseguir  el  tequilibrio, 
de  cualquier  oíase  que  sea,  el 

neutral  y  exacto  de  las  balan 
zas  o  el  de  im  caiHlón  al  borde 
del  abismo,  hace  falta  sUerte, 
llaman 
Esa  suerte  que  u n os 
destino,  otros  azar  y  otros  pro 
videncia.  Esa  suerte  que  se  de-
seaii  los  toreros,  en  adecuado 
reparto  divino, y  que  les  desea 
mos  a  los  pilotos  de  pruebas. 

a  los  polítiicos  y  a  los  enviados 
especiales.  Esa  suerte,  que  na 
die  sabe  hasta  el  final  quien 
tiene  a  su  lado,  y  que  crteemos 
que  nos  faivorece  cuando  su 
peramos  un  peligro.  Sin  consi 
derar  que  la  verdadera  suerte 
hubi'ese  sido  qtle  no  se  presen 
tara  la  ocasión  peligro^. 

!,% 4 

'p.' 

Bimx> 

(J^r:::^ 

(c) Del documento, los autores. Digitalización realizada por la ULPGC. Biblioteca Universitaria.

1).—  Era 

jueves  y,  por 

la 
mañana,  a  José  Solís  le  doUa 
la  pierna  «siempre  que  cambia 
el  tiempo»  y  no  se  si  alfeo  más; 
«nada,  yo  es.toy,  ya  k>  sattes, 
en 
la  línea  nuestra,  pero  sin 
nada  de  ««bunker»  ni  exclusi 
vismo».  Inolvidable  Solís,  que 
Se  ha  dejado  contactar  para 
una  asociación  sindicalista  qu^; 
no  cuajó,  como  das  flores  de 
abril;  que  ya  a  dar  una  con 
ferencia  en  el  «Siglo  XXI»  y 
que  «yo  te  aseguro  que 
todo 
nuestro  problema  es  político. 
Cuando  viene  un  señor  del  ex. 
tranjero  no  te  preg'unta  la  si 
tuación  económica  sino  por  la 
continuidad  política». 

Era 

león 

tuvo  un 

jueves,  y  al  mediodía, 
Vila  Reyes  estaba  de  cachon 
deo  en  «Matesa»,  «se  me  han 
escapado  los  policías»,  y  a  Gil 
Robles  también  le  dolía  la  pier 
na.  Según  cuenta  Samillán  el 
viejo 
tropiezo, 
pero  no  de 
los  previstos.  Sy 
golpeó  contra  una  cartera  y 
ha 
tenido  un  derrame.  Sino 
via!,  se  entiende.  Igual  que  las 
tribus  de 
la  antigua  G a l ia 
aguardaban  el  rayo  de  Tuta-
tis, 
la  Clase  peUtica  contiene 
la  respiración  y  a g u a r da  el 
zarpazo  político  de  don  José 
María.  No  puede  defraudar  a 
la  afición  echando  el  penalty 
fuera  y  sospecho  que  de  un 
momento  a  otro,  «Matesa»  va  a 
cambiar  la  seda  por  el  perca). 
Era  jueves,  a  la  hora  del  ca 
fé,  y  la  lizquierda  mejorando 
lo  presente,  se  reagrupaiba  y 
mandaba  planchar  su  mejor 
corbata  para  estar  con  Ridrue-
jo,  «tú  iK-otarás  de  ntievo  er 
guido»,  viejo  ya  como  un  verso 
sin  marchitar,  en  la  gran  con 
centración  del  «Mindanao»  si 
el  tiempo  no  lo  impide,  del  día 
15.  Era  jueves,  y  al  anochecer 
se  encendían  las  luces  del  «Gi 
ralda»  en  el  puerto  de  Mallor 
ca,  para  una  cena 
íntima  en 
itierra,  mientras  d'  conde  ^e 
Motrico  t e r m  i naító  una  reu 
nión  privadísima  en  erf-Hotel í 
Victoria  y  se  vc«lvia,  quemando 
caballos,  hacia  Madrid. 

n 

cuentan  su  noche  de  b o d as 
Van  a  ser  reunidos,  si  el  tiem-
jo  no  lo  impide  etc.,  por  el 
editor  Maya,  en  una  «boiie». 
Para  futurólogos  las  cintas  en 
las  que  don  José  María  Gil  Ro 
bles  ha  grabado  —sin  ninguna 
finalidad  c o n c r e t a—  sus  re 
cuerdos  de  c o n  V ersacioncs  y 
encuentros  con  una  egregia  fi 
gura  histórica.  Y  para  conocer 
a  este  increíble  país,  uin  testi. 
monio  estremeoedor  —«los  fan. 
tasmas  de  barro»—  de  Jesús 
Amüibia,  nii 
tigre  vas 
co,  el  último  de  una  raza  de 
reporteros  que  ha  drenado  sU 
corazón  en  un  libro  de  leetuu 
ra  obligatoria  para  conocer  a 
los  e^pañolitos  de  los  años  cin 
cuenta. 

joven 

Por  lo  q^lc  pueda  pasar,  la 
«inteligencia»  debe  saber  que, 
anteayer,  la  P er  manente  del 
C on  sejo  Nacional  de  Prensa 
ha  decidido  recomendar  a  «las 
altes  esferas»  —con  perdón— 
la  m o d i ficación,  recauohuta-
miento  y  revisión  de  varios  ar 
tículos  de 
ley  —ay—  de 
(Prensa  —ay-—  e  —ay—  Im 
prenta. 

la 

3).—  En  tanto  los  damnifica 
dos  del  diario  «Madrid»  no  or 
ganizan  —digo  yo—  el  «F.  L. 
G.  T.»  —frente  de  Liberación 
de  García  Trevijano—  han  lie. 
gado  con  toda  felicidad  a  Pa 
rís  Felipe  González  y  Pablo 
Castellano.  Los  dos  jefes  de 
fila  socialistas  han  presentado 
su  enérgica  protesta  a n te  el 
«staff»  carrilista  por  las  arre 
metidas  que  «Tono»  G a r c ía 
Trevijano  ex-.notario  de  Jaran 
dina,  hizo  hace  días,  desde  su 
piso  madrileño  ante  Ja  Pren 
sa,  contra  el  «PSOE»  y  contra 
e'l  señor  Gil  Robles. 

FASCISTAS 

LOS  NUEVOS 
Pedro  Oriol  Costa, 

tamlbién 
conocido  por  Pedro  O.  Costa, Q 
falta  de  otras  ideas,  arremete 
apasionada  y  germánicamente 
en  «Telexpres-  contra  Fernan 
do-OncRa  y . - o ñ l T a ^ i . " í ;n  u n •' 
Ijrillante  servicio  d:  gsndarme-

ria,  vigilancia  y  denuncia  que 
le  honra,  avisa  al  país  de  lo 
que  tanto  Fernando  como  yo 
considerábamos  nuestro 
turbio 
secreto:  que  «omos  «dos  co 
mentaristas 
i n v en  tados  por 
don  Emilio  Romero»,  « e s t as 
prolongaciones  de  don  Emilio 
Romero»,  que  estamos 
llevan 
do  a  cabo  una  campaña  antica 
talana  y  que  intentamos  —lite-
railmcnte—  «que  en  Cataluña 
crezca  la  represión».  Hemos  si 
do  desenmascarado.s.  F e r n a n 
do,  a  m a y or 
abundamiento, 
intentan 
«con  sus  comentarios 
el  nacimiento  de  una  pugna 
e n t re  catalanes-  y  gallegos", 
mientras  Cambo  y  C a s 1 e 1 o 
tiemblan,  su  denodado  esfuer 
zo  detectivcsco,  P e d ro  Oriol 
Costa  ha  encontrado  nuestro 
móvil:  «sus 
intenciones  movi 
das  ipor  un  centralismo  bara 
to  están  destinadas  al  fraca 
so».  No  pasarán,  vamos. 

Supongo  que  es 

inevitable 
Q'Ue en  un  momento  en  que  los 
periodistas  ya  nos  s e n  l irnos 
bastante  acomplejados,  existan 
en  el  país 
tipos  como  Pedro 
Oriol  Costa,  que  en  un  alar 
de  de  compañerismo,  arropa 
lenguaje 
do  por  e'l  más  puro 
fascista  sirva  de  deliranic  de 
nunciador,  con  el  más  tópico 
material  de  derribo,  y  poseso 
de  manidos  y  bastos  complejos 
antiromerisitas  y  anticcntrali,s-
tas.  Yo  no  he  deibutado  ahora 
en  una  tierra  tan  querida  para 
mí  c o mo  Cataluña.  Durante 
casi  un  año  «La  Colmena"  se 
estuvo  publicanido  en  el  entra 
ñable  "Bl  Noticiero  Universal», 
de  Barcelona,  sin  qUe  Pedro 
Oriol  Costa  abriera  la  tooca.  Se 
me  ocurre  pensar  ,si  lo  que  se 
le  ha  atragantado  es  que  Pren 
sa  del  Movimiento  haga  pr-
riodismo.  Cataluifia,  cs,  a  Dio.s 
gracias,  algo  más  serio,  más  fi 
no  y  más  respetable  que  Pedro 
O.  Costa  «tma  prolongación» 
de  sí  mismo.  Tranquilo  gen 
darme 

los 

Total;  que  habla  mucha  paz 
en  el  firmamento,  y  dos  cara 
va  n a s,  la  de  los  falangista 
historióos  y  da  de 
íaln-
gistas  «pop»  se  iintercambiaron 
mensajeros.  Cuando  amanezca 
legados  de  Fernández  Cuesta  y 
de  Diego  Márquez  fiunarán 
la 
pipa  de  la  comprensión  y  se 
buscará  «un  planteamiento  dis 
tinto».  Porque  lo  que  esitá  cla 
ro  es  que  no  habrá  ninguna 
asociación  que  se  llame  «Fa 
lange  Ksptañola»,  y  que,  la  doc 
trina  de  los  «históricos»  acaba 
de  acuñar  este  mandamiento: 
«Si  fracasa  el  asociacionismo, 
no  fracasará  el  Gobierino.  sino  ' 
6í  régimen»... 

2).—  Sosegada  y  a  raya,  la 
«rníeligencia»  ve  el  espectáculo 
xiesde  un  burladero.  Los  seño 
res  catedrátiicos  qwe  praotácan  ' 
eí  absentismo  y  viajan  dema 
siado  han  recibido  im  tirón  de 
tírelas  oficial.  Carmen  Llorca 
ha  nomterado  secretario  gene-  ' 
rail  del  Ateneo  a  Jesús  Joaquín 
Arcenegul,  y,  e n c i m a,  va  a 
traer  a  Madrid,  el  día  21  a 
Esther  Vila,  la  «Juana  de  Ar 
co»  que  nos  está  defendiendo 
a  los  homljres  de  las  asechan 
zas  del  Año  Internacional  de 
la  Mujer. 

Bueno  pues  aíiora  mismo,  es 
perando  el  pase  de  la  aduana  • 
en  censura,  o  simplemente  en 
el  telar,  me  permito  recomen 
dar  el  siguiente  catálogo;  pa. 
ra  aperturistas  del  s'é p t i m o 
día,  «mis  pecados  cantí-taües»  de 
Femáíido  Díaz  Plaja,  en  don 
de  con  im  poco  de  sxterte  se 
narrarán  sus  c o m to a t  e s  de 
amor  y  de  censura.  Para  infil 
trados  posconciliares,  una  con-
trov^ilia  Sobíe  el  divorcio  que 
estáníeácrfcfendo  don  S a l v a 
dor 
íiluáoz  Alonso,  sacerdote 
como  su  propio  nombre  indi 
ca,  que  está  en  contra,  y  Elnri-
qifc  Mirte  Magdalena  que  está 
a  favor,  como  su  propio  nom^ 
bre 
indica.  Para  ásociacionls-
tas  por  libre,  «Cuarenta  millo 
nes  de  españo^s»,  obra  mag 
na  que 
tiene  en  su  «propia 
Minerva»  Amando  de  Miguel, 
quien  después  de  explicarnos 
en  «Sociología  del  franquismo» 
quienes  eran  los  que  nos  man 
daban,  ahora  va  a  esepliicar  co 
mo  somos  los  mandados.  Para 
la  derecha  civilizadora  y  de 
los  grandes  carruajes  europeos, 
los  «Diálogos  de  Maripí»  la  chi. 
ca  pecadora  de  Paco  Umbral, 
la  dialéctica  de  Maripí,  va  a 
Ser  editada  por  Lara.  Para  gar. 
cíatrevijanlstas,  «El  d i»  q u e 
perdí  aquello»  de  Amüibia  y 
Yale.  Está 
todavía  prohibida, 
pero  los  españoles  famosos  que 

PAÍS 

Cuando  entraba  en  vigor  el  convenio  de  congelación  salarial, 
lá  Unión  Provincial  de  Trabajadores  y  Técnicos  del  Sindicato 
del  Metal  de  La  Coruña  se  ipronunciaba  en  contra  del  mismo 
Mientras  la  Baiica  Ridruejo  —de  don  E^fanio,  no  de  don  Dio 
nisio,  por  favor—  cambaiba  su  nombre  en  un  «aggiomamento» 
infonniativa 
a  la  búsqueda  de  nuevos  mercados,  una  agencia 
rompía  la  tranquilidad  diciendo  que  la  «incertldtunbre  es  el  de 
nominador  comtín  en  la  Bolsa  desde  que  se  conocen  las  recien 
tes  medidas  del  Gobierno».  Pero,  para  no  asustar  a  nadie,  la 
misma  fuente  señala  que,  «en  general»,  el  mundo  de  la  Bolsa 
no  está  descontento,  pues  se  cree  que,  a  la  larga,  es  fácil  que  la 
actividad  bursátil  salga  beneficiada,  aunque  el  desconcierto 
pueda  durar  todavía  unos  cuantos  días».  (Podemos  respirar 
tranquilos  si  el  capital  asiste  a  esta  ceremonia  con  confianza, 
aunque  sea  a  largo  plazo).  Pero  ayer,  posiblemente  a  la  misma 
hora  en  que  el  mercado  bursátil  andaba  preocupado,  pero  no 
pesimista,  se  anunciaba  el  progresivo  deterioro  para  España 
de  su  comercio  con  Ectadog  Unidos.  Y  aún  así,  dicen  en  USA, 
las  bases  podrían  salir  más  baratas  que  antes.  Pero  esa  es  otra 
historia. 

Porque,  también  se  abrieron  algunas  luces  en  el  «Boletín 
Olcial  del  Estado»,  y  las  páginas  del  periódico  oficial  recibieron 
el  plomo  de  ima  vieja  reforma:  la  reordenación  del  sector  tex 
til.  Hace  seis  meses,  día  más,  día  menos,  un  ministro,  hoy  ex 
ministro,  prometía  que  antes  de  terminar  el  mes  de  diciembre 
de  1974 la  reestructuración  del  sector  textil  estaría  consumada. 
Tal  vez  porque  no  fue  asi  dos  empresas  del  ramo,  de  Sabadell, 
no  pagaban  a  sus  trabajadores  por  falta  de  liquidez  y  otras  dos 
estaban  pendientes  del  expediente  de  regulación  de  empleo, 
posiblemente  por  los  mismos  motivos.  ¿Liega  demasiado  tarde 
la  ordenación  del  sector?  Lo  único  que  se  puede  decir  es  que. 
iposiblemente,  el  daño  causado  no  podrá  repararse  con  facili 
dad.  Y  miles  de  trabajadores  han  encontrado,  como  única  res 
puesta,  el  despido.  Tai  vez  todavía  pueda  solucionarse  algo  y 
prever  el  futuro  con  una  nueva  estructura.  Lo  veremos. 

La  Magistratura  de  Trabajo  de  Navarra  aiplaza  hasta  mayo 
algutias  vistas  programadas  en  la  agenda  de  asuntos  pendientes 
por  «acinmtiaí^n  de  problenms  laborales»;  se  reconocía  a  los 
médicos  ayudantes  de  la  clínica  privada  del  Hospital  de  Na 
varra  el  dere^iQ  a  participar  en  los  honorarios  satisfechos  por 
c  los  dientes,  diaécho  que,  al  parecer,  sólo  correspondía  a  los 
médicos  titulare*.  La  Delegación  de  Trabajo  de  Madrid  dicta 
ba  declsfa^n  obligatoria  para  tres  empresas,  entre  las  que,  fal 
taría  más,  se  encuentra  Hauser  y  Menet,  mientras, 
también 
en  la  capital  de  España,  se  aplazaban  las  conversaciones  de  la 
Jimta  de  Conciliación  Sindical  que  entiende  en  otro  de  los  con 
flictos  de  Fasa-Kenault. 

Y p o c»  m ^.  Alguien  declaraba  que  España  podría  ser  «el 
fnfs  d¿  las  flores»;  Tai  vez  no  piense  así  un  abogado  barcelonés 
«1»  tuvo  qim  alnitdonar  una  remión  en  Sindicatos,  pese  & 
asistir  a  la  misma  en  ctan]ritfinleiito  de  sus  deberes  profesiona 
les  Aunque  JVUguei  Ángel  SÉamora  Antón,  uno  de  los  protago 
nistas  del  Í.M1>  era  readmitido  en  sn  puesto  de  trabajo  por  la 
empresa  Butano,  S.  A., en  la  que  estaba  en  periodo  de  exceden 
cia  cuando  fue  encarcelado.  Aunque  él  vivía  en  Zaragoza  y  le 
han  destinado  a  La  Coruña,  ya  que  no  hay  plazas  disponibles 
en  la  capital  maña. 

Francisco  MUR DE  ISCAR