1974-07-31.MUNDO OBRERO.JUNTA DEMOCRATICA

Publicado: 1974-07-31 · Medio: MUNDO OBRERO

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0731 «Carrillo y Calvo Serer anuncian la formación de una “Junta Democrática”. Insinuaron que cuentan con “grupos partidarios” dentro de España. París 30. La formación de una “Junta Democrática” para promover en España la constitución de un pretendido Gobierno ha sido anunciada hoy en París, por don Santiago Carrillo, ante un grupo de periodistas convocados en el Hotel Intercontinental. Junto al secretario general del partido comunista apareció únicamente don Rafael Calvo Serer como vocero adjunto de dicha “Junta Democrática”.
Tanto el dirigente comunista como el señor Calvo Serer, que se irroga la representación de los demócratas españoles, insinuaron, sin mencionar nombre alguno, que cuentan con grupos partidarios dentro de España, aunque ninguno de ellos estuviera representado en la citada conferencia de Prensa. Observadores franceses interpretan esta insinuación como apoyos que, en el marco de la llamada “Alianza por la Libertad” propugnada desde hace años por el partido comunista, han dado a dicha “Junta Democrática” el partido carlista y algún grupo socialista radical. Efe.” (ABC, Madrid, miércoles 31 de julio de 1974, pág. 15.)
«Conferencia de Prensa de Santiago Carrillo, en París. Anunció la formación de una “Junta Democrática” tendente a constituir un pretendido Gobierno en España. París, 30. La formación de una “Junta democrática” para promover en España la constitución de un pretendido gobierno ha sido anunciada hoy en París, por don Santiago Carrillo ante un grupo de periodistas convocados en el Hotel Intercontinental. Junto al secretarlo general del partido comunista apareció únicamente, don Rafael Calvo Serer, como portavoz adjunto de dicha “Junta Democrática”
Tanto el dirigente comunista como el señor Calvo Serer, que se arroga la representación de los demócratas españoles, insinuaron sin mencionar nombre alguno que cuentan con grupos partidarios dentro de España, aunque ninguno de ellos estuviera representado en la citada conferencia de prensa. Observadores franceses interpretan esta insinuación como apoyos que, en el marco de la llamada “Alianza por la Libertad” propugnada desde hace años por el partido comunista, han dado a dicha “Junta Democrática” ciertos sectores del partido carlista y algún grupo socialista radical. Efe.» (La Vanguardia Española, Barcelona, 31 de julio de 1974, pág. 17.)
→ Calvo Serer y Santiago Carrillo, conferencia de prensa en París, Mundo Obrero
0806 «Comentarios en torno a una sorprendente “Junta Democrática”. Madrid, 5. (De nuestra Redacción). La más desoladora consecuencia que, de vivir en España, hubieran experimentado don Santiago Carrillo y don Rafael Calvo Serer, tras su anuncio en París de la formación de una “junta democrática”, aglutinadora de los comunistas del primero con los democráticos que en su megalomanía cree representar el segundo, habría sido la de comprobar el nulo interés o eco público por esa decisión que los ha llevado a ambos desde la afinidad al contubernio.
No obstante, la noticia fue publicada en toda la prensa madrileña con el suficiente destaque y los comentarios no han faltado. Apostillas que conjugan desde el estupor a la ironía. «Desde hace algún tiempo Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista Español –lo de español, en la medida que lo autoriza Moscú–, siente una morbosa inclinación por cambiar las “checas” por los restaurantes y el puño cerrado por la “mano tendida”.» Con está entrada, el diario Arriba, en un comentario titulado “Un desconocido llamado Santiago Carrillo”, resume la triste historia de este personaje durante la contienda civil, recordando la creación en Madrid –agosto de 1936– de un “comité de investigación y salud pública nutrido por elementos del Frente Popular y con preponderancia comunista”. “Santiago Carrillo –prosigue el comentarista– formaba parte del mismo y se encargaba, además, de la administración del dinero y las joyas robadas a las víctimas”.
En Pueblo y en una breve sección titulada “Mirar y ver”, el joven y admirable escritor que utiliza el seudónimo de “Cándido” dedica su comentario, cargado de finísima ironía, a Calvo Serer: «Personalmente –escribe– ni me va ni me viene que pacte con Santiago Carrillo, con la C.I.A., con la U.E.F.A., o con el “sursum corda”, siempre y cuando no le dejen poner la mano en un periódico en el que yo trabaje. Se me dirá que soy un egoísta, pero ya voy siendo mayor para correr riesgos.»
El periódico Ya, en una columna editorial titulada “Compañeros de viaje”, escribe entre otras cosas: «¿Qué es, qué representa, en nombre de qué puede hablar esa vaporosa “junta democrática de España”, que se ha dirigido con un manifiesto nada menos que “al pueblo español”?» El editorial señala cómo en esa junta sólo aparecen dos nombres, bien que suficientes “para desacreditar el más convincente documento”. 
No le damos más importancia –prosigue– de la estrictamente anecdótica que tiene, ni por supuesto, se trata de que pueda hacer peligrar nada ni estremecer a nadie.
Pero por esto mismo nos parece oportuno acusar recibo de la maniobra, aunque sin concederle más espacio del que ocupen estas líneas.” La estratagema, burda y torpe, es denunciada por el periódico. «Por supuesto, el comunismo prefiere enmascararse tras el sonoro nombra de esa “junta democrática”, de la que no se nos dice más y únicamente conocemos otro nombre que poner junto al de Santiago Carrillo. ¿Quién ha investido a los firmantes del manifiesto nada menos que con “la representación legítima de las aspiraciones democráticas a nivel nacional”? Ellos, naturalmente, se han investido a sí mismos, pues nadie puede tomar en serio sus referencias, tan optimistas como vaporosas, a unas inconcretas fuerzas que nadie sabe donde están ni siquiera se concretan. Concretos son únicamente, repetimos, los nombres de Santiago Carrillo, con su triste historial no ya de transfuga, sino de traidor al socialismo español en provecho del comunismo, y de Rafael Calvo Serer, sobre cuyas piruetas sólo podemos decir que esta supera a todas las anteriores.»
En Hoja del Lunes, Antonio José González Muñiz, en forma de comunicación al director, publica su sección “España desde las Cortes”, dedicada esta vez a hacer la “historia de un demócrata español”. El articulista pregunta: «¿Ha leído usted la declaración que ha hecho una llamada “Junta Democrática de España” al pueblo español? Es una especie de bufonada política firmada por Santiago Carrillo Solares y por don Rafael Calvo Serer.»
Estos son algunos de los comentarios que más directamente han enfocado en la prensa madrileña, el “affaire” Carrillo-Calvo Serer. Otros periódicos se limitaron a dar la noticia, con algún sugestivo titular. La verdad es que ambos “compañeros de viaje”, no obstante sus gestos y andanzas, tienen poco “mordiente” en la realidad política española; o no se les conoce, o se les conoce demasiado. Y esto último, también es una ventaja.» (La Vanguardia Española,Barcelona, martes 6 de agosto de 1974, pág. 6.)
0811 «Carrillo y Calvo Serer, entrevistados en una radio francesa. París 10. Santiago Carrillo y Rafael Calvo Serer fueron entrevistados hoy ante los micrófonos de la emisora France Inter por el periodista Marcel Niedergand, del diario Le Monde. Tanto el secretario general del partido comunista de España como Calvo Serer reafirmaron en el curso de la entrevista sus puntos de vista sobre España manifestados anteriormente con ocasión de la presentación en París de una pretendida “Junta Democrática” de la que se califican como portavoces. Efe.” (ABC, Madrid, 11 de agosto de 1974, pág. 22.)
0830 «Se afirma que la F.A.I. celebró una reunión el día 19 de agosto en “algún lugar del sudeste francés”. Madrid, 29. (De nuestra Redacción.) Según se ha sabido hoy en Madrid, el pasado día 19 de agosto, “en algún lugar del sudeste francés” se reunió una asamblea plenaria de los grupos que se integran en la Federación Anarquista Ibérica (España-Portugal). Se sabe que participaron numerosos dirigentes, así como representantes de la “Internacional de las Federaciones Anarquistas” y de la Primera Internacional en su sección española de la “Confederación Nacional del Trabajo”. No se ha dado a conocer el lugar donde se celebró la reunión, pero se especula con la posibilidad de que haya sido Cannes el lugar elegido. Al parecer se discutió, entre otros temas, el de la reciente constitución de una pretendida “junta democrática”, presentada en París por el tándem Carrillo-Calvo Serer. En relación con ésta noticia se comenta en Madrid que aquí pudiera estar la clave de la acción llevada a cabo para reintegrar a Palma de Mallorca a don Juan de Borbón, conde de Barcelona, motivada, como se sabe, por haberse descubierto un intento de secuestro en la persona del jefe de la Casa Real. La policía española, cree saberse, sigue muy de cerca los pasos de los grupos anarquistas, y pudo conocer anticipadamente de esta asamblea. Inmediatamente alertó a la policía de Mónaco, a donde se habían trasladado los condes de Barcelona y, posteriormente, se ocupó de que don Juan de Borbón y su esposa regresaran a España en un avión especial. Al parecer, entre los participantes en la asamblea figuraron miembros del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL).» (La Vanguardia Española, Barcelona, viernes 30 de agosto de 1974, pág. 7.)
0908 «Ante las proyectadas asociaciones políticas. Tendencias de centro izquierda al margen de la “Junta Democrática”. Madrid, 7. (De nuestra Redacción.) Según rumores no confirmados que recoge la prensa internacional de ayer y algún periódico de la capital, está cristalizando, en Madrid, la llamada “Conferencia Democrática” por medio de la que grupos de diversas tendencias políticas y de cara a las proyectadas Asociaciones intentan ofrecer una alternativa democrática para España, al margen de la denominada “Junta Democrática” cuya constitución anunciaron en París los señores Carrillo, secretario general del Partido Comunista y Calvo Serer, antiguo editor del diario Madrid.
La Conferencia Democrática agrupa, al parecer, a personalidades de tendencia de centro-izquierda. Los señores don Fernando Álvarez Miranda y don Joaquín Ruiz Jiménez representan el pensamiento democristiano mientras que el escritor Dionisio Ridruejo y el economista don Antonio García López se erigen en portavoces de la tendencia social-democrática. Participan también el conocido abogado don Pablo Castellanos, de orientación socialista.
Se especula con la posibilidad de que a la citada junta se puedan adherir personalidades de diferentes regiones españolas de similar pensamiento. Respecto a Cataluña se citan los nombres de don Heribert Barrera, físico y profesor de la Universidad Autónoma, hijo de un antiguo conseiller de la Generalitat y del socialista don José Pallach, del I.C.E. de la Autónoma. Para Galicia se citan los nombres de don Ramón Piñeiro, director de la editorial “Galaxia” y don José María Beiras, catedrático de Economía.» (La Vanguardia Española, Barcelona, domingo 8 de septiembre de 1974, pág. 8.)
0915 «Algunos dirigentes del denominado Partido Socialista Obrero Español enjuiciaron la actualidad de España durante una conferencia de prensa. Lisboa, 14. […] Puntualizaciones. En una breve conferencia de prensa, y en presencia de algunos dirigentes del Partido Socialista portugués, dirigentes del PSOE, que no permitieron que fuesen tomadas fotografías para evitar su posible identificación, resumieron su particular visión de la situación político-económica española, si bien está claro que el acto se destinaba a hacer constar la posición de no alineamiento del PSOE en ninguna de las agrupaciones de izquierda y centroizquierda recientemente constituidas en España. Acusaron a la Junta Democrática, constituida por Calvo Serer y Santiago Carrillo, de prepararse para la etapa postfranquista, sin preocuparse del período anterior. En cuanto a la Conferencia Democrática, se trata de una alianza anticomunista, cosa que el PSOE no es.» (La Vanguardia Española, Barcelona, domingo 15 de septiembre de 1974, pág. 21.)
Otras menciones a la Junta Democrática
«La Junta Democrática. El escenario previsto por el Profesor para después de la muerte del dictador está ya cercano. Franco está enfermo. En Marqués de Cubas se discute sobre la naturaleza del régimen que le sucederá a aquél. El Profesor tiene muy presentes las confidencias de Fraga y no desconoce las actitudes aperturistas de algunos de los tecnócratas del Opus Dei. En estas, una mañana irrumpe en su piso de Ferraz Antonio García Trevijano para comunicarle que ha nacido en París una plataforma política que han dado en llamar la Junta Democrática de España, y le invita a que se sume a ella. La han puesto en marcha Santiago Carrillo, Calvo Serer y él mismo. La misión de la Junta es impedir el vacío que puede provocar la muerte de Franco; el régimen sucesorio tiene que encontrarse con la propuesta inmediata de la oposición. El Profesor responde al emisario que está muy de acuerdo con la iniciativa, pero que debe pensar en su participación. […] La idea de la Junta le trae a la memoria las propuestas de “las mesas democráticas” que tanto le gustaban a Dionisio Ridruejo siempre que se tuviera a raya a los comunistas: “Terminan por apoderarse de todo –solía decir– y nunca te puedes fiar de que no revienten las cosas si les interesa para conseguir determinados fines de propaganda o para impedir el fortalecimiento de determinadas personas o movimientos. Ahí está en la cárcel de Carabanchel Marcelino Camacho, porque Carrillo le ha entregado a la policía para quitárselo de en medio”. El Profesor pensaba cabe la mesa camilla que Ridruejo era un gran anticomunista pero que, en el fondo, tenía razón en sus reservas. Sin embargo había que jugar con el PCE, era inevitable, tenía datos sobre su implantación: unos noventa mil en toda España, dispuestos a todo, y él tendría la llave de esa fuerza enorme porque nunca les legalizarían las fuerzas sucesoras de Franco. Le diría que sí a Trevijano pero dejaría esperar un par de días. A la primera reunión de la Junta Democrática en París asistieron Pepín Vidal Beneyto –Pimpinela Escarlata le llama–, García Trevijano, Calvo Serer, Rojas Marcos y Carrillo. El Profesor se siente, por vez primera en la vida, en una situación que no le da gran confianza. Echa de menos a los viejos amigos de la derecha que le daban tanta seguridad en Unión Española. Después de esperar durante tantos años a que llegara este momento, ahora están separados. Los Ruiz Giménez y Gil Robles se han negado a estar en la Junta porque ellos, en todo caso, estarán donde esté el PSOE. Y él, Enrique Tierno, estará en el lado en el que no esté el PSOE.» (César Alonso de los Ríos, La verdad sobre Tierno Galván, Anaya & Mario Muchnik, Madrid 1997, págs. 231-233.)
«Salvo dos o tres excepciones, las personalidades de la Junta se retiraron de la política tan pronto como se produjo la traición del PSOE y del PC a los compromisos firmados de abrir un período de libertad constituyente sobre la forma de Estado y de Gobierno. Este alejamiento de la mediocridad oligárquica, que sustituyó a la mediocridad dictatorial, prueba la nobleza de intenciones, y la superioridad de conciencia, de los independientes que dieron sus almas a las Juntas, por pasión de libertad y sentimiento del deber ciudadano. Entre ellos recuerdo con emoción y gratitud a talentos ya fallecidos, como Alfonso Cossío y Manuel Brosseta; a figuras del arte, como Cristóbal Halffter y Carmelo Bernaola; a abogados, como Emilio Atard (Valencia), Emilio Gastón (Aragón) o Fernando García Agudín (Galicia); a economistas, como José Ramón Tamames (actuó en la Junta de Madrid por mi designación directa); a médicos como Manuel Mora (Baleares) y Castilla del Pino; a arquitectos como Ramón Fernández Rañada (Asturias) y Lamela; a empresarios como Javier Vidal (Huarte) y Carlos Ibarra; a catedráticos como Pedro de Vega y Gustavo Villapalos; a editores y periodistas, como Ramón Akal y Mario Rodríguez Aragón; a sociólogos como Mario Gaviria y José Vidal Beneyto. Por su inteligencia, su cultura, su capacidad y su conocimiento del mundo internacional, hice responsable a Vidal Beneyto de la política exterior de la Junta. Su gestión la llevó más allá de lo previsible.» (Antonio García Trevijano, «Personalidades de la Junta (y 6)», La Razón, Madrid, 31 agosto 2000.)
«Mientras tanto, una parte de la oposición democrática se unió en un frente común. El PCE y algunos políticos relacionados con Don Juan de Borbón (Calvo Serer), establecieron la Junta Democrática en París en julio de 1974. Más tarde se unieron los socialistas de Tierno Galván, los carlistas de Carlos Hugo, Comisiones Obreras, el Partido Marxista de los Trabajadores y otros grupos. La Junta demandaba una ruptura democrática con el régimen, la formación de un gobierno provisional, los partidos políticos, la restauración de todos los derechos democráticos, autonomía de las regiones y un referéndum que decidiera sobre la forma de Estado. Otros grupos de la oposición decidieron no unirse a la Junta principalmente a causa del carácter predominantemente comunista. El PSOE, la USDE (Unión Socialdemócrata Española), la ID, Izquierda Democrática de Ruiz-Giménez, los partidos vasco y catalán, dos partidos de la izquierda radical así como los carlistas, que habían abandonado la Junta Democrática, decidieron crear la Plataforma de Convergencia en julio de 1975. En marzo 1976, la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia se unieron en un frente común llamado Coordinación Democrática, que también demandaba una “ruptura democrática”.»
«En septiembre de 1974, diversos miembros del PSOE: Guillermo Galeote, Nicolás Redondo, Enrique Múgica, Pablo Castellano, Eduardo Gómez Albizu, Felipe González y Alfonso Guerra, elaboraron un documento conocido como “La declaración de septiembre”. Éste definía la postura del partido en aquel momento crucial de la enfermedad de Franco, la aparente apertura del gobierno de Arias Navarro, y la creación de la Junta Democrática por el Partido Comunista en julio de 1974. El documento argumentaba que el régimen de Franco estaba llegando a su fin debido a la crisis económica y política que siguió a la muerte de Carrero Blanco. El PSOE propuso como la única forma de salir de esta situación una “ruptura democrática”. En octubre de 1974, el último congreso del PSOE fuera de España tuvo lugar en Suresnes (Francia), del 11 al 13 de octubre. El congreso eligió una nueva Comisión Ejecutiva tras la separación del PSOE(h). Como consecuencia de las discrepancias de opinión acerca del candidato más idóneo, Felipe González fue elegido primer secretario del PSOE. Pablo Castellano, que había estado en la Comisión Ejecutiva desde 1971, fue elegido secretario internacional.» (Pilar Ortuño Anaya, Los socialistas europeos y la transición española, Marcial Pons, Madrid 2005, págs. 34 y 202.)
«Cuando se forma la Junta Democrática en 1974, siendo el PCE su principal valedor, el PSOE apenas existía, y, cuando empezó a cobrar fuerza, Gómez Llorente dictaminó que no participaría en nada que no hubiera creado o pudiera controlar, incluido el movimiento ciudadano. Y a lo que se ve les fue muy bien, pues Enrique Mújica dinamitó la Platajunta, echando por la ventana, de paso, al notario Trevijano, que solía ataviarse con trajes claros, de color hueso, como si fuera un plantador de algodón en la finca vecina de Tara, rodeado de negritos bubis, sobre los que se rumoreaba que tenía poderío. La primera reunión de la Junta Democrática en Oviedo tuvo lugar en la Casa Sacerdotal en noviembre de 1974, siendo anfitrión el cura Santa Eugenia y asistiendo, entre otros, Ramón Fernández-Rañada (que luego sería el hombre de Trevijano en Asturias y el portavoz inevitable de todas las acciones conjuntas o “unitarias”, dada su condición de independiente), Álvaro Ruiz de la Peña, Francisco Casariego, el catedrático Julivert, el fotógrafo Nebot (uno de los comunistas ovetenses más característicos), José Luis Marrón y el ideólogo Iglesias Riopedre, a quien Ramón Rañada llamaba “el agente Iglesias”. Hubo otras reuniones posteriores en el estudio de arquitecto de Ramón Rañada, en la calle Fruela, 4.» (Ignacio Gracia Noriega, «La Coordinadora Democrática de Asturias», La Nueva España, 22 septiembre 2008.)