2005-08-20.EPOCA.LA REPÚBLICA UN DEBATE TABÚ MIGUEL GIL
Publicado: 2005-08-20 · Medio: EPOCA
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LA REPÚBLICA UN DEBATE TABÚ ÉPOCA, 20 DE AGOSTO 2005 MIGUEL GIL Ante la crisis intencionada del modelo de Estado Historiadores, intelectuales y periodistas se pronuncian sobre un tema considerado tabú durante mucho tiempo. Quién le iba a decir a nuestro monarca que aquel moreno mexicano tan simpático que conoció en Zaragoza durante su estancia en la Academia militar acabaría reuniendo a alrededor de 2.000 personas en un acto en favor de la República. Entonces Juan Carlos no lo sabía, pero el bigotes del Pegaso con motor Ferrari que tanto éxito cosechaba entre las mujeres no era otro que Antonio García Trevijano, consejero de su padre, don Juan, e insigne republicano. Tras el primer verano después de conocerse, el hoy rey Juan Carlos ya sabía la verdadera identidad de su compañero de salidas. Se lo habían contado don Juan y Pedro Sainz Rodríguez. Tan afable como siempre, el entonces príncipe reprochaba a García Trevijano haberle ocultado su identidad; pero, pese a todo, continuaron con su amistad. El republicano contemporáneo más famoso de España cuenta que ese mismo día Juan Carlos le pidió consejo acerca de la primera medida que debería tomar tras acceder al trono. "Lo primero que tienes que hacer es meterme en la cárcel", le contestó. La relación se truncó con el tiempo y, según Trevijano, en un momento muy preciso: cuando el monarca le invitó a comer un año antes de ser nombrado sucesor para que tanteara el ambiente en el entorno de su padre. En concreto, Juan Carlos quería que García Trevijano se enterara de parte de quién estaba Eugenio, un secretario de su padre. A García Trevijano aquello le sonó a traición. Desde entonces, no se ven. Una vez, siendo ya sucesor Juan Carlos, volvieron a intercalar unas palabras. Trevijano almorzaba tranquilamente en el restaurante del madrileño Club 31 cuando escuchó: "Tono, ¿no me saludas?". Era Juan Carlos, quien obtuvo respuesta: "Al amigo siempre, al sucesor, jamás". Pasaron los años. Entrada la década de los noventa llegaba la agonía del felipismo a golpe de escándalo. Caía Mario Conde de la presidencia de Banesto. Javier de la Rosa y Manuel Prado y Colón de Carvajal -éste, íntimo del rey- aparecían asiduamente en las portadas de los diarios... Y a finales de 1994 (el 20 de octubre), Antonio García Trevijano presentaba El discurso de la República (Temas de Hoy). Todo a punto para reivindicar una segunda Transición. Y eso fue lo que hizo el autor de El discurso de la República durante la presentación de su obra en el Paraninfo de la sede de la Universidad de San Bernardo, en Madrid. Cerca de 2.000 personas, en su mayoría estudiantes, asistieron a la presentación del libro, que se desarrolló sin incidentes ni banderas republicanas y con la participación de destacadas personalidades de la vida pública como Luis María Ansón, Pedro J. Ramírez y José Luis Gutiérrez. Once años después, García Trevijano continúa aferrado a los mismos postulados. "Lo que hay en España es una monarquía parlamentaria, no constitucional". Locke y Montesquieu se verían defraudados al observar el banco azul del Congreso. "No hay separación de poderes", sentencia. Sin embargo, considera que en España no existen partidos republicanos. ¿ERC? "Pone al nacionalismo por delante" ¿IU? "Si fuera republicana no actuaría con un sistema monárquico"... Habla de "cúmulo de intereses" al referirse a la pervivencia monárquica, y la única virtud del Rey que sale de su boca es "que sigue siendo leal a Franco, lo cual quiere decir que tiene algo de decencia". No ve cercana la llegada de la tercera República, ya que "los cambios de sistema se producen por cuestiones catastróficas", y para él, los nacionalismos tan sólo podrían provocar "la ruptura de la clase dirigente". Hoy la escena nacional no asiste al continuo destape de corruptelas vivido durante los últimos años del felipismo, sino que es la propia idea de nación la que se ha arrogado en protagonista. El modelo de Estado es discutido mientras los nacionalismos aumentan sus reivindicaciones. ¿Debe actuar el Rey? ¿Sería conveniente que el monarca realizara alguna declaración pública sobre la unidad de España? El veterano periodista y escritor Raúl del Pozo considera que no, aunque advierte que el monarca no debe "dejarse manosear y adular por unos nacionalistas que quieren soberanía compartida, y que desean que el Rey sea una especie de reina Isabel II". Y va más allá. Cree que "vivimos una crisis" y recuerda que ante estas situaciones, en España tradicionalmente "lo primero que pedía la gente es que se fuera el Rey". No es el caso, "porque el Rey Juan Carlos es muy popular y tiene aceptación".