2003-03-24.LA RAZON.LO NUEVO EN LA GUERRA DE IRAQ AGT
Publicado: 2003-03-24 · Medio: LA RAZON
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LO NUEVO EN LA GUERRA DE IRAQ LA RAZÓN. LUNES 24 DE MARZO DE 2003 ANTONIO GARCÍA TREVIJANO El enfoque sentimental de las masas en la visión de los acontecimientos, inevitable en los casos de guerra, favorece la ocultación por los gobernantes de las causas que los producen y los fines que los orientan. Unas y otros no son, ni podían ser en el caso de Iraq, el simple derrocamiento de un dictador. ¿Por qué ahora y no cuando era más peligroso para sus vecinos? ¿Acaso la Administración Republicana de EE UU se ha hecho de repente menos tolerante con las dictaduras? ¿Por qué la de Iraq, estrechamente vigilada y coaccionada, y no las de Irán o Corea del Norte? ¿Para privar de armas letales al terrorismo islámico? ¿Por qué entonces, como ha señalado el New York Times, no se ha invocado la tragedia del 11 de septiembre? ¿Dónde están las armas nucleares o químicas que Sadam no utiliza contra el pavor y espanto de las que están destruyendo Bagdad? Cuando Bush declaró que invadiría Iraq con o sin autorización de la ONU vetó la vía al desarme pacífico. Todo lo sucedido después no podía ser más que pura comedia, interpretada por malos comediantes, para distraer a la opinión mundial de la finalidad económica de la invasión. El dictador no tuvo una sola oportunidad de evitar la destrucción militar de su Régimen. Lo pertinente no es preguntarse la tontería de por qué ha querido Sadam inmolarse en lugar de exiliarse, sino qué utilidad persigue Bush al preferir la guerra pavorosa al desarme o al asesinato del dictador. ¿Por qué la conveniencia de un nuevo orden mundial, que nadie pone en duda, se anuncia con el espanto de nuevas armas de destrucción? ¿A quién va dirigida esta lección de escarmiento? ¿De qué se le quiere disuadir? Los muertos no escarmientan. A lo fenecido no se le disuade. El nuevo poder en Iraq será un títere de EE UU. Los Estados con armamento nuclear no se dan por concernidos. Israel repite sin cesar que ésta no es su guerra. La aniquilación de la dictadura en Iraq con tal exhibición de tecnología bélica no tiene explicación política por sí misma. No hay análisis superficial o profundo de esta invasión militar que no encuentre su causa lejana en la crisis del petróleo de los 70 (la que desnudó el punto flaco de la civilización industrial), y su causa inmediata en el peligro, nada teórico, de que Francia, Rusia y China, ya presentes en el escenario petrolero de Medio Oriente, puedan generalizar el experimento de Sadam de convertir los petrodólares en petroeuros y provocar el hundimiento del dólar como moneda de reserva. Las Bolsas y los ciudadanos en masa no piensan, pero intuyen. Un campo donde la inteligencia acierta cuando no razona. Unas y otros han intuido que esta guerra, tan innecesaria para el mundo como útil para el sector armamentista y petrolero de EE UU, favorece al dólar, según lo confirma el aumento de ciertos valores bursátiles y la disminución del precio del petróleo. Y que perjudica al euro lo han percibido todos los gobiernos de la Unión Europea, salvo el de España, que no cree en el porvenir de su moneda y, como los especuladores a corto plazo, apuesta por el dólar. Blair defiende la libra esterlina y el viejo orden del vínculo atlántico. La novedad no está en el armamento que produce pavor y espanto. Las falanges griegas, las legiones romanas, la caballería árabe, la artillería, la cañonera británica ante pueblos armados con lanzas, los gases venenosos de la guerra del 14, los V-1 nazi, las oleadas de bombarderos aliados y la bomba atómica no han creado tipos distintos de terror ante la muerte. Sólo la tortura y el dolor crean diferencias en el espanto. Que la invasión de Iraq era innecesaria para la causa de la paz lo ha presentido la humanidad que se moviliza en todas las grandes ciudades del mundo, incluidas las de EE UU, Gran Bretaña y España, sin manipulación de propagandas de partido. Esto es lo nuevo que reclama respeto moral y reflexión política.