1990-10-31.EL INDEPENDIENTE.GORBACHOV ESTRATEGA DE LA DERROTA AGT

Publicado: 1990-10-31 · Medio: EL INDEPENDIENTE

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GORBACHOV ESTRATEGA DE LA DERROTA
EL INDEPENDIENTE, 31 OCTUBRE 1990 
TOM PAINE = ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO
Gorbachov, como todo reformista, se apoya en lo que hay, en la burocracia del partido comunista, para llegar a lo que no hay, a una sociedad civil autónoma y a un Estado democrático. Para vencer la inercia de lo organizado, que se resiste a cambiar, «la perestroika» tuvo que liberar y convocar a determinadas energías sociales reprimidas. Al ponerse en relación el problema interno del poder —autorreforma de la burocracia— con los problemas externos al sistema, antes separados, surgió el conflicto de la reforma.
Existen dos modos de encarar ese conflicto. Dejarlo libre o encauzarlo. Liberar simultáneamente todas las tensiones para que se desparramen por la población, o graduar la liberación para que se distribuyan, según un orden de prioridades, por sectores sociales homogéneos. En el primer caso, característico de las reformas sin método, la pluralidad de oposiciones incipientes y divergentes impide que se organice una oposición coherente contra la reforma. Y ésta triunfa. Como en la transición española. En el segundo caso, típico de reformadores prudentes, la concentración de las tensiones en grupos sociales separados divide al Estado y a la sociedad. Y la reforma fracasa.
Gorbachov siguió este segundo camino porque debió pensar, con Ortega y Gasset, que «interrogando ciertas cosas, pero no todas, las divergencias menores sirvan para confirmar y consolidar la unanimidad supuesta». Pero olvidó las advertencias de la historia en su propio país. Kerensky, prototipo del reformista inteligente, interrogó sobre muchas cosas. Pero no sobre la cuestión fundamental de la guerra, cuyo consenso dio por supuesto. La perestroika, al no liberar las tensiones primordiales, cosecha éxitos tácticos en la organización del pluralismo político en la sociedad, dentro de una estrategia de derrota final a manos del pluralismo en el Estado. Para conjurar el peligro secesionista, oponiendo dinero a sentimientos nacionales, Gorbachov necesita la ayuda de Occidente.