1995-07-29.EL PERIODICO.LA VISITA DEL FENICIO
Publicado: 1995-07-29 · Medio: EL PERIODICO
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LA VISITA DEL “FENICIO” Pujol asistió en Marbella a una lección magistral de tópicos sobre catalanes EL PERIODICO. 29 JULIO 1995 c. c. Marbella Jordi Pujol, siempre sensible a la imagen que desde el resto de España se tiene de los catalanes, pudo comprobar ayer en Marbella que incluso cuando éstos son bien recibidos los halagos son tangentes al insulto. En las escasas seis horas que el presidente de la Generalitat pasó en la capital de la Costa del Sol pudo recolectar un rosario de anécdotas de aquellas que de vez en cuando le gusta recordar para amenizar sus intervenciones en público. Hubo de todo. Julio Fidalgo, uno de los responsables de los cursos de verano de la Universidad Europea de Madrid (UEM) en la que Pujol pronunció su conferencia, se retrató el solo cuando afirmó que después de haber conversado durante una hora con el presidente de la Generalitat había llegado a la conclusión de que es falsa esa imagen que se intenta vender de él como la de “un estraperlista político”. Una hora antes, al parecer, no lo dudaba. Le anduvo a la zaga en esa combinación de elogio-insulto el periodista y organizador de los cursos, Graciano Palomo. Éste se ha convertido en los últimos días en el embajador de Jesús Gil, alcalde de Mar bella, a raíz de la polémica que éste provocó cuando acusó al presidente del FC Barcelona de querer imitar a Pujol al querer llevárselo todo para Catalunya. Palomo, en privado, defendía ayer a capa y espada la figura política de Gil, de quien aseguró que es un hombre con dos caras. La menos conocida y más real, según dijo, “es muy catalana, muy fenicia”. Sólo le faltó decir que además es muy polaco. Palomo, minutos más tarde, en la presentación pública de la conferencia, criticó, “desde la larga atalaya mesetaria” por la que asegura ver la realidad española, “los sambenitos y clichés cocidos durante siglos” sobre los catalanes. No obstante, las perlas de ayer eran un grano de arena en el desierto comparadas con las dos semanas de sobresaltos que ha deparado el curso de verano de la UEM. Desde la misma silla en que ayer Pujol se esforzó por demostrar a los asistentes al curso que el suyo no es un nacionalismo hostil a España, el diputado del PP Gabriel Cisneros sentenció el pasado lunes sin pestañear: “La fuerza del nacionalismo es como el sida, irreversible y letal”. Cisneros disparó sin contemplaciones en una conferencia que tenía por título En defensa de la política democrática Una defensa, en este caso, numantina. Tampoco se quedó corto, otra vez en la misma silla, el republicano militante Antonio García Trevijano, quien, además de augurar que “la corrupción seguirá cuando gobierne el PP” y denunciar que “Fraga es un fascista”, afirmó que el Rey “estaba implicado al ciento por ciento en el golpe contra Suárez”. Fue, aseguran quienes estuvieron presentes, un pim pam pum de vértigo. De hecho, el dossier informativo de los cursos de la UEM parecía invitar a la cornada política. Un ejemplo era una de las páginas en la que, como si se tratara del cartel de la Monumental, se anunciaba: “Pujol, Lucas, Laborda, Arenas y Miss España entre los participantes de los cursos de la UEM". Con estos precedentes, el encuentro de ayer entre Pujol y Gil fue casi el de dos hermanos. El alcalde de Marbella, que envió hace unos pocos días una carta al presidente de la Generalitat para pedir disculpas por sus polémicas declaraciones, aprovechó el debate posterior a la conferencia para preguntar, con más educación que muchos periodistas de Madrid -esta semana le preguntaron a Felipe González cómo puede gobernar con 26 muertos a sus espaldas- sí estaba justificado su apoyo al Ejecutivo “tal y como está la situación económica del país”. Fue aquí donde, tras dos semanas de perlas y exabruptos en la UEM, Pujol sacó su mano izquierda e invitó a Gil a discutir con él si la economía española va bien o no durante la media parte del partido que juege el Atlético de Madrid en Barcelona. “Pero no nos vuelvan a hacer como aquella vez que les ganábamos por 3 a 0 y al final nos derrotaron por 4 a 3”, dijo Pujol para satisfacción del alcalde de Marbella. El presidente de la Generalitat se metió en el bolsillo a Gil, quien, en una muestra de esa faceta tranquila y catalana que de él vendía Palomo minutos antes, reconoció que pudo comprobar que “lo que nos venden de usted es muy distinto a la realidad”. ■