1975-05-25.EL ECO D CANARIAS.LA COLMENA
Publicado: 1975-05-25 · Medio: EL ECO D CANARIAS
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Página W - EL ECO DE CANARIAS LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, Domingo, 25 de Mayo de 1975 { • • • • « - • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • { • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • k ii • • • • • • • • • • • • • •! R LA GALLE DE EN MEDIO '^Zít Luis María Ansón -^uno de los grandes periodistas de la España cor temporánea— ha publicado un artículo de antología en xABC». Y lo empezaba asi: «En la España política se escu cha ahoia cada vez con más frecuencia, el balido intermina ble de los corderos y el estrutndoso revoloteo de las gallinas. Hay también como nn rumor de ratas que abandonan la nave del régimen». Y como uno tiene por oñcio el deber de leer una buena parte de lo que se publica, resulta que casi al mismo tiempo aparece en i a propia revista que dirige Luis María Ansón «Blanco y Negro» (y que ahora está interesante por inquietante), una entrevista con Antonio Fontán. Estoy seguro que nó hay ninguna relación entre los corderos las gallinas y las ratas coa el catedrático de Filología Latina de la Complutense pero lá mente es £.sí de peligrosamente mezcladora de ideas de perso ñas de circunstancias y luego hay que poner cada cosa en su sitio. Sin embargo habrá que explicar por qué. Me urge ordenar la mente delante ds los lectores. Voy a intentarlo con toda la humildad necesaria. • = > años, acaba de decir que el Estatuto de Asociaciones es una cuestión del Movimiento Nacional y que alistarse en ellas es una cuestión de aquellos que comimrtan su ideología, «que está muy claramente definida en sus textos oficiales», y luego dice, con un desenfado hípico: «No es ese vtA caso». Pero el caso es que los textos oficiales del Movimiento, o son Leyes Fundamentales, o las desarrollan. Sus principios doctrinales son los Principios del Movimiento Nacional, que es la Ley Fundamental de más rango, Todo eso qué rechaza el señor Fontán es nuestra constitución. El catedrático de la Complutense, procedente de aquellas los oleadas que cubrieron vertiginosamente proíesoi-es de la República, al amparo de la victoria de 1939, añade que una democracia no es un régimen parecido al español actual con algunas modlfitnciones, como la de ampliar el su fragio, «es un sistema político distinto» —dice—, y a esa demo cracia que, ni conceptuálmente, ni i>olfticamente —asegura— es la que quiere hacer el Régimen, es a la que se adscribe el señor Fontán. El catedrático de Filología ya no está, a lo que se ve, con el Régimen, que ha alimentado con sus ideas en otro tiempo. las vacantes de con sus cenáculos de influencia, y por donde ha andado con— gran desenvoltura. = ¿Se entiende ahora por qué mi mente ha mezclado peligro-— sámente eso que dice Luis María Ansón «los que temerosos y= acollonado.<! corren con las vergüenzas al aire hacia las posicio-= nes que consideran triunfadoras de futuro...», con las declari-= clones del profesor Fontán en «Blanco y Negro». Y me exclamó:^ = ¡Pero si era un totalitario como la copa de un pino! Entonces mi deber de raciocinio y de pureza dialéctica c s^ evitar mezclas tan atroces, y no relacionar unas lecturas con= otras. Esto es pura anarquía intelectual —que diria don Marce-5 lino— y no hay que superponer el pasado con el futuro, y hay= que mandar la memoria al cuarto oscuro, y pensar solamentes que don Antonio Fontán olvida con facilidad, o ha cambiado, oE Se ha metamorfoseado alucinantemente de Balmes a Rousseau.^ ¡Es mucha metamorfosis, eh! Pues sí. Pero ahí lo tienen. I^equé-E rica, aquel tremendo ingenio vasco, hubiera dicho que el señorE ignorgánicas Fontán estaba erotizado con la democracia liberal E que son ganas de tener placeres secretos, En la década de los aiVos 40 y eh buena parte de los 50 fus rcconstruyérdose 'í Universidad. Del bfazo de Ibáñez Martín, de Albareda, del obispo Seijo Garay, algunas gentes periféricaéllllllUlUllinillHllinilllUIIIIIHIIIIIIIIIIIIIlllllllllllllMIIMIIIIIIIIMIIIIIIIIIIIIIIIIIIllllllllllilllilllinillUllllllinilllininilllllil del Movimiento, pero más ortodoxos cOn el régimen que q u i e n^ lo fundó, el tropel (te los Calvo Serer, los Pérez Embid, los R o -= dríguez Ca.^ado, los Antonio Fontán, etc., se instaló en la U n i^ versidad. Algunos con la Justicia de sus saberes dentíflcos, y= otros con el acompañamiento político o personal. Eram los t i e m -s pos en los que f stos hombres construían una Idea del régimen^ irás cerrada, mú^ i-Uegrista, más sectaria, menos liberal, m e n o sz p'"f.re trencí- imaginativa, que el juvenil y revolucionario falan-'Si , 'í:mn ñc lo5 urtiversltarios de la preguerra. Ortega o UnamumOia r. r-^Tf^'a, o los biólogos, O los matemáticos, tenían que estar e ns l^" 'nfícrnos, e impusieron otro santoral para los altares inte-E f;ia!ís y político-?. Las antesalas oficiales y la función púbioaE ' s;* <>mpezaron a poblar de estos hombres. Algunos han prestadoE eminentes servicios al Régimen, andando el tiempo. Otros .seE han revelado como políticos relevantes, y no deben estar fueraE E de la cancha. Antonio Fontán, uno de los grandes beneficiarios de estosE OTRO CARNET oculto, estaba un joven al que la muchacha presentaba como su hermano. Una vez dentro, ios dos demostraban pertenecer a una familia tan unida que coincidían sxis deseos de atracar al -í'^'*, ' ~lllllll!!llllllllillllllllllllll|liil/!illllllllill|[llllllllllilllllllllllllllllllllllllllllllir i)etitorio Puede pensarse que el nacien te carnet se ha hecho preciso ante el abrumador número de atracadores que se disfrazaban de turistas menesterosos. Cier tamente se han dado muchos casos en, que el huésped, a los pocos kilómetros de recibir asi lo y en parajes más bien soli tarios, desvalijaba a su pro tector. Hace poco se descubrió 'i, per una banda en A E! auto fectamente organ: : i ca movilista veía al rretera a una he:m ssa criatura Sentada y most .g- ~, mento del musí" ;. m ¡re suponía que jun : 3J« I usía había otro, pero l-p que no día Mucha gente se pregunta qué harían los "auto-stopistas" an tes de la invención del automó vil. ¿Cómo lograrían refrenar Su vocación? ¿Acaso permane cían al borde de las cunetas, innióviles y con los ajos distin tantes, como echando de me nos algo, reprimiendo el ade mán vigilando- y Se los pulgares? ¿Quizá al guno Se atrevió a insinuarle la afortunada coincidencia de ca minos al auriga de un lando? No se sabe. Pero el "a mi que me lleven" ha debido de exis tir siempre, aunque esté tenien do su apoteosis en nuestra épo ca. Tantos auto-invitados que acaban de conseguir una regla mentación laboral y exhibírán,it*****,i?*i^^*i^>; de aquí en adelante, un pasa- >^ porte internacional que les acre- í ditará como legítimos intrusos. Como al parecer es tan hermo so ser Joven ahora, el pasapor te se va a vender en todos'tos albergues Juveniles de Europa, con evidente desprecio para los "auto-stopistás" maduros, qiue son los que llevan más años de trabajo. suponer es que, un poco i' en filántropo. Puede pensarse, digo, que el . carnet obedece a una necesidad de seguridad, pero no. Obedece a una necesidad de carnets. No estaiños solo en "el siglo de las siglas" sino en el de los car los distintivos, los docu nets, mentos, los carteles de solapa y los parches adhesivos. Es una forma modesta de la "titulitis" y una piadosa concesión a los que, de no tener muchos car cosa nets, no tendrían otra Aquí hemos inventado una car la tira de tarjetas de tera y crédito. Pronto inventaremos el carnet que dé derecho a meter en nugstro coche al que tenga carnei de "áuto-stopista". Y no está lejano el día en que se pi da el carnet de poeta al que quiera hacer versos y, sobre i o do, al que Haya hecho algunos poemas buenos sin estar titu lado. En cambio no se exige car net de bebedor ni de comenta rista político, lo que provoca desagradables incidentes en los bares y agudas neuralgias en los lectores. Manuel Alcántara ( P Y R E S A) „ - * • * • • * • * - • * >, LA COLMENA I l l l l i l i l l l l l i l l l l l l l l l l l l l l l l l i l l i l l l l l l I l l l l l l l l l l l l l l i l l l l l l l l l i l i l i l l l l l l l l l l l l l E l I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I S ü i l l l l l l l l l l i l l l l l l i i l l l l l l ll L PENDULOl s: El curioso observador, alpoistado ante la refe rencia del Conseo de Ministros, tiene dos temas para elegir: eil ^ h a ra y la reguJación de la li bertad de reunión sindical. Sobre el primer t e ma, la declaración del Gobierno significa que Esipaña tiene prisa por solucionar el problema ¿Cómo? En la línea de autodeterminación pre sentadla ante las Naciones Unidas. ¿Cuándo? "En el plazo más breve posible" ¿Por qué? E n tre otras razones, por el progresivo deterioro de la situación. España —y al decir "España" se halbla de sU Gobierno, de su Ejército y posi- bleimeinte de una voluntad popular mayorita- ria— no quiere llevar ©1 tema a una situación de enfrentaimiento abierto. Dicho esto, lo más importante de la declara-, ración del Gobierno está en su párrafo final: si circtinstamcias ajenas a la voluntad' española dcimorasen la posibilidad die transferencia de s o beranía, el Gobierno se reserva el derecho de precipitar la transmisión dte poderes. Lo que e s tá en juego ahora mismo no es una negociación ni un sostenimiento de situaciones. Es la elimi- nacióin del problema que más e r a d os ocujw en las páginas de los periódicos, que máJs inquietu des sembró entre la población. Es el fin de la presencia española en aquel arenal donde los fosifatos hicieron de sePpiente tentadora para los vecinos. Supongo que la nota significa un respi ro para los españoles, al tiem|po que una garan tía para los nativos: la forma de transferencia de smberanía será la "que mejor convenga a sus hahitantes". Pero significa también algo más: Por vez primera, España habla de "legítimias as piraciones de países interesados ©n la zona". En resumen, el Sahara, nuestro Sahara, no signifi cará para España otro sacrificio que el d« mar charse. Un hombre del pueblo llano podría i n- tei-pretar que una sola goita de sangre vale más que una tonelada dé fosfatos. El ministro> H e rrera Esteblam hizo bien en aclarar que la pre sencia emipresarial en Bu-Craa será lai áe una sociedad de intereses en un pails extranjero. ción trabajadora con las regulaciones de la li bertad de sus reuniones? Fundamentallmente, una: que, si las cosas marchan según el i>ensa- mlen,to del legi^ador, ed permiso para reunirse no tendrá que ser pedido al i>árroco, sino a los representantes sindicales. El tUtimo Consejo decisorio, en pleno nervio sismo de conflictos de orden juiblico, conjugó un verbo: Seguir. Se puede comprobar que se sigue conjuigando, y este decreto de reuniones es otra consecuencia del manoseado "esipíritu del 12 de febrero". Hay un avance indudable: gana la flexibilidad, y se eliminan trámites respecto al reglamento anterior. Hay también una timidez: a muchos —la mí, particulairmente— l es parece rán largos los poderes de la parte económica a la hora de autorizar una reunfón. A la hora del balance, sería bastante éxito que el nuevo decreto llevase a más obreros a los locales sin- diéales y de empresa que, a los destinados a la oración. Está claro que la interpretación política es una cuestión de actitudes. Los ülitimos neses lo habían demostrado, de exlpresióm ptiblica poro don Leopoldo Stamlpa lo ruibricó ayer cuando dijo en Murcia ique los causes de parti- c i t ) a c i^ son suficientes. líder "Anepista", lo que hace falta no es una refor ma constitucional, sino una reforma sociológi ca. Hay novedades, pues, en él diálogo. A juicio del En el panoramia se ven a veces datos desco- razonadores. ¿Está la juventud con eü marco asociativo? En Un reciente coloquio en el Co legio Mayor "Francisco Franco", el modera dor, José Cavero, preguntó cuantos asistentes Se apuntarian a una asociación. De los 150 que escudhaban, sólo dos itespondieiron que sí. A eslte nuevo esfuerzo de democracia le falta t o davía el complemento de la difusión. Pese a ia labor d© los peri'ódicos, las asocüaciones si guen siendo las grandels desconocidas. (Pyresa). ¿Y qué sorpresa le aguarda a nuestra pobla FERNANDO ONEGA 1 Con sigilo y sabiduría, ©1 Gobierno pisó en los últimos días las arenas del Saha ra. Algunos directores generales no se enteraron hasta anoche. Esta modesta columna glosó hace días la asombrosa capaci dad de Francisco Franco para llegar con p u n tualidad a lias citas de la historia, de Hitler a Gerald Ford. Según se aventuró, la "alta lec ción de política y patriotismo" ha sido dicta-» da con clarividencia y el i)ais entero habrá r e -. frendado hoy —^tras tantos años de generosi dad y prudencia en el Sahara —di orillamiento de una zona tan pantanosa. Dentro de lo pre visible, el comienzo de una evacuación podría producirse dentro de unos días. 2 Algún día se escribirá el "Libro de Fa milia" del asociacionismo, y se verá que el comedor de Castellana, 3, fue hace más de un año ctímo la casa-cuna de va rias estirpes políticas del futufo. Juraría que "comer con el presidente" fue Un plagio de Giscard, que, unos meses después se asomó por enclmla del hombro de los Pirineos y de Arias. La única diferencia es que Arias Navarro no llama a "Franco Soir". Creo que muchas eti quetas periodísticas, muchos esquemas carica turescos y muchos equipajes atribuidos en este país a plartlr del "gironazo", habrán sal'tado ayer por los aires, desde el momento en que los camareros sirvieron los consomés —si es qu© se tomó consomé— en el comedor del Con sejo Nacional a Arias Navarro, García Hernán dez, Herrero Tejedor, Herrera Esteban y Girón de Velasco, sentados en la misma mesa. Lo que ocurre es que l os grandes movimien tos tácticos en este pais, son como las m a n i obras de la OTAN, conviene verias con pris máticos. La gran carrera hacia noviembre, el mes de las urnas en flor, ha comenzado: ayer, en Barcelona, treinta cabezas de serie de la vi da catalana se reunieron en i o mo a la joven hoguera de "Unión del Pueblo Estpañwl". Seria como fusionar el Tigris y ©1 Eufrates, el Real y el Atlético, pero lo que priva a 1 aemociona- da clase política, es la aleación —^ya desmedi da— de dos gigantescos embalses electorales, representados por los señores Silva Muñoz y Pinilla, en lOi que podría llamai' —Jmecachis, qué pena— ©1 "Pacto del petróleo". En fin: por si interesa como ideólogo a alguna asociación sin desflorar, se advierte al personal que anda por Madrid Sstanley G. Payne, el más completo historiador —de fuerla— del Régimen. Me han dicho que está como alucinado viendo el es pectáculo y el nuevo planetario. S© ha asoma do al balcón del hotel y ha decidido dar u na conferencia en Londres— nos esta bien e m p l e a d o^ sobre "Las derechafe españolas" que iban por el mont© solas, etc. etc. etc.... 3 Si es que, palabra, con lo del "Directí imposi simo" los viernes se pone esto ble: llega Felipe, come, habla y se vuel ve a marchar con el pasaporte tan mi lagrosamente intacto comio una doncella entre las zarzas Llega Jacques Trudeau, enviado es- I>ecial de 'la UGT francesa a ver qvtó se puede hacer para que los obreros de Valladolid no colaboren, hombre, en la fabricación de piezas para los "Mlrages". Y cualquier día va a lle gar —^ya le gustaría, ya— el director de la Bie nal de Venecia, Cario Rlpa di Meana quien, como ya se contó aquí misimo, nos ha dicho que en su Bienal no volveremos a entrar, por estas, mientras nO seamos demóloratas y que habrá que pasar por encinm d© su cadáver. Bueno, pues el caso es que Di Meana, comO' su propio apellido indica, recibe mil millones de liras del Gobierno italiano piara la Bienal. Que Esipaña tiene allí su pabellón, que a ver que Meana se lo toca. Y qu© dentro de unos días se reunirán los 28 países d© la "mostra" y deci dirán o Di Meana c on perdón o Esjpaña. Ocurre algo más: sospechoso que el Alto Estado Mayor de Cruz Martínez Esteruelas va a repoblar culturalmente zonas extranjeras de- séíticas. Un intercambio cultural "total" entre la URSS y España está —creo— a punto de negociarse. Y dos nuevos enclaives universi tarios van a siituairse para mucho más que pa ra dar unos' cursos de verano: la Universidad hispano - árabe, en Almena y la hispano - ale mana en zona levantina. Algo niás va a pasaír: provinlcia a provincia, educación va a levantar, a través de l as diputaciones ©I gran inventario i artístico nacional. Incltíyendo, por supuesto, e n' el catálogo l as pertenenicias —ay— de nuestra Santa Madre la Iglesia Católica. No sé si se ha dicho alguna vez que todo es posible en Granada. Una empresta andaluza en apuros —suspensión de pagos— ha recorrido el prestigioso ntuesDrario de grandes abogados de este pais, y ha reparado en un ejemplar asil vestrado: "Tono" García Trevijano, especialis ta, como se sabe, en innmoblliarias. Alzó la voz y lia minulta el ex-notario de Jarandina y dijo que por m e n os d© 25 millones, nada. La canti dad va a ser entregada, a título simtoólico, en billetes dé curso legal, j>ero como en el ramo de electrodomésticos: con rebaja, a plazos y aJ torero grito ¡¡mu-oha-oho...!! (Pyresa). PEDRO RODRÍGUEZ * * * * * * í * * * * * 4 * » * ' " " " " " *" ¡llllllilIHIlillIMI Illlllll Illllll lii Illllllllllllllllllllllllllll llllllllllllUilUlllllillillllll k * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ^ H H ^ * * * * * * * * * * * * * * * * # » * * * * * y ^ * j t * i * * * * * ^^ (c) Del documento, los autores. Digitalización realizada por la ULPGC. 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