2001-04-01.EL MUNDO.MÉTEME EN LA CÁRCEL JAIME PEÑAFIEL
Publicado: 2001-04-01 · Medio: EL MUNDO
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MÉTEME EN LA CÁRCEL EL MUNDO. 01/04/2001 JAIME PEÑAFIEL La pasada semana ofrecíamos la primera parte de la curiosa y divertida historia de la amistad de Don Juan Carlos con el republicano Antonio García Trevijano, aquel «mexicano», propietario del más espectacular automóvil que jamás se haya fabricado en España: el Pegaso Touring del 58, actualmente expuesto en Barcelona junto a otros 10 coches de la misma marca. Por cierto, ¿qué fue del que la casa fabricante regaló al general Franco? ¿Qué ha sido, también, del Mercedes especial y único que Hitler regaló al dictador y cuyo valor puede alcanzar, hoy, cientos de millones? ¿Dónde están? A su regreso de las vacaciones en Estoril, donde el Príncipe había descubierto que el mexicano del Pegaso no era tal charro sino un republicano español de padre y señor mío, llamó a Trevijano. «Ya sé quién eres. Invítame a comer». Y de aquella comida surgió una gran amistad en la que ignoro qué pesaba más, si el notario o el Pegaso con el que debía de ligarse mucho y fácilmente. Edad tenía para ello. Don Juan Carlos acababa de cumplir 20 años. La amistad entre el heredero y Trevijano fue tal que un día, en el restaurante Savoy de Zaragoza, en el que cenaban junto al catedrático de Lógica Manuel Garrido, Don Juan Carlos le preguntó a su amigo republicano: «¿Tú crees que algún día seré Rey?». «Seguro», le dijo Trevijano. «¿Y qué es lo primero que tengo que hacer cuando lo sea?», inquirió el Príncipe. «Meterme en la cárcel», respondió el notario. Y ¡vive Dios que le encarcelaron! Posiblemente, recordando aquellas palabras, el Rey envió a la cárcel al diputado Chimo Muñoz para que explicara a Trevijano que no había orden suya sino de Fraga y de Carlos Arias. Aquel cadete, enamorado del Pegaso, es hoy Rey. El «mexicano» sigue siendo... republicano. ¿También amigo del soberano?