1996-06-17.EL MUNDO.MISIÓN DE PERIODISTA MISIÓN DE ESCRITOR AGT

Publicado: 1996-06-17 · Medio: EL MUNDO

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MISIÓN DE PERIODISTA MISIÓN DE ESCRITOR
EL MUNDO. LUNES 17 DE JUNIO DE 1996
ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
Cuando no se escribe por obligación profesional, sino para llamar la atención sobre la forma pueril de razonar lo público, hay que estar atento a los cambios de sensibilidad en la opinión para no producir un efecto contrario al deseado. Mientras Felipe González presidía la escena pública, los periodistas tenían la misión de sacar a la luz lo inconfesable y lo bastardo de su Gobierno. Ante una opinión sensibilizada y deseosa de conocer las causas que convierten en criminales a los hombres del Estado, la misión del escritor consistió en descubrir la relación que une la falsedad argumental del discurso político a los crímenes y mentiras de los gobernantes. Los periodistas, como los jueces, han de probar con hechos la responsabilidad de los hombres de gobierno. El escritor debe mostrar, con argumentos, cual es la causa institucional que produce gobernantes criminales. Esa ha sido al menos la razón de que yo escriba de modo habitual en la prensa: demostrar que la causa de González no estaba en su persona, ni en su partido, sino en todas las instituciones de la Monarquía de partidos; y que una oligarquía de partidos engendra siempre gobernantes corruptos. 
González ha sido sacado a medias de la escena política. Los periodistas y los jueces lo han echado del gobierno, a través de un pequeño número de electores y de un partido de oposición, cuyo mérito ha sido el de estar ahí para que lo votaran contra el partido de González. En cambio, la culpable incultura de los partidos oligárquicos y de los medios de comunicación, en materia de responsabilidad política, hizo naufragar la esperanza de que tal tipo humano no pudiera estar en la política, como jefe de la oposición o simple diputado. Al Gobierno de Aznar le conviene una oposición con la vitola de González. La decencia y el control parlamentario del Gobierno, no. El Gobierno de Aznar quiere pasar la página de los GAL y de la corrupción para no enajenarse a las altas instituciones implicadas. Al sano porvenir de la sociedad y del Estado no le conviene. Aznar mantiene el discurso de la identidad entre pérdida de elecciones por un partido gobernante y penalización del perdedor. ¿Aceptaría Aznar, en caso de derrota electoral, considerarse penalizado por responsabilidad política? ¿Excluye que un partido gobernante honesto pierda las elecciones? ¿Sería penalizado entonces por su honestidad? 
En un sistema democrático (con elecciones sin listas, separadas y directas al Ejecutivo y Legislativo, y con judicatura-fiscalía independiente) hubiera sido imposible el caso González. Y ahora es intolerable que esa barbarie pueda repetirse simplemente por una consideración indebida a las toscas instituciones que la han permitido, cuando no fomentado. Pero al parecer la llegada de Aznar al Gobierno ha cambiado la sensibilidad de  directores de los medios creen que se ha llegado a un punto de saturación que no admite más de lo mismo. Yo creo que el público está harto de que se denuncie todo para que no pase nada, y de que se prodiguen condenas morales sin ofrecer cauces para exigir las responsabilidades presentes y evitar las causas objetivas de las futuras. Pero el problema está en que la opinión pública no se interesa por las cuestiones institucionales hasta que truenan y lanzan chuzos de punta. El pensador político quiere influir en la opinión con escrituras de ideas concebidas bajo la luz de un tranquilo día de primavera o bajo los dantescos resplandores de los escándalos que foguean la vida nacional. El libro es para las primeras lo que el artículo de prensa para las segundas. ¿Es momento de libro?