1994-08-24.EL MUNDO.LA CONJURA MARTIN PRIETO
Publicado: 1994-08-24 · Medio: EL MUNDO
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LA CONJURA EL MUNDO. 24/08/1994. Página, 64 MARTIN PRIETO Al fin, echando agosto las boqueadas, emergió la serpiente del verano en el lago de La Vanguardia y con José Luis de Vilallonga como avistador: La Conspiración. No una, sino La Conspiración; ¡qué digo!, el conjurazo, la conspiración de los astros, la madre de todas las conspiraciones, y el padre también, la Biblia en verso y hasta el coño de la Bernarda: la proclamación de la III República con Antonio García-Trevijano como primer presidente. Aislado en el campo, ignorando que los preparativos de lo nuestro estuvieran tan avanzados, me desespero, peno por llamarle y no le hallo; dos informadores que nunca me han fallado me aseguran que el notario está recluido con Mario Conde en una de las fincas de éste puliendo la lista del Gobierno provisional. Yo, apuntado a este bombardeo, desde aquí le insisto a Trevijano en mis aspiraciones a la cartera de Interior. Uno puede abstraerse de conjuras de café pero es imposible permanecer ajeno a una maniobra de tan poderoso aliento, de tan alto vuelo, como la desacreditación de Felipe González, el manipuleo de Aznar, la abdicación del Rey, el zancadilleo al hoy Príncipe de Asturias, el derrocamiento de la disnastía borbónica y un nuevo parto republicano. Y tamaña hazaña a corto plazo, en tiempo real, porque Trevijano tampoco es un adolescente que pueda permitirse largas travesías del desierto. De esta tenida (porque es masónica) lo que no es cierto es la necesidad previa de debilitar a Narcís Serra, ya con respiración asistida, para el mejor éxito del complot. Será un arabesco lateral o la venganza personal de algún boyardo. ¡Mira que se lo tengo dicho y repetido a José Antonio Segurado en tantos almuerzos y cenas muñendo posibles voluntades para nuestra causa!: ¡Qué no, que Trevijano ha de ser un tapado porque siendo muy hábil es políticamente mufa y en cuanto saca la cabeza le hacen un dossier, o un «servicio de documentación» como lo llaman ahora en PRISA! Moriré de un ataque de razón desoída. La constitución en Marbella de la Asociación de Escritores y Periodistas Independientes (AEPI) ha sido otra precipitación que nos costará cara. ¡La foto, esa maldita foto con los principales urdidores de una mixtura entre el Pacto de San Sebastián y el Contubernio de Munich la vamos a pagar colmadamente!; por ello Umbral y yo hurtamos nuestra presencia porque la coartada de Luis María Ansón y Antonio Burgos no cubría suficientemente la presencia de Trevijano. Más que en las personas, cuyo concurso nunca faltará en la hora mejor, el triunfo de las conjuraciones reside en el secreto y en la medición de los tiempos de cada etapa que han de seguirse con metrónomo. A Pedro J. Ramírez podrá darle lo mismo por cuanto los conchabados sabemos que sus aspiraciones no las tiene puestas en la III sino en la IV República, pero los demás no tenemos tanto tiempo y sólo nos faltaba ahora que sustrajeran de la casa de Pablo Sebastián la maqueta del semanario La República, cuyo lanzamiento está previsto para el otoño de 1995, financiado por testaferros de Conde, porque, en verdad, Trevijano recula cada vez que tiene que poner dinero personal en nuestros conjuntados empeños. Hasta ahora lo de Felipe y el PSOE está saliendo de cine, y el electorado, esos ciervos de la gleba, ha mordido el anzuelo de la corrupción política. A Aznar, como ya estamos haciendo, le someteremos a tal ducha escocesa de elogios y varapalos que, aturullándole, no nos durará una legislatura. Donde también marran los confidentes de Vilallonga es en la proclamación de Don Felipe como Rey en vida de su padre. Vamos a por otro 14 de abril, con candidaturas republicanas en las grandes ciudades y en las nacionalidades históricas, con la Familia Real fuera de España, y don Joaquín Ruiz-Jiménez como Regente hasta que las Cortes Constituyentes elaboren una República Federal. Lo de Trevijano abominando de los nacionalismos sólo es una cortina de humo. Total: que Vilallonga y Polanco, a través de su rehén el Conde de Godó, nos están pinchando el globo, con grave riesgo de que Guerra y Anguita retiren su hasta ahora secretísima e imprescindible asistencia.