1975-05-30.EL ECO D CANARIAS.LA COLMENA

Publicado: 1975-05-30 · Medio: EL ECO D CANARIAS

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LAS  PALMAS  IDE GíRAN CANARIA,  Viernes, 30 de Mayo  de  1975 

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LA 
COLMENA I 

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1Bueno, rmr^ usted:  cuestión  Ford. Afluí, en 

este  pais,  niodiestia  aparte,  como  nos pon 
gamos  en piígn  duro,  le helainos  la  san 
gre 4 Humphrey  Bogart  y a Kddde  Cons-
tanti'ne.  Como  es bien  sabido,  el señor  Hitlet 
prefería  que le  sacaran  todas  las muelas  de  la 
boca.  Encima,  aihora,  tenemos a Cortina  MSMTÍ 
que es como  un caballero  del Greco  y cuya  sola 
e  ilustre  visión  provoca  espasmos  en las  mejo 
res  cancillerías.  Así ique:  1) de  reserva  esiriri-
tual,  nada.  2)  de vendemos  ©1 biwro y colocar 
nos  niñcs  sudvietnamitas  vacunados,  olvídese 
usted.  3) remember,  picase,  mister  Ford,  que 
estamos  guardando  la  puerta  de Portugal  y  que 
esE  es un tema  cotizablE  y no  previsto  en Jas 
anteriores  —ay—  recepciones  —ay—  triunfales 
—ay—  a Nixon  —áy—  Eisenhower.  De  manera 
que  esto  se sabe:  que, a  partir  idel  sábado, $c 
nos  va a poner  cara  de poker,  retrantea  galateai 
y  linca  dura.  Que nos van a tener  que enauC»-
rar  vamos.  Con un .dato  marginal:  los m l ^ n i e-
ros  de «CÍA  España»  han presentado  un balaUce 
c'esolador  y la central  —^inteligentemente— bá 
tirado  suavemente  de las orejas  por una de las 
ejecutcrias  europeas  menos  brillantes  —a IMos 
gracjas—  que se  conoce.  Quiere  decirse  que  tln 
a'lirafsafcs  político  —^intemacionalmente  hablan 
do—  e  costaría  a Ford  —<íerald^  un  ojo  dd 
Pentágono. 

Entonces,  mientras tos más  expertos  fian-
cólogos  americanos  no dnermen  inclinados  so 
bre  la Blbliía  política'española,  se  me (ha  ocu 
rrido  repasar  un texto  del Jefe  del Estado  espa 
ñol.  Esatba  hablando  con un periodista  extran 
jero,  hace  unos  años  en  Meiiás, y le  dijo  esto: 
«España  no  tiene  necesidad  de la OTAN,'  pero 
sí  la  OTAN  tiene  algún  día necesidad  de  Espa 
ña,  los  ayudaremos».  No sé si he aventurado 
alguna  vez que el Caudillo  no usa  reloj... 

2 Sensible  como  una clepsidra,  la dase po 

lítica  que había  cancelado  sus  suscrlp^o-
nes  a «Le Monde»  para  darse  dé  alta  en 
«La  Libre  Belgique»,  ha  decidido  leer «Al 
Mulharrid»,  brioso  rotativo  marroquí,  como su 
propio  nombre  indica.  «Al Muharrld»  es una es 
pecie  de  «kamasutra»  político  que ofrece  a  la 
sufrida  dase  política  indígena  —a la  de aiqui— 
,íium,erpsos. orgiásticos. Por ejemplo:  ayer,  en un 
comuríicadoT el  Ejército  de Liberación  y el  Cop 
sejo  de  Resistencia  marroquíes—  o sea, los  ex 
combatientes  que lucharon  por la independen 
cia,  hastia  1956, han pedido  al  poder  ima «movi 
lización  popular»  para  entrar  en  territorio  ar 
gelino.  Como  muy bien  «aben  los camareros  de 
«Mayte Comodore», Marruecos y Argelia  podrían 
enseñarse  las uñas  de un momento  a otro.  Ade 
más,  leyendo  «Al Muharrid»  la  dase  política es 
pañola  tiene  la oportunidad  de asistir,  como en 
una  pelícvfla  de «Tom y JecTy», a la  sorprenden 
te  actitud  de su majestad  Hassan,  quien  tras 

meses  de repetir a voz en grito:  «¡Fuera,  Espa 
ña!»,  exclama  ahora  angustiadamente: 
«i^ero 
dónde  van ustedes?, no se vayan, por  fevcn-»... 
Lo  que pasa  es que la clase  política  contem 
pla,  emodonada,  el tdegrama  de  Norodón  Si-
hanuk  a Carlos  Hugo  —«nuestra  victoria  es  tam 
bien  la suya»—,  contabilizada  «Poiisarios»  ctel 
interior;  medita  sobre  el telegrama  de Pablo VI 
al  sacerdote  Erguida, e im>i>etra al Cielo por un 
feliz  regreso  a su diócesis  dd abogado  Infan 
tes  Florido  —en la  actualidad,  ejerciendo  como 
obispo  de Canarias— y que,  cual  venerable  mar 
tillo  de  infieles,  para  celebrar d Aña  SantQ de 
la  recondiliaclón,  ha  deddido  piivar  a la pro 
cesión  dd  Corpus  Christi de la presencia  del se 
ñor  gobernador  dvil, en uno de los más apostó 
licos  berrinohes  que  recuerda  la Santa  Madre 
Iglesia  desde  que Gregorio VII oltUgó a  Enrique 
IV a cubrirse  de oeniza  en Canossa, y a perma 
necer  siete  días  en la nieve, a pan y agua. 

No  es por incordiar a la sufrida  oposidón in 
terior  —formada  de 19 de fondo—  que bastante 
tiene  con no Imblarse  de mesa a mesa,  i>ero tal 
que  ayer  los abajos  firmantes  han llevado a  la 
embajada  USA y a la  prensa  extranjera  un co 
municado  —^ya empezamos—  en el qué se  pide 
—I  am  sorry-r-  que  mister  Ford  no  jrfse  sudo 
español.  De ustedes  Rectísimos,  la  llamada Fe-
deradón  Popular  Democráti<^  —Gil Robles—, la 
llamada  Izquierda  Demócrata  Cristiana  —Ruiz-
gimenezoa—, el llamado  partido  nadonalista  iras 
co,  el  llamado  PSOE, la llamada  UGT y la  lla 
mada  USDE,  ruldruejista,  como  su propio  nom 
bre  indica. 

3 

Cual  una  mamacona  inca,  d  admirable  :: 
letrado  Uspano  «Tono»  García  Trevijano,  E 
Iba  sufrido  en 48 horas  dos dotorosos  des-  E 
floramientos  públicos.  Al  igual  que Car-  E 
men  SevUIa  llegó  virgen  al matrimonio  —según  E 
púbHca  confesión—  d  señor  García  Trevijano  E 
ostentaba  dos difídles  récords:  no perder  jamás  g 
un  pleito  —según  él— y «liaoer  provincias»  dan-  g 
do  el mitin  sin  dttda  una  mal^ multa,  tras  el  ^ 
revolcón  de la Magistratura,  ayer,  —el día que  s 
perdí  aquello—  el Gobierno  Oi^I de  Alicante  5 
ha  roto  la  flor  democrática  de «Trevl  Calzaslar-  ~ 
gas >  con cien  nril pesetas  de sanción, 
E 
., ,.,-y,,fs„q"e  hay 
im...Msi^i^siJm:Mman.........s!' 
diplomáticos  de  nuestro  admirado  eamai¡a,úot  s 
en  Viena  han dado  su  primer  fruto  público:  un  S 
semental  de 710 kHos  ba  sido  entregado  por el  E 
estado  austiiaOo a este  p ^ s, para  estrechar  los  E 
destinos  ihípicos y conservar  la  honda  tradidón  s 
equina  de ambos  pueblos.  Con tan generosa  en-  = 
trega  las rdadones  austroespañolas  han queda-  = 
do  sumidas  en  troyanos  genéticos  de  cordiali- — 
S 
dad... 

laaaaiaBBBBMi 

Pedro  RODRÍGUEZ 

EL PÉNDULO i:;:: 

;i::iSi:¡:::iiiiii«i>i>iii>i«-->"< 

•  • • • ••  • • • ••  • • * ! •!  ! S ! ! ! S! 

¡Qué  tiempos!  Creíamos  que había  pasado la 
fiebre  de la retirada  de pasap<HH«s,  pero  las 
páginas  de  los jjerlódicos  aún  siguen  trayendo 
alguna  notida  de negativas 
para  renovarlo. 
Veintiuna  personas,  encabezadas  pOr d  letrado 
señar  Peces-Barba  son  reteiüdas  en  Valládolid. 
Los  incondldonales  de don  Enrique  Tierno se 
reúnen  en  «mesas  separadas»  para  hacer  posi 
ble  con una astuda  funcional  lo que derribó el 
permiso  gubernativo.  El sodatísmo  ilegal  pare 
ce como  si quisiera  dar la razón a don Femando 
Suárez,  cuando  dijo  qUe unas  docenas  de  per 
sonas  desean  ingresar  en  Caralxanohd  para ob-
tentar  en el futuro  la credencial  de haber  pasa-
sado  por las «cárceles  franquistas»,  y lanzan a! 
ruedo  de la  estadística  que 31 de sus  miembros 
están  rprcfcesados  actualmente 
tiempos! 
¿Están los políticos  dé la periferia  dd  poder de 
mandados  o se  carece  de  recursos  para  que  se 
puedan  manifestar?  Emilio  Romero  pidió  desdo 
estas  páginas  algo,  alguna  nonna,  para  que  no 
se  produjese  cJ espectáculo  diario  de suspensio 
nes  y prohibiciones.  Esa norma,  bien  se ve,  si 
gue  sin llegar. 

¡Qué 

Pese  a ello,  lo cierto  es  que el español  que 
ví'cne  al mundo  no tiene  nMtdio  dónde  elegir 
c-  (1 "^tjectáculo  del  orden  público  es notida 
(''íira  ¡Tiadiacona,  morbosa,  terca  como  una -pe-
'T?!ila,  Jos grupos  i>01íticos qtie  actúan  no  ofre-
r  n nada  para  escoger.  Él  ver las masas  sepa 
radas  podrá  entristecernos,  pero,  ¿Qué  dedr 
cuando  comprobamos  que ios  líderes  dd car 
lismo  ilegal  lanzan,  como  gran  triunfo,  los  cru 
ces  de telegranias  con  Norodon  Sihanuk?  ¿Qué 
pensar  cuandoi tos universitarios  de la contes 
tación  ondean  en Madrid  la bandera  dd  F.  Po-
lisarlo  Esto  no  es  un  desmadre.  Esto  es  un 
festival  folklórico  o una juerga  de Club  en  no 
che  de  borrachera  donde,  xmestos a votar,  ha 
bría  que votar  a Pómpoff  y Teddy. 

Natur^mente,  no todo  va por  esos  cauces. 
El  grupo  parlamentario  en el que iniMtan  des 
de  Meliá a Eduardo  Navarro, y desde  Sánchez 

de  León a Ortí  Bordas,  continúa  actuando. No 
están  reconoddos  los grujios  en Las Cortes, pe 
ro  ellos  trabajan  y su segunda  «gran  operadón» 
será  la interpelación  al Gobierno  sobre  políti 
ca  exterior.  Dos cosas  demostraron  hasta ^ho 
ra:  la primera,  que la existencia  de  estes  gru 
pos  organizados  en la Cámara  no es tan n o d-
va  como  hasta  ahora  se nos había  pintado. Se 
gunda,  que la  cuestión  es comenzar  a andar, y 
que  la  legalidad  —dentro de Un oréfín—  todavía; 
I>ermite  ciertas  éxpresioiws  públicas.  Segura 
mente,  lo que hace  falta  es someterse a las  re 
reglas  dd juego.  El profesor  Fúeyo  acabe de 
dedr  en la «Semana  de  Leyes  iFúñdamentales» 
que  -«el  Estado  tiene  la obUgadón  de  defender 
se». 

El  tono  conflictivo  de la vida  laboral  bajo  su 
temperatura.  ¿A qué se  debe?  ¿A una pausa  de 
primavera?  ¿A que  los  grupos  Indtantes  ha 
cen  una tregua  hasta  junio?  ¿A que el  ambiente 
se  pacifica  de ciara a las décdmies?  Todo, y na 
da  de eso puede  ocurrí.  Lo único  cierto  es que 
la  parcial  calnm  no se  debe  todavía  al  decreto 
de  conflictividad  lalKiral, qué sólo hoy ~-día Na 
cional  de Oaridad—  entra  en vigor.  Lo más  se 
rio  que se  ha  dicho  sobr  eeste  tema,,lo  acaba 
de  apuntar  José  Antonio  (Mrón:  «Rechazo  la 
hudga,  porque  creo  que el  trabajador  no  tiene 
IKW qué luchar  a sangre  y fuego  por lo  que es 
suyo».  Esto  pensábamos  también  al leerlo, por 
ejemplo,, los  mandatos, d d, Fuero  dd  Trabajo. 
Con  otras  Leyes  en  1* mano,  esos  de  propiedad 
no  están  tan daros,  euiíque  nos duela. 

Si  seguimos  siendo o no la reserva  espiritual 
de  Occidente, lo dicen  las estadísticas. En nues 
tras  rdadones  económicas  con la OCDE nos irá 
muy  mal,  pero  —^toma  EMr^>al—  tenemos el 
¿mayor  Índice  de natalidad  de ios países  miem 
bros.  Exportar  no  exportamos,  pero...  la espa 
ñola  cuando  besa  es que besa  de verdad. 

Fernando  ONEGA  = 

iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiini 

iiiiiiiiiiiiii  1  11 

iiiiiiiiiiiiiiiiHiiiiiltiiimiiiiiiiiiiíí 

(c) Del documento, los autores. Digitalización realizada por la ULPGC. Biblioteca Universitaria.

NUESTRA  JUVENTUD 
hr EL FUTURO  ESPAÑOL 

perfeccionamiento, 
entregándo 
se,  noble  y abiertamente,  como 
le  corresponde  a su  propia  na 
turaleza,  exenta  de bajezas,  a 
una  participación  cada  vez  más 
limipcia  en sus  ttnainLifie'atfaiKloinba 
politicas, 
culturalles; 
sociales, 
ganándose  con su Integridad el 
deredio  a estructurar  ese  futu 
ro  que ya es pletórlco  de  jus 
ticia  y de auténtica  libertad  a 
que  aspiran  su rebeldía,  tendrá 
tales  acentos  de autenticidad 
que  difícilmente  nadie  pueda 
oponérsele  con posibilidades de 
frustraoción. 

Negar  el pasado  y  rechazar 
de  plano  el  presente  es negarsie 
asimismo  en  cuanto 
realidad 
constructiva;  es más, tales  ne 
gaciones,  en el fondo,  no  llevan 
tm propósito  de justicia,  sino un 
inconfesable  dieseo  de destruc 
ción  y revandiismo  de  los que 
la  Juventud  sería  su propia  víc 
tima  como  instrumento  de quie 
nes  aspiran,  para  su lucro, a  si 
tuaciones 
limite,  manipulacio 
nes  interesadas  y perniciosas. 

En  el  presiente y en  el  futuro 
nuestra  Juventud  tiene  su  carta 
de  juego.  Nadie  podrá  negarle 
el  deredho  de  conquista  de  un 
orden  de  Justicia  social,  de  un 
clima  (Je digna  convivencia, de 
una  estructuración  política de 
directa  participación  del pueblo, 
de  una  extensión  de la  cultura 
a  todos  los estamentos  sociales, 
de  una libertad  que garantice la 
libertad  de  todos  dentro  die  un 
Estado  auténtica^nente  de  de 
recho,  de una más justa  distri 
bución  de la  riqueza  a través de 
un  perfeccionamiento  de  la  vi 
da  económica  y de la relación 
capital-trabajo  derivado  de  un 
concepto  verdadero  de  libre 
mercado,  de una  libertad  reli 
giosa  que  autentifique  la  con 
ciencia  de los  hombres,  de  un 
reconocimiento,  sin limitacio 
nes,  de la Igualdad  de  derechos 
femeninos,  "pasando  de una  so 
ciedad  cerrada  y compartimen-
tada  por la desigualdad  y  los 
pr¡iv';!l:ei!?'io6  ;?• citira  mhie'vía,.  ilnlCefr-
oomunicada,  asentada  sobre la 
participación  democrática  en  la 
igualdad  de  oportunidades. Una 
sociedad  bien  estructurada no 
puede  repartir  las  responsabili 
dades  ni las tareas -tle 'clfrección 
con  arreglo  a una  desigualdad 
de  origen:  tiene  que hacerlo con 
arreglo  a las  capacidades  para 
asumirlas  y el espíritu  de  en 
trega  para  servirlas.  Estamos y 
estaremos  siempre  contra  todo 
sistema  que distribuya  las opor 
tunidades  en  función  de  heren 
cia  o de clase.  Queremos  una 
sociedad  en la que cada  hombre 
valga  por  sí mismo,  desarrolle 
sus  potencialidades  personales 

y  obtenga  las oportiuiidades que 
merezca  por su esfnerzo  y  de 
dicación  al trabajo».  Y, en  fin, 
de  todo  cuanto a partir  del  pre-
]gente  pueda  ser perfeccionado. 
Y  en este  sentido,  nadie  como 
nosotros,  ios  que  fuimos  acto 
res  de la guerra  española,  para 
alentar  a  nuestra  juventud en 
esos  afanes  y  propósitos que 
hemos  anunciado  y que,  enten 
demos,  son los fundamentos  de 
su  legitimidad  participatlva. 

El  futuro  es de la juventud. 
Es  este  un fenómeno  biológico 
al  que ningima  generación  pue 
de  escapar,  pero ese futuro,  his 
tóricamente  hablando,  parte de 
la  realidad  política  en la  que 
todos,  jóvenes  o no, estamos ín 
sitos, y puesto  que todos  de esa 
realidad  p ar ticipamos,  nadie 
puede  hacer  tabla  rasa,  ni  aun 
en  nombre  de la rebeldía  jiuve-
nil,  del orden  establecido, sin 
provocar, 
inevitablemente,  la 
tragedia.  Nuestra  pasada  gue 
rra  civil  es claro  ejemplo  que 
no  podemos  olvidar  si de  veras 
queremos  construir  un  futuro 
sobresaltos  y  verdadera 
sin 
mente  perfeccionador  del pre 
' 
sente. 

En  esta  hora  en que el por 
venir  puede  adivinarse,  yo  me 
permito  hacer  un  llamamiento 
lleno  de  cordialidad,  pero  tam 
bién  no  exento  de  inquietud, a 
la  conciencia  de  nuestros  jóve 
nes.  Este  llamamiento  invoca la 
responsabilidad,  el patriotismo, 
el  afán  de  superación,  la cordu 
ra,  el noble  hacer  del  espíritu 
juvenil,  para  que, sin  divisiones 
fratricidas  pero  con  pluralidad 
armoniosa  de  criterios,  ese por 
venir  no  sea lUna  realidad  disol 
vente  y negativa  de  todo  cuanto 
hasta  hoy, en  bien  de  todos se 
ha  logrado.  Y estoy  seguro de 
que  nuestra  juventud  sabrá ha 
cer  honor  a su responsabilidad 
histórica  y al patriotismo  que, 
con  sacrificio  de sus mayores 
ha  recibido. 

Creemos  en una juventud  dis 
puesta  a poner  en  juego  su  vi 
da  por  nobles  ideales,  porque 
sabemos  que la  juventud es 
idealista,  generosa  y entusiasta. 
Su  vitalidad,  su  rebosante  ener 
gía  busca,  buUente  y  sonora, 
• -oportunidad  de presencia; de' 
orear  su  propia  circunstancia. 
Creemos  en la juventud co 
mo  única  fuerza  creadora,  y 
creemos  en la juventud  de  la 
que  ya José  Antonio  había di 
cho  era la única ^  fuerza  capaz 
de 
edificar,  por sí misma, la 
España  entera  y armoniosa que 
nos  falta. 

Herme  Artiles  Navarro 

*^L#^^;^^^^j|f j^;|f ^|tj|^j|^j|^^j^^f^^^p^^^^^^^^^;^:,t^^^^^)^^ ^ if J l^  * * ¥ ^ * *í 

Un  año más celebra  la Orga 
nización  Juvenil  Española,  con 
variados  actos,  el día de su Pa 
trono  San Femando. 

Para  los  que  dentro  de  esa 

Organización  tuvimos  un inol 
vidable  quehacer,  no  podemos 
soslayas  esta  efemérides,  y, des 
de  esta  pequeña  atalaya  de  mi 
personal  y modestísima  acción 
política,  hoy  dedicamos  unas 
también  modestísimas  líneas a 
nuestra  entrañable  juventud. 

Presuntuoso,  difícil  y compro 
metido  es hablar  para  mañana 
cuando,  precisamente,  carece 
mos  de  ese qui  ddivino  que 
Dios  concede  a sus elegidos. 

Creemos  un tópico  afirmar 
que  el futuro  de España  corres 
ponde  a la juventud.  Pero  ese 
tópico  es, sin embargo, una rea 
lidad  insoslayable  a la que  de 
bemos  prestar,  en el  presente, 
pictórico  de posibilidades  pero 
también  de  acuciantes  situacio 
nes,  toda  la  atención  que el ca 
so  merece. 

La  juventud  eS inconformis-
ta,  rebelde,  aspira  a crear  por 
sí y para  sí el mundo  en que  se 
asienta  y, muchas  veces, sin te 
ner  en cuenta  que  esa  realidd 
que  se le  ofrece  y en la que  la 
jtrventud  está  ínsita,  ha  sido 
forjada,  a  través  de los  años, 
I)or  generaciones  que,  en  mayor 
o  menor  armonía  entre  ellas, 
hicieron  presente  y  crearon, 
históricamente, pasado, para que 
en  ellos  se  asentara  el hoy,  con 
razón  o sin ella,  ciertamente In 
cómodo  para  nuestros  jóvenes. 
Uno  se pregunta  ¿hasta  qué 
punto  esa incomodidad  es  legí 
tima?  Pero  para 
responderse 
habríamos  de situarnos  en  los 
condicionantes  vitales,  sociales 
y  políticos  de nuestra  propia 
Juventud y su particular  circuns 
inme 
tancia.  La conserii",ncia 
diata  es este  !inpT^->^T=le  exis-
tencial  retroce'='.n.  e^ nne  nues 
tra  rebeldía,  n'-^j^tr- 
-nc^nfor-
mismo, nuestro  r^'-^—'-nr-i^-^  con 
tra  aquel  preKfni-c  í-^e  infinita 
mente  superior  " 1^ nuí!  hoy 
plantean  nuestro"  «'«—nes v  por 
ahí  podemos,  r" r'^rto  modo, 
comprenderlos h^-r. 

Digo  en cierto  •r^,^r>.n  porque 

«^.MÍ  estas  circun-ít-n^i''''.  del  pre-
- íente  son las de -'-"- ni las exi 
gencias  son  laF  r-'-^ns  en or 
den  a todos  los  ''-'^"'^tos  de  la 
vida  social  tieír"-!  "crecido al 
guno  con el r^'-'^'^o.  roto en 
guerra  civil  en  jnlio  del  trein-
tlseis. 

I 

Aquel  total  aoto  ri^ rebeldía 
en  una  juventud  diviriida,  pero 
gloriosamente  aobuants.  permi 
tieron,  casi  cuarenta  años  des 
pués,  ofrecer  este  presente ple-
tórico  de realidades  y conquis 
tas  de todo  orden  que  nuestra 
juventud  disfruta. 

Comprendemos  que, por muy 
cómodo  que  este  presente  sea, 
no  satisfaga  el afán  de parti-
oilpateión  'ifi^iva  y 'orelaldicina qpe 
la  juventud  de hoy siente  como 
también 
necesidad  vital,  pero 
es  justo  señalar  que no es me 
diante  actos  puramente  negati 
vos  y disolventes  artificialmen 
te  de la realidad  como  esa par 
ticipación  pueda  realizarse. Si 
este  presente  no ofrece,  como 
el  pasado,  perspectivas  de  crea 
ción  y sí en cambio  cierto  po-
slbilitismo  de  cambio  de  estruc 
turas  'políticas  conducent°c  a 
una  práctica  y conceptos  de li 
bertad  y participaoión  distintos 
de  los  que el presente  ofrece, 
no  se olvide  que, sin  las  con 
quistas  de la juventud  logradas 
por  la  juventud  de ayer  esto no 
sería  posible. 

Entendemos  qtie  la juventud 
debe  justipreciar  cuanto  posee 
y  que le ha  sido  generosamente 
idlaidO  ipioar  quienes  EiacriifioaTon 
su  propia  vida  para  que su re 
beldía  tenga  van signo  positivo 
y  no de mera  traición  a ouanto 
sus  padres  hicieran. 

Perfeccionar  no es  destruir; 
participar  no es excluir;  crear 
futuro  no es hader  tabla  rasa 
del  presente;  ambicionar  no  es 
pisotear  el sagrado  depósito de 
los  mayores. 

juventud 

Bajo  estas  afirmaciones,  a 
corresponde 

nuestra 
exigir  su  activa  preálencia  en  el 
acontecer  de  cada  día, no  como 
instrumento, 
rectoría  que no excluye  el reco 
nocimiento  de cuanto  otros, con 
sacrificio,  han  creado  y  que 
hoy  permiten  esa liebeldía  asen 
tada  sobre  comodidaes. 

sino  como  una 

No  podemos  comprender  que 
una  juventud  responsable  pueda 
entregarse a la tarea  violenta de 
diesgarrar  la unidad  de la  Patria 
con  nacionalismos  trasnochados 
y  sin  posible  futuro.  No  pode-
«niots  adimiiitir  qiue  uina  iiwlven'tiu'd 
consciente  de lo aue  fue y  lo 
aue  hoy es la reaJidad  de  Espa 
ña  se  lance  por caminos  políti-

creando  nuevas  circunstancias 
fratricidas.  No podemos  reco 
nocer  en la juventud  un dere 
cho  a la  anarquía  y al  despilfa 
rro  de sus propias  posibilidades 
dentro  del conflexto  en que vivi 
mos. 

En  cambio, sí  creernos  en  una 
juventud  que superándose  día a 
día  en sus  actividades,  llenán 
dose  de contenidos  ideales de 

LEA VD. 

WN  DEPORTE