1991-01-17.EL INDEPENDIENTE.GUERRA ENTRE VENDEDORES DE PETRÓLEO AGT

Publicado: 1991-01-17 · Medio: EL INDEPENDIENTE

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GUERRA ENTRE VENDEDORES DE PETRÓLEO
EL INDEPENDIENTE, 17 ENERO 1991 
TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
No hay un solo dato nuevo que justifique hacer ahora movilizaciones populares que, a su debido tiempo, podrían haber impedido la participación de España en la guerra. Desde el comienzo de la crisis, iniciada por un acto irresponsable de Sadam al que Bush, previamente advertido, no puso la luz roja de la respuesta bélica, sino la luz ámbar de la condena diplomática, se supo que el Gobierno de EE.UU., con su unilateral «Escudo del Desierto», había decidido destruir militarmente al régimen político de Irak. Pero también se supo enseguida que el Presidente americano no estaba dispuesto a correr el riesgo político de ir solo a una guerra por el petróleo. Tenía necesidad de transformar, en ideológica, la causa económica del conflicto. Si Irak había violado el derecho internacional, nada podría ser legítimo, para repararlo, sin un tribunal que condenase la agresión y sin una policía que ejecutase la sentencia. La guerra sería «legal» y «universal» o no sería.
Estados Unidos ha tenido la hegemonía suficiente para forzar a la ONU a actuar de juez y a delegar la ejecución de su resolución en los miembros que voluntariamente se presten a ello. España está en guerra con Irak, exclusivamente, en su condición de policía de la ONU. Ha sido, pues, EE.UU. quien ha «vinculado» la guerra contra Irak al cumplimiento de las resoluciones de la ONU sobre la retirada de los territorios ocupados. ¿Cómo extrañarse de que Sadam «vincule» su retirada al cumplimiento por Israel de iguales resoluciones de la ONU sobre los territorios palestinos?
Los pretextos ideológicos son peligrosos. Nadie hablaría hoy de doble moral, ni de solución global, si EE. UU. hubiese encontrado un solo gobierno europeo con dignidad para apoyarlo sin mentir. «Comprendemos que tu solitaria hegemonía en el mundo, tus compromisos con los emiratos y la monarquía saudí y tus intereses petroleros te obliguen a guerrear. Cuentas con nuestra solidaridad diplomática y con nuestro apoyo logístico. Pero no esperes que expongamos la vida de nuestros soldados ni que embarquemos a la ONU en una guerra para reponer la titularidad de los anteriores vendedores del petróleo de Kuwait.»