1996-12-18.ABC.LA FILTRACION INCLEMENTE LORENZO CONTRERAS

Publicado: 1996-12-18 · Medio: ABC

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32/ABC 

NACIONAL 

MIÉRCOLES  18-Í2-96 

El  Burladero 
POR LA LUZ, CABALLERO 

Cuaderno de notas 
LA FILTRACIÓN  INCLEMENTE 

Por Víctor MÁRQUEZ REVIRIEGO 

nani  % Irene  Papas,  sus  pares 
mediterráneas y trágicas. 

También  don  José  Augusto 
viste así para las públicas ocasio 
nes:  de negro,  como  ese  caba 
llero  del Greco,  después  de to 
mar  el  chocolate  y ponerse  la 
mano en el esófago porque no le 
había  sentido bien. (Mi querido 
Manuel  Machado, el gran  her 
mano de aquel gran hermano, es 
cribió: «Este desconocido es  un 
cristiano/ de serio porte y negra 
vestidura,/  donde brilla  no más 
la empuñadura/ de su admirable 
estoque toledano»). 

Imagino que aquí don José Au 
gusto usa de la tercera persona a 
la manera que, según Malraux, 
lo hacía  Charles  de  Gaulle. El 
general era  simplemente  «moi» 
en asuntos cotidianos y pasaba a 
convertirse en «De  Gaulle» cuan 
do se veía ante una coyuntura de 
la historia. 

Ahora  queda  por  ver  si  don 
José Augusto  de Vega va a ac 
tuar como el general De  Gaulle o 
como una folclórica. La afición le 
espera  expectante, creo  que  se 
dice así. Por  lo"  demás, para ali 
vio de considerandos  y  gerun 
dios judiciales, completamos  en 
literario  solaz el soneto de Ma 
nuel Machado al caballero de la 
mano en el pecho: «Severa faz de 
palidez de lirio/ surge de la goli 
lla escarolada,/ por la luz interior 
iluminada/ de un macilento y re 
ligioso  cirio./ Aunque  sólo  de 
Dios temores sabe,/ porque el vi 
tando hervor no le apasione,/ del 
mimdano placer perecedero,/ en 
un  gesto  piadoso  y  noble  y 
grave,/ la mano abierta  sobre el 
pecho  pone,/  como  una  disci 
plina, el caballero». 

EN «La dictadura  silenciosa» 

dice Federico Jiménez Lo-
santos que Xabier Arzallus «ha 
bla de sí mismo en tercera  per 
sona, como los novelistas  france 
ses del siglo XIX  y los  futbolistas 
argentinos  del  XX». 
No  me viene 
ahora  el recuerdo por  nada  del 
vasco, que suele predicar  en do 
mingo, sino por la gramática. 

Porque  en  las  informaciones 
sobre  la  toma  de posesión  del 
nuevo presidente de la Sala de lo 
Penal  del Tribunal  Supremo, 
José Augusto  de Vega, leo que 
dijo esto: 

Xabier Arzallus 

-Todo lo que José Ai^usto de 
Vega va a hacer en el asunto del 
GAL, y en cualquier asunto judi 
cial, será con luz y  taquígrafos; 
pero, ¡ojo!, con  taquígrafos que 
re 
cojan fielmente lo que dice la luz. 
Es muy bien  que este magis 
trado extremeño (remojado luego 
en las saladas soledades onuben-
ses) recurra al uso de la tercera 
persona para hablar de  sí 
mismo. Eso viene a ser 
como si se estuviera ha 
blando de otro, una espe 
cie de  desdoblamiento 
del yo en público y pri 
vado. Claro está  que en 
este  caso  el  señor  De 
Vega (¿hijo de aquel don 
Juvenal  de Vega y Re 
lea, que yo conocí en mi 
mocedad?) habla de  su  yo 
público, del  magistrado o 
cómo corresponda  califi 
car al importante cargo. 
Yo estaba  acostum 
brado a  que en  España 
hablaran  así  de sí mis 
mas mayormente las fol-
clóricas.  Era  algo  muy 
de Lola  Flores,  que  lo 
hacía cuando se quejaba 
de Hacienda  y sus que 
brantos, según la oí una 
mañana  de hace  años. 
Apareció  la  Flores  in 
mortal vestida de negro, 
al estilo de Anna Mag-

la  Jus 

EL inmenso barullo organi 

zado en tomo a los «pape 
les» del CESE), esa especie de 
bien mostrenco que a varios des 
tinos Uega sin reco 
nocer origen, es de 
cir, cual llovido del 
cielo, ha coincidido 
con la presentación 
de un libro de autor 
francés,  el periodis 
ta de «Liberation» 
de París, Denis Ro-
bert,  titulado  «La 
Justicia o el caos», 
que debería ser rees 
crito como <(La  Jus 
ticia y el caos». En 
nuestro inverosímil 
país se ha  demos 
trado que 
la  búsqueda de 
ticia  coexiste con la rampancia 
del caos, de la confusión, del cho 
que de interpretaciones. Pocas 
cosas tan asombrosas como ver 
a  «El  Mundo» lanzar una infor 
mación presentada como  fruto 
de una larga invest^ción que 
lu^o se convierte -no hay más 
que verla reproducida y am 
pliada hasta la totalidad del 
«convoluto» por «El país»- en 
mera transcripción de  unos «pa 
peles» filtrados. Pero no es me 
nos asombroso, e incluso diver 
tido, que  «El país» se  autobrinde 
a la opinión pública nacional 
como garante de la justicia infor 
mativa y  del ritmo adecuado en 
la admüüstración del «convo 
luto», para que no sufra el in 
terés de la Justicia y para que 
=Mario Conde, al que se da por 
filtrador para «El Mundo» en 
el periódico de Polanco, no se 
beneficie de un presunto chan-

Por Lorenzo CONTRERAS 

taje informativo por fascículos 
oentr^as. 

Lo primero que cabe sospe 
char es que el paquete informa 
tivo  sobre los secre 
tos del CESE) es  do 
nación de la misma 
mano o  ha sido cap 
tado  en  la  misma 
fuente.  No se con 
cibe que  haya sido el 
Gobierno, reacio a 
la entrega, ni el Tri 
bunal Supremo, re 
nuente a lo mismo. 
Lo sensato seria penr 
sar en la interven 
ción de una mano in 
clemente y dadivo-, 
sa, capaz  de «pin 
char» la información  simiinis-
trada a dos bandas. Como má 
ximo cabría admitir que tan in 
clemente donante de exclusivas 
desactivó la  primera sin  resultar 
necesariamente autor de la en 
trega recibida por «El Mundo». 
O sea, un episodio más del 
caos en plena predicación de la 
necesidad de  Justicia. El libro del 
francés  Denis Robert tuvo una 
presentación accidentada. El 
señor Ekaizer sorprendió con su 
lamento ante los  desaforados 
ataques que sufre la Audiencia 
Nacional, para pedir a continua 
de 
ción una crítica más  sutil Es 
cir, palos inteligentes y finos. Le 
afeó esta línea Antonio García 
Trevijano. Ekaiser n ^ó  lo  dicho 
y llamó a Trevflano «felsificador 
co 
profesional». Y ya  lanzado, el 
mentarista  financiero  de «El 
país», devoto del Banco de Es 
paña y de Mariano Rubio y  Bo-
yer, depredadores de Rumasa, 
calificó al abogado Je 
sús Santaellade «chan 
tajista»  que negoció 
con BeEoch y Gonzá 
lez tapar el GAL,  vía 
Perote, para proteger 
a Mario Conde. El abo 
gado le recordó que 
ninguna de  esas impu 
taciones ha prospe 
rado, sobre todo si el 
mentís correspondien 
te procedió de los chan 
tajeados presuntos. Y 
se hizo el silencio en 
términos de debate. 

El otro presentador 
del  libro,  el  magis 
trado Joaquín Nava 
rro, 
recordó  que  la 
obstrucción de la ac 
ción judicial siempre 
se produce en el mis 
mo punto. Y señaíó 
que el presidente del 
Constitucional quiere 
poco menos que resu 
citar el  TOP. 

ABC (Madrid) - 18/12/1996, Página 32
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-Esa ley de punto fínal, ¿también sería uno de los delitos que pretenden olvidar?