1990-07-05.EL INDEPENDIENTE.LA HOSTIALIDAD DE GARCÍA CALVO AGT

LA HOSTIALIDAD DE GARCÍA CALVO
EL INDEPENDIENTE, 5 JULIO 1990 
TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
La impotencia intelectual imagina como ardid, para eludir la dificultad de comprender la complejidad de lo real, que las relaciones sociales se pueden reducir a una sola abstracción omnipotente —Orden, Sistema, Capital, Estado— que abre, como Dios, una sola vía de redención a la humanidad.
Bajo el título «Hostias, al Señor», Agustín García Calvo, con elegante prosa, lanza andanadas de hostias al Señor que nos esclaviza, para que veamos el Mundo tal como es; para que no nos equivoquemos «tratando de arreglarlo por vías morales y democráticas»; para que no alcemos «nuestras imprecaciones o reivindicaciones a meros representantes y Sacristanes del Sistema»; para que no dirijamos a ellos nuestras humildes hostias, «cuando ellos mismos son las hostias, esto es, las víctimas sacrificadas que se consagran al Señor».
Aunque la palabra «hostia» proviene de «hostis» no encierra, sin embargo, sentimientos de hostilidad, sino de hospitalidad, de igualdad. «Hostis» designaba tanto al extranjero enemigo como al extranjero amigo con derecho a la hospitalidad de Roma («hospes»). Repartir hostias, por enemistad, a un Mundo despiadado, dejando a salvo, por compasión, la impiedad de sus poderosos Sacristanes, es un puro reflejo de la «hostialidad» que late en el nihilismo contemporáneo. Mitad por amargura mitad por pereza mental, esta nueva versión de acratismo niega la posibilidad histórica de un mundo hospitalario. El mensaje de resignación y de redención cristianas es sustituido por el de imprecación y renegación paganas. Las hostias, al Señor, son hostias del Señor García Calvo al proceso de humanización de las relaciones de poder de unos hombres sobre otros, camufladas, en esta época consumista, como poder de las cosas sobre la necesidad de ellas.