1995-01-05.EL MUNDO.LA PEOR DE LAS SOSPECHAS AGT
Publicado: 1995-01-05 · Medio: EL MUNDO
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LA PEOR DE LAS SOSPECHAS EL MUNDO. 5 DE ENERO DE 1995 ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO La intensa campaña de difamación que está desarrollando el ex ministro Barrionuevo, contra la independencia del juez Garzón, no tiene antecedentes en España. Si tuvieran algún fundamento sus protestas de estar indefenso frente a la grave acusación de ser responsable de la organización terrorista de los GAL, le bastaría un solo gesto personal de coherencia moral y credibilidad social, un solo acto de valor y de elegancia, para poner fin a esa inverosímil situación: dimitir de diputado, renunciar a su inmunidad y personarse en el sumario como parte acusadora de los presuntos asesinos de los GAL, Sancristóbal y Cía. Si no lo hace, y mientras no lo haga, puede decir misa o, si lo prefiere, invocar al diablo. Fuera de la manada depredadora del Estado y de las conciencias envilecidas por el crimen de Estado, que lo aplauden, nadie lo creerá. Sus airadas palabras contra la independencia de un simple juez, seguirán desgarrando el silencio de las almas adormecidas, como grito desesperado que el miedo animal arroja a la cobardía de la manada que lo abandona. La aparente ferocidad de Barrionuevo, su agitación febril, su continuo deambular de cárcel en cárcel y de palacio en palacio, sus angustiadas peticiones de solidaridad con presuntos terroristas, su agarrón desesparado a los faldones cautelosos del ministro Belloch y al clavo ardiente del presidente González, sus recursos desestimados a la Audiencia Nacional y al Consejo General del Poder Judicial, no enmascaran su pavor a la verdad, ni lo apartan un ápice de la única salida honrosa del laberinto de terror donde está perdido y de la ciénaga de inmundicia donde está metido. Dimisión y acusación contra los responsables de los GAL. Si fuera inocente de la sospecha que pesa sobre él, Barrionuevo atacaría sin piedad a los subordinados que lo han engañado en su ciega y estúpida confianza. Que no son Amedo y Domínguez, sino Sancristóbal y Cía. Si fuera inocente de la sospecha, sería más papista que el Papa en la condena sin restricciones de los crímenes de los GAL, aunque se hubieran cometido hace mil años. Lo último que haría un ministro del Interior, si fuese inocente de los GAL, sería atacar al juez responsable de la investigación de sus criminales acciones. Si hace, como Barrionuevo, todo lo contrario, está permitida ya a todos los bienpensantes la peor de las sospechas. Este comentario fue leído ayer en el programa «Primera hora», de Antonio Herrero, de la Cadena Cope.