1996-09-20.LA VANGUARDIA RESEÑA AUTORRETRATO SIN RETOQUES.JESUS PARDO

Publicado: 1996-09-20 · Medio: LA VANGUARDIA RESEÑA AUTORRETRATO SIN RETOQUES

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38  LA VANGUARDIA

CULTURA

VIERNES,  20SEPTIEMBRE  1996;1]

Un  clásico sobre la historia
de  la moral sexual

SOCIEDAD;0]

“Historia  ilustrada  de la  moral
sexual”

Educird  Fuchs
TRES  VOLÚMENES  •
 DE
JUAN  GUILLERMO  GÓMEZ / G.  PUERTO  Y
 PRADAS  /  JOSÉ  LUIS  GIL  ARISTU  .
LM.

 TRADuCCIÓN

528/406/394

 PÁGINAS  •  3.500  PESETAS

CADA  VOLUMEN .  UN  MILLAR  DE  ILUS

TRACIONES  •  MADRID.

 1996

LLUÍS  PERMANYER

F  uchs mereció ser célebre en

su  tiempo,  pero luego cayó
en  el olvido;  en  España  es
un  perfecto  desconocido.
Eduard  Fuchs nació en Alemania  en
1870  y  murió  en  París  en  1940.
 aunque
 como  poeta,
Principió
pronto  se dedicó a lo que  fue la pa
sión  de su vida: escribir ensayos  de

Eduard Fuchs obtuvo con
esta  obra un éxito
inmediato, debido al
escándalo provocado
y  a los procesos

crítica  histórica  basado  siempre  en
una  abundante  ilustración.
 Para
culminar  la historia de la caricatura,
pongo  por  caso,  reunió  más  de
68.000  obras.

Su  gran investigación  fue la “His
toria  ilustrada  de la  moral  sexual”.
Fue  un éxito inmediato,  lo que  lue
go  le permitió  ampliarla  considera
blemente.  Ni que decir tiene  que las
ediciones  se agotaban  con una  cele
ridad  explicable a causa  del tema  y
de  unas  imágenes llamativas,  pero
sobre  todo a causa  de la  publicidad
gratuita  que  le  proporcionó  el  es
cándalo  y también  los procesos. Y es

“El  amor y el vino’.  grahadu  de  Droyer

que  la pacata  moral  de la época gui
llermina  no  podía  soportar  seme
jante  provocación,  aunque  apare
ciera  presentada  en un  tono  acadé
mico.
 con  todo,
que  era un apasionado  militante  so
cialista,  lo que  explica su voluntad
rupturista  y su tolerancia.

 Importa  añadir,

Hay  que  destacar  además  que
profundizó  sobre la relación entre  el
tema  propuesto  con  la  moda  y  los
usos  y costumbres  sociales.

El  anecdotario  que enriquece este
estudio  voluminoso  merece la pena.
He  aquí una  pálida  muestra.

La  numerosa  cohorte  de meretri
ces  que  seguían  en  tiempos  a  los
ejércitos  (el duque  de  Alba marchó
sobre  Holanda  con unas  800 corte
sanas  y otras tantas  rameras ordina
rias  que  seguían a pie) justifica  que
existiera  el destino  “sargento de pu
tas”.  Fragonard  pintó  el  columpio
para  un  “voyeur”  y  su  querida.  El

nacimiento  de un delfín estimulaba
el  servilismo  de  los  franceses, que
vestían  el color “á la caca”. La moda
de  exagerar  la  bragueta  adquirió
unas  proporciones  increíbles,  tanto
por  su volumen  como  por  los eolo-
res  chillones.  Sobre  el  legendario
cinturón  de  castidad  aporta  infor
mación  literaria,  como  las  páginas
de  Rabelais  o las “novelle”  de  Cor
nazano,  y encima  reproduce  piezas
originales  del siglo XVI. En Munich
y  en Viena se celebraban carreras de
prostitutas  en  plena calle.

Fuchs  describe con  pelos y seña-
les  el grado de libertinaje que  reina-
ba  en los conventos antes de la refor
ma  y confecciona  una  sabrosa  lista
de  purpurados  y hasta  de papas que
ganaron  justa  celebridad  por  sus
conductas  licenciosas. El primer no-

Las  ilustraciones son un
elemento fundamental,
aunque la mojigatería de
la  época impidió incluir
muchas más explícitas

menclátor  de  París  lo  confeccionó
una  tal Guillot  mediante  la enume
ración  rimada  de  las  incontables
vías  que acogían  la prostitución  ca-
llejera.  El autor enriquece el tema de
la  zoofilia al confesar  que en Nápo
les le ofrecieron  con fines deshones
tos  un  niño  de ocho  años, una  niña
de  nueve  y  hasta  una  cabra  o  un
pavo.

Fuchs  también  se  equivoca;  ver-
bigracia  el cuadro  de  Tiziano  “Ve
nus  recreándose en  la música”,  que
es  presentado,  fruto  de una  leyenda
sin  el  menor  fundamento,
 como
“Felipe  II de España  con su amante
la  princesa  de Eboli”. La obra se lee
de  un tirón,  pese a que n  ha enveje
cido  bien; con todo,  ha salido  bene
ficiada  al  haberle  sido  expurgadas
las  fatigosas  repeticiones,  caracte
rísticas  del  estilo  del autor.  Ni  que
decir  tiene  que las ilustraciones son
un  elemento  fundamental
 y  que
destacar,  creo que  la mojigatería  de
la  época  le impidió  incluir  muchísi
mas  famosas  que  resultan  mucho
más  explícitas, como por ejemplo  la
tela  que  Gustave  Courbet  bautizó
como  el origen del mundo..

La alquimia y la imagen del ave

—

“Quaderns de vella i nova alquímia”

Josep  Palau  i Fabre
PAGÉS  EDITORS  •  114  PÁGINAS  •  I.500  PESETAS.

 LLEIDA.

I996

“L’ocell  imperfecte”

casso  (en  un  magnífico
“Perfil  de  Picasso”  que  se
reproduce  aquí) y también
en  relación con Goya y Bu
ñuel.  Los textos en  los que
aborda  este tema  sugieren
que,  más  allá  de  otras  ex
 tras  la  crisis
plicaciones,
 de  la  poesía  como
actual
forma
 de  comunicación
superior  subyace una crisis
de  identidad,  un desarrai
go  incurable.

Josep-Ramon  Bach
COLUMNA.
1996

 139 PÁGINAS•  1.750 PESETAS •  BARCELONA.

JULIA  GUILLAMON

A unque muy  distintos  entre  sí,  “Qua

derns  de  vella  i nova  alquímia”  de  J0-
sep  Palau  i Fabre  (Barcelona,  1917) y
“L’ocell  imperfecte”  de  Josep-Rarnon
   Bach (Sabadell,  1946) abordan  un  mismo come-
tido:  la búsqueda  de una  expresión  poética en  un
género  distinto  de la poesía.

.

Josep  Palau  i Fabre en marzo de 1987

En  el  caso  de  Palau  i  Fabre,  esta  búsqueda
constituye  una  de  las  razones  de  ser de  su obra
que,  desde  finales de  la  década  de  los cuarenta
(cuando  puso  fin a su actividad  como  poeta),  se
ha  desarrollado  en el campo  del teatro,  el ensayo,
la  crítica picassiana y la narrativa.  En “Quaderns
de  vella i nova  alquímia”,  Palau  consigue trans
mitir,  a través de la nota  de cuaderno,  de una  es
peculación  apenas esbozada o de un pequeño en
sayo,  una  comprensión  del  mundo  que  va  más
allá  del saber reglado. Se mueve en el reino de la
intuición  poética,  para  acercar  a  Lluli o  Ausiás

March  a  sus  propios  presupuestos  vitales,  para
retomar  el tema de la mujer o el de la alquimia, o
para  interrogarse  sobre  el destino  de la poesía y
de  la vanguardia  artística en el fin de siglo.

Arte e idiosincrasia

Para  Palau  el arte  (y sobre  todo  los artistas  de
talla  excepcional) es la encarnación  de la idiosin
crasia  de  un pueblo.  Lo ha  escrito  en  múltiples
ocasiones,  a propósito de Gargallo, Juli González
y la edad de hierro de la escultura catalana,  de Pi-

Para  intentar  solventar
ese  desarraigo “L’ocell im
perfecte”  de Josep-Ramon
Bach  propone  un  viaje  a
los  orígenes  a  través  del
mito.  El autor  ha  reunido
un  centenar  de  prosas  en
clave  poética  que  tienen
 co
como  denominador

 mún la  presencia  de  pája
______

ros.  Reales  o  imaginarias,
las  aves se manifiestan  aquí  como  imagen  toté
mica,  metáfora  de  la  existencia  humana,  repre
sentación  del deseo inalcanzable  y símbolo  de la
aspiración  universal  de  eternidad.  Las  referen
cias  a diferentes  países y culturas (China, el mun
do  árabe, el Africa negra) se mezclan y se confun
den  deliberadamente  para  crear  una  secuencia
única,  una leyenda oral sin límites. El poeta se re
conoce  en esta humanidad  extendida,  más allá de
la  contingencia  individual  y de  su entorno  con
creto,
 se  reencuentra  a  sí  mismo  y  recobra  la
voz..

Estampas
de lucidez
y  rencor;1]

MEMORIAS;0]

“Autorretrato  sin  retoques”

Jesús  Pardo
ANAGRAMA  •  430  PÁGINAS •  2500  PESE-

TAS  •  BARCELONA,  SEPTIEMBRE  1996

JUAN  A. MASOLWER RÓDENAS

C omo escritor,  Jesús Pardo

(Santander,
 1927)  se  ha
dedicado  largos  años  al
 en una  cari-e-
periodismo,
ra  dominada  por  su corresponsalía
en  Londres, y no publica  su primera
novela,
 “Ahora  es  preciso  morir”,
hasta  1980... No  es  una  vocación
 pues  él mismo  nos confiesa
tardía,
que  escribió su primerlibro,  una no-
vela  de  piratas,  a los seis años. Pri
sionero  de una época,  lo que es tar
dío  es la decisión de publicar.

“Autorretrato  sin retoques”  nace
de  la  feliz conjunción  de  la  expe
riencia  periodística  (economía  y
claridad  expositiva)  y  de  la  expe
riencia  creadora  (capacidad  dramá
tica,  ahondamiento  en  el lenguaje,
recreación  de una  vida). Es el retra
to  de  un  individuo  prisionero  de
una  época, la del franquismo,  y por
lo  tanto  retrato  de  las  grandezas
(ausentes)  y miserias  (siempre  pre
sentes)  del franquismo.  Es sintomá
tico  que las memorias  terminen  con
el  regreso  de  Pardo  a  Madrid,  que
coincide  con  la agonía del dictador
en  El Pardo.  La muerte del dictador
representa  el nacimiento  del nove-
lista,  y a sus novelas hará  continua
referencia.  Memorias escritas, pues,
desde  el presente.  para  reconstruir
sus  vidas anteriores.

Tres vidas

La  primera vida de Jesús Pardo  es
la  de  su infancia  escindida  entre  el
detestado  Santander  y El Sardinero
querido,  entre  la detestada  “madre
física”  y la querida  tía  Curra.  Villa
San  José  será  el  primer  escenario
 que  no  mitificado,  de  las
mítico,
memorias.
 Un  espacio  que  repre
senta  el  desarrollo  sentimental  de
un  niño y el final de una época, y que
coincide  con el de tantas  páginas de
Alvaro  Pombo:  con el estallido de la
Guerra  Civil,  la  familia,  “tras  un
momento  de susto,  seguimos nues
tras  ocupaciones,  inconscientes  de
que,
 con  aquel  trueno,  terminaba
para  siempre  nuestro mundo”.

La  segunda vida es la de sus años
madrileños  como  señorito  esnob  y
bohemio,  y  se centra  en el café Gi
jón.  Se inician  así los brillantes  re-
tratos  y autorretratos,  expresión de
la  desoladora  mediocridad  de  los
años  cincuenta.  Es una  lástima que
el  rencor le lleve a Pardo  a centrarse
en  los  personajes  de  menor  talla,
pero  también  es cierto  que  la poca
talla  era el factor dominante  y, sobre
todo,  que  en  estos  retratos  (García
Nieto,  González  Ruano o Leopoldo
Panero  y, , más  tarde,  Tristán  La
Rosa,  Rafael Calvo Serero  Antonio
García  Trevijano),  hechos  con  tra
zos  rápidos  y feroces, está uno de los
mayores  atractivos  del libro.

El  derroche  humano  del  escritor
(borracheras,
 desenfreno  erótico,
aridez  emocional,agresividad  y los
venenosos  dardos)  se  repite  en  su
tercera  vida, la de Londres, corazón
entonces  de la libertad y de la demo
cracia.  En la falta de  misericordia  y
de  autocompasión  y en el relato  de
un  penoso proceso para encontrarse
y  reencontrarse a sí mismo y, con él,
a  una época  patéticamente  mezqui
na,  está lo mejor  de estas  inmiseri
cordes,  por lúcidas, memorias..