2011-02-09.EL MUNDO.LOS CIBERACTIVISTAS RAUL DEL POZO

Publicado: 2011-02-09 · Medio: EL MUNDO

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LOS CIBERACTIVISTAS
EL MUNDO. 09/02/2011 Página, 56
RAÚL DEL POZO
La chispa que prendió la llama la lanzó Wael Ghonim, el héroe digital, aclamado por la Red en todo el universo. Fue el 'Dani el rojo', el ciberactivista, empleado de Google en el Norte de África, que gritó al mundo la siguiente proclama: «Todos somos Jaled Said», después de ver al joven linchado por los policías en Alejandría. Unos días antes, el verdadero Daniel Cohn-Bendit, eurodiputado, líder de la Revolución de Mayo, se negó a sentarse en la mesa con Viktor Orban, primer ministro húngaro y presidente de turno en la UE. Cohn-Bendit, a pesar de haberse descolorido hasta el verde, entiende que Europa nació después de proclamar que la pluma es un órgano del cuerpo como la lengua. Los que quemaban los libros en el siglo XX, en la Edad Media hubieran quemado a Freud, pero si nos descuidamos retornan los cazadores de brujas y sacan como la tortuga, de entre conchas, la cabeza y las tijeras.
En Europa, que anda económicamente, como puta en cuaresma, ruge la marabunta, cosa que antes sólo ocurría en España, cuando las hormigas eran lumis mutiladas por la censura. Mientras el Parlamento húngaro diseñaba un bonito bozal para la Prensa, el italiano urdía una ley-mordaza.
En España hay libertad de prensa, pero buscar la objetividad es como buscar dos gatos negros en una habitación oscura. Vivimos el apogeo del «canutazo» y de un off the record basado, no en un pacto de caballeros, sino en un chanchullo de cómplices.
En estos días de amenaza de mordaza leo Teoría pura de la República, de Antonio García-Trevijano, basada en la Revolución Francesa, la primera asignatura de la cultura política. En la catarsis de las ideas, explica que los partidos republicanos son los más antirrepublicanos que existen y denuncia el enmascaramiento de la realidad por los medios. El oportunismo permite vivir a las monarquías como si fueran repúblicas, a las «partidemocracias» como democracias, y a la prensa como si fuera libre.
De aquellos cinco obstáculos bretchtianos para defender la libertad de expresión -coraje cuando te ahogan, inteligencia para descubrir la verdad cuando la esconden, dificultad para manejarla como un arma, trabajo para escoger a aquellos en cuya manos será eficaz y astucia para protegerla, de los cinco obstáculos, decía, hay uno superior a todos: la verdad objetiva no existe, es apenas un viejo juego de escolásticos. La información es poder, energía, pero hoy está condicionada por el poder, la militancia y la opinión. En España, salvo sitios como éste, no hay una manera única de relatar los acontecimientos. Hay por lo menos dos. Se ha escapado el ruiseñor del ordenata, queda entre las teclas la ruin consigna. La libertad vuela entre los ciberactivistas, en la aurora de la Plaza de la Liberación.