1976-11-20.DIARIO16.GRACIAS TREVIJANO CARLOS SEMPRUM

Publicado: 1976-11-20 · Medio: DIARIO16

Ver texto extraído
Gracias,  Trevijano

Carlos
"fcái-a  alguien que ha  vivido muchos años
en  el  extranjero,  con»  yo  (y  no precisa-
mente  en  Guinea), volver  a  Madrid siem-
pre  representa  un problema  de adaptación.
Siendo  el  hombre' un  animal  social,  como
decía  Aristóteles,  necesita  siis  lazos  de
amistad  y  compañerismo  para  no  sufrir
de la  soledad.  Pues  bien,  desde que usted,
señor Trevijano, ha anunciado en la  Prensa
que  me  iba  a  llevar  ante  los tribunales y
demandar  veinticinco  millones  de pesetas,
tengo  más  amigos de los  que podía imagi-
nar.  No  puedo  entrar  en un  café  sin  que
alguien  se  levante  para  saludarme,  dar-
me palmaditas,  preguntarme, riendo:  "¿Y
eso  de  tos  veinticinco  millones,  qué?".  A
la  hora  de pagar,  no puedo nunca, siempre
me  invita  alguien,  por  aquello  de los  vein-
ticinco  millones.  Me  ocurre,  incluso,  que
sonrientes  desconocidos  me  paren  en  la
calle, me abracen,  se  echen a reír:  "Con-
que  veinticinco  millones,  ¿eh?"  Por  pri-
mera  vez  me  siento  4sin  estarlo)  en  la
piel de nn cantante de rock o de un torero,
gracias a  usted, señor  Trevijano.  A veces
me  preguntan:  "¿Y  qué  decías  en  ese
artículo  de  'Destino'?"  Pues  lo  que  todo
el mundo sabe,  lo que todo el  mundo dice.
Tal  vez  —y  ni  siquiera  estoy  seguro "de
ello—  haya  insistido  más  en  el  papel  polí-
tico  de  Trevijano  que  en  sus  negocios.

Semprún

Sencillamente,  porque me  interesa  más  la
política  que los negocios.  Y porque en este
país hace demasiado  tiempo que política  y
negocios están íntimamente ligados.  Y por-
que  tengo ana  idea  de  la  democracia  que
nada  tiene  que  ver  con  trapícheos  con
dictaduras,  sean  éstas  africanas  o  no.  Y
porque  estoy  harto  —o estamos  hartos-
de que a  portavoces  de  la  Oposición, como
Trevijano,  DO se  les  reconozcan "catadura
moral"  partidos  de  la  Oposición,  como el
PSOE.  Todo esto "huele  mal".

El  señor  Trevijano  había  anunciado que
cuando  se  levantara  la  "materia  reserva-
da"  sobre  Guinea  lo  diría  todo.  No  ha
dicho  nada.

En  cambio,  se  ha  puesto  a  querellarse
con  periodistas  a  diestro  y  siniestro.  Yo,
repito,  «ncantado.  Incluso me  gustaría  pe-
dirle  un  favor,  señor  Trevijano:  teniendo
en  cuenta  la  cantidad  de  amigos  que  me
han  procurado  los  veinticinco  millones  de
pesetas que usted  me demanda,  ¿no podría
aumentar  la  cifra  a  cincuenta  millones?
A lo mejor doblaría  mi  número  de amigos,
que eso siempre  es  agradable.  Y como, de
todas  formas,  no  tengo  ni  veinticinco,  ni
cincuenta,  ni  ira  millón, sino  só!ó  amigos,
cuantos  más.  mejor.  Gracias  por  ade-
lantado.