2001-08-11.LA RAZON.LLEVARSE LA MANTA LORENZO CONTRERAS
Publicado: 2001-08-11 · Medio: LA RAZON
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RÍOS DE TINTA CROMOSOMA 15 avances científicos resulten a deshora y hasta póstumos pa- ra la mayoría? Yo le voy a de- cir a mi cromosoma 15 que sea educado, y le preguntaré por la marca de su tabaco pre- ferido o por el tipo de golosi- nas que más le apetecen. Tanto aguar marea con lo exógeno y lo endógeno, y resulta que to- do es asunto de un bichito, co- mo en la terrible versión minis- terial del aceite de colza. No miento si digo que he pasado la mañana intentando localizar al cro- mosoma 15 para quedar con él a la hora del almuerzo. Un tipo así, parásito de tu propia biología, es de tener en cuenta. Pero ni apare- ce ni contesta, a pesar de los múltiples reque- rimientos con los dedos, con la mente en blanco, con el sueño o con la mala leche. In- sisto en que me falta el libro de instrucciones antes de concluir en que vivir es perjudicial para la salud. Aún recuerdo los reproches fa- miliares por mi afición al pescado azul, que tenía el color del mar, y ahora se lo reco- miendan hasta a los moribundos. Colesterol arriba o colesterol abajo, resulta que las vacas locas están cuerdas, como lo estaba «Corde- ra» en el inolvidable cuento de Leopoldo Alas «Clarín». Aún llegará el día en que, tras san- tificar la marihuana, se nos diga que el taba- co es bueno. Y entonces vendrán las multina- cionales tabaqueras a pleitear contra el Ministerio de Sanidad. Y ganarán, vaya que si ganarán... Converso con el cromosoma 15, que siempre va conmigo. CONFIDENCIAL Desobediencia a Cascos Aunque a última hora al presidente se le van solucionando los «pequeños problemas», como le gusta llamarlos a AAzznnaarr, parece que la descoordinación –hasta ahora patrimonio de VViillllaalloobbooss– se ha cambiado de domicilio. Al eficaz hacedor de trenes rápidos, al ministro más inversor, al ex vicepresidente y ministro de Fomento alguien le quiere hacer la cama, como se diría entre paisanos. Además de que no hay manera de enderezar el rumbo de Extremadura y de que el nuevo equipo del PP allí instalado no «cuaja» como se esperaba, desde la Delegación del Gobierno han decidido corregirle los nombramientos al ministro. Él decidió nombrar allí a un alto cargo de su Ministerio guiado por criterios profesionales y «curriculares», como siempre, pero se ha producido lo nunca visto. El «equipo» extremeño se lo ha tumbado. Y claro se han quedado tan pasmados que aún no saben qué hacer, si insistir y «poner orden» en la Comunidad biprovincial, o hacerse el sueco y pasar página. Lo malo es que, si hace lo último, igual vienen los problemas legales. Descoordinación, la hay, pero lo que no puede ser es que, además, haya desobediencia. FFaauussttiinnoo FF.. ÁÁLLVVAARREEZZ EELL SSUUBBMMAARRIINNOO LAS CARAS DE LA NOTICIA L a casa Bayer retira unos fármacos contra el colesterol. Científi- cos españoles desvelan el gen que produce el pánico. El mis- terio interior del hombre se va convirtiendo, paso a paso, y sólo aparentemente, en un li- bro abierto. Porque también se escribe que, a partir de los se- tenta años, es bueno un coles- terol alto. Y que el pánico sólo se produce en los seres huma- nos: las jirafas jamás lo sien- ten, dicen los científicos. Esto que hemos da- do en llamar calidad de vida es, en el fondo, capacidad de duda. Quien duda, sobrevive. La certeza es un cuchillo envenenado. Si la His- toria fue, en un tiempo, cronología de batallas y de emperadores, hoy ha pasado a ser –y lo celebro– relato de lo pequeño, porque peque- ño es el equilibrio que nos sostiene (nada que ver con el Himalaya) o la imposible tenden- cia a la felicidad (también nada que ver con los negocios de Gescartera o con el oro de Moscú). Dicen los sabios que extraer el co- lesterol del cuerpo humano es como dejar al motor del coche sin aceite. Y que hay un co- lesterol bueno y otro malo, uno de los arcán- geles y otro del diablo. En cuanto al pánico, los psiquiatras de vanguardia ya no recurren al psicoanálisis de Freud sino que se refieren a que «una parte del cromosoma 15 está repe- tida». El miedo a estar de pie en el centro de la plaza mayor de tu pueblo o el temor a ha- blar en público están relacionados con el cro- mosoma 15. Haberlo dicho antes, carajo. ¿Por qué el hombre, al nacer, no trae un libro de instrucciones, para evitar que casi todos los s o t n a S . i G e n n o C e f E e f E BBaarrrriioo:: ««EEttaa ssee aaccaabbaa ccuuaannddoo eell PPNNVV lloo qquuiieerraa ddee vveerrddaadd»» El secretario general del Partido Popular en el País Vasco, Carmelo Barrio, asegu- ró ayer que «el PNV tiene que aplicar to- das sus fuerzas en acabar con la banda te- rrorista Eta porque cuando el PNV quiera de verdad acabar con Eta, Eta se acaba». EEll IInnssttiittuuttoo CCaarrllooss IIIIII ccrreeaa uunn rreeggiissttrroo ddee iinnvveessttiiggaaddoorreess El Instituto de Salud Carlos III ha creado un registro de investigadores al servicio del Sis- tema Nacional de Salud, al que podrán acce- der voluntariamente los científicos españoles que trabajen en nuestro país y el extranjero. En la imagen, Antonio Campos, su director. OOvviieeddoo aaccooggee llaa eexxppoossiicciióónn ««PPaauuttaa eenn BBllaannccoo»» Los alumnos de la Escuela Municipal de Artes Plásticas y Escénicas de Oviedo ex- ponen sus obras en la interesante muestra «Pauta en Blanco», que recoge pinturas, esculturas y cerámicas. En la imagen, el al- calde de Oviedo, Gabino de Lorenzo. LA RAZÓN SÁBADO, 11 - VIII - 2001 7 OPINIÓN ACOTACIONES LLEVARSE LA MANTA T odo fue produc- to de la m a l a s u e r t e . Quien creyera que Antonio Camacho, pro- pietario de Ges- cartera y único encarcelado hasta ahora por el «affaire», iba a tirar de la manta y descu- brir a la vista del público una galería de pí- caros confirmados y hasta ahora sólo sos- pechados, se equivocaba evidentemente. La nueva comparecencia del principal implica- do ante la juez Teresa Palacios ha demos- trado, entre otras cosas, que eso de tirar pa- ra descubrir, cuando hay mucho que tapar de lo propio, es un gesto casi suicida que muy pocos se atreven a practicar. Antonio García-Trevijano, injuriado en su día, en pleno franquismo, por alguien que le ame- nazaba con tirar de no se sabe qué manta, aventuró que si aquel personaje tiraba de la manta era para llevársela. Incluso cifró en doscientas pesetas la reparación que exigía a su ofensor, si es que no recuerdo mal esa historia. Y no hubo nada. Así pues, el señor Camacho no se ha atre- vido tampoco a tirar de ninguna manta, con- firmando la tendencia, en estos casos, de amagar sin dar. La mala suerte fue la culpa- ble, según el abogado del personaje y según también se desprende la nueva declaración del implicado. Camacho ha optado por que- darse con la manta. Falta por saber si Roldán, igualmente amenazante contra quienes se embolsaron dineros en aquella orgía de fon- dos reservados, pero no pagaron por ello, se- rá capaz de practicar la higiene de la denun- cia suficiente. Lo probable es que calle para siempre o, al menos, mientras se encuentre a la sombra. A menudo el secreto de estas ac- titudes radica en el dinero desaparecido o no recuperado del todo. La opción por el sufri- miento carcelario a cambio de asegurarse la posesión de una fortuna es una tentación que debe ser comprendida. El delito de estafa o de apropiación indebida, junto con otros co- nexos, no convierte a sus autores en eternos prisioneros de novela de Dumas. Antonio Camacho, si es hallado culpable, puede lle- gar a tener ante sí un sugestivo futuro, como es probable también en el caso de Roldán. La contemporizadora declaración de Ca- macho, realizada «pro domo sua» en espera de que le crean un simple gestor infortuna- do, no evitará consecuencias políticas. Tam- poco demasiadas, desengañémonos. Pero nos asegura a los contempladores un otoño ca- liente, como suele decirse. Por primera vez, tras desechar el suculento bocado que le ofre- cía Josep Piqué, el señor Zapatero abando- nará su línea tranquila y desdentada para morder todo lo que pueda. Lástima para el que las posibles rentas políticas tengan que esperar todavía tres años para concretarse, di- luyéndose en la vastedad del tiempo, como los dineros de Gescartera. A fin de cuentas, dicen que la distancia es el olvido. Y el que tira de la manta para llevársela sabe lo que hace. LLoorreennzzoo CCOONNTTRREERRAASS