1991-02-06.EL INDEPENDIENTE.LÓGICA DE LA GUERRA AGT

Publicado: 1991-02-06 · Medio: EL INDEPENDIENTE

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LÓGICA DE LA GUERRA 
EL INDEPENDIENTE, 6 FEBRERO 1991 
TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
Cuando el Presidente francés empleó al expresión «estamos en la lógica de la guerra» nadie le atribuyó el pensamiento de que la guerra, en sí, fuera lógica. Se limitó a comunicar que estábamos en una situación prebélica, en un momento de preparación para la guerra, donde los actos de los representantes de los Estados implicados cobraban sentido, por encima de la calculada ambigüedad de sus apariencias, bajo la perspectiva de una próxima apertura de las hostilidades. Pero la expresión «lógica de la guerra» ha hecho fortuna en la clase dirigente porque, usada como idea autónoma, hace creer que el fenómeno bélico se desarrolla, por sí solo, contra la voluntad de los gobernantes. El Presidente francés no quería la güera. Pero está en ella por la lógica del acontecimiento.
La idea del fatalismo histórico de las guerras dominó el pensamiento de los intelectuales, hasta que el movimiento pacifista trató de evitarlas haciendo recaer sobre los gobernantes la responsabilidad de las mismas. Para ello ha creído necesario sustituir las teorías sociológicas, las distintas lógicas explicativas de la guerra como fenómeno colectivo de los pueblos, por las teorías psicológicas basadas en la ambición o la gloria de los dirigentes que la declaran. Pero una teoría científica no es mejor que otra por el hecho de que parezca más útil para hacer responsables del curso de los acontecimientos colectivos a los hombres de poder. Sobre todo cuando no todas las explicaciones sociológicas suponen la inevitabilidad de las guerras, y cuando la historia muestra, con desgraciada frecuencia, cómo jefes de Estado que se han resistido a las impulsiones belicosas del medio social perdieron el favor de la opinión.
No hay necesidad de recurrir a la psicología guerrera de los jefes para rebatir la supuesta lógica social o histórica de la guerra. Basta situar la guerra en su lugar propio, en el terreno de los instintos o sentimientos colectivos, y a la lógica en el campo de la mente individual, para comprender que la expresión «lógica de la guerra» es tan vacua e impertinente como la de «lógica del suicidio». Otro fenómeno social, como la guerra, que Durkheim explicó con lógica, pero sin atribuírsela al suicida.