1985-08-07.DIARIODLERIDA.LA HISTORIA NO SE FABRICA EMILIO ROMERO

Publicado: 1985-08-07 · Medio: DIARIODLERIDA

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OPINION 

se 

Por  Eimlio  ROMERO 

Estoy  en  el  Mediterráneo,  y  en 
un lugar  —la  Manga  del  Mar  Me-
nor—  que  es,  principalmente,  la 
obra  heroica,  admirable,  tenaz, 
de  un  hombre:  Tomás  Maestre 
Aznar.  Es,  como  se  sabe,  una 
franja  larga  de  tierra,  que  parte 
el  mar  en  dos,  que  récibe  la  dé-
nominacióií  de  Mar  Menor  y  Mar 
Méditerráneo.  He  presenciado 
esta 
lucha  de  Tomás  Maestre 
Aznar  desde  hacé  muchos  años, 
cuando  esto no  era  otra  cosa  que 
la  propia  franja  de  tierra.  Lo 
que  me  sorprende  es  que  este 
esfuerzo  gigantesco  de  un  hom-
bre,  al  que  un  día  habrá  que  ha-
cer  un  reconocimiento  público 
—y  cualesquiera  que  sean  los 
avatares  de  su refriega—, no  ten-
ga  un  acompañamiento  oficial  o 
de  Gobierno,  en  obras  y  en  ac-
ciones,  aunque  pueda  registrarse 
alguno,  y  en  virtud  de  que  es 
un lugar  originalísimo  de  nuestro 
turismo,  con  gran  recepción  de 
nacionales  y  extranjeros.  Y  una 
vez  que  dispuse  mis  ojos  sobre 
el  Mar  Menor,  puesto  que  otras 
cosas  difícilmente  voy  a  poner, 
me  encuentro  con  una  serie  de 
artículos  de  Antonio  García  Tre-
vijano  en  !os  que  hace  historia 
sobre  la  transición  española  ha-
cia  la  democracia,  y  con  una  ac-
titud  clara  respecto  a  que  se  hi-
zo  mal.  Efectivamente,  Antonio 
García  Trevijano  fue  uno  de  los 
grandes  conspiradores  de  aque-
llos  años  contra  el  régimen  del 
gmeral  Franco;  hasta  era  el  má-
ximo  rector  de  un  periódico  dia-
rio  prestigioso, 
«Madrid»,  que 
fue  cerrado  y  que  ahora,  según 

mis  noticias,  se  dispone  a  salir, 
antes  de  fin  de  año.  No  me 
llevé  bien  en  aquel  tiempo  con 
Antonio  García  Trevijano,  y  has-
ta  me  puso  verde  en  una  céle-
bre  rueda  de  prensa.  Yo  quería 
salvar  «Madrid»  sin  García  Tre-
vijano,  y  a  favor  de  redacciórí  y 
trabajadores,  y  levantó  las  patas 
por  alto.  Luego  nos  reconcilia-
mos,  y  fue  quien  me  llevó  a  di-
rigir  el"  periódico  «Informacio-
nes»,  en  una  simple  aventura, 
por  mi  parte,  de  partisanismo 
frente  al  poder  del  centrismo, 
que  hacía  todo  lo  que  estaba  a 
su  alcance  para  cerrarme  la  bo-
ca,  o  cortarme  la  lengua. 

RUPTURA  Y  REFORMA 

La  tesis  de Antonio  García  Tre-
vijano  es que  se  hizo  reforma  en 
lugar  de  haberse  hecho  ruptura. 
Lo  que  se  tenía  que  haber  hecho 
—a  su  juicio—  era  la  formación 
de  un  Gobierno  provisional;  la 
derogación  de  todas  las  leyes  po-
líticas  del  antiguo  RégTmen';  la 
elección  de  la  forma  del  Estado, 
monarquía  o  república;  y  sus 
propias  características  en  cuan-
to  a  central,  autonómico  o  fede-
ral;  y  las  elecciones  generales 
como  final  del  proceso  constitu-
yente  del  nuevo  Estado;  esfo  era 
uno  utopía  tan  grande  como  una 
catedral.  García  Trevijano  sostie-
ne  que  los  partidos  de  la  oposi-
ción  —en  la  clandestinidad—  no 
se  hicieron  a  las  masas,  y  sus 
dirigentes  se  dejaron  engatusar 
por  Suárez  en  aquíllo  que  fue, 
final,  una  ruptura  pactada. 
al 

Así  es  que  García  Trevijano  sos-
tiene  todavía  que  los  personajes 
españoles  de  la  Junta  de  París  y 
los  de  la  Plataforma  —que  lüego 
sería  Platajunta—  eran  suficien-
tes  para  realizarlo  todo.  Sorpren-
de  que  un hombre  con  el  talento 
de Antonio  García  Trevijano  diga 
estas  cosas.  Todo  aquello  suce-
dió,  el  paso  de  la  dictadura  a  la 
democracia,  por  la  decisión  de 
un  Rey  y  di  prodigio  de  sus  co-
laboradores.  Las  Fuerzas  Arma-
das  harían  lo  que  el  Rey  dijera, 
puesto  que  era  su  jefe  supremo; 
y  después  todo  lo  que  había  en 
el  i?aís,  de  masas  o  de  fuerzas, 
no  eran  solamente  las  de  la  iz-
quierda,  sino  las  del  franquismo 
y  las  de  una  derecha  que  hacía 
su  reforma  hacia  la  democracia. 
Aquí  no  comulgaban  todos  con 
don  Santiago  Carrillo,  con  don 
Felipe' González  y  con  el  resto 
de  «conspiradores  de  salón»  que 
formaban  parte  de la  Platajunta 
Esa  fotografía  célebre  de  farís, 
donde  acompaña  a  Carrillo,  Ra-
fael  Calvo  Serer,  Antonio  García 
Trevijano  y  Vidal  Beneyto,  no 

era  representativa  de  una  titu-
lariación  de  fuerzas  nacionales; 
como  tampoco  lo  era  esa  otra 
imaginería  frecuente  de  los  so-
cialistas  con  sus  famosas  dami-
tas  del  Oeste  y  sus  barbas  de 
. luchadores  clásicos.  España  era 
algo  de  todo  eso, y  otras  muchas 
cosas  más.  Lo  que  se  exigíá  en-
tonces  era  aqueOo  de  la  «recon-
ciliación»,  y  no  del  asentamien-
to  en  el  poder,  de  un  brifTante 
grupo  de  conspiradores. 

SE  HIZO  BIEN 

MONARQUIA  Y  REPUBLICA 

los  mandamientos  de 

El  puro  suceso  de  la  transi-
ción,  con  el  Rey  como  empresa-
rio;  con  Torcuato  Fernández  Mi-
randa  como  autor,  y  con  don 
Adolfo  Suárez  como  actor,  fue 
bueno.  Lo  que  pasó  luego  fue  el 
ostracismo  de  Fernández  Miran-
da,  y  la  imposibilidad  de  Adolfo 
Suárez  para  gobernar  su  rebaño. 
En  las  primeras  elecciones  gene-
rales  quedó  muy  clara  la  dispo-
sición  electoral  de  los  españoles 
Eran 
importantes  dos  grandes 
fuerzas»:  la  izquierda,  representa-
da  por  el  socialismo,  y  otra  que 
aglomerara  una  derecha  de  nue-
va  imagen, democrática  y  moder-
na,  el  centrismo,  que  era  la  evo-
lución  de  la  derecha  para  asu-
la 
mir 
época.  El  Partido  Comunista,  a 
quien  tanto  cuidó  Antonio  Gar-
cía  Trevijano, era  un  simple  par-
tido  residual,  sencillamente  por-
que  la  España  actual  no  tiene 
nada  que  ver  con  la  Rusia  za-
rista  de  1917.  En  el  supuesto  de 
que  en  aquellas  elecciones  gene-
rales  de  1977  hubieran  ido  jun-
tos  el  centro  y  la  derecha,  ha-
brían  tenido  la  mayoría  absolu-
ta  y  la  iniciativa  en  la  redacción 
de  la  Constitución.  El  problema 
no  era  otro  que  una  incompati-
bilidad  entre 
les  hombres  de 
uno  y  otro  lugar.  Así  es  que  la 
Platajunta  no  era  la  representa-
ción  política  de  «toda  España», 
y  estaba  inhabilitada  para  hacer 
una  ruptura 
total.  Tenía  que 
hacerse  lo  que  se  hizo:  una  rup-
tura  pactada. 

Plantearse  en  aquel  tiempo  ei 
tema  de  la  forma  del  Estadi^ 
cuando  solamente  se  podía  ha-
cer  el  cambio,  mediante  la  dis-
posición  del  Rey  Juan  Carlos, 
era  un  desconocimiento  profun-
do  de  lo  què  sucedía,  aimque 
fuera  un  tema  precioso  de  cons-
piración.  El  Rey  fue  el  auténti-
co  restaurador  de  la  democracia, 
y  la  única  posibilidad  de  regre-
so  de  los  socialistas  y .de  los  co-
munistas.  Nadie  ¿e  mete  en  una 
operación  de  esta  naturaleza  pa-
ra  perder.  El  Rey  quería  alcan-
zar  «la  monarquía  de  tpáos»,  y 
no  la  república  de  varios.  Y  lo 
hizo  de  manera 
taumatúrgica, 
como  únicamente  se  podía  hacer 
aquello.  Una  ruptura  violenta,  de 
acuerdo  con. el  programa  de  los 
conspiradores,  habría  sido  atroz. 
El  objetivo  era  la  construcción 
de  la  democracia.  Pues  ahí  está. 
Más  tarde  tuvo  ocasión  de  de-
fenderla  en  un  momento  grave. 
Y  cuando,  finalmente,  tiene  lu-
gar  el  proceso  constituyente,  y 
aprueban  todos  una  Constitu-
ción,  aparece  en  ella  la  Monar-
quía,  que  el  pueblo  refrenda  con 
sus  votos.  Yo  comprendo  la  in-
tención 
intelectual  de  Antonio 
García  Trevijano,  y  sus  plantea-
mientos  filosóficos  e  históricos, 
pero  la  política  es  mucho  más 
sencilla,  menos  divagatoria,  más 
sorprendente,  y  jamás  se  encon-
trará  en  los  manantiales  de  los 
filósofos.  Maneja  a  uno,  a  Tho-
mas  S.  Khun.  Es  demasiado.  To-
do  lo  que  pasó  aquí  fue  más 
sencillo  y  comprensible.  Era 
nuestra  realidad. 

ESTUDIANTES  DE  VACACIONES 
Los suspendidos y los  aprobados «por los peios» 
tendrán  que dedicar parte  del  verano al  estudio 
Las primeras horas de la mañana,  las mejores para estudiar 

Tanto  los  alumnos  que  hayan  sus-
pendido  aJguna  asignatnra  y  tengan 
quç  volver  a  examinarse  en  septiem-
bre  como  los  que  lograron  aprobar 
"por  los  pelos"  en  junio  tienen  to-
dos  losderechos  a  disfrutar  de  nnas 
merecidas  vacaciones.  Pueden  ser 
más  cortas  que  las  de  los  que  hao" 
obtenido  notas  muy  brillantes,  pero, 
en  cualquier  caso,  los  especialistas 
recomiendan  siempre  unos  días  de 
descanso  y  diversión.  Sin  embargo, 
en  los  dos  primeres  casos  habrá  que 
planificar  un  perítxio  necssario  de 
"mantenimiento",  para 
tiempo,  de 
no  perder  ei'  hábito  de  estudio. 

En  el  caso  de  los  estudiantes  que 
hayan  suspendido  en  junio,  es  muy 
posible  que  tus  profesores  te  hayan 
encomendado  unas  actividades  de 
recuf>erac¡ón  personalizada,  es  decir, 
adaptadas  a  las  deficiencias  en  co-
nocimientos  que  has  venido  arrasa 
trando  durante  el  curso  y  de 
las 
<iue  tendrás  que  dar  cuenta  en  sep-
tiembre.  Te  sugiero  que  hagas  una 
planificación  del 
tiempo  necesario 
para  realizar  estas  actividades  y  te 
exijas  a  ti  mismo  unas  horas  al  día 
la  mañana  son 
—-las  primeras  de 
más  aconsejables—,  que  respetarás 
por  encima  de  todo. 

• 

poner  a  tu  gusto  de  todo  el  resto 
del  día  y  proporcionarte,  además, 
las  siguientes  ventajas:  tranquilidad 
y  alegría  de  haber  cumplido;  sensa-
ción  permanente  de  seguridad  cara 
al  futuro,  ya  que  en  septiembre  po-
drás  presentar 
las  actividades  que 
te  han  encomendado;  ausencia  de 
estados  de  angustia  y  ansiedad  que 
se  producen  por  falta  de  voluntad  y 
decisión  para  marcarse  una  conduc-
ta  a  seguir  con  firmeza;  la  ¡sensa-
ción  de  paz  y  equilibrio  incremen-
tará  en  ti  el  deseo  de  divertirte  de 
verdad,  con  ganas,  "a  tope";  man-
tendrás  id  "buena  forma"  en  lo  in-
telectual  y  no  perderás  el  hábito  de 
trabajo  y  estudio;  estarás  mejor  pre-
parado  para  iniciar  el  próximo  cur-
so  con  mayores  esperanzas  de  ren-
dimiento  escolar  satisfactorio. 

Entremos  ahora  en  las  sugerencias 
a  los  que  han  aprobado  "por  los  pe-
los".  Entre  todos  los  tipos  de  alum-
nos,  el  que  aprueba  "por  los  peíos" 
es  el  más  predispuesto  a  desenten-
derse  totalmente  de  cualquier  acti-
vidad  intelectual  durante  el  verano. 

LOS  QUE  NO   D AN 
" NI   G O L P E" 

Esta  medida  te  va  a  permitir  dis-

Sin  • embargo,  son  precisamente 

estos  alumnos  que  se  mueven  siem-
pre  "baj;>  mínimos"  los  que  preci-
san  de  un  proprama  de  actividades 
escolaras  de  "mantenimiento"  si  se 
pretende  que  al  comienzo  del  curso 
siguiente  su  nive?  de  conocimientos 
no  sea  acusadamente  inferior  al  que 
tenían  en  junio. 

La  insuficiencia  en  conocimientos 
mínimos,  presumible  en  todos 
los 
alumnos  qué  aprueban  con  dificul-
tades,  que  no  dan  "ni  golpe"  du-
rante  los  tres  meses  de  verano,  uni-
do  a  la  pérdida  del  hábito  de  es-
tudio,  conforman  un  caldo  de  cul-
tivo  poco  propicio  para  emprender 
un  nuevo  curso  con  esperanzas  de 
éxito. 

En  consecuencia,  me  permito  su-
gerir  a  los  padres  que  tengan  hijos 
en  esta  situación  que  no  sean  blan-
dos,  sino  firmes  y  prácticos.  Si  de 
verdad  desean 
fo  mejor  para  sus 
hijos,  pr.-curen  armonizar  el  des-
canso  y 
la  diversión  con  un  rato 
al  día  de  actividad  intelectual  que 
le  permita  no  perder  por  completo 
"el  hilo"  de!  trabajo,  la  fectura  y  el 
estudio.  No   es  pedir  mucho  que,  al 
menos  durante  una  hora  aí  día,  rea-
licen  actividades  escolares  de  "man-
tenimiento"  o,  mejor,  de  "reforzji-

miento"  en  las  materias  fundamen-
tales.  Aunque  ahora  le  cueste  acep-
tar  esta  medida,  su  hijo  se  lo  agra-
decerá  cuando  llegue  el  nueivo  cur-
so.  En  cualquier  librería  podrá  en-
contrar  buenos  cuadernos  de  man-
tenimiento  y  repaso  adaptados  a  las 
actividades  escolares  de  los  distintos 
cursos  y  niveles. 

UtiMce  la  lectura  de  este  artículo 
como  medida  de  apoyo  y  refuerzo 
a  las  razones  que  ofrezca  a  su  hijo 
sobre  el  íema.  Hagan  de  ello  moti-
vo  de  diálogo  familiar  constructivo. 
No   se  trata  de  imponer,  sino de  con-
vencer  sobre  lo  que  es  más  conve-
niente  y  razonable. 

" H A M B R E"   P E R E N NE 
DE  SABER 

Por  último,  la  situación  y  las  su-

gerencias  para  los  que  han  obtenido 

excelentes  notas  en 

junio.  Unica-

mente  que  aprovechen  estos  meses 

para  descansar,  relajarse  y  divertir-

se.  Que  abandonen  la  preocupación 

por  ef  estudio  y  el  trabajo  intelec-

tual  y  que  se  dediquen  a  activida-

des  deportivas,  de  recreo  y  distrac-

ción  tanto  para  el  cuerpo  como  pa-
ra  la  mente. 

En  cuanto  a  la  conveniencia  de 
"mantenerse"  en  "buena  forma"  in-
telectual,  no  necesitan  sugerencias 
ni  consejos  de  nadie,  pues  para  es-
tos  estudiantes  es  superior  a  sus 
fuerzas  abandonar  por  completo  el 
hábito  de  estudio,  lo  cual  no  signi-
fica  que  no  se  diviertan  y  descan-
sen  plenamente  durante  las  vacacio-
nes  estivales. 

A  mi  juicio,  te  veixladera  razón 
que  suliyace  en  esta  conducta  gene-
ralizada  del  estudiante  brillante  a 
no  perder, su  "forma"  en  el  hábito 
de  estudio  es  que  está  poseído  por 
esa  motivación  intrínseca  de  rango 
superior  que  nace  de  haber  conver-
tido  el  trabajo  en  aprendizaje  y  el 
estudio  en  motivo  de  placer.  Disfru-
ta  con  la  adquisición  de  cada  nue-
va  e  interesante  información. 

Este  tipo  de  estudiantes,  entusias-
mados  con  su  oficio,  aunque  aban-
donen  los  libros  de  texto  durante  el 
verano,  utilizarán  cualesquiera  otros 
que  ¡es  permita  aumentar  ef  nivel 
de  conocimientos  y  saciarán  ese 
"hambre"  perenne  de  saben 

Bernabé 

I I E R NO