1979-12-12.BN.LA CONSPIRACION JUANISTA
Publicado: 1979-12-12 · Medio: BN
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Historias secretas de la clandestinidail (2) LA «CONSPIRACIÓN» lOANISTA OOE 010 EL TRONO A RON IRÁN CARLRS FRANCO no teníü ninguno prisa en designar stice- las sot. De si^uerdo con Leyes Fundamentales que ha bía If^nta' ido promulgando mente a lo largo de los trein ta y tres años que en 1S69 lle vaba ya en el poder, d Estado se perfilaba, caáa vez con nra yor concreclónn en forma de monarquía, pero respecto a fa persona que en so momento debería ser Ray. todas Jas le yes dejaban nioohos cabos sueltos que en la práctica p er mitían a Franco un amplio margen de maniobra para ope rar con gran libertad. En 1969. sin embargo, una serie de circunstancias coin- oidenfeSn en buena parte pro vocadas por una sola mano, presionaron de tal m o do a Franco que, a pesar de la su- p u e s ta Independencia que siempre apárenlo en la toma tuvo da s u 5 decisiones, no otro remedio que nombrar a Don Juan Carfos sucesor en !a Jefatura del Esudo a lituio de Rey. ¿POR QUE RESTABLECIÓ FRANCO LA MONARQUÍA? Antes de responder a una p r e g j n ta así hay que aclarar otra cuestión: ¿Franco era mo nárquico? Yo creo que. por on- C-ma de l o d o, Franco era un convencido franquista, Es de cir. quB no sólo ora astuto y canto, sino que. como buftn gal lago, únicamente se fiaba de sí m i s m o, Pero Franco te- fi\v. además, según puede des prenderse de cuanto hizo y di- jo. senlimienios tradiconales y conservadores, comunes a ios de la inmensa mayoría de los hombres que en aquellas años defendían la ¡dea monár quica Por otro lado, su carrera mi litar progresó con tanta rapi dez gj-acias a la protección de Tras b publicación, la semana pasada^ del «Contubernio de M u n i c h », en el presente número oírccemos nuevos datos so bre la historia del régimen anterior, con el tema de la llamada «conspiracióm juanista. Tema que completaccmos en una ter cera entrega con el capitulo referido a los generales «malditos» del franquismo. Participaron juntos, por primera vez, monárquicos, católicos y comunistas P or V i c e n te A l e j a n d ro G U I L L A M ON El punto dD arranque dfi la ofensiva luán isla fuá el bautizo del Principa Felip«. el B d« lebrero de 19GD. Alfonso Xlll. que convirtió los ascensos por mérilos de gue rra duranle el larga y penoso conflicto marroquí en un ins trumento de favoritismos y lealtades compensaciones a personales que» aparte de los móriiDs y capacidad persona les, aprovecharon OAtraordina- riamante a Franco. Esie, pues, no podía por menos que sen tirse agradecido con la i r s ih tución monárquica, aunque 'a gratitud no suele ser la p r in cipal virtud de los poderosos El Alz^nJlenío o sublevación militar def 36 no se hizo, sin embargo, con el declarado pio- pósito de restablecer la Mo narquía. Fue un hecho extre madamente complejo y vario pinto, en cuyos protagonistas dominaba, por encima de cual quier otro sHntJmienlo u obje tivo, el espíritu BHH respecto a Ja situación a la que había la República desembocado con el triunfo del Frente Po pular. Todos ios campromeiidos y cuantos se unieron al llamado bando nacional estaban p^r- ffíclamenle de acuerdo sobre fa que no querían, pero en cuanto hubo necesidad de ad ministrar la victoria y definir el futuro del nueuo Eslado apa reciernn las discordias y oo- meníaron las mingas y ompu- ¡ones de unos grupos a otros. que le veno a Franí:Q como ani llo al dedo para convertirse en arbitro, Cífií^r fi] franquismo y consolidar Su mando personal. Una situación mejor no se la hubjera podido imagmar En su condición de arbitro. Franco fue definiendo en cada momento los caracteres del nuevo Estado SEgún los vien- ros dominantes, pero sin pa sarse, sin mojarse demas^i- do, deíandtJ sjemprn puertas abiertas a otras salidas, aun- que dentro de un senilda dis- cJplJruado, de mando único, je- 36 Blanco y Negro (Madrid) - 12/12/1979, Página 36 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. A propiwsli do Fnnco, |u Conca aprobaron el nombramiento de Don Juan Cahos como aucctor en la jcTalum del Eslado- rárqulco y ordenancista, pro pio de un militar como é l. A tenor de eslas caracterís ticas, era muy improbable que el régimen de Franco no des embocara, al final, en algún tJpo de monarquía, en lo q je tiene esta forma de estado tradicional y de mando o po der arbitral de uno solo, cuya autoridad, por su carácter he Institucional, no reditario e puede ponerse en tela de j u l' CÍO. Por eso, Ea monarquía ideada por el franquismo se co- deíjnta como íólica. coclal y tradicional, representativa. Pero en ningún memento quiso ligarse a ninguna perso na concreta ni reconocer de rechos exclusivos de nadie hasta q jo llegó la fecha histé rica de! 22 do julic de 19G9, en la las Cortes aprobaron que propuesta de Franco de nom brar a Don Juan Caries suco- cccor en iñ Jeioiura del Esta do a titulo de Roy. No obstante, si Franco hu biese tiempo tardado algún más en designar sucesor, tal vez el nombramiento no hu biese recafdo en el actual Rey, sino en su primo Alfonso de Borbán-Dampierre, pero la bo da de Éste con la nieta del Ge neralísimo N e gó demasiado tarde^ ^OPERACIÓN SAL.MON- La promoción de Don Juan l a b o r ío fue una obra Caries sa, cíimplicfld-T y m a f i i i r f l, íii> le la cual el observador dos apasionado, cualesquiera soan sus preferencias políticas, no tiene mds remedio que descu brirse. Fue planificada y eje- curada con la meticulosidad y precisión de una gran bata fueron lla militar. ¿Quiénes sus artífices? Laureano Lópeí Rodó, emi nencia gris del almirante Ca rrero Blanco, ñus da cterlas claves en su volunUnoau libro La /arga marcha hacia Ja Mo narquía, que hay que saber leer muy entre líneas, porque tiene mucha dinamila dentro. El auior dice ya en la prime ra págma de texto: -La vuel la Monarqura ha sido ta de q u i z L^ la operación política más deficada, m;^s inlrincada y más laboriosa que ha cono la hisioría coniomporü- cido nea, no sótc de España, sino tal ver i n c l j so de todo el mun do occidental», V cuando Ló pez Rodó lo dice, por algo se rá, ya quo. como brazo dere cho de Carrero, padrino de la -operación salmón», f u e el ejecutor material de la misrmi. Lo da a entender paginas más adebnte con oste oira confesión; -La l a r ca funda mental que me propuse reali la zar at hacerme cargo de Secretaría General Tt^cnJca da la Presidencia del Gobierno los prjmeros (en 1956, Iras [ue disturbios estudianlllosl contribuir a la construcción de un Estado social de derecho y luchar por el restablecimiento de la Monarquía-. Piíro no una Monarquía cjatqulera, podría mos oñadir ahora nosotros, si no una Monarquía muy concre ta y particular que el asesina^ los to de Carrero echó por sueles, Dfl todos modos, no hay Mo narquía sin Monarca, y ello planteaba m ú l t i p l es proble mas, porque surgieron^ como ocurre siempre en estos ca sos, muchos aspirantes a la Ibíiñez Marim. en un plaia, r^pEo de fervor franquista, lle gó a proponerle al Jefe del Es- fado que se coronase Rey- pe ro Franco, al que nunca le fal tó e! sentido común, rechazó con buen criterio la sugeren cia alegando que la Monar quía, como los buenos vinos, requiere solera Quedaban otras muchas op ciones. ocTo desde que Don Juan conslnllo. t-n IIWB, que sus hijos estudiasen en Espa- Blanco y Negro (Madrid) - 12/12/1979, Página 37 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. 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A despejar este panorama, inequívocamente a favor de Don Juan Carlos, se dedicó López Rodó con las bendicio nes de Carrero y la colabora ción de no pocas personas del introducidas como Régimen, tentáculos en todos sus meca nismos, menos en la Organi zación Sindica!, hasta que en la crisis ministerial del 69, provocada por ei caso Matesa, López Rodó colocó los Sindi catos bajo el mando de uno de s us sacristanes: García Ramal. Al plan para sacar adelante la candidatura de Don Juan Carlos se le llamó operación salmón, «por la tenacidad y paciencia que requería», se gún palabras del propio López Rodó, quien confiesa en su 'li bro de referencia que empleó con el Generalísimo la estra tegia q ue aprendió precisa mente en Galicia, donde le contaron que si se quiere me ter a un cerdo en la cochique ra no hay que empujarle ha cia dentro, pues entonces se para, sino tirarle del rabo ha cia fuera, y de esta manera entra flechado. Los principales hechos, do cumentos, vicisitudes y alti bajos de semejante operación, con sus problemas y dificul tades, han sido registrados por el ex ministro de Franco en dicho libro con la escrupu losidad minuciosa del perfec to covachuelista, por eso nos sentimos liberadas de repro ducir lo que está al alcance lector curioso, de cualquier sólo que Lóp_ez Rodó sabe, con toda seguridad, muchas más cosas de las que cuenta en su obra, porque, según evidencia a lo largo de las setecientas páginas de la misma, el almi rante Carrero y él tuvieron en todo momento la más comple ta información de cuanto ha cían y preparaban todos los adversarios de sus planes. Por esta causa, cuando los demás pensaban ir hacia algún sitio, el tándem Carrero-López Rodó estaba ya de vuelta. ¿Quién les podía impedir, por tanto, provocar c i e r t os aconteci mientos y maniobrar para con fundir a sus adversarios y re blandecer la tenaz resistencia de Franco? El cúmulo de solu ciones y pretendientes que aparecieron entre 1967 y 1969, ¿fue totalmente espontáneo o en parte auspiciado por manos ocultas p a ra impresionar a Franco? Quizá algunas perso nas que manejaron diversos acontecimientos de aquellos anos estarían en condiciones de aclararnos muchas dudas La "operación salmón" desbarató los planes de tos juanistas si se decidieran a hablar con claridad, pero mientras no lo hagan, las sospechas y suspi cacias subsistirán. Motivos no faltan. LA CONSPIRACIÓN JUANISTA Lo que llamo conspiración ¡uanista, ¿ p u e de inscribirse dentro de esa clase de ma niobras que parecen perseguir un objetivo y a la postre favo recen exactamente lo contra rio? Por mi parte, no quiero anticipar valoraciones, s i no que voy a exponer los hechos y que el lector juzgue. Como consta ya en numero sos libros, las relaciones en tre Don Juan de B o r b ón y Franco, aunque nunca estuvie ron r o t as del todo, fueron siempre difíciles, reticentes y sólo mantenidas por la fuerza de las necesidades. Ambas personalidades e m i t í an en muy diferentes ondas y, por ello mismo, difícilmente po dían sintonizar. Apenas concluida la guerra, Don Juan, o sus partidarios, trataron de empujar a Franco para que dejase su lugar al heredero al Trono de Alfon so XIII, pero, como indica el cuento del cerdo, achucharon mucho, si bien nunca supieron tirarle del rabo. La verdad es que Don Juan jamás quiso de berle la Corona a Franco, y és te, por su parte, no consentía que nadie tratara de echarle del sillón. Ello explica que sus relaciones fueron casi siem pre tan complicadas y equí vocas. De todas las maniobras jua nistas para echar a Franco, ninguna t an espectacular y ruidosa como la de 1968-69; quizá por eso también fue la última. Las líneas generales de esta operación me las ha relatado Antonio García Trevi- jano, aunque, como en el caso de López Rodó, pienso que sa be 'bastante m á s de lo que cuenta. García Trevijano no había aparecido hasta entonces en los círculos de la oposición. Al menos yo, como secretario general de unos sindicatos clandestinos que se estaban gestando en aquella época, no tuve noticias de él con ante rioridad. Apareció, si no es toy equivocado, de la mano de Calvo Serer y Antonio Fontán, que entonces jugaban a la con tra, como presidente del Con sejo de Administración y di rector, respectivamente, d e 1 diario Madrid. Según su versión, que ha te nido la bondad de facilitarme ahora, Franco sufrió una lipo timia en septiembre de 1967 en el curso de una cacería en la sierra de Cazorla. La infor mación llegó rápidamente a oídos del Conde de Barcelona a través de un marino inglés, amigo común de Don Juan y de Carrero, de quien procedía 'la especie. «En aquella época —explica García Trevijano— yo colabo raba en la organización de Co misiones Obreras, a las que facilité un local abandonado en la plaza de Castilla, de Ma drid, perteneciente a medias Vilma, en el que se celebra ron unas reuniones en el mes. de julio para preparar el con greso de c e. 0 0. de octubre próximo, que había de ser el inicio de una serie de movili zaciones obreras para minar los cimientos del régimen.» En efecto, durante el indica do mes de octubre se intenta ron diversas movilizaciones y acciones laborales en distin tos puntos de España, pero su alcance fue más bien escaso. El relativo fracaso de estas acciones lo expliqué pocos meses después en e! übro Es paña, perspectiva 1969, edita do por Guadiana, de los her manos Camuña, que escribi mos, por temas, Areiiza, Luis Ángel Rojo, Antonio Tovar, Juan Luis Cebrián, Rafael Con té, Miret Magdalena, Guiller mo Medina y yo. Decía entonces: «A pesar del malestar reinante (debido a una cierta crisis económica y a la falta de libertad sindi cal), el mundo obrero ha de mostrado en 1968 una capaci dad de reacción y de acome tividad inferior a la de los dos años anteriores». Luego me extendía en los problemas de la clandestinidad, que explica ban, en buena medida, el des censo en el nivel de com batividad. «La clandestinidad —decía— resulta muy cara y, hoy por hoy, sólo existen en España uno o dos grupos de cuantos se mueven al margen la legalidad vigente que de disponen de una economía ca paz de mantener el tipo con alguna resonancia. Los demás grupos arrastran una existen cia llena de sacrificios y pena lidades para sostener a duras penas la llama de los ideales que les animan. Parece, por consiguiente, que el problema de ciertos grupos de oposición extra-legal no es tanto de ideas o de hombres, sino de costos.» En realidad, los únicos que tenían medios abundantes para seguir adelante eran los co- Franco y el Conde de Barcelona, en el bautizo de la Infanta Elena. munistas y los monárquicos juanistas, a la sazón aliados, junto con los demócratas cris tianos de Ruiz Giménez, siem pre atento a las indicaciones de Benélli; los miembros de las Vanguardias Obreras y del Movimiento Católico de Em pleados, dependientes ambos de los jesuítas, y otros católi cos de origen diverso. PREPARATIVOS En los meses de marzo y abril de 1968 se realizaron im portantes preparativos para zarandear al régimen. En nom bre de Ja Federación Sindical de Trabajadores participé en diversas reuniones en los só tanos del Hogar del Trabajo, sede de las Vanguardias Obre ras, a las que asistían, entre otros, Marcelino Camacho y Julián Ariza en nombre de Co misiones Obreras, ya en pro ceso de organización; Ceferi- no Maeztú, en representación de un grupo sindical que tam bién estaba organizando por entonces; M a n u el Traba, Amancio Cabrero y Luis Royo, en nombre de la Asociación 38 Blanco y Negro (Madrid) - 12/12/1979, Página 38 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. _ . . I II - para scsicnerlas. Cuestión de medios, como ya ho dicbo antee KL BAtTIZO DEL PRINCIPE Í Í X I PE El punto de arranque de la ofensiva juanista fue el bau tizo del Príncipe Don Felipe, celebrado el dia 3 de febrero de 19Ü8. Actuaron dd padrinos la Reina Victoria Eugenlai es posa de Alfonso XIII, que no había vuelto a España desde del J B IH del Estada, y eJ se gundo había pedido permiso a Franco Los otros irEs íue- ron por su cuanta y riesgo, incómodo ^1 Caudillo, y ello que no había autorizado la asistencia de don Camilo, aunque éste deseaba viva mente dar la bienvenida a la Reina madre Hay q je hacer constar que don Camilo lúe un puntal decisivo, dada su catre- cha amistad con Franco, en la ••peraclón salmón». Durante la estancia de Don Juan en Madrid ocurrieron mu- Ij poslbiirdfld (Je que AHonso de Borbón tutta nomtiraiío sucesor r^egó urda. Su boda can ung nkta de Franco lúa podfirior al nom- bramlEnlo da u primo Juan CirIo« <¡t Borb6n. que su marido d€jó el Trono en 1931. y su hí\o. el Conde de Barcefona, depositario de los derechos de la Corona, chas cosas, la mayoría de ellas omitidas, pienso que de liberadamente > por López Rodó en su tan repetido libro. Aunque el Gobierno tomó algunas precauciones para elu dir situaciones embarazosas, no pudo evitar que una gran masa de monárquicos acudie ra ai aeropuerto de Barajas para recibir, a fas cuatro de \a tarde del dia 7, a Doi^a Victo ria Eugenia. Allí se encontra ba también, fregado desde Es- t o r i l. Don Juan. Los enfeA'o- rizados monárquicos dieron repetidos vivas el Rey. Según cuenta López Rodó, - f ue reaf- mente una apoteosis monár quica como nunca se había visto de cerc3 en cuarenta años*. ta luna de Fue tanta la aglomeración y el barullo que la sala do honor del aeropuerto saltó hecha añfcos. Cinco mi nistros acudieron a este reci bimiento: Lacalle ÍAJre), OrJof [Justicia), Casliella (Exterío- r e s j. Espinosa íl+aciendaj y tEducacJún]. El primero Lora representación ostentaba la Se formaron largas colas ante el palacio de Dría» resí- dencia de los duques de Alba,^ que a o j a r on a la Reina ma dre, adonde acudían sus lea- fes a rendirle pleitesía. Don Juan, por su parte, recibió a sus seguidores en el domici lio de los duques de Albur' querque. Franco y su esposa asistie ron al bautizo, celebrado en el palacio de la Zarzuofa, pero no mantuvo ninguna conver- sacldn privada con Don Juan, con el que ya no quena sa ber nada. Decía que eí Conde de Barcefona erg del úftjmo le habfaba. En cambio, q ue cuenta López Rodó. Franco hizo un apartB con Doña Vic toria Eugenia, a la que con fesó que se I n di naba a favor de su nieto, Don Juan Carlos La Rema, -al parecer, le dijo qua aceptaba de Antemano su decisión sobre ef fioiribramíen' to de sucesor», pero yo dudo Afgunas BntrBviflUí áa Doa Jusn pusIsrOTí neivlosc a Franco. Áretta era j«fe áal ucretaiiada político ú& E>on Juan. Sindical de Trabajadores, f i lial de las citadas Vanguardias Jesuítas y antecedente de la actual Organización Revolucio naria de Trabajadores, de ca rácter maoísta. Estas reuniones tenían p or objeto lanzar una gran acción do masas con motivo del Pri- merít de MiSyo próximo. Yo me di cuenta en seguida que la acción tenfa más relación con los entusiasmos oposicionis tas asumidos de pronto por ciertos jóvenes de buenas fa milias que con tos intereses estrictos de la clase obrera. El grupo sindical al que per tenecía no vimos nada claro a qué venia todo aquello ni qué finalidad tenía. Tampoco estábamos dispuestos a em barcar a [os trabajadores en una aventura tan dudosa^ por eso me atreví a preguntar, en u na de las reuniones, que dónde estaban los tanques y los aviones, pero Camacho se salió, como es iiabltual en ét, por los cerros de Ubeda, em pleando grandes palabras y conceptos más que sobados. En l os de resum^^rr. ia F. S. T. llegamos a Ut conclu sión que el resultado de tanto esfuerzo apenas podría ser otro que el de llevar a unos cuantos trabajadores a la car es!, y que si ello era lo que buscaba el P. C. para prose guir en CarabancliBl su labor de catequests y proselitísmo, nosotros na reñíamos astóma- go para fabricar victimas en beneficio de Intereses extra- recursos teníamos ríos ni Blanco y Negro (Madrid) - 12/12/1979, Página 39 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. 3» la de esta versión, dado que a! Jlegsr a[ a e r o p j s r to h l io a Don Juan. Sü hijo, reverenda que es protooolaria al Jefe de la Casa Reel. luego mal puade con cornpaginarsG un dalo o i r o. y niucho menos con la f l r m c ía que Dor^a Viciorla Eu toda genia maniuvo durante su vida para evitar selldas de tono de ningún hijo a nieto frente a los derechos dinásti cos del Conde de Barcelona. García Trevijano refiere asi los principales acontecimien tos da aquellos días: -Arelka< como jefe deJ se cretariado político de O on Juan, se encargó de los ectos protocofaríos, pero el Conde de Barcelona me pidió a mí que le organizase ios contac tos políMcos que estimara oportunos, y en la propia Zar zuela monté recepciones con diversos representantes do grupos de la oposición. De todas maneras, la entrevista que suscitó mayor preocupa ción en el Pardo fue la que se celebró en secreto en mj casa con el teniente general Ma nuel Olez Alegrfan ¡eiñ del A l to Estado Mayor. íbamos en cu la co che, acompañados de rrespondiente escofia pollcialn del palacio de los duques de Aiburquerque al de la Zarzuela, Al llegar a mJ casa, frente a b clínica de Fa Concepción, de tuvimos ef coche, y sin dar cuenta a nadie, subimos al piso Don Juan, el duque y y o. Én casa se hallaba ya el gene ral Díe^ Alegría. La sorpresa de los policías de Id escolta fue mayúscula, porque de pronto advirtieron que se tes habla perdido el -pájaro*. Em pezaron a dar la alarma y a bloquear los teléfonos, creyen do que nos habíamos metida en la clínica da la Concepción, tal vez a visitar a algún en fermo, Al cabo de un tiempo más o menos largo, averigua ron que i^on Jusn se hallaba en mi casa reunido con - u n os militares», entre fes que se contaba Incluso a Carrero, pero nunca pudieron saber ni quiénes ni cuántos, y ello puso muy nervioso a Franco. Tal vez las causas que indujeron a ésiB a nom brar sucesor, antes de que los militares la obligaran a reco- nocftr lo^ dftr^r^hos dinásticos que encarnaba el Conde de la Barcelona. Conste que es primera vez que hablo de esta entrevista. Antes, ni yo ni na die la dio a la pubticidad-. fue una do • En junio de 1969 —conti núa explicando García Trevl- Jano— habifi con don Camilo sobre ta necesidad de restau rar la Monarquía, y el minis tro de la Gobernación me con la visita de Don testó que Juan había decidido ^n ei áni' mo de Franco la designacjón de Oon Juan Carlos.- CLIÍVIA DE REVUELTA Er\ el segundo semestre de 1968 ocurrieron una serte de acontecimientos que vinie ron a incrementar el estada de incerlldumbre que SB respira ba en el pais. Aunque en los medios labo rales la anormalidad fue esca sa, como ya he dicho, aún se registró en la m i n e rb astu riana una cadena de protestas, sanciones y paros que se pro longaron desde el mes de sep tiembre al de enero del ano siguiente. Do todas maneras, los des órdenes mayores tuvieron lu gar en los medios universita rios, como reflejo del famoso francés, al Igual que m a yo ocurrió en otras muchas uni versidades de Europa occiden tal y Norteamérica. Recuérde se, entre otras, las revueltas de Bekerley ÍCalifornia) y el asalto y ocupación de la Uni versidad de floma. Aquí jos hechos también ad quirieron c i e r ta gravedad Cabe destacar, por ejemplo, inienclonado que el incendio \a techumbre de (a destruyó vieja Universidad de ia calle de San Bernardo, de Madrid. la noche del 29 de noviembre, y el intento de defenestración, el 17 de enero siguiente, del rector de la Universidad de Barcelona, profesor Albadate- JD. por un grupo de estudian- invadieron el recto íes que rado. I95B El año también fue pródigo en sanciones de pren sa y suspensión de periódicos. Néstor Lujan, director de Des tino, suirió una multa de cin cuenta mil pesetas aparte de Inhabilitado para al quedar ejercicio de ia profesión. Al cura VJcior Manuel Arbeloa, actual presidente de la Dipu tación Foral de Kavarra, en nombre del PSOE, también le procesaron por un articulo pu blicado en Signo, semanario de la Juventud de Acción Ca le ocurrió tanto tólica. Otro a Juan Fernández Flgueroa, di rector de índice, aparte de los expedientes y sanciones me nores que padecieron diversos periodistas más. El diario Madrid, de Calvo Serer y Pontón, sufrió dos suspensiones seguidas de dos meses cada una. ID segunda motivada por un articulo del primero r "9 se publicó en el numero d i- 30 de mayo, titu lado -Retirarse a tiempo, no al general De Cauile-, que, en realidad, se refería a Franco Finalmente, el 23 de sep tiembre fue suspendido Bí Alc3zar. que podríamos llamar liberal, editado por hombres vinculados al Opus y a la cau sa monúrquica. Pocos dias editado reaparecía después por la l-lermandad de Nuestra Señora Santa Waria del Alcá zar de Toledo, en la linea que más o menos tiene hoy. de 1959, por un periodo de tres meses. Después de algunas deten ciones, particularmente de co interrogar a munistas, y de numerosos miembros de la oposición, como -aviso para navegantes-, el estado de ex- cepciún se levantó el dia 22 de marzo, un mes antes de lo previsto. El Gobierno, aunque muy dividido entro sí, preten día dar la sensación, con tal medida, de que dominaba por ia situación. En de completo finitiva todo iba a servir, in- Cluldíi (a agitación y nervlo- Oon Juífí, conviíraando con Guillermo Luca ú& T^nii. acium di- nctor da -A B C-. Fraga, en aquel entonces como ministro de información y Turismo, no daba abasto san- clonador. Por otro lado, en las Navida des de ese año fueron expul sados de España por extranje ros -que los asuntos interinos del país- el pretendiente carlista Garlos- Hugo, su padre y sus herma nas. intervenían en todo Al mismo tiempo que ocu rría fo anterior se dio vJa libre a las primeras aso ciaciones de estudiantes, que resultaron un fracaso, y empe gaba a discutirse en el Con sejo Nactonal del Movimiento et asociaclonlsmo pofítico den tro del propio Movlmlcnlo, aunque todavia tardaría años íorma. en adquirir Toda esta serie de aconte cimientos, de los que apenas hemos dado un pálido reflejo, crearon un clima habitual de pclÉmica y tensión, lo que in dujo at Gobierno a declarar el estado de excepción en toda £spa<\a, el 24 de enero sismo *del año anterior, para el asalto final que preparaban Carrero y López Rodó- ULTIMOS ACONTECIMIENTOS por si fallaba algo para re ducir ia resistencia de Franco a nombrar sucesor, ahi esta ban los juanistas, que en el primer semestre de 1969 se mostraron particularmente ac tivos, haciendo continuos via jes a Estorll. En uno de estos estuvieron juntos Serrano Sú- ñer (cuñado de Franco y hom bre fuerte en los primeros mo hasta régimen, mentos del que fue desplazado por Ca- rreroj y Areliía, Al saberlon los Franco comentó: cria V ellos se j u n t a n -. -Dios Cuando ya estaba a punto de producirse el anuncio de nnmbramlenío de sucesor se reunieron en Estorll, los dias 14 y 15 de lulio, ios miembros del Secretariado Político de Don Juan, ninguno de los cua les tenía la menor noticia de que en fecha inmediata iban a producirse grandes aconte cimientos, tai era el secreto y la cautela con que se movían ios impulsores de la -opera ción salmón- Los miembros del Secreta riado Político, entre ellos ef ¿Empujó alguien a Don Juan con intención de hacerle fracasar? Blanco y Negro (Madrid) - 12/12/1979, Página 40 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. m Franco eia favorable a la Monarquía^ debido a la protección d« Alfomo XML Laureano López Rodó deipejú el panorama r^ favor del Príncipe^ EJ Prindpe Den Juan Carlos^ despldlíndoae del almirante Carrero BJAnco |ra$ un acto celebrado un 1973. Don Juan, su « p o sa y su hija, la InranU Margarila, en Esloril. centro de reunJon de los monárqulcol- cünde dtí Moiitiirco, Yangu^a Mesías y SaJnz Rodríguez, ase- tjiírsion ri Don Juan qu» no iba a ocurj-jr riada. Sólo Luis Ma ría Anson mostró j na oplníún conirana. aseguj-Bíido que ha bía muchas posibllrdades de que - el CítudillQ de3fgr& suce sor..., ya que López Jbor y lo dan por oirás peraonaa cierto'^ y s js motivos teit- drán- Sainí Rodríguez le atajo ex- tlamando: -[Faniaalas de ps- r l o d i s t a l -. Al día siguiente de esia re unión IB llegíiron dos cartas a Don Juan. Una, de Franco^ entregada por el embajador es pañol en Lisboa, y otra, ma nuscrita, de su hijo, que llevó en mano el marques de Mon- d&]sr. en las q ue le daban cuentti, cada uno desde su poslciónn que Franco habi^ de cidido nombrar sucesor a Don Juan Carlos, La suerte estaba echada- Don Juan llamó en seguida por teléfono a c3£a de García TrevJ|anD, a quien le dijo: -Lo temíamos ba pasado. El que número uno me ha escrito. Venga ^ v e r m e -. García Trevjjsno tomó el pri mer aviún que salía hacia Lis- boa y se r'esentó inmediata mente en £storil, Al día si guiente Saini Rodríguez, lo hicieron Areilza y -Tuvimos una reunión —re fiere el primero de los I r e s— en la que se vio que no exis tia ningún plan de actuación para hacer trente a una even- lu^iídad semejante. También me di cuenta de qus nc esta luchar A ban dispuestos a partir de ese momento aban done la idea de la restaura- clon de Don Juan y empecé a trabajar por la •posición desde la base, para la ruptura con el franquismo. Ese trabajo cuajo en fa Junta Democrática.* la unidad de Don Juan se s i n t ió agravia da, pero, al íjn. se dio cuenta de que tenia la partida perdi transigir, da y que era mejor en bien de la institución mo- niirquica, que unfreniarae a su hÍ)o. Asi terminaron las as piraciones de un Rey sin co rona. ¿Actuaron los juanJStaa de fuerza de choque en íavor de sus adversarios? tOulsieron lanío al cerdo, con empujar perdón. Que López Rodo y Ca rrero no tuvieron más que IS- rflí suavemente del rabo para meterlo en su cochiquera? Abi están ios hechos y datos que me ha reunir. -sjdo posible Jujt|UH cada lector por SÍ. Blanco y Negro (Madrid) - 12/12/1979, Página 41 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes. V- A. G. 41