1976-04-03.CUADERNOS.LA OPOSICION UNIDA Y DETENIDA-páginas-1,15-16
Publicado: 1976-04-03 · Medio: CUADERNOS
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PARA EL DIALOGO CONSEJO MANDO N.• 153 u 2. EPOCA • 3.9 ABRIL • 50 PTAS. A POLITICA organismo unitario denominado Coordinación Democrática, nombre en cierta medida indica- tivo y programático de sus fines y objetivos políticos. Trece partidos y grupos aparecen como fir- mantes de una declaración de lenguaje conciso y moderado (se insiste varias veces en la via pacífica hacia la democracia), que propone "la realización de la ruptura o alternativa demo- crática mediante la apertura de un periodo constituyente, que conduzca, a través de una consulta popular, basada en el sufragio univer- sal, a una decisión sobre la forma del Estado y del Gobierno, así como la defensa de las liber- tades y derechos políticos durante este perío- do". El documento es más duro, sin embargo, al enjuiciar la política reformista del Gobierno. También afirma que "las proyectadas Leyes de reforma politica, aprobadas por el Gobier- no y enviadas a las Cortes, no son aceptables para la oposición, porque si bien desde un punto de vista formal modifican los criterios anteriores, no reconocen las libertades demo- cráticas a todos los ciudadanos del Estado". Gestación del pacto El documento elaborado por Coordinación Democrática, en sus puntos programáticos concretos no arroja ninguna novedad respecto a los sucesivos manifiestos publicados anteriormente por los partidos políticos de oposición, dentro o fuera de los organismos unitarios: amnistía, pleno ejercicio de los dere- chos humanos y libertades políticas consagra- das en los textos jurídicos internacionales, libertad sindical, reconocimiento de las nacio- nalidades y funcionamiento de un poder judi- cial único e independiente, son los puntos bási- cos recogidos. Son firmantes: Comisiones Obreras, Grupo Independiente, Movimiento Comunista, Parti- do Carlista, Partido Comunista de España, Partido Demócrata Popular (bajo reserva de ratificación), Partido Social Demócrata, Parti- do Socialista Obrero Español, Partido Socialista Popular, Partido del Trabajo de España, Union General de Trabajadores, Unión Social Demócrata Española e Izquierda Democrática. Este último "hace constar expresamente la reserva de tener que someter el texto a la deliberación y acuerdo, en su caso, del Congreso Nacional los días 3 y 4 de abril". En la próxima semana, Justicia Demo- crática, Confederación Socialista y otros gru- pos más a la derecha podrían solicitar su ingreso. Previamente el PSP (Tierno Galván) había abandonado la Confederación Socialis- ta, de la que formaba parte, evitando así un espinoso problema de duplicidad en su repre- por caitze, eán A la puerta del despacho de García-Trevijano. Los periodistas fueron invitados a disolverse. LA OPOSICION UNIDA (Y DETENIDA) "La Dirección General de Seguridad tuvo noticia de haberse convocado por 4.. don Antonio Garcia-Trevidano Forte una rueda de prensa con objeto de presentar públicamente el organismo ilegal denominado Coordinación Democrática, rueda de prensa a la que se citaba a los medios informativos y otras personas en número indeterminado. No constando que para dicho acto hubiera sido solicitada la preceptiva autorización y sabiendo —por informaciones aparecidas en la prensa diaria— que dicho organismo ileeal estaba integrado mayoritariamente por faccio- nes comunistas y otros compañeros de viaje, todas ellas ilegales, se procedió a impedir su celebración, dada su manifiesta ilegalidad. En el lugar de la convocatoria se hallaban varios periodistas nacionales y extranjeros, así como distintas personas, procediendo los fun- cionarios policiales a la identificación de los que iban llegando, entre los que se encontra- ban don Raúl Morodo, don Marcelino Canta- cho, el propio señor García-Trevijano, el señor Alvarez Dorronsoro y el señor Solana Madariaga, los cuales fueron conducidos a la Dirección General de Seguridad para prestar declaración, trámite en el que se encuentran a la hora de redactar esta nota, nueve y treinta horas de la noche". Así, en el mejor estilo de tiempos al parecer no tan pretéritos (acentuados en su lectura por los medios oficiales de comunicación, al no conceder tratamiento a los cinco detenidos), resumía la nota policial lo que para muchos observadores, propios y foráneos, era el más importante acontecimiento político de los últi- mos meses: la fusión de la Junta Democrática y de la Plataforma de Convergencia en un uithuevf5, doShueVds, tieeShumes... 16 Sábado 3 de abril de 1976 ición dica- tivos fir- iciso vía e "la 3M0- iodo una iver- lo y ber- nío- rgo, rno. ;yes ner- bles un nos no- o". ión 2.0s cto los de IOS re- ra- es, jo- di- si- ti- a, le Li- lo le s, ir :r u e Li sentación. En este sentido, los observadores no ocultan cierta sorpresa por el, al parecer, cordial entendimiento de Enrique Mugica (PSOE) y Raúl Morodo (PSP). Tres chas tardó la comisión delegada en ela- borar el texto que fue aprobado por el pleno en ciernes, no sin ciertas correcciones que matizaban la redacción original en algunos puntos importantes, entre otros el nombre: unidad fue sustituido por coordinación, proba- blemente más explícito de un pacto que no disuelve los partidos, sino que los aglutina y coordina hasta el momento de las elecciones generales. Es, pues, un acuerdo-marco de carácter coyuntural, al que se ha llegado des- pués de multitud de vicisitudes y de diferencias de enfoques y puntos de vista, superadas en función de la situación real del país y del inten- to de los reformistas de dividir a la oposición. Ha llamado poderosamente la atencion la lla- mada a todas las fuerzas políticas reales del país, sin exclusiones y "con voluntad de superación de pasados enfrentamientos". En el curso de las conversaciones de la comisión elaboradora del proyecto fueron sor- teándose diversos obstáculos, que no dejaron de producir tensiones en algunos momentos. El dificil asunto de la presencia de las organi- zaciones de base en el nuevo organismo se superó aceptando la presencia de éstas en el pleno, con voz pero sin voto, y según, al pare- cer, un reglamento de funcionamiento no hecho público hasta el momento. El tema de la presencia de observadores de otros organis- mos unitarios de las nacionalidades no se resolvió, ante la dificultad que presentaba el hecho de que, salvo en el País Vasco, existen varios colectivos y en algunos de ellos está planteado el llamado problema del sucursalis- mo. Tema aún sin resolver. Sin embargo, pare- ce que el clima de entendimiento, a partir de la expresa declaración del reconocimiento de los derechos de las nacionalidades, podría entrar en una fase de colaboración y mutuo entendi- miento. No obstante, no todas las reticencias parecen superadas en este sustancial punto. Las próximas podrían ser, en este sentido, decisivas. Rechazo La frustrada conferencia de prensa y la detención de cinco destacados miembros par- ticipantes en las conversaciones, a pesar de su previa suspensión, indican de manera clara que el Poder no ha visto con buenos ojos la creación de Coordinación Democrática. El tono de la nota reafirma, las primeras impre- siones recogidas, en el sentido de que la oposi- ción unida o coordinada puede poner en entre- dicho una política reformista que, por el momento, no ha pasado de las intenciones más o menos contradictoriamente expresadas. Por el contrario, la oposición ha dado con este paso una prueba evidente de rechazo a todo lo que no sea el reconocimiento efectivo de los derechos y libertades democráticas. No todo está andado, ni todas las diferencias supera- das, pero la creación de Coordinación Demo- crática ha despertado y puesto en marcha un mecanismo que tarde o temprano el Poder habrá de reconocer. A la hora de cerrar esta edición —medio- día del martes— continuaban aún en las dependencias policiales Marcelino Cama- cho (Comisiones Obreras) y Alvarez Dorronsoro (Movimiento Comunista), ade- más de Nazario Aguado (Partido del Tra- bajo), cuyo nombre no figuraba en la nota de la Dirección General de Seguridad. MTE LA REFORMA eitvidoo PENAL Ca los GARC A VALDES El Gobierno ha remitido a las Cor- tes un proyecto de reforma de nuestro Código Penal, en relación a determinados artículos: asociaciones ilícitas, propagandas ilegales, reunión y/o manifestación no pacíficas y terrorismo. Con el mismo se pretende cooperar al establecimiento en nuestro país de una "democracia bajo el imperio de la ley". A primera vista, la reforma es timora- ta y como "a regañadientes". En elevado porcentaje se siguen tipificando como delictivas ideas, cuando lo propio de un texto punitivo es describir y sancionar actos; de otra parte, como aspecto positi- vo, parece advertirse una despenaliza- ción de conductas que anteriormente eran duramente reprimidas por la legis- lación de posguerra. Respecto a las asociaciones ilícitas —además de reputar como tales a las con- trarias a la moral o buenas costumbres y las que tengan por objeto cometer algún delito—, las de carácter político se excluyen de la legalidad cuando preten- dan: 1. 0 La subversión violenta. 2.° La destrucción del orden jurídico. 3. 0 La implantación de un régimen totalitario. 4.° Atentar contra la unidad, soberanía, independencia o seguridad de la Patria. 5.° Promover la discriminación entre ciu- dadanos por razón de raza, religión, sexo o situación económica. Esta descripción legal tiene problemas. Un Código Penal no debe ser un tratado de ciencia política y, en consecuencia, no tiene por qué configurar en su articulado una creación científica, cual la expresión "régimen totalitario", entidad ideológica que debe ser desconocida técnicamente para la ciencia penal. No se trata de mostrar simpatías con tales grupos u organizaciones —rojo o negros—, pues, en lo que a mí respecta, nada más lejos de mis sentimientos: se trata de restaurar el imperio de la Ley penal a su estricto cometido, sin invadir otras parcelas del saber jurídico que no le son propias y sin realizar exclusiones "ideológicas", del cariz que fueren, "a priori". .L Todo subversivo? Tampoco se entiende bien qué se trata de criminalizar al reiterar la expresión "destrucción del orden jurídico" : ?,aten- tar contra el dogma de la separación de poderes?, ¿no poder derogar leyes viejas para una situación nueva? También resulta complicado comprender correcta- mente las tan manidas palabras "subver- sión violenta", no tanto por el calificativo como por el sustantivo: ¿se requerirá el exclusivo fin político para caer en el deli- to?, ¿qué sucede cuando la mejora econó- mica sea el propósito primordial de la organización?, ¿se impondrá la razón y el buen sentido que exige una interpreta- ción superrestrictiva en esta matera?, ¿se distinguirá correctamente entre el lan- zarse a la calle de manera rebelde o sedi- ciosa, a propugnar cambios en un progra- ma de gobierno o criticar su gestión?, ¿va a seguir siendo casi todo lo que signifique reivindicación, fuera de los aún estrechos cauces legales, tachado con el mote de subversivo? Pero no concluyen aquí los problemas. Si es relativamente sencillo entender que en otro párrafo de la nueva regulación se castiguen las actividades separatistas o las de traición a la Patria, el proyecto, al crear un nuevo tipo de asociación ilícita, que ya hemos mencionado, y que se refiere a promover discriminaciones entre los ciudadanos, introduce nuevos focos de confusión, ¿tiene una naturaleza eminentemente política este precepto y pretende excluir así de la legalidad a cuantas ideologías marxistas propugnen, más o menos radicalmente, la lucha de clases (discriminación por situación eco- nómica) o, por el contrario, es la consa- gración del respeto para aquel sector de la libertad y dignidad humana que lucha por la igualdad- de toda persona ante la ley? Como se ve, las cuestiones se multipli- can, y si insisto más en la regulación penal del derecho de asociación es por- que las propagandas ilegales se han cons- truido partiendo del mismo y no merecen mayor comentario, y los delitos de reu- nión y manifestación parece que, a su vez, se van a poner en estrecha relación con las asociaciones, grupos o partidos que las promuevan o convoquen. Piquetes Me resta ocuparme del nuevo párrafo añadido al vigente artículo 263 del Códi- go Penal, en el cual se tipifican los "pi- quetes" que pretendan impedir el libre ejercicio del derecho al trabajo. Sistemáticamente es reprochable que se incluyan estas conductas en la sección denominada "terrorismo y tenencia de explosivos", pero al margen de ello no ofrece duda que el piquete en cuestión ha de actuar violentamente, por exigencias del contexto en el que el nuevo párrafo se inscribe. Hasta ahora, esta actividad se castigaba, criticablemente, como provo- caciób a la sedición del articulo 222. A grandes rasgos, estas son las re- flexiones que se me ocurren hoy al con- templar el proyecto de Ley comentado. Como soy posihilista —optimista irrecu- perable, dicen mis buenos amigos—, no puedo regatear el tener por positivo lo que de reforma y buena voluntad presen- ta el mismo, respecto a la situación anterior, aunque los interrogantes apun- tados subsisten y se vuelve a echar de menos la ausencia de consultas a orga- nismos especializados (Universidad, Judicatura, Abogacía) en materia de retocar el Códogo Penal, método viejo que se mantiene por inercia —no puedo pensar que por desdén— para situaciones que son ya, inexorable y afortunadamen- te , nuevas recién estrenadas. • Cuadernos para el diálogo 17