1996-06-10.EL MUNDO.MAL PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN AGT
Publicado: 1996-06-10 · Medio: EL MUNDO
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MAL PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EL MUNDO. LUNES 10 DE JUNIO DE 1996 ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO Tres meses de cristalización de las ambiciones en ideas falsas sobre la responsabilidad política han ensombrecido el panorama de la libertad de expresión. Cuando la responsabilidad por la corrupción y crímenes del anterior Gobierno planeaba sobre toda la vida nacional, a causa de la permanencia de González en el Poder, la libertad de expresión intensificó y extendió su mirada sobre temas que hasta entonces habían sido tabú. Periodistas y escritores se enzarzaron en un debate nacional que no habría sido inteligible si, por encima de motivaciones particulares, no se hubiera pretendido lograr una idea dominante sobre los medios ilícitos utilizados por presuntas razones de Estado o de partido. Antes de la derrota de González, parecía irreversible la victoria del sentido común sobre las cínicas extravagancias del Partido Socialista. Es triste que, en tan poco tiempo, el pacto de silencio de los sosegadores haya allanado el camino para que la apología de la inmoralidad pública y de la irresponsabilidad política vuelva por sus fueros, pero con mayor arrogancia. En aras de la tranquilidad, se deja que asesinos y ladrones se hagan autorizados portavoces de la ética y de la justicia. La libertad de expresión retrocede si avanza la grosera opinión que defiende la irresponsabilidad política, o sea, la idea antimaquiavélica de que el fracaso en los fines justifica la ilicitud en los medios. Porque esa es la estupefaciente idea lanzada al consumo público por los sosegadores de la conciencia: pasar la página del fracaso terrorista de los GAL, para olvidar sus torturas y asesinatos; borrón y cuenta nueva del fracaso mafioso de Filesa y fondos reservados, para olvidar que la mayor parte de la extorsión y de la malversación no llegó a las arcas del partido gobernante; depuración de responsabilidades en las urnas con el fracaso electoral del PSOE, para olvidar que el director de la oposición ha sido indultado y comprado con un pacto de mutuo sosiego. Lo irritante de estas consignas no es su nuda inmoralidad, que todos pueden ver, sino su invisible amenaza a la libertad de expresión. Algo está pasando en el subsuelo del Poder, y en los áticos del dinero, cuando se toma por prudencia política la impunidad de los gobernantes, la frivolidad de los dirigentes y el calmante sosiego en los medios de opinión. ¿Tanto asusta que, en un océano de mentiras y falsedades, caiga una gota fría de verdad, y no la más tormentosa? Se equivoca Aznar si cree que la honradez del gobernante depende solamente de su honestidad personal. Las declaraciones moralistas de los nuevos gobernantes son inútiles, en épocas de corrupción, si no se utilizan para liquidar las responsabilidades políticas por los crímenes del Gobierno anterior. Declararse honrado y pasar la página negra del jefe de la oposición no es síntoma de buena fe, a no ser que la ineptitud tranquilice a la conciencia. Nadie es más peligroso que un bribón malvado, salvo un honesto engañado. El primero, por bribón, no hace todo el mal que podría como malvado. El segundo, por honesto, hace todo el incalculable mal que encierra el engaño. Por esto se preguntaba Gramsci si un inepto en política no se corresponde exactamente con un bribón en moral. El engaño de Aznar, creyéndose el disparate -¿quién lo habrá fabricado?- de que la democracia no le permite investigar al Gobierno saliente, dañará más a la credibilidad del sistema, a la moralidad pública y a la libertad de expresión que una inhabilitación política de González. A quien, como sentenciaría Maquiavelo, los hechos le acusan y los resultados no le excusan.