2017-06-15.EL MUNDO.NI LOS DUQUES NI LOS COMUNISTAS TUVIERON MIEDO A LA DEMOCRACIA EMILIA LANDALUCE.

Publicado: 2017-06-15 · Medio: EL MUNDO

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40 AÑOS DE DEMOCRACIA • Testigos de la historia

Ni los duques ni los comunistas tuvieron
miedo a la democracia

EMILIA LANDALUCE

Madrid

15 JUN. 2017  | 04:03

La actriz Gemma Cuervo, a la izquierda, pide el voto para la UCD de Suárez en un puesto callejero de Madrid en 1977. / EFE

Aquel día, tras casi 40 años de dictadura, se notaba la falta de práctica democrática; ni las pintadas del
•
águila ni los prejuicios privaron a los españoles de aquella "inmensa alegría"

Javier Rupérez dice que el 15 de junio de 1977 «los españoles se encontraron consigo mismo». El

entonces jefe de Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores recuerda sobre todo el «entusiasmo, la

inmensa alegría que se sentía en las calles por haber recuperado la democracia tras casi 40 años de

dictadura». Y la Guerra Civil.

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Aparentemente, el imaginario es más colectivo que esa memoria que enfrenta aún a los españoles. Casi

todos los que vivieron aquellos días utilizan las mismas palabras para rememorar sus vivencias: los

carteles superpuestos, las canciones (sobre todo: Libertad sin ira y Habla, pueblo, habla), mítines

multitudinarios, las largas esperas ante las urnas... Incluso un cierto comezón, ese temor -el miedo- a

que toda esa ilusión fuera precisamente eso, una ilusión.

Los acontecimientos se sucedieron. Tras el harakiri de las Cortes franquistas en noviembre de 1976 y el

referéndum en diciembre de ese mismo año, había que organizar unas elecciones por sufragio universal.

El 9 de abril del 77, seis días antes del decreto de convocatoria, se legalizó el PCE. Dos semanas después,

se crearía Unión de Centro Democrático (UCD) . Y el 20 de mayo, el Rey Juan Carlos

[https://www.elmundo.es/e/re/rey-juan-carlos-i.html] recibió por primera vez a  Felipe González

[https://www.elmundo.es/e/fe/felipe-gonzalez.html] . Entonces el presidente Suaréz anunció que

encabezaría la lista de UCD. Y así comenzó la campaña electoral.

Amelia Valcárcel se presentaba en la candidatura por Oviedo de Unidad Regionalista, «el partido más a la

izquierda que pudo encontrar». La filósofa pretendía incluir el ideario feminista en el programa de la

formación. En cierta ocasión, recuerda, fue a dar un mitin: «No me dejaban ni mencionar el aborto pero

yo pasaba de ellos. Empecé a hablar y el cabeza de lista me empezó a tirar de la falda...». Casi se la

arranca. Valcárcel piensa en aquel tiempo con ironía. «Siempre digo que menos mal que no salió lo que

yo quería. Tuvimos unos resultados tan nefastos que me embargaron el sueldo durante dos meses porque

se dejó dinero a deber». ¿Tuvo miedo? «El día de las elecciones vi en la pared de un colegio electoral un

águila de San Juan enorme. Fue el único momento en el que pensé que podría salir mal, pero pese al

miedo todo el mundo estaba decidido a romper con el pasado».

El día dejó multitud de anécdotas. Se evidenció la falta de práctica democrática. Hubo policías que

exigieron abrir las urnas para saber cómo iban las votaciones y señoras que se dejaban el bolso en casa

por si se lo quitaban los comunistas. Lourdes López Nieto, profesora de Políticas y entonces interventora

del PCE, recuerda cómo la gente pedía un recibo para demostrar que había votado. Como en los

referéndum que se celebraron durante el franquismo. «¿Miedo? Entonces yo hacía una tesis sobre

Alianza Popular y sabía que Manuel Fraga era un reformista pese a que había incorporado al partido a los

siete magníficos [siete ex ministros de Franco]. También sabíamos que iba a ser un proceso limpio. Había

mucha alegría».

Pintada de una pared de Madrid: "No votar sin libertad". |EFE

Tampoco en el Palacio de Liria se esperaba revolución alguna. Cayetano Martínez de Irujo, benjamín de

la duquesa de Alba, tenía entonces 15 años. «Fue un día como otro cualquiera. A mi madre lo que le

importaba era la Monarquía y como el Rey ya estaba... Yo montaba a caballo con el hijo de Antonio

García Trevijano y lo que sí que me impresionó fue oír hablar en su casa de que había que proclamar la

República».

Matilde de la Cámara estudiaba en la facultad de Somosaguas: «Se percibía un claro giro a la izquierda.

Me acuerdo de que estaba todo lleno de carteles a favor de los radicales de izquierdas. Yo voté a UCD pero

la mayoría de mis compañeros lo hizo al PCE o al PSOE [https://www.elmundo.es/e/ps/psoe-partido-

socialista-obrero-espanol.html] ». Federico Jiménez Losantos, entonces residente en Barcelona, recuerda

su sorpresa al ver que el día se desarrollaba pacíficamente y sin incidentes. «Se había perdido el miedo.

Me acuerdo de ir corriendo a la sede de UCD en Barcelona para coger una corbata que quería Alberto

Cardín pero se habían acabado». El periodista sin embargo no participó de la algarabía electoral.

«Además de no estar empadronado en Barcelona, ya me había desengañado del PCUS, así que no voté».

Desde el Florida Park, José María Íñigo presentaba Esta noche...fiesta, que se emitía en TVE

[https://www.elmundo.es/television/tve.html] . Cada hora el programa se interrumpía para conectar con

el Centro de Información del Palacio de Exposiciones y Congresos, en donde estaba Rodolfo Martín Villa,

para recabar los últimos datos. Susana Estrada, que más tarde se proclamaría musa de la Transición, era

una de las invitadas del programa. «Llevaba un mono transparente con lentejuelas [estratégicamente

colocadas] y canté un popurrí de rock». Estrada no recuerda vivir con nerviosismo aquella noche

histórica. «Aunque otra cosa era el backstage. Allí todos estaban histéricos».

Los resultados finales no se comunicarían oficialmente hasta las tres de la tarde del día siguiente.

Bien entrada la noche, los simpatizantes comenzaron a llegar al Hotel Eurobuilding, donde se celebraba

la fiesta de UCD. Las crónicas recogen la presencia de Calvo Sotelo, Pérez Llorca, Bárbara Rey... Sobre las

dos y media, Joaquín Garrigues anunció que no comprendía el motivo de la alegría porque, según los

últimos datos, UCD sólo había sacado el 40% de los votos [Se quedaron en el 35%].

A 500 metros sobre el plano de Madrid, los socialistas también celebraban en la calle de García Morato:

«¡Oa oa oa, Felipe a La Moncloa!». Hasta el día siguiente, no sabrían que habían logrado el 29,3% de los

sufragios. Casi 20 puntos más que el PCE de Santiago Carrillo, que en aquella noche cenaba una tortilla

de patatas y una naranja en la sede el partido en la calle de Castelló.

Rupérez resume bien las sensaciones de aquel 15 de junio: «Fue un momento de exaltación patriótica.

Pasamos pacíficamente de la dictadura a la democracia. Todos los países tienen sus grandes momentos y

éste fue uno de los nuestros: elegir unas cortes constituyentes tras 40 años de dictadura. No hay que

permitir que reduzcan la Transición a una miseria intelectual como hubieran querido Zapatero

[https://www.elmundo.es/e/jo/jose-luis-rodriguez-zapatero.html] y  Pablo Iglesias

[https://www.elmundo.es/e/pa/pablo-iglesias.html] ».