1995-05-09.ABC.LA CONSPIRACION JAIME CAMPMANY
Publicado: 1995-05-09 · Medio: ABC
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MARTES 9-5-95 OPINIÓN ABC / 23 SU VENENO ¡onstructor de muñecas y juguetes necánicos. Su personalidad más inconfesable ss muy semejante a la del Golem, ser :onstruido de palabras, a través de 3S arcanos de un arte gramatical. En ;u caso, la ficción bien real de su iden- idad política se convierte en un ser sin ostro que cambia continuamente de náscara, para perder, a sus adversa- ios y preservar las estancias vacías londe se ejerce, en solitario, el poder le continuar ocultando la realidad con iuevas palabras, nuevas mentiras, on las que intentar alargar las pasio- es de la ignorancia, el olvido, la ilu- ión ficticia donde él enquistó su exis- jncia y su poder absoluto. Flores de iapel de un herbario marchito. Esa estatua de sal que Mitterrand a construido de sí mismo sólo iuede contemplarse con los ojos cie- IOS e inmóviles. Si se mira hacia tras, se corre el riesgo de contem- ilar un campo de ruinas morales y adáveres ideológicos y políticos. Si e mira hacia adelante, se descubre I espectáculo horrible de los hijos lispuestos al parricidio, los hermanos que no han olvidado la herencia de la que fueron despojados sin piedad, los compañeros de viaje que se le- vantan de las cruces donde fueron crucificados, para pedir justicia. La muerte y el sacrificio de Sócra- tes y Jesús fundan nuestra civiliza- ción, afirmando la perennidad de la palabra y la ética contra el pillaje y el poder de los demagogos y los fari- seos, envenenando la palabra y la moral pública..Mitterrand pertenece a la muy otra especie de los hombres sin fe conocida, capaces de comprar, vender y filtrar palabras para mejor servir a sus intereses privados. Su modelo no tiene ningún interés en el terreno de las ¡deas políticas, donde se sirvió de todo, y lo contrario, para alimentar la voracidad de sus pasio- nes personales. Su modelo si es un arquetipo de los riesgos que corre una sociedad industrial avanzada, caída de hinojos ante el aventure- rismo de un solo hombre, Golem y Flautista de Hamelín, a un tiempo, pervirtiendo y emponzoñando las aguas y las fuentes donde echan sus raíces los hombres y los pueblos, las palabras. Juan Pedro QUIÑONERO ZIGZAG Los jueces deben actuar contra HB Nadie ignora que la siniestra coalición de extrema izquierda Herri Batasuna presta colabora- ción «ideológica» al terrorismo etarra y que en la coordinadora KAS, a la que pertenece, se en- cuentra la cabeza de la serpiente ' asesina, la «X» que hay que des- pejar. Habría con esto razones jurídicas para ¡legalizar a Herri Batasuna si no lo desaconsejaran estrictas razones de prudencia política. Pero ya no es sólo esto. Si se confirma, como parece, que en la sede de la coalición HB se preparaban explosivos para los atentados etarras y considera que fueron detenidos jóvenes de los comandos «Y» de ETA, ya no se trataría sólo de apoyo político sino de colaboración activa en el terrorismo. Por eso el ministro Juan Alberto Belloch pudo decir con toda la razón ayer, que los jueces deberían actuar contra HB sí se confirman estos hechos. Políticos, jueces, policías y ciuda- danos son, cada uno a su ma- nera, corresponsables. Es cierto que sólo las personas físicas y no las organizaciones pueden delin- quir, pero eso no impide que jue- ces y fiscales actúen de oficio contra todos los responsables de la comisión de hechos delictivos y éstos no son sólo los que aprie- tan el gatillo o accionan la carga explosiva. El Estado de Derecho tiene sus límites pero está lejos de ser un Estado inerme. Es la hora de los jueces. OVIDIO Siglo XIX en caoba maciza de 2a9m.de largo Escenas políticas LA CONSPIRACIÓN YA está otra vez don Felipe González a vueltas con la conspiración contra el PSOE. Se conoce que vive aterrori- zado por una su- puesta conspira- ción judeo-masó- nica, o nazi-fas- cista, o liberal-con- servadora, o mar- xista-leninista, o republicana y anti- borbónica. La úl- tima conspiración que salió a relucir en la Historia de España fue la que organizó Antonio García Trevijano, más conocido co- mo «el Trevi» en las covachue- las de los conspiradores de profesión, para alzarse con la presidencia de la III República española con la colaboración en el motín de Luis María Ansón, que ahora se firma «An- son» para despistar a los sa- buesos constitucionalistas, Pe- dro J. Ramírez, Pablo Sebas- tián, que ahora borda la ban- dera tricolor vestido de «Aurora Pavón», y Raúl del Pozo, que está empeñado en jugar una mañana al golf con Su Majes- tad el Rey. Esa famosa conspiración fue descubierta y abortada en el verano por el famoso espía le- gitimista José Luis de Vila- llonga, ars longa y mano tam- bién, establecido cautelosa- mente en tierras de Francia, París y por ahí, al denunciarla en las páginas de «La Vanguar- dia» y luego en las de «El país» gracias al riesgo que tan heroi- camente corrieron los leales don Javier de Godo y don Jesús de Polanco, salvadores de nuestra Monarquía en el úl- timo y grave peligro que ha co- rrido y que ha superado. José Luis de Vilallonga desveló las sucesivas fases de la conspira- ción, que tenía, al mismo tiempo, carácter antimonár- quico y antifelipista. Primero, se desprestigia a Felipe González, mediante el procedimiento de borrar de la Historia todo lo que ha hecho el felipismo. Se- gundo, se presiona para que convoque elecciones generales anticipadas. Tercero, se forma un gobierno Aznar, mucho más débil y manejable por los cons- pirados que el tradicional y lar- gamente experimentado go- bierno González. Cuarto, el Rey abdica en el Príncipe Felipe, que llegaría al Trono ayuno de toda experiencia. Quinto, se prescinde de Aznar y del Rey, y se instala García Trevijano en la Presidencia de la III República. Sexto, ya ha triunfado la cons- piración, y penetra por las puertas de la Historia la ambu- lancia de los loque- ros. Como habrán adivinado ustedes, queridos lectores, nos encontramos en estos momen- tos en la primera fase, o sea en la del desprestigio. En la conspiración antifelipista ya figu- ran muchas más personalidades que en un princi- pio. Ya no están sólo García Trevijano, Ansón, Ramírez, «Aurora Pavón» y Raúl del Pozo. Se han incorpo- rado Martín Prieto, Paco Um- bral, Antonio Herrero, Norma Duval, Lendoiro con la plantilla del «Dépor», los intelectuales del «Manifiesto», los ciento cin- cuenta novelistas de Carmen Romero, que ya se niegan a ir a la «Bodeguiya», el ujier de la coleta, el ordenanza del pen- diente, el Chato de Málaga, Lola la Piconera, Vizcaíno Ca- sas, Manolo el del Bombo, Fran Rivera, Antonio Burgos, Tip y Coll menos Coll, Ricardo y Nacho, Ana Belén, Vázquez Montalbán, el juez Baltasar Garzón, la novia de Luis Roldan, «Tomatito», Marta Fe- rrusola, García Damborenea, los fletaneros gallegos y mu- chos más. Y se espera que de un mo- mento a otro se incorporen a la conspiración el barón de Mon- tesquieu, los Doce caballeros que acompañaron al Cid en el destierro, los Trece de la Fama, los cien caballeros de Isabel la Católica, los mil quinientos gai- teiros de Fraga, las once mil vírgenes, los cien mil hijos de san Luis, el millón de muertos de la guerra civil, la generación del 98, el jardinero de los bonsáis, el karateka de Laos, el sobrino de Paesa, el obispo de Mondoñedo, la hija apócrifa de Miguel Boyer, los dieciséis hijos de Ruiz-Mateos, los cuatro mi- llones de parados, el alcalde de Móstoles, el cura Merino, in- cluso el duque de Alba, la Mas- sielona, el doctor Cabezas, «Imperioso», la «Albóndiga», el tambor del Bruch, el héroe de Cascorro, Paco el de la Bom- ba, las mujeres de Almodóvar, y el cronista, servidor para lo que ustedes quieran mandar, todos menos Ramoncín. Jaime CAMPMANY ABC (Madrid) - 09/05/1995, Página 23 Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. 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