1990-12-04.EL INDEPENDIENTE.NEGOCIO DE REYES AGT

Publicado: 1990-12-04 · Medio: EL INDEPENDIENTE

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NEGOCIO DE REYES
EL INDEPENDIENTE, 4 DICIEMBRE 1990 
TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
A nadie ha sorprendido que los sentimientos populares contra la guerra y contra el servicio militar obligatorio se manifiesten conjuntamente. Las protestas contra la intervención armada en el Golfo perderían su sentido si no existiera conscripción o leva universal de los jóvenes. ¡Como si no fuera un mal la guerra de voluntarios! Los partidos políticos rivalizan, por oportunismo electoral, en propuestas de reducción del contingente y de la duración del servicio. Algunos hablan de retomar, por razones técnicas, a ejércitos profesionales. Pero la cuestión decisiva, la relación política que pueda guardar, aún, el servicio militar obligatorio con la democracia y con la paz, no se ha planteado.
Una falsa leyenda atribuye a Napoleón la creación del servicio militar universal. Esta institución fue un producto revolucionario que despertó animadversión en los mandos militares. La idea de un fusil por ciudadano, como la de un voto por cabeza, aterrorizaba a las mentalidades conservadoras que veían surgir, de esos principios, al gobierno de la pobre e ignorante mayoría y al ejército de «la canalla» popular. Para defender la patria en peligro, y privar a los reyes del instrumento militar de su potencia, los filósofos de la Revolución Francesa idearon, y el ingeniero Camot organizó, la sustitución del ejército profesional de los reyes por el ejército nacional de los Estados.
Napoleón no hizo más que utilizar para la conquista lo que la Revolución había organizado para la defensa. La historia ha pagado, con inusitada «carne de cañón», esta desviación del servicio militar obligatorio hacia fines que no eran los suyos. El país que alimentó de mercenarios a las armadas de las dinastías europeas, Suiza, ha sido el único que ha organizado el servicio militar de manera adecuada al fin, exclusivamente defensivo y democrático, para el que fue concebido. Un ejército profesional, actuando lejos de las fronteras nacionales, volvería a hacer de la guerra un negocio de reyes.