1999-10-02.EL MUNDO.LOS BORBONES FRANCISCO UMBRAL
Publicado: 1999-10-02 · Medio: EL MUNDO
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LOS BORBONES EL MUNDO, 2 DE OCTUBRE DE 1999 FRANCISCO UMBRAL La manera que han encontrado los Borbones de hacerse solubles en la vida española no es el casticismo de Isabel II ni el señoritismo o dandismo de Alfonso XIII. Tampoco entran los Borbones con sangre y fuego, sino con niños. La saga de las Infantas, las películas de Pilar, el dandismo de Marichalar, el democratismo de los balonmanistas, Froilán, ese acierto de nombre, Juan, ese otro acierto nominal, todo esto va componiendo una masa casi mesocrática, muy seguida por el gran público en los medios, que es monarquía en forma de clase media, o clase media con la corona de papá guardada en el armario de los trajes de domingo. Pasa el tiempo, se desarbolan los partidos como los navíos en la celiana Costa de la Muerte, UCD, PSOE, AP, suben y bajan los nacionalismos, España arde por la esquina vasca, todo parece escapadizo, improvisado «convencional», que decía yo ayer, pero el máximo convencionalismo, una monarquía, resulta que es lo único que dura, continúa y se sucede a sí mismo. La democracia no ha madurado ni mucho menos, la república no se atreve a nombrarla ningún político, y hete aquí la Monarquía, con esa M mayúscula que tiene picos de corona, dando continuidad a un tiempo que no la tiene. No estamos en condiciones de hacerle graves críticas a la Monarquía porque lo nuestro es peor. La OTAN se implanta de pleno derecho en España y algunos legendarios dicen que eso va a acabar con ETA (y a lo mejor con todos). Mientras tanto, este pueblo cada vez más despolitizado, «por asco de la greña jacobina» y por otras muchas asquerosidades, tiene ya a los Borbones como de la familia. Juan Carlos ha sido el gran gestor de la aceptación popular de su dinastía, don Juan habla como un hombre de la calle. Los falangistas se pasaron el cuarentañismo cantando que no querían coronas de cartón, pero ahora tenemos una corona de papel couché donde lucen todos los días las bizarrías y los partos de los Borbones. La Historia casi siempre es irónica. Aquí se había soñado con una República Socialista Soviética, con el presidencialismo de Trevijano, con los Bancos del Opus Dei, con la socialdemocracia alemana de Felipe González, etc., pero las aguas han venido a remansarse, por sí solas, en un monarquismo sentimental que de momento tiene maniatado a Pujol, dulcemente abrazado el Parlamento y emocionada a la gente. Hasta encontraron los Borbones su gran cronista televisiva en una progre, una roja, una liberada, una moderna: Pilar Miró. La familia Borbón se ha limitado a entrarle al pueblo por la vía de una municipal emoción, de una sencilla vecindad. Qué lección política para los jefes de partido y los presidentes de Gobierno, que van siendo todos distantes, autorizadísimos y bordes. Estamos todos de churchilliano acuerdo en que la democracia es el menos malo de los sistemas, pero los grandes demócratas se nos vuelven autoritarios y distantes, como Felipe González y ahora Aznar. No sé si sirve para algo, pero en toda Europa la gente ha dejado de emocionarse con los presidentes y demás señores de gris, que son quienes adoptan actitudes monárquicas, como lo hacían De Gaulle y Mitterrand. La gente se emociona con los patucos de Juan.