1977-05-24.DIARIODLERIDA.GUINEA
Publicado: 1977-05-24 · Medio: DIARIODLERIDA
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Monseñor Palonsuola: «SI Estado no puoso imponer un modelo educado todos» igual para El obispo de Segòvia, monseñor Palenzuela --dice Logos--, ha pu- blicado unas orientaciones sobre la enseñanza de la religión en la escuela. Resumimos. 0 Dicha enseñanza en la es- cuela pública " no tiene que ver con el hecho fie que el Estafio profe- se o no, como Estafio, una religión sino con el hecho de que hay, en la sociefiafi, grupos característicos que creen necesaria la transmisión fie un saber religioso para una completa educación escolar. La es- cuela pública no es del Estafio, es fie la sociefiafi. No puede el Estado imponer a una sociedad un mofiélo educativo homogéneo e igual para todos. Porque la enseñanza sea un servicio fie interés público no tiene por qué ser neutra. El bien público exige el reconocimiento fie las op- ciones más señaladas, culturales y religiosas del país". 9 " La escuela no debiera pro- ponerse sólo en objetivo fie pre- parar niños y adolescentes que re- produzcan, sin más, la sociefiafi en que ellos nacieron y se educaron. Habrá fie equiparlos para que pue- dan criticar esa sociedad e inter- venir en sus estructuras y desarro- llo critica y comprometidamente." $ " U na escuela neutra educa, en realidafi, según un determina- do modelo fie hombre: el confor- mado totalmente por las ciencias positivas y la técnica. A pes^r de la mejor voluntad fie quienes la sostienen puefie contribuir *a es- cinfiir la vida fiel hombre en dos esferas separadas: la determinada sólo en función fie la sociefiafi ci- vil con sus relaciones sociales y económicas y la fie la vida íntuna, y privada. Y, lo que parece menos conveniente, puefie contribuir, fie hecho, a imponer un mofielo fie hombre y sociefiafi y a homogeni- zar las granfies masas fie gentes desarraigadas hace poco tiempo de su cultura milenaria al servicio fie un sistema excluyente y homogé- neo fie Uno y otro sentido". " H ay —terminan— mucho por conse- guir: una educación escolar reli- giosa que sea fiel a la fe cristia- na, libere al hombre v contribuya a. la paz y a la construcción de una nueva sociefiafi." ( " Y A ") ecciones y el periodo constitución tado a ninguno de sus componentes posibilidades fie que se produzca algún tipo de devolución de la au- tonomía creo que al final van a ser bastante importantes en las nue- vas Cortes sobre tofio si los fiipu- tafios y senadores que se elijan en estos territorios están dispuestos a luchar por ellas. De todas formas, entiendo que los temas regionales van £ constituir uno fie los más El pago fie dinero a los partidos políticos después fie las elecciones constituye sin duda una de las mas audaces innovaciones del nuevo sis- tema español. Mi primera reacción ante semejante idea,, cuando fue hecha una propuesta similar en Inglaterra hace unos años, fue de a.sg-uisto ;¿por qué sacar dinero de los contribuyentes a fin de finan- ciar asociaciones privadas?. Pero dando más vueltas a las motiva- ciones que han llevado al señor Suárez y a sus colegas a adoptar estos acuerdos, he llegado a una conclusión opuesta. Puede suceder y de hecho sucede que los partidos que están en la oposición tienen el suficiente dinero para gastar en la prospección y en las campañas que realizan. Pero en Gran Bre- taña los dos partidos que h an for- mado Gobierno en la última gene- ración han protestado de que sus líderes, cuando se encuentran en la oposición, no cuentan con los servi- cios necesarios para poder hacer frente adecuadamente a los mi- serios problemas con los qué de- berán enfrentarse las futuras Cor- tés, aunque llamarle prob'.tfma úni- camente, puede ser poco. La otra cuestión importante es- tribará en apoyar el cambio cons- titucional. Me mantengo cauto an- te los que polemizan sobre si las próximas Cortes van a ser o no constituyentes, pues en un cierto sentido, el argumento es falso. To- dos los parlamentos, en un régi- men de libertad, son libres de ela- borar leyes constitucionales, nistros de turno con la cohorte de asesores a su servicio. Por otra parte, el dinero que se fié a los partidos, les ayudará a mantener su independencia grupos de presión. respecto a los! Por Hugh Thom as Este artículo constituye mi se- gunda aproxlHva.sióin a las. elec- ciones que van a celebrarle en España. Ante todo, algo que me preguntaba en mi anterior escrito se ha confirmado; el presidente del Gobierno tomará parte en la confrontación electoral aunque al parece;-, va a hacerlo sin mover- se dé su despacho. En un princi- pio pensé que la presentación del presidente no-iba a ser posible, sin embargo, Suárez figura ya en la lista de candidatos. Yo basaba mi punto de vista en la impresión de que el nuevo Gobierno que saliera fie las elecciones no tendría sen- en la legislatura, a la vista de las incompatibilidades. La clásica doc- trina fie la separación de poderes tiene muchas virtudes pero tam- bién hay que reconocer que el sis- tema proporciona un considerable respaldo al primer ministro por el hecho fie haber sifio elegifio por el voto directo fie los españoles. En el caso actual, no ha sido así, sino que ha sido escocido a partir de una terna. Analizando el mapa electoral de España, advierto que las tres regio- nes históricas que en el pasado han tenido o han reclamado estatutos de autonomía —Catalunya, País Vasco, e incluidas también Nava- rra y Galicia— tienen asignadas conjuntamente cien escaños. Las García Domínguez descubre el pastel Hacías, el «Idi Amin" de Guinea Un dieiader obsesionado por el temor a un golpe de Estado Francisco Maesas Nguema es el " Mi A m i n" fie Guinea Ecuatorial. Un d ctador a] viejo estiio. Loco, sanguinario, autor do un eterno genocidio para con su pusbto. Pe- ro tanto la figura de Macias, como sois aciones nos han sido escamo- teadas a los e-pañoles. La decla- reservada" ración de "materia sobre la cuestión de Guinea ha sido el motivo. Ahora, sin embargo, como diría más de un humorista "ya se pue- de largar; aquí no- pasa n á ". Aquí, quizá, no pase nada pero en las ex "provincias" (era preciso pa- saporte para ir a -jilas) de Fer- siempre nando Poo v Río M-uini surgía la represalia -entre el puña- do de españoles que habitaban en ellas cuando se habí-aba fi:l tema de Guinea Ecuatorial, siempre mo- feta para el presidente Ma-cías. y es que Macias "vive obsesio- nado co-n e¡ temor a urs eroYie de Estado. Diariamente cree «ue Je van a derrocar", nos dice R a m ón García Domínguez, .periodista, au- tor fiel libro "Guinea, Macias, la ley del silencio". García Domínguez vivió dos años en Guinea Ecuatorial ejer- ciendo de maestiro de E. G. B., ca- ñ e ra que estudió al margen de la de periodismo. "Durante mi es- tancia allí he llegado a conocer .no personalmente- a Macias, por- que vivir en Guinea es vivir con la psicosis Macias. He conversa- do con las gentes, he analizado los discursos de Macias y ha reco- gido infinidad! de documentación. Puedo retratar a Macias". El pe- riodista -maestro tuvo en una de sus otases al hijo mayor del pre- sídante. P O R Q UE E S TE P R E S I D E N TE La primera cuestión que surge es ccmo llegó Macias a la presiden- cia si Carrero ECanco y 'Ca.stiella habían preparado las elecciones. García Domínguez basa su expli- cación en las tuchas intestinas existentes entre Carrero Blanco que apoyaba la candidatura fie Bonifacio Onáo (un?, rio neta fie la m a no derecha fie Franco* y Fer- nando María Castislla, que apo- yaba a Atanaslo Endongo. Apro- vechando la coyuntura. García Trevijano coló el gol y logró que Francisco Macias mayor número de votos. consiguiese el Mucho r.e habló, al levantarse la materia reservada, del papel y ne- gocios de García Trevijano en Guinea Ecuatorial. García Domín- guez.. en su libro, ha intentado des- ligar la cuestión puramente po- lítica de asesoramiento que pres- tó García Trevijano a Macias y los redecios o_ue el primero de ellos pueda tener en aquel oaís. " Al hablar con García Trevijano —prosigue el periodista— esperaba encontrarme con un hombre arre- pentido de su actuación en Gui- nea, pero no fue así. Y en ningún momento reconoció que en Guinea se Hayan producido genoc!dic~,". La entrevista de tres horas con G'arcía Trevijano en cinta magnetofónica) le ha causa- do ciertos prctierna® a García Do- mínguez ,quien publicó un extrac- to de la misma en "Diario-0.6" a raiz de la cual el también perio- dista se querelló con García Trevijano. En el acto de conciliación previo a juicio, el abogado fiel político des- mintió todo lo ciue hatoía cu,3cíado grabado en la cinta magnetc-tcni- cà del autor del libro. Juan Antonio Nováis (grabada Y a tofio esto, ¿qué hacía Fran- co? Franco, según García Domín- guez, no tenía idea fie la que se cocía en Guinea. Todo lo referen- te a aquellas dos ex "provincias" esipañct'-as lo llevaba personalmen- te Carrero Blanco. Incluso en los consejos fie ministros nunca se lle- gó a hablar del espinoso tema. "Cuando la O NU apretaba so- bre la cuestión, Carero Blanco se inventó lo de la provincial!,zación de aquel territorio (1959). Luego se con inventó lo de la autonomía "m:nis- Bonifacio Ondo y tros"; y más adelante ¡o de la independencia", añade el perio- dista. sus SIN- I D E O L O G IA P R O P IA Pero a pesr fie "los tejemanejes que huibo en el nombramiento de Macias como presidente fie Gui- nea, su continuidad en. el cargo • M d^jtífia Martes, 24-5-77 / Página 2 Dos puntos más: ¿Cuál será la inclinación que impongan en la lí- nea del Senado aquellos miembros, de esta Cámara directamente nom- brados por el Rey? Este me pare- ce un tema delicado ya que en ge- neral, estos lugares estarán ocu- pados por personas importantes. En principio no es mala cosa disponer algunos lugares en la legislatura para hombres de estado con larga experiencia tal como sucede en Inglaterra con la Cámara de los Lores. ha surgido la tradición de que los an- tiguos presidentes ocupen un asien- to vitalicio en el Senado. Pero la* actual situación en España es por' supuesto, un tanto distinta. Creo que constituye un problema im- portante pero 110 ha fie suceder necesariamente que los nombrados constituyan un barrera contra las intenciones del Rey y la política de don Adolfo Suárez: Incluso en Venezuela En segundo lugar, no quiero ol- vidar que una democracia eficien- te no depende únicamente de que funcione .bajo una eficiente cons- titución. En las actuales circuns- tancias, es muy probable que una buena estructura sindical sea tan importante como la propia consti- tución. No obstante, pienso que muchos sino todos los problemas políticos de Gran Bretaña durante la última generación han sido más. de tipo constitucional que econó- mico. Creo que es muy difícil alte- rar las constituciones después de que el rodaje fie los años las hayan consolifiafio. En este sentido, los hombres que^ sean elegidos para formar parte de las próximas Cor- tes, tienen ante sí una gran cpor-! 'tunifiafi H U GH T H O M A S. ("Diario de Barcelona"). V I S TA D E P O R T I V A M E N TE C ON EL S E L LO DE P E R S O N A L I D AD Y D I S T I N C I ON EN j í á é ^ s k. ^ayor, 55 y Blondei, 58 L E R I DA